I
Jessica
Es el inicio del curso... ¡otra vez! Este año las vacaciones se me han pasado volando. Pero como dice mi hermano mayor: "Ya sólo te falta un año antes de graduarte". Y tiene razón... aunque a este paso voy a tener que repetir curso sólo para no pensar en la universidad. Lo único bueno es que voy a poder elegir a cuál ir. Pero, aún falta un aburridísimo año para poder soñar despierta. Tampoco me ayuda llevar toda la vida en la misma ciudad, porque aunque en las vacaciones cada año voy a un sitio distinto, me aburre ver siempre las mismas caras, hacer el mismo camino hacia el instituto... Lo más "interesante" será el chico nuevo, que, según mi mejor amiga, es muy guapo. Yo aún no lo conozco.
La verdad es que soy muy cerrada en ese aspecto, no me junto mucho con los nuevos, pero no porque tenga algo en contra de ellos, simplemente soy bastante tímida con la gente que no conozco o no he visto antes. Mis hermanos son todo lo contrario, siempre hacen nuevos amigos el primer día de clase... Igual que mi mejor amiga.
Por cierto, casi todos vamos al mismo curso... Mi hermano, Spencer, es un año mayor que yo, pero suspendió el año pasado y le toca repetir curso. Mi hermano mellizo también va a mi curso; Brooke, mi mejor amiga; Bárbara, mi cuñada; Edu, mi mejor amigo; Jaime, el mejor amigo de Spencer... Y muchos otros estaban en mi clase el año pasado, pero como nos cambian de clase todos los años, nunca sabes con quién te va a tocar.
Mi padre es muy sociable, pues su trabajo lo requiere así. Veréis, mi padre es el jefe de una empresa muy importante aquí en la ciudad de Londres, aunque también tiene una sucursal en Bruselas y otra en Berlín. A mi madre no la conocí, se marchó cuando yo tenía dos años y la verdad es que nunca la eché de menos.
Mi padre lleva saliendo unos meses con una mujer que ha hecho mucho por mí, y es a quién le debo muchas cosas. Creo que como van las cosas, este año se vendrá a vivir con nosotros, ella y sus hijos, que aún no conozco. Ellos viven en Cambridge y se conocieron en un viaje de negocios. Lo que empezó como un trabajo, terminó siendo amor. Y ahora que estamos hablando de relaciones, os hablaré un poco de todos. Brooke es una chica de fiesta, no tiene novio fijo, sino rollos de una noche. Spencer terminó hace poco con su última novia y desde entonces no sale de fiesta ni tampoco quiere conocer a nadie. Edu tuvo su última novia a los 16, pero terminaron cuando ella se fue a Europa; después se dio cuenta de que estaba enamorado de otra chica pero no se atreve a decirle lo que siente. Mi mellizo, Alan, es el novio de Bárbara, y llevan juntos dos años. Y luego estoy yo. Mi última relación fue hace dos años, pero no funcionó y cortamos. Ahora, la verdad es que sólo me interesa pasar mi tiempo con mis amigos y familiares, y no tener relaciones...
Hoy es sábado, el último fin de semana antes de empezar el curso. Hoy, como todos los años, mis amigos y yo hemos montado una fiesta, celebrando el final de las vacaciones... Más que nada, lo hacemos para no amargarnos al pensar que tendremos que volver a clases y a madrugar. Este año, hemos decidido empezar en la playa y después continuar en mi casa. Siempre van los mismos a nuestras fiestas, porque tampoco invitamos a todo el mundo...
No es por creerme superior ni nada pero es que mis hermanos forman parte del grupo de los populares, y por ello yo también me incluyo, al igual que mis amigos. Aunque no somos unos engreídos, la verdad es que nos llevamos bien con todo el mundo, o casi todo. La única persona nueva que va a venir es Christian, el chico nuevo, porque Brooke ha insistido en que quiere que lo conozcamos antes de que empiecen las clases.
Ahora mismo, mis hermanos están comprando bebidas para la fiesta, y yo estoy preparando mi ropa, que consiste en una falda negra con un top blanco, y debajo llevaré mi bikini favorito.
Aún es relativamente temprano, sólo son las cinco de la tarde, pero como queremos aprovechar que hoy hace buen tiempo, vamos a ir más temprano a la playa.
Estaba tirada en mi cama mirando mis redes sociales cuando, de pronto, llamaron al timbre. Lo ignoré, porque estaban mis hermanos y pensé que irían a abrir la puerta, aunque como siguieron insistiendo, bajé a abrir.
-¡Tenéis una cara...! -me paralicé al ver un chico al que no había visto en mi vida.
