6
Asustada, levantaste tu pálido rostro y lo miraste.
En sus ojos había rencor e ira.
Temía que te hiciera daño.
Pero nada ni nadie se movió.
A lo lejos, se oyó un carraspeo.
Pero descubrí con horror, que había sido yo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro