Coramora, 20 de Junio del 2009.

—Esa chica está muy clos—habló Griffin mientras miraba a una muchacha leer un libro cerca del parque.

Los cuatro chicos se habían reunido esa tarde a hablar sobre cosas de la banda, debían escoger un nombre cuanto antes pero todavía no sentían que habían conseguido uno que los identificara por completo.

—Yo diría que es muy closei para ti—mencionó T.J, Griffin frunció el ceño.

— ¿Qué es eso?

—Chica linda obviamente sexy e inalcanzable, campeón—explicó con una sonrisa burlona en el rostro, Axel se echó a reír y Griffin fingió hacerlo.

—Ja ja ja, que gracioso—dijo—. Ya verás cómo luego yo seré el inalcanzable.

—Tu seguridad me aturde un poco—comentó Gino, T.J asintió—. Es genial que sepas que seremos famosos y eso, pero que estés tan seguro...no sé, es algo increíble.

—Lo que pasa Gino, es que hay personas que nacieron para ser famosas, yo por ejemplo soy una de ellas—Axel rió por su comentario, T.J negó con una sonrisa en el rostro.

Griffin era un chico agradable, Axel no conocía ni a una sola persona que creyese lo contrario. Quizás por eso en la actualidad, era el miembro favorito de los fans, encabezaba siempre las estadísticas de popularidad. Axel a pesar de ser el cantante principal, solía mostrarse muy tímido en los primeros años, por lo que muchos fans lo consideraban como el Kloss Tierno.

—T.J, ¿te has dado cuenta de que somos los únicos solteros de aquí? —preguntó Griffin—. Axel tiene a Jane y Gino a Mía.

—No estoy con Jane.

—A mí no me gusta Mía.

Se negaron ambos chicos, T.J rió y los miró a ambos.

— ¿Te gusta Mía? ¿Mía la de nuestro salón que te tiene en friendzone? —le preguntó a Gino, el chico negó.

—Te dije que no me gusta.

—Tus labios están temblando, es obvio que mientes—Gino se llevó una mano automáticamente a la boca, T.J rió por eso—. No es una chica fea.

—Ni pienses en acercarte, a ella no le importa tu dinero—lo miró con el ceño fruncido. Axel y Griffin rodaron los ojos, ahí va otra vez.

—No necesito el dinero para conseguir a una chica, me basta sólo con sonreírles—lo miró fijamente—. Además, a Mía le gustan los chicos que no tienen miedo en confesársele.

— ¡Que ella no me gusta! —gritó Gino exasperado, Griffin le colocó una mano en el hombro para calmarlo y Axel regañó a T.J por tentarlo.

— ¡Ya basta! —ordenó el chico—. Si queremos ser una banda debemos aprender a llevarnos bien como equipo, especialmente ustedes dos—señaló a T.J y a Gino—. ¿Qué tan complicado es para ustedes darse las manos y alzar las banderas blancas?

—Él es el que hace que me enoje—se quejó Gino cruzado de brazos.

—No tengo la culpa que tengas poca capacidad de afrontamiento al estrés—se defendió T.J.

Axel suspiró sabiendo que ese conflicto no se terminaría así de fácil y debía buscar la forma de pararlo cuanto antes. Gino y T.J en la actualidad suelen contar esas peleas que tuvieron a sus inicios como juegos tontos entre ellos, nunca mencionan el hecho de cómo fue que lograron a ser los amigos que son ahora.

Gino observó la hora en su reloj y se levantó de la mesa en la que se encontraban.

—Ya debo irme—les dijo y tomó su chaqueta—. Mi mamá quiere que la ayude a cuidar a Fer—explicó, los tres chicos asintieron.

—Si quieres te acompañamos hasta la estación del metro—mencionó Griffin—, así no te vas solo, ya es un poco tarde—Gino negó.

—Tranquilo, yo puedo ir solo—respondió—. Nos vemos el lunes en el instituto.

— ¿Soy el único que cree que esa actitud que tiene es demasiado extraña? —habló Axel luego de que Gino se fuera.

—No, siempre se comporta así. No comprendo que le sucede—habló Griffin, T.J sólo se encogió de hombros.

—Debemos averiguarlo, pero él no lo dirá.

—No creo que sea algo de qué preocuparse—comentó T.J—, de igual forma puedo ver si logro saber algo. Mi padre tiene contactos.

—Perfecto, sólo quiero saber si algo le pasa.

—Ya te dije, no creo que sea algo de qué preocuparse.

~•~

Coramora, 22 de Junio del 2009.

Axel llegó a la cocina y observó a su mamá servir el desayuno y a su padre comiendo en la mesa, un gesto lleno confusión apareció en su rostro, no era normal que eso sucediera en las mañanas.

— ¡Buenos días! —dijo su mamá acercándose a él para besar su frente, cosa que lo confundió mucho más.

— ¿Pasó algo? —preguntó Axel, su papá dejó la taza de café en la mesa y negó.

— ¿Por qué pasaría algo? —respondió él.

—Bueno, no es normal que ustedes estén aquí.

— ¿No podemos tener un tiempo en familia con nuestro pequeño?

«No»—pensó el chico.

—Es algo raro—dijo en medio de un suspiro—, normalmente siempre desayuno sólo porque se van muy temprano a trabajar—su madre negó y le colocó un plato con huevos revueltos, pan tostado y queso frente a él.

