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once



-- Te amo ¿Sabías eso? -- 

Ante la declaración el joven de piel canela rio con suavidad abrazando desde detrás al contrario, regalándole además un beso sobre su nuca. -- Yo te amo más, gracias por ser el amor de mi vida. -- 

Jungkook sonrió sintiendo como el mayor le acariciaba el abdomen desde detrás. -- Gracias por ser tú el mío, Taehyung. -- 

Los dos se encontraban sentados en la cama del más joven, este mismo con sus piernas cruzadas como un indio, con su guitarra entre sus manos. El azabache tocaba una canción mientras Kim se quedaba allí, escuchándole y mimándole. 

Taehyung no sabía como sería su vida sin ese chico de tatuajes y sonrisa tierna, no había vivido nunca sin él, y solo de pensar que eso pudiera pasar lo asustaba. Jungkook era todo lo que él buscaba en su futuro, daba igual si era en una casa pequeña o en una mansión, solo quería que a la hora de dormir esa persona le estrechase entre sus fuertes brazos. 

-- No paro de pensar en hyung. -- Dijo Kook, refiriéndose a Jimin. 

-- Te entiendo... no parece estar en su mejor momento. -- 

Jeon incluso paró de tocar, dejando de rasgar con su mano derecha sobre las cuerdas para soltar un suspiro. -- Duro, debe de ser duro. El amor de su vida no parece que vaya a ser correspondido. Jimin se merecía otra cosa ¿Y si el amor de vida de Yoongi es realmente esa chica? -- 

-- Si es así no podemos hacer nada, Jungkookie. Así funciona el mundo... hay gente con suerte, y otros que no tanto. Pero te aseguro que voy a hacer todo lo que esté en mi mano para que Jimin acabe junto a alguien que sea merecedor de cada una de sus sonrisas. -- 

-- Uhm... -- Asintió el azabache en un murmuro antes de colocar sus dedos en un acorde para seguir tocando. -- I'd like to make myself believe.... -- Cantó a media voz el más joven. 

-- That planet earth turns slowly ... -- Le siguió el castaño con una pequeña sonrisa y los ojos cerrados. -- It's hard to say that I'd rather stay awake when I'm asleep. 'Cause everything is never as it seems. -- Cantaron los dos a la vez. 

La guitarra fue dejada sobre el colchón, así Jungkook pudiendo darse la vuelta, tomando la cintura de su pareja para acercarlo hacia él, sentándolo en sus piernas en la misma posición. -- ¿Y si nos casamos mañana? -- Preguntó este mismo dejando que su hyung le acariciase las mejillas con lentitud, pasando también su dedo pulgar por sus labios. 

-- ¿Es eso una propuesta indecente, Jeon Jungkook? -- 

-- Una bonita ¿No crees? -- Respondió enarcando una de sus cejas con diversión, atrayendo la boca de su chico a la suya.

Muchos les decían que habían tirado a la basura su juventud, llevaban juntos desde los quince años, y Dios, no deseaban a otras personas en su vida de manera romántica ¿Tan mal estaba eso? 

Todos comentaban sobre lo mismo, que si eran demasiado pequeños para una relación tan duradera, que no merecía la pena y que les faltaba diversión. Bueno, Kook se reía en sus caras. Mientras ellos eran vírgenes a los dieciocho él ya llevaba años gozando del cuerpo precioso de Kim Taehyung. 

El castaño estaba acariciando sus brazos mientras se besaban, olvidándose de que existía un mundo más allá de ellos, por lo menos hasta que un golpe en la ventana se escuchó. -- ¿Cuánto apostamos que es Jiminie? -- Murmuró el más mayor sobre los labios de su novio. 

-- Si no es él me comprarás las siguientes cuerdas de la guitarra. -- 

-- Hecho, ve a mirar. -- 

Así fue como Jeon se levantó de la cama y se dirigió a la ventana, el cuerpecito pequeño de Jimin estaba allí, a punto de tirar otra piedrecita a la ventana, por suerte no la había tirado, si no le habría dado al azabache. -- ¡Por fin! Ábreme, porfi. -- 

-- ¿Y si no quiero? Mi novio es muy guapo, está aquí y no quiero que lo veas. -- Bromeó el joven apoyándose en el alfeizar de la ventana. Aún la distancia pudo ver como el ceño del rubio se fruncía, tomando la piedrecita que iba a tirar anteriormente para lanzársela. -- ¡Es broma! ¡Es broma! -- Gritó entre risas. 


[...] 


--  Minie, a lo mejor deberías conocer a más gente ¿Qué si en serio te equivocaste y lo que sentiste por Yoongi la primera vez que lo viste fue un mareo? -- 

El de mejillas abultadas estaba cansado de la misma sugerencia una y otra vez de parte de Taehyung. Siempre le venía con esa idea y no, joder, él lo había sentido y sabía que era real, no solo porque el mundo se le parase, sino por todo lo vivido después de eso. 

-- Tae, ya te dije que no. Olvida eso. -- Replicó estado tumbado sobre el colchón, con su cabeza sobre las piernas de Jungkook. -- Estuve hablando con SeokJin sunbae, su mejor amigo, y a él tampoco le cuadran demasiadas cosas. Ese chica va a volverle loco de la cabeza, no quiero ver como destruye a Yoongi. 

-- Pero, hyung, por mucho que tú y ese sunbae os preocupéis ¿La vida no sigue siendo de Yoongi hyung? Él será quien tenga que solucionar las cosas y tomar las decisiones ¿no crees? --

Los labios del rubio se fruncieron, no dudando en tomar uno de los cojines para estamparlo contra la cara de Jungkook. -- No estamos hablando de que elija qué quiere comer, estamos hablando de que está hundido en una relación abusiva. Es grave. Es como si una bola de nieve hecha de problemas estuviera haciéndose cada vez más grande, no podemos dejar que llegue un momento que se lo lleve por delante. -- 

-- Entiendo... Oh, Jiminie, tu teléfono está vibrando. -- 

Con pereza el nombrado estiró su mano para tomar el aparato, no tenía ganas de hablar con nadie pero, bueno, todo cambió en un solo instante al ver que el nombre que brillaba en la pantalla era el de su estrellita. 

Lleno de nervios se puso de pie y salió al pasillo, no quería que sus amigos escuchasen la conversación porque sabía que se pondría demasiado nervioso al hablar con ellos delante. 

-- Buenas tardes, hyung. -- Dijo al aceptar la llamada, tomando su belfo inferior entre sus incisivos. 

-- Hola, uhm, estoy cerca de tu casa con comida tailandesa... ¿Vienes? Quiero verte y hablar, hablar de lo del otro día.  -- 

El rubio atrapó su belfo inferior entre sus incisivos, "verse y hablar de lo del otro día", aquello podía salir muy bien, o muy mal. -- Bueno, está bien... estoy en casa de Jungkook, es mi vecino así que no hay problema. Te veo en la puerta de mi casa. --

-- Vale, ahora nos vemos, pollit- -- Antes de que el más mayor pudiera usar ese apodo que le derretía el corazón, terminó la llamada, no quería escucharle llamándole de esa forma, porque se sentía estúpidamente bien. 

Fue entonces que con el corazón hecho encogido entró de nuevo en la habitación, sorprendiéndose al encontrar a los otros dos con sus orejas apoyadas en la puerta. -- P-pues si, Jungkookie, tu puerta es de muy buena calidad. -- Dijo el de piel canela intentando excusarse, provocando que una de las cejas del más mayor se enarcasen. 

-- Te lo dije, Taetae, madera de roble, muy buena calidad. -- Le siguió la excusa Jeon volviendo con prisa hacia su colchón. -- ¿Qué te dijo, Jimin hyung? -- 

-- ¿Me preguntas? ¿No es que estábais escuchando? -- 

-- Bueno, lo hemos intentado pero no hemos logrado escuchar demasia- ¡Ouch! -- Se quejó el chico de tatuajes al recibir un pellizco en su brazo de parte de su pareja. -- Que no, que no hemos escuchado nada. -- 

Aunque querría haberse molestado y echarles una pequeña charla sobre lo mal que estaba escuchar conversaciones ajenas, Jimi no podía, simplemente esos dos chicos que ahora le miraban desde la cama con mirada preocupada era lo más bonito que tenía en el mundo; estaba agradecido de tenerles. Con ese sentimiento invadiéndole se sentó también en el amplio colchón esta vez colocándose frente a ellos para tomar una de las manos de cada uno. -- Me ha invitado a comer, quiere hablar sobre lo que pasó hace unos días. -- 

-- Uh, hyung en serio, si ese duende te hace daño nos lo dices, yo le parto la cara a puñetazos o... -- 

Park sonrió, pero eso solo partió un poquito más el corazón de Taehyung, porque conocía lo suficiente a ese chico como para saber que esos labios estirados hacia arriba no eran para nada de felicidad, el rubio solo quería agradecer el apoyo en las palabras de Jungkook. -- Jiminie, a la mínima que te haga sentir incómodo, da igual cuando o qué hora o dónde estés, llámanos a alguno, iré a buscarte en auto ¿Vale? -- Pidió Tae apretando la manita de su mejor amigo, el cual asintió. 

