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doce


YoonGi tenía toda su mesa llena de papeles, llevaba un par de días con la cabeza sumida en sus trabajos de universidad, le estaban consumiendo, pero tenía que tener unas buenas calificaciones. Obviamente sus padres le estaban pagando todo, con la única condición de que por lo menos se esforzase, nada fuera de lo sensato. 

Por lo menos, después de esos días demasiados ocupados, el día de hoy iría a tener el día libre, por fin. Era fiesta nacional en Corea, así que había aprovechado para terminar el documento por la mañana, así teniendo la tarde para lo que el quisiera, porque... no tenía  nada que hacer. 

-- Vale... el último apartado, los orígenes d- ¡MiWoo! Que susto... -- Exclamó el pálido al ver a la preciosa chica allí en su sala de repente. La pelinegra rió dejando su bolso sobre el sofá, acercándose a él para depositar un beso sobre sus labios. 

-- Perdón, tomé la llave repuesto, pensé que estarías dormido y no quería despertarte ¿Aún sigues con eso? -- 

Para Min esto era sumamente extraño... hacía demasiado que ella no se comportaba de aquella forma tan linda con él, pero desde la última discusión, era de esta manera. Cuando menos lo esperó tuvo a su chica sentada a su lado, sintiendo como esta acariciaba su pierna. -- ¿Te ayudo? Puedo dictarte y así terminas antes. -- Inquirió con una pequeña sonrisa, haciendo que el pecho del chico vibrase, por supuesto asintiendo. 

Le agradecía en realidad que estuviera dispuesta a ayudarle, podría simplemente sentarse en el sofá a esperar, pero no, iba a echarle una mano para ser libre lo antes posible. 
De aquella forma, el castaño escribió en su laptop lo que la chica estaba leyendo en voz alta, que básicamente era la información que él había recopilado. 

Una media hora, tal vez unos minutos más, y por fin YoonGi sintió que las cadenas metafóricas de la universidad se iban a la mismísima mierda. -- Menos mal... me duele incluso el alma de todos los días que llevo sentado aquí. -- 

-- ¿Quieres salir hoy? HyeYo me dijo que iba a salir con SeokJin... pero que le apetecía mucho una cita doble. -- 

¿Una cita doble? Bueno, eso no sonaba nada mal. HyeYo era la mejor amiga de su novia y además la pareja de su mejor amigo, suponía que lo iban a pasar bien. -- Puede ser divertido ¿No? Además seguro que las calles están bonitas, ya sabes, es fiesta. -- YoonGi sonrió sin mostrar sus dientes, colocando su mano sobre la rodilla ajena, dándole un cariñoso apretón. 

-- Bien, la avisaré para que salgamos a almorzar juntos, mientras podemos hacer algo juntos ¿Se te ocurre algo? Algo aquí en casa, tal vez para entrar en calor y pasarlo bien un rato. -- Murmuró colocándose a horcajadas de su pareja, riendo sobre su boca antes de que un beso húmedo comenzase, entre ellos. 

YoonGi sentía que definitivamente estaba volando, no se enteraba qué es lo que estaba pasando en el planeta Tierra en estos momentos. 





-- ¿Las conseguiste? -- Preguntó ilusionado a través del teléfono, y el chillido que su mejor amigo de mejillas regordetas soltó, le afirmó que sí, lo había conseguido. -- ¡Menos mal, Minie! --

-- Tae, tuve que estar dos horas en la cola de espera ¡Incluso me he peleado con un señor! Pero tengo las entradas, las tengo al fin. --

El de piel canela no pudo evitar reír por el entusiasmo de Jimin. -- Eres afortunado, solo se daban ciento cincuenta pases para esa exposición, seguro que a hyung le encanta. Aunque también te digo, que vuestra primera cita sea en un museo... sois dos nerds. -- 

-- Sabes que yo sí, me gusta mucho saber cosas nuevas, y a YoonGi le gusta mucho todo lo que tiene que ver con la historia de Asia. Está estudiando para trabajar en museos, así que pensé que le gustaría ir al pase especial de hoy, cuentan y enseñan cosas que normalmente no hacen sobre la guerra entre las dos Coreas. ¿Crees que... escogí mal? -- 

Al escuchar el tono tembloroso en la voz de su amigo, en seguida negó. -- ¡No, no! Está genial, te has interesado por sus gustos y te has esforzado por conseguir algo bastante único, está perfecto, pollito. -- 

