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ocho



-- Casi no me lo puedo creer, Yoongi. Ella me dijo que sí, y después de haber jurado y perjurado que nunca en la vida, jamás de los jamases iba a salir en serio con alguien más, ahora tengo una relación cerrado con una chica simplemente increíble. -- 

SeokJin estaba sentado al lado de Yoongi, apoyando su codo sobre la mesa y su barbilla sobre la palma de su mano, con la que tenía libre se entretenía en pasar fotos de la galería de su teléfono donde ella aparecía. Es que era algo que nadie se esperaba, pero Kim SeokJin había acabado hasta las trancas de esa joven tan linda. 

A pesar de que todas estas charlas al pálido le sentasen como una patada en el estómago, no podía simplemente decirle a su hyung que no se sentía bien como para escucharle. El mayor se veía tan sonriente y feliz, que él sentía que eso era suficiente como para aguantar lo que hiciera falta. 

-- Entonces, ya es oficial, a mi amigo lo han cazado. -- Comentó Yoongi con una sonrisa. 

El contrario asintió también sonriente. -- ¿Tú qué tal? El otro día me dijiste que habías estado en casa con alguien ¿Fue bien con MiWoo? ¿O estaba en su natural faceta antipática? -- 

-- Oye, ella no es antipática... -- Contradijo el pálido no gustándole que su mejor amigo pensase así de ella, pero es que estaba siendo un idiota, porque incluso él mismo pensaba que últimamente la chica se estaba portando de lo más antipático con él. 

Había días que era increíbles, que le llamaba, salían juntos o hacían un plan cualquiera de los tantos que las parejas solían hacer. Sin embargo, después se llevaba una temporada que siquiera le contestaba a algún mensaje, y si lo hacía era para decirle "no molestes". 

-- Oye, YoonGi sabes que te mereces algo mejor ¿no? MiWoo no es la única chica en el mundo, te aseguro que podrías conocer a otras muchas chicas, total ¿No has sentido que ella es la mujer de tu vida, no? Es difícil de encontrar ese alguien, pero total, no pierdes nada por buscar. -- 

-- Es que... es que no lo sé, hyung. -- Confesó tapando su rostro con sus manos, todo era tan confuso. Realmente no se acordaba, no podía hacerlo. Conoció a MiWoo cuando era muy pequeño, no lograba saber si su mundo se había parado al verla... pero sí sabía que se sentía enamorado de ella en estos instantes. 

SeokJin enarcó una de sus cejas, bloqueando su teléfono y dejándolo encima de la mesa para girarse y poder mirar hacia el chico de cabellos chocolates. -- Escúchame, Yoongi. Sé que crees que ella es la persona indicada para ti por todo lo que hizo por ti, pero joder, es lo que debería de haber hecho cualquier persona decente ¿Entiendes? -- 

-- Ella me salvó hyung. Ella me quiso cuando los demás no lo hacían. De todas formas, no quiero hablar más del tema, de verdad. Olvidemos la conversación. Demasiado tengo con mi propia cabeza torturándome con el mismo tema día sí y día también. -- 

-- Joder, Yoongi, es que no puedes simplemente evitar siempre el tema. Lo único que quiero es ver a mi mejor amigo feliz y- -- 

-- B-buenos días. -- 

Esa dulce voz hizo que en especial el chico de ojos felinos llevara su vista hacia la puerta del aula. Todo el mundo se había callado para mirar a ese chico rubio de mejillas abultadas, se notaba que era de primer año, por sus nervios al hablar sobre todo ante ellos. -- El profesor Chae ha tenido que irse por una emergencia de la universidad, así que, bueno, podéis volver a casa ya. -- Explicó frunciendo sus labios abultados, los ojos de todos sus sunbaes estaban sobre él, pero sus ojos se quedaron fijos sobre una persona. 

Yoongi estaba allí, mirándole con una suave sonrisa la cual él le devolvió enseguida. Incluso se olvidó de los demás, quienes no habían perdido ni un solo segundo en comenzar a guardar sus libretas para irse ya de allí, puesto que su última clase no se iba a dar. 

Estando emocionado, se acercó hasta donde su hyung favorito estaba sentando. -- ¡Buenos días, hyung! -- Saludó con una sonrisa que provocaba que sus ojos desaparecieran por culpa de sus abultadas mejillas. 

-- Buenos días para ti también, pollito.-- 

Ambos se miraban sonrientes, Jimin pensando una y otra vez lo bonito que era el amor de su vida ¿llegaría el día que pudiera saludarle con un beso en los labios? Él quería, en serio lo hacía. Min, también hundiéndose en los pequeños ojos contrarios, pensando en lo radiante que parecía ser ese chico siempre, le encantaba la positividad y felicidad que transmitía con solo su presencia. 

-- ¿Terminaste de comerte las galletas que hicimos? Mi mamá y mi papá se acabaron muchas de las mías. --

El castaño rió viendo como el belfo del más joven se abultaba disconforme. -- Bueno, eso se arregla haciendo más, y si, las terminé también, estaban deliciosas. Somos un buen equipo. -- 

Frente a  ellos, SeokJin los miraba, incluso un ápice de incomodidad se hizo presente para él, puesto que se sentía una silla más en ese momento ¿En serio era posible mirarse de esa forma y no ser nada? Eso era extraño. 

-- Bueno... -- Carraspeó el mayor colgándose su mochila en el hombro. -- ¿Nos vamos, Yoongi? -- 

El nombrado miró a su mejor amigo durante unos segundos meditando, para seguido volver a mirar al chico de cabellos dorados. No sabía por qué, no lo entendía, pero tenía ganas de proponerle algún plan.

Pero bueno, esos pensamientos eran una idiotez, vamos, ellos tampoco eran tan cercanos como para un plan cualquiera porque sí. -- Sí, SeokJin hyung. Vamos. Ten un buen día, Jiminie. Esperamos que las clases se te hagan lo menos pesadas posibles. -- Se despidió el chico revolviendo sus suaves cabellos. 

Cuando ambos chicos más mayores estuvieron fuera de su alcance, el de labios bonitos sonrió en grande. -- Gracias, estrellita. -- Musitó para apagar las luces del aula y salir en dirección a la suya, seguro que Taehyung lo estaba buscando. 




-- Jungkook, te digo que no te preocupes, él lo va a entender. Solo, por favor, cancela esa cita; o bueno... no sé ¿Aceptaste porque querías ir? Si es así, no sé si deberías de ir. -- 

-- No, claro que no quiero ir. Estoy enamorado de Taehyung, yo solo dije que si, pero no le estaba escuchando Jimin hyung, te lo prometo. Soy un novio horrible. -- 

-- Claro que no, eso solo una confusión, Jungkook-ah... -- 

El menor se encontraba tumbado en la cama de su mejor amigo, recibiendo caricias en el cabello de su parte, y lo agradecía como nadie tenía idea. Esa misma mañana había hecho una de sus más grandes tonterías. 

Desde que Taehyung ya no estaba con él en la preparatoria, todo el mundo ahora se le acercaba, todo el mundo quería ser cercano a él. La gran mayoría de la gente sabían que ambos estaban saliendo en una muy bonita relación, pero eso a la gente le daba igual, porque Jungkook era alguien que llamaba la atención con solo sonreír. 

Esa chica se le había acercado, como todos los jodidos días, y le había comenzado a hablar durante demasiado rato. Kook simplemente había desconectado asintiendo, solo queriendo que terminase de hablar para no ser grosero e irse sin más. 

Pero todo había terminado peor de lo que esperaba, mucho más después de que ella postease un tweet anunciando que tenía una cita oficial con Jungkook. Obviamente, llegó a manos de Taehyung. 

Jimin estaba preocupado, Taehyung no se había mostrado afectado ni mucho menos, había contestado a los dos por mensajes, pero había dicho que estaba ocupado y no podía verles hoy. Y el rubio lo conocía como si fuera su propio hermano, sabía cuanto odiaba Taehyung que le vieran llorar, el chico odiaba mostrarse mal ante los demás, así que prefería encerrarse cuando se encontraba así. 