Creo que tendría la misma edad que yo, o incluso un poco más. Tenía aire de malote, y lo que más me llamó la atención fueron sus ojos verdes como esmeraldas, junto con el piercing que tenía en el labio...
-Hola... ¿Eres Jessica? -me preguntó, curioso.
-Sí, esa soy yo... y tú eres?...
-Ah sí... Soy Christian, creo que Brooke te habrá hablado de mí.
Este no podía ser el chico que me dijo Brooke. O sea, ella me había dicho que era guapo, pero nunca me imaginé que tanto. Ahora ya sé por qué mi mejor amiga decía que me caería de culo al conocerlo, poco me faltó.
-¡Anda! Encantada... Em, ¿quieres pasar? Mis hermanos creo que fueron a por bebida para la fiesta, y pues yo no estaba haciendo nada realmente...
Él simplemente me miró con una ceja enarcada, y después de unos segundos, se empezó a reír. Sí, se rió de mí... ¡y en mi cara, aún por encima!
-Claro...
Estábamos llegando al salón cuando le llamaron. Me iba a ir para darle privacidad cuando me paró.
-Es para ti, una chica muy pesada llamada Brooke quiere hablar contigo.
-¿Qué quieres Brooks?
-¿Ya has conocido al tío buenorro?
-No... Te estoy hablando con su teléfono pero la verdad es que no, se lo robé... ¿Eres tonta o entrenas?
-Ja ja ja... Qué humor tienes Jess... te llamaba para decirte que tuve un contratiempo y que llegaré un poco tarde. Y como no podía llevar a Bruce, se me ocurrió mandarlo a tu casa. Espero que no estés en ropa interior o incluso en pijama, porque me ha caído bien, y sé que os acabaréis enamorando, así que dale una buena impresión, por favor...
-Brooke... sabes que esto no es lo mío...
-¡Por favor! Lo que te pasó fue un caso aparte, además, el chico no me caía bien...
Pero este sí, y no me dirás que no es guapo...
Miré a Christian de reojo y vi que se estaba riendo, esperando mi respuesta.
-¿Sabes que estás en altavoz, verdad?
-No lo sabía, pero así mejor.... ¿Christian te parece guapo o no? A ver, te lo voy a poner aún más fácil, para que no te mueras de vergüenza ¿Es más guapo que Bruce o no?
-Pues claro que es más guapo.... Quiero decir, que Christian no está tan mal como pensaba -estaba por pedir que la tierra me tragara. Iba a matar a Brooke en cuanto la viera.
-Ja. Lo sabía. Bueno chica, nos vemos más tarde. -Dijo y colgó.
-¿Así que soy guapo?
-No te hagas el que no lo sabes... No esperes que te suba más el ego. -le devolví el teléfono sin mirarlo a la cara-. Era escoger entre un gilipollas y tú, y, por el momento, para mí no eres un gilipollas.
-Anda, muchas gracias. ¿Te han dicho alguna vez lo maja que eres?
-Si, la verdad. Todo el mundo en realidad.
-Se nota.
De repente, se oye una bocina de coche en la entrada.
-Deben de ser mis hermanos, iré a ayudarles. Puedes venir si quieres. Si no-
-Iré, cuantas más manos mejor, ¿no?
Al salir por la puerta, delante nuestra veo a mis hermanos descargando un montón de cosas de su coche. Pero lo que me llama la atención no son ellos, sino el coche que hay aparcado detrás.
-¡Ey Jess! ¿Puedes ayudar a Elliot a llevar dentro un par de cajas? Nos lo encontramos en el supermercado y ha querido venir a ayudar antes de la fiesta. -dice Alan.
Elliot es amigo de mis hermanos desde que son pequeños, es como uno más de la familia, pero desde que se cambió de instituto el año pasado, casi no nos lo cruzamos.
-Anda... ¡pero si ha aparecido el perdido en combate! -me tiro a sus brazos, haciendo que una de las cajas que llevaba se cayese.
-¡Pitufina! ¿Cómo está la niña de mis ojos? Te he echado de menos Jess -dice con su característica sonrisa, que hace que se le arruguen sus preciosos ojos color miel, y que se le marquen los hoyuelos.
-Yo sí que te he echado de menos. Como vuelvas a desaparecer tanto tiempo, me enfadaré y no te hablaré jamás. -digo, fingiendo enfado.
-Mmhm -oigo carraspear detrás mío.
-Ah, si. ¿Chicos? Este es Christian, el chico nuevo del que nos ha hablado Brooke. -sonrío.
-Un placer -dice Christian mientras coge la caja que tiramos antes.- Ah, y podéis llamarme Chris.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro