voz de odio penetrante.

¿cómo haces para gritar así?

¿acaso no se dañan tus cuerdas?

¿acaso pierdes la cabeza?

no.

pierdes y te desatas,

te embarras en el mundo

durante tu endeble inmunidad.

¿qué harás al no poder gritar?

¿qué harás cuando te arranque los labios?

soy un mal hermano,

no he podido defenderlos

de ti,

de tu boca.

tus mentiras entraron al cráneo,

por eso me hallo destrozado.

soy la elocuencia frenética

de esos cuentos que me has contado.

veo mis manos y desgarro

mis párpados, mis dedos

desgarro,

mis ojos chorrean veneno,

¿ves lo que has provocado?

no importa.

creí perdonarte,

no importa.

creí olvidarte,

no importa.

sé que has entrado,

entraste como gusano

por mis orejas,

entraste a mi cadáver,

mi piel estaba tiesa.

¿por qué entraste?

¿por qué sigo repitiendo tus verbos?

¿por qué sigo atado a tus manos?

quiero arrancarte los labios

a patadas.

quiero cambiarte el rostro

a mordiscos.

quiero que desaparezcas,

ya no quiero sentirme un mal hermano.

tengo miedo. no me hallo.

¿por qué no puedo alzar mis manos?

¿por qué no puedo abrazarlos?

no puedo, tengo miedo.

no puedo alcanzarlos.

están del otro lado,

del otro lado de la puerta.

están del otro lado

y aun así

no puedo

sujetarlos

y llevarlos conmigo.

no, no puedo.

tengo un infierno en mi memoria

y ellos también.

ellos viven en el infierno

y mis ojos ya no los ven

a diario. ya no nos vemos.

evito sus pieles, me evado.

la realidad duele.

ya no quiero sentir tus gritos,

no quiero reparar tus pecados.

cada día te tuerces como el gusano que eres

y entras a sus cráneos

una y otra vez,

una y otra vez

entras a sus cráneos.

besas el cerebro que se marchita

con cada verbo,

con cada latigazo.

¿crees que no puedo verlo?

todos lo vemos

pero

.

.

.

no importa, ya no podemos sujetarlos.

han crecido, ahora pesan tanto.

sé que soy un mal hermano,

ya no puedo

arrebatarlos de tu lado.

no puedo.

me hiero,

sufro.

te oigo, tu odio

traspasa las paredes

y llega a mi cuarto.

te odio.

mira lo que les has hecho,

mira lo que nos has hecho.

míranos.

no puedes vernos.

no puedes sujetarnos

por eso siempre caemos

de tus manos

de gusano

porque los gusanos no tienen brazos.