Otra vez... Empiezo otra vez,  espero que esta sea la definitiva, como siempre pero estoy perdiendo las esperanzas... es la 24 vez que nos mudamos, yo amo a mi madre pero no comprendo porque tengo que tenemos que cambiar de lugar cada vez que llegamos a un sitio...

Bueno, no me voy a quejar más, me presento me llamo Eridea aunque es un nombre extraño, así que mejor llámame Eri, tengo 17 y esta vez nos hemos mudado a un sitio muy boscoso, es un pueblo oscuro y lluvioso, lo único que me llama la atención es que nunca había visto ese tipo de arboles, la entrada del pueblo esta repleta de hojas, pero al menos la visión es hermosa, es como una alfombra rojiza.

Llegamos a nuestra nueva casa

Era una casa bastante espaciosa, me hizo gracia porque es la típica casita blanca con el techo rojo, tan típico, entramos y subí, la condición que le puse a mi madre para no estar triste cada vez que nos mudásemos es que yo escogería habitación primera, y así fue, subí hasta el tercer piso y  que solo había una puerta de madera oscura, que me llamó la atención, así que entré y me quedé anonadada lo decidí enseguida esta sería mi habitación, era muy espaciosa con las paredes y el techo blancos pero daba a un balcón con un pequeño porche con un árbol, que parecía la versión pequeña de los del bosque, y hasta donde llegaba la vista era bosque, mientras lo observaba me di cuenta de que mi madre me estaba llamando, por cierto mi madre se llama Linda (sí, este es un nombre normal...)

-Bajé corriendo y dije - Mama, ya he escogido mi cuarto! quiero el de arriba del todo.

-Sabia que escogerías ese - dijo ella sonriendo- bueno ya te he apuntado a un instituto y empiezas en una hora - dijo dándome un guiño

-A veces odio a mi madre - Vale mama, solo hay una en este pueblecito, no?

-Si, está todo recto hacia abajo, es un edificio viejo con pinta de castillo, seguro que te gustará

-yo- okey...