Yendo a la escuela...

Estaba bajando al pueblo, ya que la casa estaba más cerca del bosque que del pueblo (cosa que me gustaba), y mientras bajaba un chico con una moto pasó casi rozándome, porque iba demasiado rápido y me pareció ver que se reía y me entró un poco de rabia, tanta que no me di cuenta que me choqué contra una chica que pasaba, y enseguida me disculpé y ella dijo que no pasaba nada pero la miré bien y era bastante hermosa, era pelirroja muy clarita con unos ojos marrones grandes y era más alta que yo, no es que yo no me considerara hermosa, bueno soy más bien normal mi pelo es rubio oscuro, soy bastante blanca de piel, no soy demasiado alta pero lo que si que tengo hermoso, son mis ojos son azul claro, pero es un azul muy extraño ya que tiene reflejos plateados. La chica se presentó.

- Me llamo Sara, encantada de conocerte, eres Eridea no?-dijo ella

- Sí, pero llámame Eri, como es que sabes mi nombre? dije yo extrañada

- es que no llega mucha gente nueva al pueblo, pero en este mes habéis llegado dos- dijo ella emocionada

- Si? quien es la otra o el otro?-dije curiosa

- Se llama Nate, creo que es el que casi te atropella, no es nada feo, pero parece ser el típico chico malo

- Okey, tendré con cuidado con él

Y fuimos caminando juntas hasta el instituto, cuando llegamos, era justo como había dicho mi madre un edificio bastante antiguo, pero tenia pinta de iglesia romana, y lo primero que hice fue preguntar por la biblioteca, porque tengo una especie de costumbre, me gusta leer las historias los pueblos a los que iba, me encantaban esas historias fantásticas, me resultan muy interesantes. Cuando llegué a la biblioteca me separé de Sara y pregunte por la sección de historia y me señalo un libro con la portada roja... que adecuado,  decía que en el bosque han existido unos seres extraños y que en alguna ocasión se llevaron a gente... era muy típica no me gusto demasiado, lo que me llamó la atención fue que en un borde de la última pagina decía, no entres nunca al bosque... algún bromista seguro, durante el resto del día lo olvidé, en las clases volví a vivir la experiencia de ser la chica nueva, a la que todos miran extrañados, pero en la última hora me tocó en la misma clase que el chico que esta mañana casi me atropella, Nate me dijo Sara que se llamaba, no parecía prestar ningún interés en la clase, pero me miraba atentamente mientras me presentaba y cuando pase por su lado me dijo cógelo y me lanzó una extraña piedra de color azul y cuando la cogí de volvió plateada, que cosa más extraña pensé y se la devolví mirándolo mal pero él me miró con una sonrisa, como si hubiera conseguido su objetivo, la clase pasó y en el patio mi madre me llamó

- Eri ven a casa que te tengo que decir algo importante- dijo ella muy seria

- me asusté- Y fui ya que era algo muy inusual, pero su tono de voz me preocupó mucho- ahora iré mama, solo faltaba que ahora Nate estuviera en mi casa con mi madre, pero sería muy descabellado.

Llegué a casa...

Me sorprendí cuando me di cuenta que había acertado

- hija, mira se que lo que voy a decirte a sonarte raro, mejor siéntate - y me senté- a ver, como te digo esto... no eres mi hija, tus padres no podían criarte y me permitieron hacerlo a mi, no se el porque pero no importa, la cuestión es que me dijeron que eras una chica muy especial y que cuando tuvieras 17 años tenia que venir aquí, a este pueblo, que alguien vendría a por ti y que debía dejarte ir y que decidieras por ti misma

-mama a ver si lo he entendido, vas a dejar que un desconocido con mala pinta- dije mirando a Nate, este se quejó- me lleve sin hacer preguntas ni nada?

-ya lo entenderás, por ahora no te separes de Nate- dijo mi madre con una sonrisa triste

-como que voy a aceptarlo sin más-dije enfadada- no, no me voy a ir

-no has sentido nunca que no encajas? normalmente es una sentimiento normal en adolescentes, pero en ti es en razón, y lo vas a descubrir lo quieras o no - y me dio un golpe y me desmayé-

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Poco a poco fui abriendo los ojos y me encontré unos ojos verdes mirando hacia mi, me sobresalté por la cercanía hasta que me acordé que era Nate y recordé de lo que había pasado, este chaval me había llevado arrastras hasta... el bosque? Y entonces pregunté:

-Que hacemos aquí?

-mira aunque te lo dijera no me creerías así que vas a verlo por ti misma, de todas formas -dijo con una media sonrisa, y se puso serio- ahora es importante que confíes en mi, ahora, puedes levantarte?
-Si -dije algo dolorida- Donde vamos?
-Solo sígueme

Y así fuimos caminando, hasta que Nate se paró delante de un árbol, que a mi me parecía igual que todos

-Míralo bien -dijo él con una sonrisa burlona- se te ve la duda en la cara

-lo mire fijamente, hasta que me di cuenta que los nudos del árbol tenían formaban una puerta, con sorpresa dije- bonito dibujo en el árbol eso es todo?

-Tócalo -dijo él

Me cogió la mano, a mi se me aceleró el corazón, y la puso encima del árbol, noté un cosquilleo en mi mano, pero no la retiré y cerré los ojos, cuando los abrí la puerta estaba abierta y sin soltarnos del mano entramos.