La nueva normalidad de la pequeña Juli no era muy diferente: mamá seguía yendo al hospital y papá se olvidaba de ir a verla. Pero había pequeños cambios: Los nuevos horarios de su madre en el hospital y ahora se higienizaba antes de abrazarla una vez que entraba a casa. Eso sí, se sentía rara; ya no podía ver a sus amigos ni a la seño más que a través de una pantalla. Extrañaba jugar y olvidarse de lo sola que estaba.

La nueva normalidad era incomoda: las canciones por Internet no sonaban igual, quería volver.

Julieta pensaba en cuándo volvería al jardín y cómo sería después. Cantar se podría, sin tenerse de las manos ¿Y los juegos? Las rondas, los bailes, la mancha... La infancia ¿Cómo sería la nueva normalidad? Muchas cosas cambiarían y le dolerían. Sin embargo, lo que más le preocupaba era que no podría volver a abrazar a los peques, esos locos bajitos que muchas veces un abrazo era lo que pedían. Niñas como Juliana, una de las tantas personitas del aula que necesitan ese abrazo para no sentirse sola.

(Este cuento es parte de la obra colectiva "Mientras tanto la pandemia". Para más información ver acá: https://www.pagina12.com.ar/283324-mientras-tanto-la-pandemia-libro-digital-con-relatos-de-cuar#:~:text=El%20libro%20%22Mientras%20tanto%20la,vino%20de%20un%20recuerdo%20familiar. )