Savannah.
No puedo decir cuándo fue exactamente el día que te conocí, no lo recuerdo bien. Desde que tuve memoria estuve conectada a varias cosas que ni sabía para que funcionaban. Los colores que predominaban mi entorno eran el blanco y el rojo, el dolor se volvió normal y rápidamente me acostumbre, es por eso quejó entendía las miradas aterradas de algunos de tus invitados.
¿Qué había de raro? Eso me preguntaba, aún que no escuchaba nada de lo que hablaban, sabía que era sobre mi, pero tú... eras mi creadora, no podía desconfiar de ti, eras lo único que tenía, o quizás no.
Al inicio, no entendía lo que pasaba y porque hacías lo que hacías, pensó que... como una buena creación y como mientras de agradecimiento debía ayudarte, sin embargo a pesar de mis avances en muchas ramas como la lucha, primeros auxilios y en mejorar mis habilidades, te molestaste cuando mis manos temblaron y no pude matar. Era solo un niño, me quedé helada, el me rogaba que lo dejara ir, y quería hacerlo pero antes de que pudiera reaccionar apareciste detrás de mi y le disparate, la sangre salpicó a mi ropa... me regañaste y golpeaste, luego me encerraste.
Y a pesar de eso, mi mente solo podía centrarse en el niño que mataste, en sus ojos aterrados y como no pude hacer nada al respecto.
Empecé a dudar de ti.
Empecé a ver y analizar todo, y cada vez, lo que creía que era dulce en ti, se transtorno... no pude reconocerte, no eras tú, no, no es que no fueras tú, es que no eras lo que creía. Y sin embargo, ya era tarde para mí.
Una noche me dejaste durmiendo en la sala de radiografías, dijiste que era mi castigo o algo así, a pesar de mis dudas y de lo que sabía, aún eras lo único que te iba y creía ciegamente que debías tener una razón, no podía aceptar quemó madre fuera ese monstruo que veía... no quería aceptar, sin embargo esa noche hiciste algo que me llevo al límite. Llevaste a un hombre mayor de unos 40 años, a la niña que era en ese entonces, una niña de 8 años, al inicio pensé que era uno de tus inversionistas pero...
El comenzo a desvestirse y estaba nerviosa y asustada, pero tú solo saliste de la habitación y te fuiste. El lo intento, decía que te había pagado o algo así, me asusté, estaba desesperada... entonces yo, tome un pedazo de madera que estaba en el suelo, gracias a los forcejeos rompimos muchas cosas entre ellas la mesa, lo golpee con esa cosa... una y otra vez, hasta que no se movió, ¿quizás pude ganar por las modificaciones en mi cuerpo? de todas formas, el sangraba y cuando entraste lo revisaste y dijiste que no respiraba.
Dijiste que estabas orgullosa.
Vi en tus ojos que no estabas orgullosa pero no porque me defendí, estabas orgullosa porque había matado.
Al día siguiente, me presentaste a mi equipo de misiones, todos eran chicos por alguna razón... el líder era Qrow y nos llevamos bien, sin embargo eso no te agrado e hiciste mis sesiones en el laboratorio más dolorosas pero tenía prohibido gritar, llorar o alejarme. A pesar de eso, el tiempo con mi equipo fue mi felicidad, aún que por un plazo corto de tiempo.
Un día, ellos fueron a una misión sin mi y no volvieron, me dijiste que les habías dicho que era tu hija, y ellos me odiaron por eso... me quedo en shock, porque a pesar de que admitiste que era tu hija, me prohibiste llamarte "madre".
Seguí así por unos años, cuando cumplí 10 años, supe la noticia que estabas embarazada y que tendría un hermanito, al cual me prohibiste ver en un principio, pero luego me usaste como su niñera, pude ir a casa de tu nueva pareja y cuidar de mi hermanito, claro, sin decir nada sobre eso.
Me bastaba con verlo, era un niño muy tierno, pequeño y adorable, sus manitas se aferraban a mis dedos, y su nombre era... no recuerdo, su nombre.
Lo cuide hasta que cumplió 1 año de edad, luego me echaste de la casa y me prohibiste verlo, no pude verlo nunca más durante su infancia. Una vez cometí el error de preguntar por el, gritaste furiosa y dijiste que no volviera a hacerlo después de golpear mi cabeza repetidas veces, alegaste que no es mi hermano y que no tengo derecho de preguntar por el, también dijiste que podías hacer con el lo que quisieras y eso me lleno de temor y enojo pero... aún era pequeña, no podía hacer nada contra ti.
Cuando cumplí 11 años descubrieron mi habilidad de evolución adaptativa. En pocas palabras, si sobrevivo a algún daño, digamos una bala en mi abdomen, si vuelvo a recibir el mismo daño no hará efecto en mi. Y eso, desató la época de las peores torturas para mí, hacian mucho daño y solo se aseguraban de no matarme... en una de sus prácticas de alguna manera perdí mis ojos, Savannah consiguió algunos de "repuesto", los modificó y bueno... actualmente son mis ojos, a veces aún duelen y si es mucho el dolor también sangran pero se quita en unos minutos.
Cuando mejore significativamente me dejaste como líder de Karma, dónde conocí a mis nuevos compañeros: Leo, Snake, Sun, Electra, y Darkazot... bueno, este último se unio por su cuenta. También, me presentaste a tu nueva empleada Queen, la cual trato de sacarme de ahí, llevándola a su muerte, claro, también recuerdo que no me lo tome bien y me hundi en mi tristeza por meses. Veía cosas donde no las había, juraba que escuchaba su voz y me consolaba, mi equipo .e tuvo miedo ya que hablaba sola, pero una noche volví a la realidad... cuando perdimos una misión, enviaste a uno de tus gorilas para darle una lección a Electra ya que ella fue la culpable, al verla imponente contra alguien, llorando y sangrando... recordé a Queen.
Perdiste a uno de tus gorilas esa noche.
Eso me hizo regresar a la realidad, deje a Electra en su habitación, regrese a la mía y finalmente llore su muerte. Al día siguiente, seguí con mi vida, como debía ser. Hasta que... un día nos diste una misión importante, sobre una mafia llamada Vonglia, usamos esa misión para escapar, todos te Ian familias esperándolos de alguna manera, sin embargo, esperaban a sus antiguas versiones, no querías a sus hijos modificados, los llamaron monstruos y cayeron en una depresión... no estoy orgullosa de cómo reaccioné, pero matar era lo único que conocía. Les hice disculparse y luego les quite la vida, en ese momento no sentí nada... de hecho, actualmente no lo siento.
Hicimos una base, y nos desligamos poco a poco de Savannah... bueno, ellos, yo aún debía dar informes e ir con ella, poco a poco mi equipo logro escapar y vivir en las sombras como cazarrecompensas y otros tipos de trabajos. Pero yo tuve que quedarme.
2 años después, en una pelea entre tu y yo, llamamos la atención de Vonglia y estaba muy herida, tuve que ocultarme, un chico se acercó a mi, cabellos plateados y ojos púrpuras, se presentó como Gokusha Ayato, el me llevo con Vonglia dónde conocí a los demás: Sawano Tatsuma (el líder), Hiraki Kyouta, Yamashita Takashi, Sagawa Ryusei, Rokudo Kumuro, Bando y Revolt.
Pasaron muchas cosas y ahora, yo, con 23 años, estoy aquí frente a ti una vez más.
-¿Qué haces aquí?
Tu sonreíste, esa sonrisa la conozco bien.
-Solo vine a conocer a mis nietos, cómo toda abuela.
Estás tramando algo.
~•~ ~•~ ~•~
Bueno, aquí está... no quería poner muy detallada las cosas que Savannah le ha hecho a Yami ya que puede ser muy fuerte para la plataforma(? pero bueno, aquí dejo la explicación de los métodos que usaba para "mejorar" a Yami.
Entrenamiento especial.
El entrenamiento especial, era una de las torturas a las que Yami fue sometida desde que descubrieron su habilidad de curación evolutiva. Primero empezaron atando a Yami después y manos y golpeando todo su cuerpo, esperaban que se regenera y vuelven a hacerlo mismo. Luego, avanzaron con torceduras y huesos rotos, luego con el sistema nervioso, venenos, analgésicos, somniferos, ahogamiento tanto con asfixia como con agua, electrocutarla, quemaduras con fuego e hielo y por último usaron armas, etc. Claro, avanzaban gradualmente, pero no había día de descanso.
El sótano.
El sótano era otra tortura para Yami, crearon una habitación con tecnología que recreaba los miedos de la persona que estaba dentro y les hacía enfrentarlos o morir de un paro cardíaco. Generalmente la dejaban dentro un día entero cuando no podían hacer el entrenamiento especial, después de todo, si no fortalece el cuerpo lo hará con su mente.
Combates.
Savannah usaba a Yami para peleas callejeras, iba a los lugares más oscuros y podridos de la ciudad, dónde no les importaba dejar luchar a una niña asustada contra un adulto que obviamente la iba a masacrar. Yami recibió muchas palizas de esa manera, Savannah solo quería aumentar su fuerza obligadamente.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro