¿Cómo se sigue luego de romper un corazón? O mejor dicho, ¿hay razones para seguir cuando le acabas de romper el corazón a la persona que más amas en el mundo?

Los ojos tristes de Alana continúan presentes en mi, y me temo que ese momento jamás será olvidado. De la misma manera en la que siempre voy a conservar su sonrisa, o el sonido de su risa, se que también voy a guardar su forma de mirarme cuando decidí terminar con nosotros.

O el momento en el cual cubrió su rostro porque no podía verme mientras me alejaba. Si, se que tampoco me olvidaré de eso.

No voy a olvidarme nada de lo vivimos, nos dijimos o sentimos. Cada perfecto instante junto a ella seguirá presente en mi corazón, por mas destrozado que este, o por mas oscuro que se encuentre, siempre habrá una pequeña gama de color y sera por ella. Únicamente por ella.

Van a pasar los años, pero Alana no va a ser olvidada. Y si hoy pensar en ella me duele por la decisión que tome, se que el día de mañana pensaré en ella con una enorme sonrisa.

Estoy en mi habitación, empacando mis cosas, quitando cada una de mis pertenencias de la habitación.

Linda está haciendo lo mismo, y si yo recojo todo con tristeza y dolor, ella lo hace con enojo.

Cuando le dije que nos iríamos de la ciudad, no pudo entenderlo. Y por más que le haya explicado los motivos, seguía sin entender.

Me llamo cobarde, entre otras cosas hirientes. Luego se disculpó por lo que me había dicho, pero su molestia hacia mi sigue presente.

Y la entiendo. Le costó mucho salir de su depresión, le llevó tiempo recomponerse y volver a confiar. Sé que no es fácil para ella seguirme cuando aquí en Boreal tiene todo lo que le hace bien, todo lo que la ayuda a sentirse más viva que nunca.

Tomar esta decisión no fue fácil, porque les rompí el corazón a las personas mas importantes de mi vida, y ahora debo llevar ese peso.

Debo darle tiempo a Linda para que me perdone, y ayudarla a encontrar su lugar en la nueva ciudad.

Y espero que en ese mismo tiempo, Alana también me perdone y me recuerde con una sonrisa.

Pero ahora debo llevar conmigo esta carga causada por mi decisión. Y no se cuanto va a durar, no se cuando se va a aliviar.

Solo sé que me siento terrible, que quiero llorar todo el tiempo, que a veces siento ganas de lastimarme hasta acabar conmigo, que deseo volver a nacer para llevar adelante una vida menos complicada, donde haya lugar para dejarme amar y saber hacerlo yo también.

¿Por qué todo tiene que ser tan difícil? ¿Por qué me cuesta tanto sanar mis heridas? ¿Por qué no puedo dejar de ser ese niño de siete años? ¿Por qué es tan imposible para mi ver que merezco cosas buenas?

Hay preguntas del por qué a tantas, pero tantísimas cosas, que las respuestas solo me apuñalan y dañan cada partícula de mi cuerpo. De este cuerpo que ya se cansa de sentir tanto dolor, pero a la vez no sabe cómo alejarse de todo aquello que lo destruye.

Es como si ya estuviera acostumbrado a sufrir, a pasarla mal y a recibir los peores golpes. Para todo lo que soy, no hay lugar para las caricias, los abrazos, los besos, las risas, y el amor puro, bueno y sano.

Mi cuerpo se siente extraño experimentando todo aquello que el mundo considera bueno, porque llevo mucho más tiempo sintiendo todo lo tóxico y dañino que pueda existir.

Y, por más que intente salir de esa monotonía, siempre seré arrastrado y consumido por ese dolor.

En verdad creí que el amor podía salvarme, pero no es así. Alana no puede salvarme cuando la única persona que puede hacerlo soy yo. Y ya no tengo fuerzas, ya no quiero dar pelea. Solo quiero vivir hasta el último de mis días siendo este hombre destrozado, porque tal parece que no hay otra versión de mi.

Creí que sí, pero me equivoqué. Y ya me canse de vivir a prueba y error, prefiero evitar las pruebas para no frustrarme por el error, y se que si hago eso, ya no lastimare a mas nadie.

Al terminar de guardar mis pertenencias, me siento en el suelo, donde antes estaba la cama, y así me quedo por un largo rato.

Y, en lo único que puedo pensar, es en ella; en Alana. Al instante en que su presencia se dibuja en mi mente, me entran muchas ganas de llorar.

Sé que soy una persona que no tiene arreglo, pero no por eso dejo de ser un maldito cobarde. Y todo el daño que le cause es algo que no me voy a perdonar. Saber que no fui capaz de luchar por ella, es algo que me va a torturar para siempre.

Y que bueno, que bien que sea así. Me lo merezco.

Todos hablan del amor, de lo difícil que es encontrar a la persona ideal, o de lo complicado que se vuelven las cosas en una relación.

Y yo, que encontré a mi persona, que nada junto a ella era complicado... la deje ir. Porque el complicado soy yo, y Alana no merece cargar con eso.

Todo lo que ella merece y necesita, es todo lo que no puedo darle. Y no podía pretender que estuviera a mi lado, hasta ser capaz de devolverle todo lo perfecto de su entrega. No.

Ella merece un buen y sano amor, un hombre entero, sin grietas, con su pasado sanado y superado. Merece un hombre que la ame cada día, cada minuto, cada hermoso segundo. Porque así es cuando Alana está a tu lado, los segundos pasan y son maravillosos porque ella te esta haciendo reír, o te hace sentir que eres parte del universo por lo tan alto que te sientes cuando dice lo mucho que te ama.

Alana da el mundo con sus sentimientos, y merece el mundo como respuesta. Y para ello, para entregarle el mundo, hay que estar a la altura de su esencia. Y, claramente, yo no lo estoy. No puedo darle el mundo, sólo silencio. Y no, ella merece que le den el sonido más hermoso y duradero de todos.

Por lo tanto, espero que el próximo hombre que pase por su vida, la merezca y la haga feliz, espero que la acompañe en todos sus pasos, aplauda sus logros, felicite sus avances y la abrace fuerte cuando las cosas salgan mal, y en ese momento, espero que la ayude sentirse una estrella cuando algo o alguien a su alrededor le haga creer que no lo es.

Mis ojos ya no pueden ocultar más las lágrimas, por lo tanto, cuando parpadeo, las mismas se deslizan por mi rostro.

¿Cómo es posible que siga cargado con tanta culpa?

Mi mamá murió por mi culpa.

Rebeca murió sola y enferma por no haber luchado por ella.

Charly me dio señales, no las vi y se fue de este mundo sintiéndose una basura.

Linda está guardando sus cosas con dolor, y le va a costar volver a salir adelante.

Y Alana lleva un corazón roto a nada de irse a Nueva York a cumplir su sueño.

Y todo es mi culpa. Mi asquerosa y maldita culpa. Me odio por eso. Me odio desde los siete años.

Me odio y quiero lastimarme, pero no hay nada punzante a mi alrededor. Solo estos pensamientos que me hacen llorar.

No cuento con nada punzante, pero aun así consigo lastimarme cuando clavo mis uñas sobre la piel de mis brazos.

Me odio, me odio, me odio. Me repito una y otra vez mientras lastimo mis brazos.

Me odio, me odio y me odio. Me digo a mi mismo cuando golpeo mi cabeza con mis manos.

Esto soy. La persona que se lastima con su cuerpo y pensamientos. El hombre que daña a quienes ama, que descuida a quienes más lo necesitan y abandona.

Me duelen y arden los brazos. También me duele la cabeza por la fuerza de mis golpes. Pero ningún dolor se asemeja a todo lo que siento cuando pienso en mi mama, Rebeca, Charly, Linda y Alana.

Pienso en quienes me amaron y no fui capaz de cuidar. Pienso en quienes me aman y no soy capaz de valorar.

Soy una basura, y culpar a mi padre por todo lo que soy ya no tiene sentido. Tuve oportunidades de sanar todo el daño que me hizo, pero no pude, fue imposible. Se me hizo más fácil rendirme.

A fin de cuentas, mi padre siempre tuvo razón cuando me dijo que no merezco el amor ni nada bonito, que solo provoco cosas malas y que nadie puede estar cerca de mi sin ser lastimado.

Y ya no quiero lastimar mas a nadie.

Me suena el móvil, y con ese sonido salgo de mis pensamientos. Cojo el aparato, lo desbloqueo y me encuentro con un mensaje de Alana. Quiero volver a llorar, y solo leí su nombre.

Respiro profundo, pienso en eliminarlo sin siquiera leerlo, pero no, me animo, le doy click y leo:

Allie

No se si vas a leer esto, espero que si. Y si no lo haces, esta bien... o eso creo, no lo sé. Solo sé que tengo que liberar todo esto que siento y que no fui capaz de decirte, y no lo hice porque me costó mucho entender lo que estabas haciendo.

Bueno, lo siento, pero sigo sin entenderlo. Se que siempre fui de entender todas tus decisiones, pero no puedo entender esta que has tomado. No le pidas a alguien que entienda cuando le están rompiendo el corazón.

Creí saber lo que era tener el corazón roto, pero no, lo aprendí hace pocas horas, cuando decidiste alejarte de mi vida. Y realmente no sé si me voy a olvidar tan fácil de eso. Y está bien, es lo justo, ¿no? Digo, es justo que sienta eso cuando eres alguien importante. Y, si no va a ser sencillo olvidar este día, mucho menos sencillo sera olvidarte.

Me parece que has llegado a mi vida para demostrarme que hay amores que no duran juntos, pero que perduran en los pensamientos y en el corazón.

Y tú de mis pensamientos, o de mi corazón, no te vas a ir nunca. Pase el tiempo que pase, es lo que siento.

Y no es algo que sienta ahora porque mis sentimientos hacia ti siguen frescos, sino que es algo que siento debido a que tu llegada ha sido un antes y un después. Pero de la forma más bonita que te puedas imaginar, incluso después de este final.

Final... vaya, que difícil decir esa palabra cuando no estaba ni en mi vocabulario ni en mis pensamientos cuando se trataba de ti. Pero bueno, aquí estoy, escribiendo una palabra tan lejana y fría, nada cercano a lo que me provocas.

No quiero robarte demasiado tiempo con mis palabras, se que te estás yendo lejos. Pero debes entender que, por más lejos que te vayas, tu lugar en mi corazón seguirá intacto. Porque te lo has ganado tu y nadie más que tú.

Dices que no puedes amarme de la misma manera en la cual yo te amo, y que equivocado estás. Me amas tanto como yo te amo, y eso es algo que vi en tus ojos, en esa mirada que se me presentó triste y dolida, pero que luego brillo y me hizo sentir como si estuviera flotando, cuando mis pies estaban tocando el suelo.

Das mucho amor, solo que estás cegado por la amargura de tu pasado. Espero que te puedas liberar de esos recuerdos, y espero que a la próxima persona que te de amor, no la alejes y recibas con toda tu entrega.

¿Está mal si deseo que no la encuentres? ¿Esta mal si deseo que la vida nos vuelva a cruzar enteros para ser capaz de amarnos hasta envejecer?

Supongo que sí, que está muy mal. Pero es lo que siento. Aun así, te deseo la mayor felicidad posible, sea o no a mi lado.

Cuídate mucho, por favor.

Te amo más de lo que siento, y mucho más de lo que crees.

Para siempre seremos el equipo Rocket, espero que no lo olvides...

Alana sigue en línea, como si estuviera esperando mi respuesta, cuando sabe que no va a llegar.

Seco mis lagrimas, salgo de su chat y bloqueo el móvil. No puedo responderle, no quiero darle señales, no quiero decirle que también deseo que la vida nos vuelva a cruzar, no quiero darle esperanzas.

Quiero darle un cierre, por lo tanto, elimino su mensaje, su numero, apago el móvil y lo dejo a un lado, lejos mio.

El escudo ha vuelto a ser parte de mi, y bajo su sombra, recuerdo que aquí es donde pertenezco. Siempre lejos de todo lo que pueda marchar bien, lejos de cualquier muestra de amor.

Estoy roto, y alguien así, con grietas, no puede amar ni mucho menos merecer amor.

Se acabó, este es el punto final de un amor que no pudo ni va a crecer.

Aparezco. Finalmente... no podía dejarles una nota al final, pero para este capitulo es necesario que lo haga.

Tienen que saber que es el ultimo capitulo narrado por Conrad. Si. Y no se cuanto va a durar eso. Pero así como se alejo de Allie, también se aleja de mi y de nosotras. 

No vamos a saber mas de el, y repito, no se cuanto va a durar eso y la incertidumbre me da miedo.

No se si estoy lista para todo lo que sigue. Pero bueno, Allie nos necesita...