El sol se asomaba por su ventana, los pájaros cantaban, ya era de día... se había dormido en los pechos de la... mujer. Ya era inapropiado decirle niña. Empezó a analizar la situación, hace un año atrás, el perseguía a los amigos de la "mujer" para obligarlos a limpiar su baño con sus propios cepillos de diente, en el comienzo del año había empezado el reto que se proponían el y sus amigos a cumplir, una pequeña tarea de diversión. Hace casi un mes atrás, la escogió para ser una de las futuras víctimas y puso en marcha su plan. Hace una semana atrás, la mujer lo cautivo. Hace unas 24 horas, decidió buscarla y al no encontrarla, se averiguo a donde se fue.

Ahora se encontraba mirando a la mujer dormir. La examino detenidamente, sus facciones eran delicadas, no se pintaba el rostro como la mayoría de las chicas, así que no tenía los ojos parecidos a los de un mapache. Sus ojos eran de un bello color azul cielo... Empezó a bajar la mirada, su cuello era largo, sus pechos... perfectos, su cintura; pequeña, sus caderas; bien formada. Sus piernas largas y perfectas.... Como demonios llego a la conclusión de que Bulma Brief era... fea. Ya ni siquiera podía decir esa frase. Ella era la culpable. Se oculto entre unos anteojos feos y ropa de bibliotecaria solterona.

Si hubiera ingresado de otra forma, a la OHS, los resultados hubieran sido diferentes. No era por presumir pero de seguro seria su novia oficial, nadie la miraría sin recibir un golpe en la cara. Por más que ella hubiera sido una "cerebrito", ella hubiera sido popular... luego se le vino a la mente; él era el único que sabía de la mujer debajo de los arrapos y de pronto se dio cuenta, si le daban a elegir entre un Bulma sexy y que todos estén detrás de ella a una Bulma "nerd" pero dispuesta solo para el...

De pronto ella comenzó a abrir sus ojos e instintivamente Vegeta empezó a acariciar su cara, ella le sonrió. No puedo resistirse a esa sonrisa, anoche no termino de saciar su sed de ella...

.....

-Vegeta?- llamó Bulma. Ya estaba recuperando el aliento que su hombre le había quitado en toda la mañana.

-si?... que pasa, mujer?- le dijo Vegeta.

-pues, como queda todo esto?- le pregunto sin rodeos- quiero saber que haremos? En que nos deja todo esto?-

Vegeta la miro, ella merecía una respuesta, pero la verdad ni él sabía que iban a hacer. Lo que él quería; era tenerla a ella. Lo demás poco le importaba, pero luego se dio con que el tenia una imagen en el colegio, era el último año. Echaría todo a la basura, solo por la mujer?

-yo te tengo una propuesta, pero antes quiero saber una cosa- le dijo Bulma, cuando él la miro a los ojos demostrando que tenía toda su atención, ella continuo- no quiero saber si me amas, solo quiero saber si al menos... soy importante para ti...-

Al terminar esa frase, Vegeta sintió un leve rubor en sus mejillas. - Pues yo- atino a decir- la verdad es que, eres algo vulgar, nunca te callas y a veces eres metida, pero...-. Su leve rubor paso a un rojo intenso.

Bulma se percato de eso, no hacían falta palabras, sus gestos lo delataban.- no sigas... con que tengas en claro las cosas malas que me caracterizan y lo aceptes... es algo- le dijo Bulma.

-bueno, la verdad es que, como sabes le he estado mintiendo a Chichi, ella parece odiarte con todo su ser- en ese momento Vegeta miro hacia otro lado- jejje pues sí, bueno la verdad es que a mi también me gustaría estar contigo, pero no quiero contar a nadie lo que pasa entre nosotros y menos cuando, ni siquiera nosotros le pusimos nombre... mi propuesta es tener una relación en... secreto.-termino Bulma.

Si existía la reencarnación, de seguro Vegeta había sido el creador de la rueda o el invento los hospitales. Como demonios podía tener tanta suerte? Era un dios aparte? Acaso el karma no influía en su vida? Todo le salía bien. Él lo había pensado pero no quiso proponérselo a la peli azul ya que temía que ella se molestara.

-acepto- fueron sus palabras.

...

Paso un mes desde ese mutuo acuerdo. Las cosas marchaban bien. Bulma y Vegeta se veían casi todos los días. De lunes a viernes, el encuentro se daba en la terraza. Ahí él le explico que ese lugar era el jardín del conserje, a cambio de unos cuantos billetes, él le dejaba quedarse ahí. Fue una gran inversión, ya que Vegeta siempre necesitaba desconectarse de toda la OHS. Nunca había llevado a una chica, en los dos años que le venía pagando a Willy, el conserje.

Los fines de semana era más complicado, los amigos de ambos, siempre insistían en salir, eran los únicos días en que no se veían con tranquilidad. Pero a decir verdad, para lo único que ambos nunca negaban en encontrarse; era para tener sexo.

El sexo. Se había vuelto la obsesión de los dos. La terraza, el baño de mujeres y el de varones, sus propias habitaciones, ¡la habitación de Goku!, el armario del conserje, las duchas, cualquier lugar se había convertido en el lugar "perfecto". Todo iba bien.

...

Era sábado en la mañana, Bulma y Vegeta iban a tener su primera cita oficial. Bulma estaba en su casa, y Vegeta pasaría por ella dentro de media hora. Mientras guardaba comida en la conservadora, recordaba lo que habían sido esas semanas en su vida. Después de tanto tiempo iban a tener una cita, una de verdad. Él le propuso ir a la playa, pero ella tenía en mente otra cosa, si bien ella no practicaba ningún deporte en la escuela pero eso no significaba que su cuerpo solo podía correr. Ese día le demostraría una de las facetas de la gran Bulma Brief. Luego lo escucho llegar.

...

Iban en la carretera, Bulma ya le había dicho que no iban a ir a la playa.

-hace dos horas que estoy conduciendo... si hubiéramos ido a la playa, estaríamos comiendo ahora mismo- le reprocho Vegeta.

-si pero a donde vamos es más divertido!- le respondió Bulma.

Siguió conduciendo, habían salido a las 8 de la mañana, vio el reloj y eran las 12 y media, no solo estaba cansado de conducir ni no que estaba hambriento. Dejaron la ciudad hace dos horas y estaban en el desierto. Donde demonios lo llevaba la mujer?

Bulma le indico, que se metiera en un camino que guiaba a la nada misma.-espero que sepas lo que haces, mujer- dudaba.

-estaciona el auto aquí!- le dijo Bulma. -estás loca? Aquí es donde quieres pasar el día?- le pregunto Vegeta. No era para menos estaba parados en medio del desierto, el auto estaba en medio de dos rocas tan grandes que parecían rascacielos. Temía por su auto.

-no te preocupes, es seguro- decía Bulma mientras sacaba su mochila y la conservadora del baúl.-vamos, todavía nos falta mucho- le advirtió a Vegeta. Mientras sacaba un equipo de escalacion.

-estás loca! No pienso subir esa cosas!- grito Vegeta.

-pues si tienes hambre, tendrás que hacerlo- le cuestiono Bulma- vamos no es tan difícil. Además elegí un lugar especial para nosotros dos- mientras le decía esto se le acerco y se colgó de su cuello y le dio un pequeño mordico en su nariz.

-"qué demonios paso con la chica vergonzosa de hace dos meses atrás?"- se pregunto Vegeta. Eso no importaba él la seguiría, si había recompensa, el seguiría adelante.

Bulma le explico todo lo que tenía que saber un principiante en escalar montañas, Vegeta reprochaba la diferencia entre escalar una montaña a escalar una...roca. Por suerte ella había escogido una... pequeña. Era pequeña a comparación de otras. Asi empezaron su aventura, era una ventura para Vegeta, siempre había ido a la playa, centro comercial, quizás una tarde en la montaña, pero nunca había salid de la rutina. Bulma fue la primera en subir y le mostro donde debía pisar, era un poco difícil concentrarse, cuando tu instructora tenía un trasero tan deseable como lo tenía su mujer. Esa mujer era impresionante. Se notaba que tenía experiencia, ella sola llevaba la conservadora, eso lo hacía sentirse un idiota. Cuando llegaron a la cima. Valió la pena. La vista era mejor que la de su "terraza de meditación". Podía ver la ciudad, el desierto, las montañas, el mar... y era la roca más pequeña. En un costado había un árbol que les daba la sombra suficiente como para armar su día de campo.

Como era de esperarse, hablaron sin parar, sus vidas, que era lo que esperaban del futuro, su familia, todo. Era tan fácil hablar con ella. De repente la vio pararse habían terminado de comer hace bastante.

-tengo calor... quieres dar un chapuzón?- le dijo con una sonrisa.

-está bien, pero ya no queda mucho agua en la cantimplora- se burlo Vegeta. Ya que no había visto agua desde hace casi 5 horas.

-ven conmigo- estiro la mano. Ella tomo un par de cuerdas y las amarró al árbol donde habían estado comiendo. - que haces?- pregunto Vegeta.

-solo cállate y sígueme- le respondió. Empezó a desenrollar la cuerda. Era muy larga. Luego mientras se acercaba a ella, noto que había una abertura en la roca, Bulma se estaba metiendo en ella.

-estás loca mujer- le decía mientras la miraba.

-jajaja ya me lo dijiste! Vamos ven conmigo- le dijo.

Vegeta se acerco mas y vio que la apertura era lo suficientemente estrecha como para su cuerpo. Pero no podía ver lo que había adentro. Estaba oscuro. Tenebroso en realidad. Decidió descender con ella, Bulma había demostrado que sabia del asunto. Confiaba en ella. Los dos bajaban por la apertura, Bulma lo hacía como una experta, Vegeta titubeaba con cada movimiento. De repente.

-llegamos- le informo Bulma.

-aquí se supone que nos refrescaremos?- se burlo Vegeta.

-pues si no tienes miedo sígueme- le respondió Bulma, mientras se dejo caer dentro de la apertura.

-Bulmaaaaaaaaa!- Grito Vegeta con desesperación, hasta que escucho un SPLASH!-"agua"- se dijo a si mismo. Luego vio que en frente del había una cruz dibujada.

-Vamos Vegeta no tienes miedo o sí?- escucho a su mujer desde la oscuridad. Ella lo estaba retando. Tomo un poco de aire y se dejo caer.

.....

Sintió que caía en una piscina. Cuando salió a la superficie, vio que estaban en una cueva. A pesar de que se lo veía oscuro por fuera adentro estaba muy bien iluminado. El agua era cristalina y calida. Una delicia.

-al agua siempre se calienta por las rocas- le dijo Bulma desde la orilla. El se acerco a ella.

-este lugar, es impresiónate, debe ser un sitio turístico muy concurrido!- le dijo Vegeta.

-casi nadie lo conoce, es un pequeño secreto que tenemos algunos alpinistas.- le informo Bulma. Se paro y volvió a entrar al agua.

-Te aseguro que casi ni los animales de la zona saben de este lugar- le dijo cuando llego hasta el. Luego le planto un beso. Vegeta se dio cuenta de su pequeña provocación.

La terraza, el baño de mujeres y el de varones, sus propias habitaciones, la habitación de Kakaroto, el armario del conserje, las duchas y ahora se agregaba la cueva.