-- Joder, hyung, sé que si voy a su casa no va a abrirme la puerta. Pero tengo la necesidad de ir y hacer que me abra la puerta, de verdad que lo necesito. -- 

-- Bueno... acaba de enterarse y tú le has explicado por mensaje, ya está. Taehyung-ah no está enfadado, pero déjale, es humano y siente cosas. ¿Quieres que vayamos a comprarle algo de cenar para dejarle un poco de tiempo para si mismo y le vayamos a ver? -- 

-- ¡Sí! Por favor, sí. -- 

Jungkook no tardó en colocarse de pie, tomando sus cosas y colocándose su abrigo mientras el más bajo hacía lo mismo, aunque el mayor también se colocó un gorro rojo de lana, sabía que pasaría frío si no hacía eso. 

Para suerte de ambos, vivían no muy alejados del centro de la ciudad, por lo que pudieron ir andando hacia el restaurante tailandes favorito de Taehyung, se sabían de memoria lo que al chico le gustaba pedir. Allí se encontraban frente al mostrador pidiendo para llevar. 

Era el más joven de ambos quien se estaba encargando de hacer el pedido, el de mejillas regordetas simplemente estaba detrás suyo, soplando en sus manos para intentar calentarlas un poco, se le habían olvidado los guantes. 

-- ¿Pollito? -- Inquirió alguien detrás suyo, y sus ojitos pequeños no tardaron en chisporrotear con mil estrellas en su interior al ver al pálido, aunque su sonrisa no tardó en volverse tensa en el momento que vio a esa chica que ya conocía, colgada de su brazo.

-- ¿Pollito? -- Inquirió ella con una sonrisa divertida. -- ¿Qué clase de apodo es ese, Yoon? -- 

Park frunció sus labios, a él le gustaba mucho su apodo. ¿Qué tenía de malo? -- Sí, hyung dice que parezco uno. A mi me gusta. -- No se cohibió en decir. 

-- B-bueno, tal vez MiWoo tiene razón y es un tanto infantil. -- Rió nervioso y tímido  Yoongi rascando su nuca con su mano libre. 

-- He dicho que no lo es, es mi apodo, sirve con que me guste a mi... -- 

La chica sabía parecer tranquila, pero en serio le estaba sorprendido como el rostro de ese chico se estaba volviendo tenso por un simple comentario de ella ¿Qué le pasaba? -- En fin, está bien. Tampoco me interesa, Jimin-ssi ¿Vienes a cenar? -- Quiso ella cambiar de tema de conversación, no tenía ganas de discutir. 

El menor guardó sus manos en los bolsillos de su abrigo, haciendo sus manos puños y sintiéndose incluso culpable. Se sentía realmente enfadado y bueno, era absurdo, él sabía que su estrellita tenía novia. Pero saberlo y tenerlo frente a ti eran cosas muy diferentes. 

La chica, sin intención de molestarle obviamente, simplemente actuando como a veces lo hacía, tenía su rostro apoyado en el torso de Yoongi, dejando que este le rodease con uno de sus brazos para que no pasase frío. 

A Jimin en serio le gustaría estar en su lugar, y lo estaría en algún momento, lo sabía. 

-- Voy a pedir la cena para llevar, no vamos a cenar aquí. -- Respondió para luego relamer sus labios. 

-- ¿Vamos?-- Preguntó curioso el de ojos felinos. 

Y como si el destino  tuviera cada una de las cosas planeadas al pie de la letra, Jungkook se giró tomando una de las pomposas mejillas de su mejor amigo, pellizcando esta para llamar su atención. -- Hyung, ¿Quieres refresco o agua para beber? -- 

Yoongi abrió sus ojos sorprendido ¿quién era ese chico? Él solo conocía a Taehyung, aunque claro, estaba seguro de que alguien tan deslumbrante como Jimin era querido por muchas más personas. Ese desconocido era alto, más que él, su cabello era azabache y tenía un largo no demasiado extenso pero llamativo. 

Algunos pendientes colgaban de sus orejas y una de sus manos parecían tatuadas, por lo poco que podía ver. Parecía un tipo con músculos por lo poco que la ropa abrigada le dejaba poder comprobar... era alguien que parecía bastante perfecto. 

-- Agua, Jungkookie, por favor. -- Pidió el más bajo y dejó que su amigo siguiera con el pedido. 

¿Sería su novio? Porque, Dios, Jimin no parecía merecer menos... 

Él era una jodida mierda al lado de ese joven, aunque bueno, Yoongi por alguna razón se veía como la mierda comparado con todo el mundo. Se sintió más inseguro aún cuando MiWoo se separó de él, ya no estando acurrucada sobre sus brazos, ahora estando simplemente de pie cruzada de brazos mirando las pantallas donde habían diferentes menús. 

¿Se habría apartado porque ese otro chico había llamado su atención? ¿O estaba volviéndose paranoico? No ¿No? 

Posiblemente sí. 

-- Yoongi hyung ¿todo bien? -- Musitó el de mejillas regordetas preocupado. La expresión de felicidad con la que el de ojos felinos había entrado, no era para nada parecida a su rostro actual, pero MiWoo siquiera estaba atenta a eso. 

El mayor asintió tragando saliva, volviendo a posar su mirada en el alto chico que acompañaba a su nuevo amigo. -- Jiminie ¿vamos? Se va a enfriar. -- Dijo este ya habiendo pagado, con una bolsa llena de comida en su mano. -- 

-- Ah, claro. B-bueno, nos vemos en la universidad, hyung. Me ha hecho muy feliz verle por sorpresa, disfrute de su cena. -- 

-- S-si claro, ustedes también. -- Musitó desviando la mirada. 

En la vida alguien se fijaría en él existiendo gente como ese chico, nunca iría a ser la opción número uno. Pero MiWoo le había elegido desde el principio, esa chica iba a ser la persona con la que se casase, ella eligió a la peor opción a pesar de saber que lo era. 
Esos eran los pensamientos que reinaban en su cabeza una y otra vez. 



Jungkook andaba a su lado emocionado, recitando una y otra vez la explicación que tenía que darle a Taehyung para que entendiese la situación al completo. Iba a solucionar las cosas con su novio, porque se amaban de la forma más sincera posible. 

El de labios abultados se sentía incluso culpable, porque no tenía fuerzas para contestarle, en sus pensamientos solo había el deseo de ser él quien estuviera en ese restaurante tailandes junto a su hyung. Se hubiera esforzado en hacerle reír a cada instante, y por supuesto, hubiera estado agradecido de escuchar una y otra vez ese apodo tan lindo. 

-- Hyung... -- Llamó el azabache haciendo que el chico saliera de sus pensamientos. 

-- ¿Si? Perdón, de verdad, Jungkook. Lo siento, cuéntame, qué decías. -- 

El más joven rió negando con su cabeza, pasó su brazo libre por encima de los hombros del rubio y siguió andando de esa forma. -- ¿Ese chico era tu estrellita? Te brilla la cara cuando está enfrente. 

-- Lo es. -- Susurró avergonzado, dejándose abrazar por el chico. -- Su novia me parece muy bonita, pero su personalidad no vale una mierda, y eso que no la conozco del todo. -- 

-- Ya... ella no parece muy afectiva. Tú y ella creo que sois polos opuestos sin dudarlo.  

-- Eso me preocupa. Si Yoongi se ha fijado en ella ¿no le pareceré alguien infantil? Si le gustan ese tipo de personalidades, la mía está muy lejos de poder gustarle entonces. 

Kook arrugó su nariz ¿Qué persona que conociera a su pequeño hyung no caería ante él? Vamos, era un amor de persona. -- Hyung, no te preocupes, en serio, tú esfuérzate al máximo y sé tú mismo, él será tu estrellita, pero tú eres la mía y la de Taehyung. -- 

-- ¡Jungkookie! -- Lloriqueó falsamente apegándose a azabache haciéndole reír. 

[...]

En unos minutos más de paseo, se encontraron ya frente a la casa de los Kim. Las luces de la casa estaban apagadas. Taehyung vivía solo con su padre después de que su madre tuviera que irse del país por temas laborales, aún así la familia seguía unida, solo que a distancia. 

-- El señor Kim estará trabajando ¿Habrá salido él? -- Preguntó el más joven sintiéndose demasiado nervioso, aunque la mano de Jimin que acariciaba su espalda consiguió tranquilizarle un poco. 

Habían sido unos largos segundos los que habían esperado, pero el de piel canela gracias al cielo abrió la puerta. Sus ojos avellanados mostraron su sorpresa de ver a sus dos personas favoritas allí. -- ¿Q-qué...? -- 

-- Vengo a traerte a  uno novio arrepentido con una cena muuuy rica. -- 

-- ¡Hyung! -- Se quejó el de sonrisa tierna como la de un conejo con sus mejillas sonrojadas, mirando a su amigo con el ceño fruncido para luego mirar a su novio. -- M-mi amor, yo quiero explicarte y- bueno- es que no sé- estoy muy nervioso... -- 

Tae sonrió de forma débil, alzando su mano para acariciar los cabellos negros de su novio con cariño. -- Ya, Jungkookie, no te preocupes más. -- 

-- Me preocupo porque sé que a lo mejor estás pensando cosas que no son. -- 

La conversación que Jeon tanto había esperado estaba sucediendo, y entonces el rubio se dio cuenta de que poco tenía que hacer él allí. Él era el mejor amigo de ambos, pero en las cosas de pareja no tenía que meterse, y se sentía idiota por estar allí en ese momento. -- Oye, creo que papá me está esperando para cenar, siquiera le he avisado de que lo iba a hacer fuera, voy a irme. Ya me contáis cómo ha ido ¡espero que lo soluciones bien, Jungkook-ah! Mi bebé no se merece llorar, ni por ti ni por nadie. -- Dijo refiriéndose a Taehyung. 

Los otros dos si fuera otra circunstancia hubieran rogado porque el de mejillas regordetas se quedase allí con ellos, pero en serio tenían que hablar. Por lo que simplemente asintieron, y por supuesto, no se fue sin que Tae le estrechara entre sus brazos y además Jungkook le diera la parte de su cena. 

Fue así como Park estaba andando solo de camino a casa con su comida en la bolsa, seguramente para cuando llegase a casa la tuviera que calentar, no iba a durar fría todo el camino ni de broma. 

Para su sorpresa, el claxón de un auto hizo que diera un suave brinco, casi se le cae la bolsa. Su rostro se arrugó con enojo ¿Qué clase de idiota se había atrevido a tocarle el claxón? -- ¡Oye, tú, pedazo de gilip- ¡Yoongi hyung! -- 

El pálido estalló en risas habiendo estacionado el auto frente a Jimin, las pomposas mejillas del chico ahora estaban sonrojadas y no paraba de pedir perdón una y otra vez. Casi insultaba de mala manera al amor de su vida, joder, que mal. Parecía que nada en el día de hoy iba a salir como él quería. 

-- ¿Dónde vas? Te llevo donde quieras, hace mucho frío. -- Dijo el castaño mirándole con una sonrisa. 

Bueno, para qué mentir, a Jimin no le hizo falta siquiera pensarlo, se metió en el auto, en el asiento del copiloto. -- Iba a mi casa pero... -- Un momento ¿Y la chica guapa pero molesta? -- ¿Y MiWoo noona? -- Inquirió antes de terminar la anterior frase. 

La sonrisa que se plasmó en el rostro del pálido no parecía ser nada feliz. -- Se encontró con sus amigas, las cuales por alguna razón me odian, y me dijo que quería cenar con ellas, así que pedí mi menú y estaba de camino a casa. -- Explicó con la vista en la carretera. 

