diez
-- Así que... un hyung de la universidad. -- Comenzó a hablar su madre mientras preparaba la cafetera para su café de cada mañana.
La noche anterior, por casualidad, había bajado a beber agua a la cocina cuando eran las dos de la madrugada, y en ese momento desde el ventanal pudo ver como su hijo se bajaba de un auto para entrar en casa. Cuando le preguntó quién era la persona que conducía le respondió eso, un hyung de la universidad.
Pero no es como si ella fuera boba. -- ¿Te despides con un beso en los labios con todos tus hyungs de la universidad, mi vida? --
-- Mamá... --Se quejó el de mejillas abultadas con estas ruborizadas, no podía ser, su madre le había visto. -- Ya te contaré más adelante, ahora mismo sí, solo es mi hyung de la universidad. --
Por mucho que le doliera era así, en ese instante lo único que les unía era eso, una amistad, cada vez una más bonita y estrecha, pero eso; amistad.
La noche de ayer estaba en sus recuerdos en bucle, parecía tan irreal como un sueño ¿en serio se habían besado por tantísimo tiempo? Ellos no habían sido conscientes de cuando habían acabado con el más joven sentado en la encimera y el pálido entre sus piernas comiéndose a desesperados besos.
-- Minie, se te van a quemas las tostadas. -- Le avisó su madre cuando lo había visto sonreír tontamente durante demasiado tiempo.
Con rapidez el rubio salió de su ensoñación, sacando de la tostadora sus dos trozos de pan a los cuales le iba a untar mermelada de fresa. -- Mamá, cuando viste a papá y sentiste que era la persona indicada ¿Cuál fue la situación? --
La mujer tomó su taza de caliente café recién hecho y un paquete de galletas, sentándose frente a su hijo en la mesa del comedor. -- Bueno, no fue nada fácil, mi amor. Aunque los cuentos te pintan las cosas tan fáciles como verse y enamorarse, la mayoría de veces no era así. Atento porque te vas a sorprender y mucho. --
-- Venga, cuéntame. -- Jimin en serio agradecía tener una familia con la que se sintiera tan cómodo para hablar de cualquier tema. Adoraba a sus padres, ellos sin duda eran sus dos pilares fundamentales y era consciente de la suerte que tenía, puesto que no todo el mundo goza de eso.
La tostada con mermelada recibió un mordisco cuando la mujer comenzó a hablar. -- Papá salía con mi hermano mayor, con el tío YeonSeok. -- Los ojos del joven se abrieron con toda la sorpresa del mundo, incluso dejando de masticar ¿su tío con su padre? Sí sabía que su progenitor era bisexual y había salido con chicos antes, pero ¿con su tío?
-- ¿Cómo dices que dijiste? --
-- La primera vez que vi a papá él estaba en mi casa, había venido a presentarse ante los abuelos como la pareja de Seokie, y yo pues sentí que el tiempo se paró con la persona que era pareja de mi hermano, solo imagina que desastre. Todos los días lloraba pensando que estábamos encerrados en un trío amoroso, creyendo que a lo mejor mi hermano y yo teníamos el mismo amor de nuestra vida, esperando a ver quien de los dos era el suyo. --
Solo de pensar en la situación a Jimin se le enfrió el cuerpo, tuvo que ser horrible, más pasarlo sola por miedo a que tus padres se decepcionasen contigo por intentar arruinar la relación de su otro hijo. -- ¿Y qué pasó? --
-- Fueron un par de meses horribles, pero la tensión entre tu padre y yo cada vez que estaba en mi casa era horrible. -- Dijo en una suave risa, dándole un mordisquito a una de las galletitas de mantequilla. -- Al final un día en mi jardín por la noche me confesó que había sentido aquello especial cuando me vio, y yo le confesé que yo también, así que sí, a partir de ahí hablamos con los abuelos y con el tío Seokie. No se enfadaron, de hecho tu tío lo comprendió a la perfección, fue un poco extraño al principio, pero nada que no acabase siendo normal. --
Joder, si él pensaba tenerlo complicado en su situación solo le hacía falta recordar la historia de su madre, así podría creer posible conseguir cualquier meta con Yoongi ¡Nada era tan lejano como parecía! Seguro que no, mucho menos después de lo de esa noche.
-- Estas sonriendo tontamente de nuevo. -- Murmuró su madre con una de sus cejas enarcadas, esperando que el menor en serio le contase algo.
-- Mamá, he conocido al amor de mi vida. -- Confesó al fin, siendo el inicio de una larga conversación en la que su madre le aconsejó tan bien como pudo.
-- MiWoo, ya dije que lo siento, yo en serio lo hago, no lo escuché, me quedé dormido en el sofá, eso es todo. -- Le dijo por décima vez, sintiéndose increíblemente horrible por estar mintiéndole de esta manera, pero no sabía qué hacer en ese instante.
La chica estaba frente a él con los brazos cruzados, con su tacón golpeando el suelo de madera de su apartamento con cierto ritmo por sus nervios. -- Diez minutos, diez, YoonGi. ¿No te despertaste después de que estuviera diez minutos llamando a la puerta? ¿De verdad? --
-- De verdad... -- Aseguró, sintiendo como su una puñalada cruzase su pobre corazón, se sentía la peor persona del mundo.
¿Cómo había podido serle infiel a esa chica que lo había querido y lo quería de forma incondicional? Era una pedazo de basura, era una mierda, ya lo pensaba de antes, ahora aún más, incluso cuando las palabras de Jimin de la noche anterior martilleaban su cabeza.
"Hyung, a veces cuando una infidelidad surge no solo uno ha buscado la situación, a lo mejor es que la otra persona no está tratando bien la relación."
No, no, joder, no. Da igual cuanto pensara, se sentía la última escoria del planeta.
-- Yo... uhm, sé que estuvo mal dejarte solo en el restaurante después de haberte aceptado la cita, pero las chicas querían hablar conmigo sobre cosas. Me quedé un rato con ellas, pero después por alguna razón me acordé de ti y por eso vine, quería disculparme y tomarme el postre contigo. -- Explicó para después suspirar, dejando salir toda la tensión que sentía acumulada desde que se había ido a dormir.
-- N-no pasa nada, Woo... pero, me gustaría que hablásemos, por favor, necesito que hablemos de la relación. --
YoonGi fue completamente consciente de como la nariz de su novia se arrugaba, sabiendo a la perfección que eso era una expresa muestra de su molestia, bueno, debía de ser cuidadoso con sus palabras si no quería que la chica acabase realmente enojada por su culpa.
Los dos se sentaron uno frente al otro en el sofá de la sala, el pálido con su cuerpo girado de lado, tiendo sus piernas cruzadas como un indio y ella sentada de forma correcta con sus piernas cruzadas una encima de otra.
-- Venga, di, de qué te vas a quejar ahora. --
Ni siquiera había comenzado a hablar y la contraria ya estaba a la defensiva, iba a ser complicado -- No son quejas, solo pretendo saber si nosotros, si la relación está bien. Desde hace un par de meses vienes y vas, me dejas de hablar y de ver y semanas después somos una pareja normal ¿Hice algo malo? --
Las manos de la fémina se apretaron encima de sus propios muslos, odiaba este tema de conversación, lo hacía con todas sus ganas. -- Necesito espacio por asuntos personales, sin más. --
-- MiWoo, no estás obligada a contarme nada, obviamente, pero soy tu novio y amigo desde hace demasiados años, puedes apoyarte en mi, puedes- --
-- ¿Cómo voy a apoyarme en alguien que no ha sabido solucionar un problema él solo en su vida? Incluso por la separación de tus padres lo único que hiciste fue hundirte y yo salvarte de esa, soy yo la que siempre te saca de los problemas y malestares ¿Cómo piensas que tú... --
Su voz se cortó al ver el semblante frío de YoonGi, parecía haber dado en un tema sensible, uno donde definitivamente no tenía que meterse más. -- Soy tu pareja, no tu hijo, no tienes que cuidar de mi, tienes que disfrutar conmigo y darte un respiro porque haría cualquier cosa por tu felicidad, Woo. --
-- No lo entiendes... -- Susurró ella con sus orbes nublados por las lágrimas, automáticamente tapando estos para intentar evitar el llanto, aunque no sirvió para absolutamente nada.
Por primera vez en mucho tiempo, esa chica que parecía perfectamente indestructible, estaba llorando como nunca frente al pálido, quien se limitó a acercarse a ella para brindarle caricias y algunas caricias con cariño, solo quería verle feliz.
El rubio creía firmemente que era el único ser de la Tierra que le gustaba que el principio de semana llegase, estar en la universidad significaba poder ver a su estrellita, y últimamente esto le sacaba las mejores sonrisas. Había dejado que Taehyung se dirigiera hacia el comedor él primero.
Cuando había llegado al edificio no había coincidido con su hyung preferido, ni en los aparcamientos ni por los pasillos, por lo que decidió pasar por su aula, a ver si por casualidad pudiera encontrárselo.
Siquiera había un por qué para ir a verle ¿Qué le diría? "¡Hola, hyung! Venía por aquí porque te extrañaba tontamente" "Hola, Yoongi hyung, tenía ganas de ver tu bonito rostro y me pasé por aquí."
No, claro que no. Avergonzado de sus propios pensamientos negó con su cabeza, atrapando su belfo inferior entre sus incisivos, y a pesar de se encontraba andando con nerviosismo en círculos a un lado de la puerta del aula, la voz de alguien hizo que frenase en seco.
-- Pasamos el fin de semana en mi casa, al principio discutimos y fue horrible, pero después de esto MiWoo me dejó ver una de sus facetas que no veía desde que era una niña. No se separaba de mi y me buscó todo el rato, incluso quiso bañarse junto a mi, hacía mucho que no lo hacíamos. --
Su pecho se oprimió al solo imaginar a los dos mayores mimándose el uno al otro en un momento tan íntimo, un momento que a cualquiera le gustaría vivir con la persona que consideras tan especial.
-- Bueno... Sigo pensando que MiWoo esconde algo no tan bueno, Yoon. Hay algo que me resulta extraño, y créeme que no me gustaría pensar así de ella, es la mejor amiga de mi novia y la pareja de mi mejor amigo. Me gustaría llevarme de perlas con ella. -- Fue esta vez SeokJin quien habló.
Siendo seguido por YoonGi, por supuesto. -- Creo que esta pelea nos va a unir, hyung. Ella pareció increíblemente diferente estos dos días que estuvo en casa, incluso me pidió que la pasase a buscar hoy, dormirá también en casa. --
-- Hey, tú eres ese dongsaeng amigo de Yoongi ¿no? -- Esa pregunta sobresaltó a Jimin, quien se encontraba paralizado a un lado de la puerta frente a ese chico que estaba a punto de entrar en el aula.
Por suerte o por desgracia, la pregunta no fue solo escuchada por él, sino que por los dos chicos que se encontraban guardando sus cosas en sus mochilas, también. El pálido no tardó en acercase, sorprendiéndose al ver allí a Park.
La duda sobre si ese joven había escuchado o no su conversación con SeokJin fue resuelta al estar unos segundos mirándole a los ojos, Jimin no lloraba, pero ese brillo característico no estaba, y mucho menos su deslumbrante sonrisa. -- No pretendía escuchar, pero supongo que es lo que me llevo por hacer cosas innecesarias. -- Explicó el rubio apretando el asa de la mochila que colgaba de uno de sus hombros ¿Quién le mandaba a buscar a Yoongi todo el rato?
Las palabras no salían de los labios del más mayor, no sabía qué decir, porque siquiera entendía que había pasado entre ellos la noche del viernes ¿Por qué se habían besado? ¿En qué pensaba Jimin al empezar él esa sesión intensa de besos? ¿Qué propósito había?
-- Buenos días, Jimin-ssi. -- Saludó SeokJin, sonriendo algo incómodo, no por el chico, sino por la atmósfera.
-- Buenos días, SeokJin sunbae. -- Su voz había salido en un susurro, el nudo de su garganta solo hacía aumentar, cuanto más lo pensaba más ganas de vomitar tenía.
Se había pasado el fin de semana hablando con su familia sobre ese chico, contándole cómo fue que lo había conocido y además explicándole los avances que ya había hecho y los que tenía pensados. Lo peor de todo esto es que era consciente de que esto iba a pasar, que YoonGi posiblemente seguiría pensando en ella, pero pensarlo y comprobarlo eran dos cosas diferentes.
Quería poder decir algo, pero ni tenía derecho, ni sería lo que al pálido le hiciera más feliz en ese momento, seguro.
-- Yo... tengo que irme, Woo me espera, así que... --
-- E-espera ¿Estás bien? -- Inquirió el más pequeño desviando su mirada. -- Quiero decir ¿Comiste bien y descansaste? El otro día me dijiste que tenías un par de exámenes esta semana, recuerda no sobreesforzarte y... cuidarte. --
Una sonrisa inevitable se escapó de los labios del castaño. -- Pollito, todo bien, prometido. Woo y yo estamos estudiando juntos y me está ayudando, tiene hábitos de estudios muy buenos. Ahora en serio debo de irme ¡Adiós, adiós! -- Se despidió con prisa moviendo su mano y una pequeña sonrisa, su teléfono estaba vibrando en su bolsillo, y estaba seguro de que era MiWoo llamándole para preguntar dónde se encontraba.
-- Jimin-ssi... -- Llamó el más mayor que se había quedado allí con él, viendo como su mejor amigo se marchaba con prisa. El nombrado le miró, haciéndole saber que lo escuchaba. -- Si nosotros estamos de exámenes, significa que tú también ¿Tú te estás cuidando? --
Por muy idiota que pareciera, Jimin hubiera preferido no haber recibido esa pregunta de parte de nadie si es que Yoongi no se la hacía, porque sería como si cualquier persona se preocupase más que él.
-- Lo estoy haciendo, sunbae. --
-- Vale, entonces esa cara no es de cansancio sino de decepción ¿Me contarás cómo fue que te enamoraste de mi mejor amigo o...? --
El más joven lo miró entre asustado y avergonzado. -- ¿C-cómo? ¿Por qué tú sabes? --
-- Porque te salen corazones de los ojitos, Jimin-ssi... --
-- Pues el estúpido siquiera lo nota. --
SeokJin suspiró con una triste sonrisa, no podía negarlo, no podía decirle a ese chico que estaba equivocado porque tenía razón, Yoongi estaba tan ciego que llegaba a un nivel absurdo.
La mano izquierda de Kim acaricio los cabellos ajenos con cuidado, provocando que aquellas gentiles caricias desbordaran las lágrimas que más pequeño había querido retener. -- Ya... Jimin-ssi, puedes llorar, nadie te juzgará aquí. --
Al más mayor en serio le daba demasiada ternura y ahora lástima ese chico, había visto cada día desde hacía meses como se había esforzado en acercarse a Yoongi, había visto el avance que había hecho cada día, y lo más importante, había visto que esos sentimientos eran más reales que los de cierta chica.
La forma en la que Jimin miraba por su mejor amigo le conmovía, la forma en la que le miraba y escuchaba le recordaba a la misma forma en la que el lo hacía con su preciosa novia.
-- ¿Por qué ella, sunbae? -- Susurró entre algunas lágrimas. -- N-ni siquiera le importa hyung, yo l-le quiero cuidar y hacerle sentir bien, y-yo... Estuvimos horas besándonos el otro día...--
-- Lo sé, Jimin-ssi. Intentaremos que eso cambien ¿vale? Pero- ¿¡Qué?! ¿¡Que estuvisteis qué?! --
Park sintió con su cabeza apartando las lágrimas de sus pomposas mejillas, recibiendo más caricias en sus cabellos de un SeokJin ahora bastante molesto. -- Pero qué le pasa a este idiota en la cabeza, cómo, es que ¿¡No piensa?! No piensa, no, definitivamente no. Dios, perdona al mono que tengo de mejor amigo, no, bueno, eso sería un insulto para los monos. --
Esa pequeña broma hizo que una pequeña risa se escapase de sus labios. -- S-sunbae... no se preocupe, n-no creo que Yoongi hyung lo esté haciendo de forma consciente, pero igual... duele. Le aprecio mucho. --
-- Y él a ti. -- No eres al único al que le salen corazones por los ojos cuando ve al contrario. Pensó SeokJin.
Hola, espero que o sestéis cuidando mucho, angelitos.
A pesar de que el capítulo es un poquito triste espero que lo hayáis disfrutado. Os quiero mucho. Recordad dormir y bien y alimentarse de manera correcta.
Kisssuu.~~
081220
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