-- No me llames así... mi estrellita es la única persona que puede decirme de esa forma. -- Se quejó, sabiendo que TaeHyung solo lo había hecho para burlarse un poco. -- Oye, debo de colgar, Tete. Pronto serán la una y aún siquiera me he arreglado, el día que acordamos la cita le prometí que lo llevaría primero a almorzar y luego a la sorpresa. -- 

-- ¿Quieres que te pase a buscar? Supongo que estas cerca del museo, acabas de conseguir las entradas ¿Voy a por ti en auto y te llevo a casa? Si no, no te va a dar tiempo. -- 

-- ¿Podrías? -- 

TaeHyung sonrió a través de la pantalla, levantándose de su sofá para tomar su chaqueta. -- Estoy yendo para allá, Minie. No voy a dejar que llegues tarde a tu cita con tu estrellita. -- 





-- ¡Desde hace mucho que estaba deseando una cita doble! Esto es genial. -- Celebró HyeYo abrazada al brazo de SeokJin, quien depositó un beso sobre su coronilla. Lo nunca visto, el príncipe enamorado hasta las trancas. Desde luego aquello le hacía gracia a YoonGi, pero se alegraba enormemente. 

El pálido era quien tenía un brazo por encima de los hombros de MiWoo mientras andaban, esta estando un poco más callada que encasa, YoonGi supuso que bueno, después del rato que se llevaron en la cama, posiblemente estaba cansada y era normal. -- ¿Todo bien, cielo? -- Le preguntó en a media voz recibiendo una pequeña sonrisa de su parte, esta pegándose a él después. 

Las calles estaban repletas de gente que disfrutaban de su día, además habían algunos puestos en el parque, donde ahora se encontraban viendo. -- MiWoo ¡Vamos a comprarnos unos anillos a juego! Quiero unos con mi mejor amiga. -- Exclamó emocionada Hye, tomando la mano de la otra chica para atraerla al stand.

-- Me encanta verla sonreír de esa forma ¿No es lo más lindo que has visto jamás? -- Dijo SeokJin soltando un suspiro soñador, volviendo a sacarle una risa a su amigo. 

YoonGi con simpleza se encogió de hombros encendiéndose un cigarro. -- La verdad es que es muy linda, pero sabes que no es mi tipo, y menos mal, tan solo imagina que nos gustase la misma persona, que horror. -- 

-- Sí... oye ¿Hoy no era la exposición esa aburrida del museo? -- Inquirió el mayor apoyándose en el muro donde lo había hecho el pálido, esperando a que las chicas eligieran pacientemente. 

-- Sí, pero no conseguí entrada, eran muy pocas, para otra será. -- 

Después de darle un par de caladas, siendo caritativo, Min le ofreció el cigarro al más alto, quien lo aceptó encantado terminándoselo él. YoonGi tenía aún la cabeza llena de ideas, le costaba hasta concentrarse donde estaba, así que en busca de relajarse un poco echó la vista hacia arriba para mirar el cielo, en ese momento sintiendo como una gota le caía en la mejilla. -- Ha comenzado a llover. -- Avisó buscando con su mirada a MiWoo. 

-- Mierda, se veía venir, pero se nos ha olvidado los paraguas... -- Comentó molesto SeokJin quitándose la chaqueta al ver que había comenzado a llover, por supuesto se la colocó por encima a HyeYo mientras hablaban a donde ir.

Viendo la hora que era, podían ir a almorzar ya, así además podían resguardarse de la lluvia. Así mismo acabaron en el primer restaurante que pillaron, agradeciendo que la calefacción estuviera puesta. -- ¿Te mojaste mucho, Woo? -- 

La chica negó con su cabeza, tomando la mano de su pareja y dándole un suave apretón, bueno... definitivamente la chica parecía cansada. El lugar no estaba demasiado lleno y eso era un alivio, podían conversar tranquilamente mientras disfrutaban de la carne recién cocinada por ellos mismos. 

-- En ese momento, YoonGi y yo corrimos despavoridos, creíamos que su abuela nos iba a matar, hicimos una corona de flores con las de su jardín. -- Contaba MiWoo pareciendo un poco más animada, alegrando enormemente a su pareja, quien le daba la vuelta a la carne sobre la parrilla que había en el centro. -- Pero nos quedaron unas coronas bien bonitas ¿no, Yoon? -- 

-- Así es, las mejores coronas d- --

-- ¿YoonGi sunbae? -- 

Aquella voz de un tono un tanto grave interrumpió al pálido, quien miró hacia su derecha pudiendo ver a Taehyung, acompañado por ese chico de tatuajes y piercings. -- Hey ¿En una cita con tu chico? -- Inquirió con una pequeña sonrisa, JiMin ya le había hablado sobre ellos dos, y tenía razón, desde fuera parecían una pareja demasiado poderosa. 

-- Sí... en una cita ¿T-tú... no tenías algo que hacer hoy? -- Tae estaba intentando hablar lo más tranquilo y en clave posible, aunque se le estaba haciendo demasiado complicado. Había dejado a JiMin a las 14:00 en el centro de la ciudad, ya arreglado tan lindo como pudo, solo debía de esperar al mayor. Eran en ese momento casi las cuatro de la tarde... ¿En serio le estaba jodiendo? El rubio llevaba dos horas esperando, si es que seguía allí. 

Ante la pregunta YoonGi enarcó una de sus cejas, no estaba entendiendo. El de piel canela quería darle un golpe en esa cara de confusión que tenía. -- ¿Hoy? Creo que no, estoy en una cita doble con...-- Ah, mierda.

Por la cara que ahora se le había puesto al pálido, TaeHyung supo que había caído en cuenta. -- Bueno, pues disfruta... hazlo porque seguro que a otros le han dejado plantados. -- Espetó apretando su mandíbula, siendo ese el momento en el que sintió a Jungkook apretarle su cintura con cuidado. 

El chico de tatuajes miró a la chica que estaba al lado de "la estrellita de JiMin", obviamente parecía no estar entendiendo nada. -- Vamos, Tae, tenemos que almorzar, ya es tarde. -- Animó el más joven para llevarse a su pareja de allí e ir a sentarse a su mesa correspondiente. 

Dejándose llevar por la sensatez de Jeon, le hizo caso, y menos mal. Una vez que estuvieron alejados, en su mesa, tuvieron la oportunidad de llamar al rubio para avisarle de que muy probablemente ese chico al que esperaba, no iba a llegar. Y aunque lo intentaron, no sirvió de absolutamente nada, puesto que el de mejillas abultadas no descolgó alguna llamada. 

A partir de ese momento el castaño no pasó ni un momento tranquilo, comió en tensión y estuvo en otro lugar mentalmente. Solo podía mirar la ventana y ver que seguía lloviendo ¿Por lo menos estaría bajo techo? No sabía como irse de allí, cómo iba a dejar plantada a MiWoo. 

-- YoonGi. -- Llamó el chico de hombros anchos. -- Ven, acompáñame a por más bebidas. -- Y por supuesto aceptó levantándose con su hyung. -- ¿Qué pasa? ¿Qué tenías que hacer hoy? -- Le susurró mientras se dirigían al mostrador. 

-- SeokJin hyung, se me olvidó que hoy tenía una cita con... JiMin, lleva más de dos horas esperándome, si es que está allí aún. -- 

En ese momento el más alto le miró con su ceño fruncido ¿Por qué su amigo tenía que joderla de esa manera? Él había visto que los sentimientos del pequeño rubio eran de lo más real, le había consolado, le había limpiado las lágrimas mientras le decía lo mucho que le gustaba YoonGi ¿Por qué lo dañaba de esa forma? -- Vete, vete a por él, y más te vale ser sincero con ese pobre chico. -- 

-- ¿Cómo? ¿Qué hago, abandono nuestra quedada como si nada? -- Preguntó en un susurro, poniéndose bastante nervioso. -- 

-- Sí, joder, ve ya. Yo te excuso, pero vete ya. -- Dijo empujándole hacia afuera, si se quedaba allí iba a terminar matándole. --





Para ser sinceros, el pálidos estaba tomándose toda la prisa que podía en llegar hacia el lugar donde había quedado con Jimin, fue una decepción no verlo allí ¿Aunque qué estaba esperando? Simplemente verle allí después de horas de espera, era idiota. 
Para evitar mojarse aún más, se resguardó en una de las paradas de bus, apoyando sus manos en sus rodillas, no había corrido tanto en su vida. 

-- ¡Hyung! -- Y con ese llamado la vida volvió a darle aire. 

-- T-tú aún estás aquí. -- Dijo incrédulo el castaño, viendo de arriba abajo al chico. Este tenía el cabello húmedo y la parte de abajo de sus pantalones parecían mojados también. -- ¿Dónde estábas? -- 

Con ilusión el más joven tomó las manos del contrario. -- Como estaba lloviendo mucho me resguardé en aquella casapuerta ¡pero ahora no hay tiempo que perder! Casi son las cinco y media, va a empezar tu sorpresa, corre, corre, corre. -- Exclamó intentando tironear del cuerpo ajeno para llevarlo donde quería. 

-- Pero ¿has comido? Joder, habíamos quedado para comer antes. -- 

-- Eso da igual, hyung, es nuestra cita y aún podemos recuperar el tiempo que- ¿hyung? -- JiMin detuvo su charla cuando sintió que el mayor había dejado de andar. -- ¿Qué pasa? Tenemos que darnos prisa... -- 

-- JiMin, no puedo, esto no puede ser una cita. No te mereces haber sido olvidado en una cita, no te mereces que esté en una cita contigo yo teniendo novia, y ella tampoco, es imposible, no podemos. -- 

Con bastante confusión el de mejillas abultadas perdió su sonrisa ¿Por qué le decía eso ahora? --- Pero me lo prometiste y- --

-- Lo sé, perdón, pollito, perdón... pero esto tiene que ser una simple salida de amigos, por favor, lo necesito así. -- Pidió tomando las manos del menor. -- Ahora sí, vamos a donde quieras, no puedo dejar que sigas mojándote, vas a resfriarte ¿Dónde es la sorpresa? -- 

-- Museo... -- Susurró sintiendo que su voz de ninguna manera iba a salir, había intentado mantenerse ilusionado todas esas horas. Debería de haberse ido, debería de haber aprendido la lección desde hacía días, YoonGi no le iba a ver de la forma en la que él lo hacía. 

Sin preguntar demasiado, el castaño correteo bajo la lluvia tironeando de él hasta llegar al edificio. -- ¿Aquí? Minie, creo que te equivocaste, hoy no podemos entrar, hay una charla especial. -- 

-- Lo sé, t-toma. -- Sin ser capaz de alzar su cabeza, el más bajo extendió los dos boletos que hicieron que los ojos felinos ajenos brillasen, no quería verlos, porque sabía que se perdería en ellos. -- Queda dos minutos para que empiece, vamos. -- 

El agradecimiento se quedó atorado en los labios de Min, que no podía creerse lo que tenía entre sus dedos. En cuanto la charla fue anunciada hacía dos meses YoonGi quiso ir, por supuesto le mostró el plan a MiWoo, y esta le dijo que era algo aburrido y que no le interesaba en absoluto. 

Una vez más ese chico de ojitos pequeños le había demostrado que le escuchaba, que se preocupaba y se interesaba por sus gustos. --  Minie, esto- --

-- Cállate, va a empezar. -- Le interrumpió abrazándose a si mismo, tenía frío y encima se sentía estúpido.

Con frustración a YoonGi no le quedó otra cosa que no fuera fruncir sus labios revolviendo sus húmedos cabellos chocolate. La mujer que iría a explicar el recorrido por el museo había comenzado a hablar, y por mucho que lo que estaba contando le interesaba, él solo podía concentrarse en como el belfo inferior del chico de su lado estaba abultado; y su mirada perdida en el suelo. 

¿Qué había hecho él para que la vida de repente le enviara alguien tan increíble como Jimin? Él no se lo merecía, no se merecía  a ese chico con completo de ángel. 

A pasos temerosos se colocó detrás del rubio, rodeando su cintura con sus brazos y pegarle a él, pudiendo de esta forma apoyar su mentón sobre la cabeza ajena. -- No quiero que sigas pasando frío... -- Susurró apretándole contra su cuerpo. 

JiMin no dijo nada, no sabía qué decir poque no entendía a su mayor, no entendía sus idas y venidas. Si le rechazaba porque realmente no le gustaba o porque su cabeza estaba tan hecha mierda como para eso. No sabía como llevar el asunto, así que simplemente se dejó abrazar y acariciar durante la charla, derritiéndose un poquito con cada beso que de vez en cuando el pálido dejaba en su nuca.

Dignidad, Park. Se decía a si mismo, pero cómo iba a luchar contra el amor de su vida, como iba a rendirse sin saber si de verdad tenía o no oportunidad, como iría a abandonar a YoonGi con la tempestad de su cabeza y la tormenta que tenía como novia. 

No, no sabía qué hacer, y por eso se dejó en manos de la persona que tanto le gustaba, pero no entendía.





Nueva capítulo, espero que lo hayáis disfrutado y no tengáis demasiadas ganas de matar a YoonGi jsjsjs, está en una relación tóxica desde hace años, el pobre mío necesita recapacitar demasiado. 

Os quiero, cuidaos mucho. 

Kisssuuu~~

120121

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