-- No os preocupéis tanto, de verdad que está bien, Yoongi hyung es alguien con cabeza, no hará nada extraño como para sentirme a ese punto de incomodidad. Ahora, debo de irme, seguro que ya está en la puerta de mi casa. -- Antes de levantarse de la cama, depositó un besito en cada mano, tomando su abrigo y poniéndoselo a la vez que movía su mano como despedida. 





El pálido estaba mirando por la ventanilla de su auto, habían nubes algo grises, estaba seguro que pronto iría a llover. Sus orbes estaban concentrados en el cielo no tan despejado hasta que dos golpecitos en el cristal del copiloto llamaron su atención. 

Allí estaba el chico al que había estado esperando, no tardó en quitar la seguridad de las puertas para que pudiera entrar. -- ¿Estabas muy lejos? Podría haber ido a buscarte. -- Dijo una vez que tuvo al menor a su lado. 

-- No te preocupes, hyung, ya te dije que Jungkookie, Taehyung y yo somos vecinos, estaba aquí al lado. -- 

El pálido asintió con su cabeza no estando tan a gusto como había esperado, el chico de cabellos dorados siquiera lo había mirado a la cara; no era el Jimin al que estaba acostumbrado a tener al lado, aunque era obvio, la situación no era la mejor, por eso quería aclarar las cosas. -- ¿Has ido al parque nuevo de las afueras? Está cerca de mi casa. -- 

-- No, no he ido. Vi que estuvieron haciendo obras ¿Ya han terminado?-- 

-- Sí, han puesto mesas de madera ¿Te apetece que comamos allí? Creo que puede estar bien.-- Inquirió comenzando a conducir con una pequeña sonrisa, a lo que el más joven aceptó. 

A Jimin le daba bastante igual donde fueran a ir, solo quería pasar un rato con la persona que hacía que su corazón se desbocase y además poder arreglar todo el lío de sentimientos que lo manejaban.


[...]


-- Es lindo ¿No crees? -- Preguntó el castaño una vez que se encontraron en el lugar. 

Todo estaba totalmente nuevo, después de todo solo hacía una semana que las habían colocado allí. En el césped habían unas cinco mesitas y bancos de madera alejadas un poco unas de otras, desde allí se podían ver a la perfección la parte de juegos para los infantes. 

--Lo es, supongo que las personas que vendrán a llevar a los niños a jugar lo agradecerán, por lo menos tienen un lugar cómodo donde verles. -- 

Una se sentó frente al otro, y fue YoonGi quien sacó las cosas de la bolsa que traía en su mano. -- Te he pedido el menú que vi que pediste la última vez ¿Estás bien con eso? -- el menor asintió, por fin regalándole una suave sonrisa, no se podía imaginar cuanto lo había tranquilizado. -- Uh, menos mal, pensé que la podría haber jodido. -- 

-- No tienes que preocuparte tanto, hyung, es solo comida, y yo soy de buen comer. -- 

-- Aún así, quería que disfrutases esto, siento que te debo una disculpa demasiado grande, Jimin. -- 

-- Uhm... ¿De qué querías hablar? Supuestamente estamos aquí por eso. -- 

La realidad es que al chico de ojos felinos le hubiera gustado poder reír un poco más junto al contrario, comer tranquilos y disfrutar un poco antes de hablar, pero claro, era injusto tenerle allí con la incertidumbre, lo entendía, y por eso haría el esfuerzo de hacerlo ahora. -- Yo- bueno, lo que pasó la última vez que estuviste en casa... -- 

-- ¿Lo de que nos besamos? -- Dijo directamente tomando con sus palillos un poco de su comida, viendo en primer plano como las mejillas pálidas del mayor adquirían rubor. 

-- S-sí, eso. No paro de torturarme con ello, Jimin. Tengo novia y le he sido infiel, es horrible, ha sido un error qu- --

El más bajo arrugó su nariz dejando de comer e interrumpiéndole. -- No digas que fue un error, para mi no fue uno. Mira, vamos a ser francos el uno con el otro ¿no? Yo he intentado que te dieras cuenta de mil formas, hyung, pero nunca te das cuenta de lo mucho que me gustas. -- 

Los ojos del pálido se abrieron tanto como sus facciones se lo permitieron, alguien como Jimin, una persona sumamente linda y con demasiadas virtudes gustaba de él; alguien más que no era MiWoo era capaz de verle de esa forma. 

Tras el último pensamiento Yoongi se regañó a si mismo ¿Qué hacía sacando esas conclusiones? -- P-pero... no, no, escúchame. JiMin, te mereces otra cosa, alguien tan... tan... tan como tú, Minie, no sabes lo que dices. -- 

Los abultados labios del nombrado se fruncieron con disgusto. -- No se lo que digo, pero tú no sabes ni donde estás sentado. Hyung, me gustas, me gustas mucho ¡y puedo recitarte aquí y ahora por todas las cosas que lo haces! Número uno, desde el primer día te ofreciste a ayudarme, número dos, eres una buena persona, número tres, tus ojos son muy bonitos y brillan cuando me miras, número cuatro, eres cariñoso, número cinco, estás dispuesto a dar todo el amor que tienes, y te mereces todo ese amor que estás dispuesto a dar, número sei- --

-- J-Jimin... ya, ya entendí... -- Interrumpió el mayor pasándose las manos por el rostro al sentir como este le quemaba por estar avergonzado. -- De verdad, no sé, n-no sé qué hacer o... --

-- Una cita, acéptame una cita. -- 

Otro ataque de sorpresa hizo que esta vez Yoongi apartase las manos de su rostro para ver los ojos ajenos, por un momento incluso pensó que estaba bromeando, pero la seguridad que transmitía el más joven era innegable. -- ¿Una... cita? --

-- Este viernes es fiesta nacional en Corea del Sur, por lo que no hay clase, vayamos a una cita. -- 

-- Jimin-ah, tengo novia ¿Sabes lo mal que suena tener pareja e irte a una cita con alguien más? Estoy siendo cruel engañándola con lo del beso, imagina esto. -- Intentó explicarse el de cabellos chocolate. -- MiWoo no está en su mejor momento y me necesita, no puedo simplemente...dejarle... Jimin no me pongas esa carita. --

El de mejillas abultadas tenía su mirada desviada y su labio inferior abultado, estaba siendo rechazado. -- E-es que... duele. -- Murmuró jugueteando con sus dedos por debajo de la mesa de madera. 

Aunque su cabeza le repitiera una y otra vez que debía de pensar en ella, que tenía que estar al lado de esa chica que ahora estaba prestándole un poco de atención, algo dentro suyo le hizo aceptar. -- Vale, iremos, una cita. -- 

-- ¡¿Una oficial?! Ya sabes, soy una persona que trata de conquistarte, no quiero que me veas como un amigo. -- El pequeño había pasado de un extremo a otro en un momento, ahora estando de pie con sus manos sobre la mesa y su boca sonriente, emocionado porque al final aceptase. 

-- S-supongo... supongo que sí, pollito. -- 

-- ¡Bieeeeen! No te defraudaré, hyung, irás a la mejor cita que hayas pasado jamás. Cuéntame, qué te gustaría hacer, idearé un plan sorpresa, pero quiero que me digas muchas cosas que te gusten. --

YoonGi sonrió de lado, algo irónico para sus adentros, cómo dicerle a ese chico que sería la mejor cita, estaba seguro, más que nada porque nunca había tenido una. -- ¿No te aburrirás de escucharme? -- 

-- Me gustas, y me gusta escucharte, me gusta pasar tiempo contigo, sería estúpido que me aburriese. -- Declaró consiguiendo una vez más sonrojar a esa persona tan especial para él. 

-- Y-ya, basta de coqueteos tiernos, Park. -- 

Ante la palpable vergüenza ajena, el nombrado rió llevando sus manos hacia su estómago. -- No prometo nada, eres demasiado lindo, Yoongi hyung. -- 

-- ¡Minie! -- 

Y ahí siguió riendo, aprovecharía esa oportunidad sí o sí. 




Hola, angelitos, feliz año nuevo. He estado desaparecida de wattpad, no sé qué pasó, pero aquí vengo a demostrar que no estoy muerta. jsjsjs

Cuidadse mucho, os quiero, sois geniales. 

020121

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