Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 7

Dorian

Preparo el biberón de Sofía mientras termina de alistar las cosas para ir a recoger a Gabriela.

Siempre me encargo de llevarla y traerla, ya que prácticamente me he adueñado de su vehículo y a ella parece no importarle.

He retomado las clases en la universidad y terminar mi carrera. Lo único que pienso en que todo pase rápido y poder estar trabajando como abogado, siempre me gustaron las leyes gracias a mi padre.

Mi padre. Recordar se instala un sabor amargo al recordar lo increíble que fueron mis padres conmigo, por esa razón he tratado de hacerlo con Sofía desde que llegó a mi vida.

¿Cómo un pequeño ser humano puede cambiar toda tu vida?

Antes de Sofía mi vida no tenía sentido. Había perdido a mis padres en un accidente automovilístico cuando íbamos a visitar a unos familiares a otra ciudad. Yo había llegado para la fiesta y mis padres sugirieron que fuéramos en carro, ya que podíamos hacer varias paradas y disfrutar más del viaje, cosa que hacíamos siempre. Recuerdo que habíamos bajado a comer algo en un pequeño restaurante de la carretera y cuando subimos mis padres no se pusieron el cinturón y yo me quedé dormido al instante en la parte de atrás. Recuerdo escuchar el grito de mis padres y mi cuerpo rebotar hacia adelante, pero gracias al cinturón que yo llevaba no Salí volando a diferencias de mis padres quien mi padre quedo con la mitad del cuerpo sobre el parabrisas y mi madre cayó sobre la carretera. Ambos murieron al instante y yo desperté en el hospital unos días después. No solo estaba la tragedia de haber perdido a mis padres, sino que tenía varias cicatrices en mi cuerpo y por poco pierdo mis piernas en el choque.

Un conductor se había quedado dormido y se había estrellado de frente contra el vehículo de mis padres.

No pude volver a jugar, me habían operado varias veces y reconstruido los ligamentos. Perdí a mis padres, perdí la beca y la universidad. Perdí a mis amigos y me alejé del mundo y empecé a esconder las cicatrices con tatuajes y así recordando lo que alguna vez tuve y perdí.

Empecé a trabajar en bares, a beber y a salir con mujeres sin importar nada. Aunque siempre me cuide una tarde, llegó una de que fue mi amante y me dejó a Sofía. Estaba aterrado, no sabía qué hacer. No podía cuidarme solo y menos podía cuidar a una bebé, pero cuando sus ojitos cayeron en los míos mi mundo se detuvo. El sentimiento de protección se hizo fuerte y la abracé hacia mi cuerpo prometiéndole el mundo entero.

Estaba claro que Sofía era mi hija, no solo se parecía mucho a mí, sino que lo sentía en lo más profundo de mi corazón. Deje de salir con mujeres, deje de beber y meterme mierdas y solo me dedique a su cuidado.

No me arrepiento de nada y seguiré luchando hasta cumplir mis promesas.

― ¿Diga? ― Respondo al móvil después de haber sonado varias veces.

― ¿Vendrás por Gabriela? ―Frunzo el ceño al escuchar la voz de Joselyn.

―Claro, como siempre―La escucho suspirar.

―Necesito que hagas algo―

― ¿Dime? ―

Aunque debería preocuparme por lo que va a pedir, la ayudaría. Claro, sin tener que ganarme de enemigo a Daniel, quien se ha convertido en un amigo. Ambos lo son y a los dos les debo mucho ahora.

―Quiero que te pongas los pantalones de esposo y tomes a tu mujer―

A veces me cuesta entender lo que habla esta mujer.

― ¿Qué? ― Digo y ella resopla.

―Necesito que vengas y le demuestres a todos que Gabriela es tu mujer antes que todo se vaya al carajo―

― ¿Cómo que al carajo? ―

Suspira.

―Hay un doctor, es un imbécil―Pausa― Es mujeriego y muchas han caído en sus garras, pero Gabriela no y eso ha hecho que ese hombre se obsesione y quiera estar con ella―

Eso no va a pasar.

―Llegó el día de hoy de sus vacaciones y se ha enterado de que Gabriela está casada y de inmediato la abordó. No sé cómo se enteró de que su matrimonio es falso, que Gaby solo te ayudo y la ha amenazado, que si no sale con él le dirá a la directiva sobre el engaño y así no solo hacerle perder nuestro trabajo, también su casa y hacerte ir a la cárcel a ti― Solloza ―Conozco a Gabriela, ella no le importa perder su trabajo y sabe que tampoco perder el mío. Hasta la casa no le va a importar, pero tú si, tú si le importas y no va a permitir que vayas a la cárcel...―

―Voy para allá― Cuelgo sin dejarla terminar.

Cargo a mi hija y recojo el bolso para salir de la casa. No voy a permitir que ese hombre se aproveche de Gabriela.

Como dice Joselyn, es hora de tomar mi lugar como esposo.

Manejo con cuidado sin tener que exceder con la velocidad, no cuando estoy con mi hija en la parte de atrás.

Los recuerdos vienen a mi mente, en especial lo que he vivido hasta este momento con Gabriela. Ella piensa que no sé quién es ella, lo sé desde hace mucho.