-- Yoongi hyung, no soy quien para meterme ahí pero, uhm, ¿Eres consciente de que mereces un mejor trato? --

¿Qué pasaba? ¿Acaso Jimin y SeokJin se habían puesto de acuerdo para decirles lo mismo el mismo día? -- Pollito, créeme, está bien. Ella prefiere salir con sus amigas y yo lo respeto, está  bien. -- 

-- No, hyung, no lo está. Está bien que ella quiera salir con sus amigas, claro que sí, pero entonces que no hubiera quedado contigo en primer lugar, lo que está mal es que lo haya dejado solo. Lo siento, pero ya no voy a poder sonreirle bonito a esa noona tan injusta. -- 

Aquello hizo reír al castaño ¿Cómo iba a ser tan lindo? -- Gracias, eres muy bueno. -- 

-- Solo intento darte lo que te mereces, hyung. T-tú, tú... -- 

El rubio tartamudeo teniendo los ojos felinos de Yoongi mirándole aprovechando que estaban en un semáforo en rojo. Las palabras no le salían, porque estaba deseando tomar su rostro y besarlo, desde sus ojos bonitos, hasta su linda nariz, mejillas pálidas y labios finos pero suaves, porque estaban seguro de que iban a ser suaves. 

-- Yo... -- Animó el mayor a que siguiera hablando, con una suave sonrisa decorando su rostro. 

-- Tú eres muy bueno, y tienes una luz propia que te hace brillar más que toda la galaxia, nunca te apagues, menos por culpa de un agujero negro que no te merece. A-a lo mejor... la luna te está mirando con adoración y no te das cuenta, a lo mejor para la luna eres la estrella más bonita, y por eso se esfuerza en salir cada noche, para verte brillar de cerca. -- Dijo de forma atropellada, agachando su cabeza en seguida. 

Él no era alguien para nada tímido, pero ese chico le hacía ser así sin ningún remedio.

Yoongi sintió una calidez dentro suyo que nunca antes había sentido a causa de unas palabras, nadie antes le había dedicado unas frases que fueran tan bonitas, quería recordarlas para siempre, recordarlas junto a la imagen de ese joven sonrojado en el asiento de al lado. 

No sabía qué significado darle, porque lo último que podía llegar a pensar es que ese chico pudiera sentir algo por él...  pero esa frase era algo clara ¿no? No, no, seguro que se estaba imaginando cosas extrañas. 

-- Eres alguien bastante especial, Jiminie, espero que seas consciente de ello. Ese chico tiene suerte. -- 

-- ¿Ese chico? -- Dijo confuso. 

-- E-el de antes, el de los tatuajes y pendientes. -- 

La carcajada del rubio no tardó en inundar en el auto por dentro, eso no podía ser cierto. -- P-pero hyung. -- Rió colocando una de sus manos sobre su barriga. -- Él y yo no somos nada de eso, él ese Jungkook, el novio de Taehyung. Son ambos el amor de la vida del otro, y son mis amigos desde que tengo memoria, siempre fuimos inseparables. Hoy tuvieron un pequeño percance y les he ayudado un poco, eso es todo. -- 

-- O-oh entonces ¿No tienes novio? Quiero decir- eres alguien muy apuesto, es raro que bueno, eso, me entiendes. -- Musitó avergonzado el pálido haciendo que el más joven sonriese negando con su cabeza. -- Wow, la gente realmente se pierde a alguien fascinante. -- 

-- Sí, la gente a veces está un poco ciega. -- "Ya podrías darte cuenta, hyung bonito pero idiota" pensó.

Un pequeño silencio se hizo presente en el lugar, nada incómodo, pero ambos se sentían demasiado avergonzados. A pesar de eso, Yoongi consiguió que su cabeza funcionase un mínimo para articular la frase que tanto quería decir. -- ¿Quieres venir a cenar? Podemos ir a mi apartamento, tal vez ver alguna película o... también podemos hacer más galletas. -- 

Park sintió como su corazón bombeaba a ese ritmo que solo Yoongi sabía hacer que se hiciera presente. Sus mejillas estaban calientes y su sonrisa se sentía imborrable. 

-- Claro que sí, hyung. Hagamos algo juntos. -- 



Espero que os haya gustado el capítulo, os quiero. 

Kissuuu~~

291020

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