—Decidimos atrasar nuestra cita con los Roger—explicó su madre—, queremos estar un rato contigo.

Y esa respuesta sólo hacía que Axel se confundiera más. Esa atención que sus padres les estaban dando en ese momento era extraña y no podía acostumbrarse a eso.

Su madre se sentó a su lado con un plato de comida y comenzó a comer también, el chico oía la conversación de su padre sobre unos socios que él debía conocer pero en su mente sólo estaba su banda y en cómo podían mejorar en los ensayos.

Al finalizar el desayuno, su padre se ofreció a llevarlo y Axel a pesar de seguir confundido terminó aceptando. El camino al instituto fue sólo hablar de derecho con su padre y en lo mucho que a él le enorgullecía que Axel siguiera sus pasos.

— ¿Tienes dinero para el taxi? —le preguntó a Axel luego de que él se bajara del carro, el chico asintió,

—De igual forma puedo irme caminando—le respondió—. Nos vemos en la noche—le dijo y comenzó caminar hacia la entrada del instituto.

En los pasillos se encontraban Griffin y Gino sentados en las escaleras, Gino no parecía verse de muy buen humor y Axel se acercó para saber qué sucedía.

— ¡T.J es un idiota! —exclamó el chico apenas Axel llegó, se sentó a su lado y lo dejó continuar esperando que así dejar fluir la tensión que llevaba—. Detesto que tenga razón con Mía.

— ¿Qué te gusta? —preguntó Griffin.

—Sí y que me tiene en la estúpida friendzone—respondió—. ¡Lo peor es que es por su culpa!

— ¿A Mía le gusta T.J? —Gino asintió—. ¿Él lo sabe?

—No, Mía no se atreve a decírselo—suspiró—. A él no le gusta ella pero seguro fingirá hacerlo sólo porque sabe que a mí me molestaría que salieran. ¡Lo haría sólo para molestarme!

—Él no haría eso.

—Ustedes no lo conocen como yo. Él siempre se comporta así con la gente para agradar pero es un idiota con todas las letras en mayúsculas—bufó—. ¡Le dijo a toda la clase que era becado! Ellos se burlaron de mí por eso, ¿saben qué edad tenía? Doce, tenía doce y él logró hacer que todos se burlaran y me hicieran sentir mal.

—Eran unos niños, Gino—dijo Axel—. Ya pasaron muchos años de eso.

—Ustedes no lo comprenden, a ustedes nunca lo han rechazado por eso eso—explicó y suspiró. Intentó relajarse un poco pero al ver la camioneta blanca de T.J parar frente al instituto se tensó—. Me iré a clases—se levantó de las escaleras y se marchó.

—Necesitamos una buena terapia de grupo—dijo Griffin—. Mis padres conocen a un psicólogo de parejas, ¿crees que funcione? —Axel se rió y negó.

—Debemos hacer que Gino deje de odiarlo y que T.J se disculpe por todo.

~•~

—Todo es un desastre—dijo Jane llegando a su lado en el salón de clases.

— ¿Qué sucedió?

—La Directora cree que no es justo que el periódico tenga tantos ingresos y que debemos reducir nuestros gastos—explicó y echó su cabeza hacia atrás—. Los estudiantes leen el periódico, no podemos reducirnos a menos. T.J dijo que él podía aportar más dinero si era necesario pero no queremos que él sienta que es una obligación que tiene.

—Pueden reunir entre ustedes—sugirió Axel—. Hacer colectas de los estudiantes para que ayuden a que el periódico se mantenga como siempre lo ha hecho. Podemos dejar colectas en los salones para que dejen lo que quieran dar.

—No es una mala idea eso.

— ¿Ves? No debes por qué preocuparte, relájate un poco y veamos la clase tranquilos.

—No es muy tranquilo ver clases de Historia a primera hora un Lunes y con el Profesor Martínez—se rió Jane.

—Él perdió toda la fe que tenía en mí cuando me vio en detención la primera vez—respondió, Jane volvió a reír.

— ¡Por cierto! Antes de que se me olvide, ¡te tengo una increíble noticia! —se emocionó un poco, Axel la miró curioso.

— ¿Qué pasó? ¿Cuál es la noticia? —ella le sonrió alegre.

— ¿Te acuerdas que mi hermano mencionó que tenía un amigo cuyo papá organizaba eventos? —le preguntó, Axel asintió—. ¡Pues les consiguió un toque! Este viernes en La Clave de Sol, será un cumpleaños de una chica y el señor los quiere ver el miércoles para saber si son buenos realmente.

Axel reprimió un grito de euforia y llamó rápido a Griffin quién se encontraba al otro lado del salón hablando con una de sus compañeras. El pelinegro se acercó rápido y Axel le saltó encima como gesto de celebración.

— ¿Y a éste que le dio? —preguntó Griffin bajando a Axel.

— ¡Tocaremos en La Clave de Sol!

— ¿Qué? —el pelinegro volteó a ver a Jane y ella sólo asintió. Una sonrisa apareció en el rostro de Griffin—. ¡Woo! ¡Vamos a ser famosos! —abrazó a Axel.

Axel sonrió al ver cómo las cosas empezaban a salir bien para la banda, esa sería su primera oportunidad y no podían desperdiciarla.

Él estaba seguro que juntos llegarían lejos.

Y no se había equivocado.

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#JuevesDeKloss