Cuando la vi ingresar al bar donde trabajo supe de inmediato quién era ella. Sus ojos y sus cabellos la delataron. Recuerdo que siempre me gustó cuando estábamos juntos, pero sabía que yo no era bueno para ella. Cuando nuestra compañera quiso humillarla delante de todos, aproveche para dejarles claros a todos que ella era intocable, ni siquiera permití que algún chico se acercara a ella.

Ella siempre ha sido un ángel, un ser de luz que me traía paz.

Recuerdo que siempre la buscaba en los partidos y aunque no se daba cuenta la cuidaba y los campeonatos los ganaba por ella. No me atreví a confesarle mis sentimientos, ya que tenía un proyecto en mi vida y no había espacio para el amor. Quería jugar, tener mi carrera y que algún equipo me llevara con ellos. Estudiaba derecho por mi padre, pero mi pasión siempre fue el deporte y recuerdo que el entrenador siempre nos decía que las mujeres y el sexo solo eran distracción y si queríamos ser profesionales debíamos enfocarnos solo en el deporte.

Me fui a la universidad y no supe más de ella, seguí con mi vida hasta que la volví a ver. Sabía cuando ella iba a espiarme mientras trabajaba, yo simplemente la ignoraba para así disfrutar de su tiempo. Luego pasó lo de mi hija y sabía donde trabajaba Gabriela y fui por su ayuda, sabía que ella me ayudaría y así lo hizo.

Los sentimientos que alguna vez tuve volvieron activarse al estar a su lado y se han fortalecido aún más al ver cómo es con mi hija y lo único que deseo es vernos crecer como una familia. Puede que suene egoísta, pero lo único que quiero es a Gabriela embarazada en nuestra casa, pero he tomado distancia porque no quiero asustarla y hasta no tener cómo mantenerla, no voy a confesar lo que siento por ella y lo que deseo para nosotros.

Llegamos a la clínica y me bajo cargando a mi hija. Camino por el pasillo sintiendo las miradas de todos, siempre que la recojo lo hago desde el estacionamiento y no volví a entrar desde que Sofía fue dada de alta. Llego hasta pediatría y Joselyn sale de su consultorio.

―Llegaste―Sonríe y toma a Sofía de mis brazos.

― ¿Dónde está? ― Ella hace señal a mis espaldas y cuando me doy la vuelta me encuentro a Gabriela conversando con un hombre con bata y asumo que es el doctor. Ella me da las espaldas, así que me acerco y puedo escuchar lo que ella responde.

―Doctor Freeman, no es necesario que me repita lo que acaba de decir. Le digo de nuevo que mi matrimonio es legal y estoy felizmente enamorada de mi esposo―

―Eso lo veremos, voy a investigar y si mientes bien sabes los problemas que te caerán―La mira de arriba abajo en forma descarada, haciendo que la rabia y el deseo de asesinarlo crezcan cada vez más ―Aún estas a tiempo Gabriela, puedes evitar estos problemas si...―

Se detiene cuando envuelvo mi mano en la cintura de Gabriela y la acerco a mi cuerpo.

― ¿Hay algún problema? ―Pregunto mirándolo con furia.

Aunque deseó matarlo, sé que estamos en el trabajo de Gabriela y eso traería problemas para ella y no quiero eso. Por ahora, ya que cuando me estabilice poder mantenerla sin preocuparnos por un futuro.

― ¿Quién es usted? ― El doctorcito me observa con repulsión y miedo.

Maldito cobarde.

―Es mi esposo Doctor Freeman― Dice Gabriela y puedo sentir su cuerpo tensionado.

― ¿Está todo bien amor? ― Tomo su mejilla para que me mire.

―S-si― Dice nerviosa mirándome a los ojos.

― ¿Nos vamos? ― Pregunto.

Gabriela asiente y pongo mi mano sobre su hombro.

―Aún no hemos terminado de hablar, enfermera―

―Su turno ya terminó y su esposo e hija han venido por ella―Dice Joselyn apareciendo a nuestro lado.

―No se meta Doctora Licon―

―Eso le digo a usted― Le dice con desprecio.

―Esto lo va a saber los directivos― Amenaza.

― ¡Hay que miedo! ― Dice con sarcasmo ―Voy a llamar a mi novio que es abogado y vamos a ver quién gana―

El médico se da la vuelta y se va.

― ¿Novio? ― Le pregunta Gabriela mientras recibe a Sofía.

―Cállense― Me mira ―Ve y llévate a tu mujer y a tu hija. Esta noche tenemos que hablar―

Asiento y con mi brazo en la cintura acompaño a Gabriela donde está sus cosas. Espero con Sofía y puedo escuchar los murmullos de sus compañeros y cómo están pendientes de nosotros. Cuando Gabriela sale me mira nerviosa, me acerco pasando a mi hija a sus brazos y le doy un pequeño beso en los labios tomándola por sorpresa.

―Vamos a casa, es hora de tener una larga conversación―

―Qué... ¿Qué quieres decir? ― Paso mi brazo por sus hombros y agarró el bolso que llevaba.

―Muy pronto lo sabrás―Le digo mirándola de reojo ―Pero quiero que quede claro que no hay que preocuparse de nada, no voy a dejar que te metas en problemas―

―No es por mí lo que me preocupa―Susurra.

―Lo sé, déjamelo todo a mí. Es hora de que yo cuide de ti―

No dice nada y salimos en silencio.

Es hora de hacer cumplir mi deber como esposo.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro