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iv


Para mi cumpleaños número veintiuno, mi padre me obsequió una cámara profesional. Aunque yo no lo era, siempre me había gustado fotografiar cualquier cosa que encontraba y me parecía bonita.

Mi madre me regaló un álbum de fotos que ella misma diseñó. La tapa era dura y de color negro. Mi nombre estaba tallado con su letra. En la primera página había una pequeña dedicación en la que ponía: "Espero que cada día sea el mejor de tu vida, hijo." Y, hasta abajo, su firma. 

Jimin me regaló la colección completa de Harry Potter. Había intentado miles de veces introducirme y que me hiciera gran fan de la historia como él. No había tenido éxito. Taehyung prometió que me compraría algo en cuanto su madre le diera su mesada, aunque yo sabía que no iba a hacerlo. Seokjin, en cambio, me dio un cupón para poder comprar cortinas y sábanas en el supermercado del pueblo. Se lo di a mi madre.

El día de mi cumpleaños, Hoseok me llamó y me dijo que quería pasar la tarde conmigo. Iríamos a la playa primero, comeríamos helado y pizza. Y en la noche, me llevaría a mi primera fiesta en una discoteca. Estaba un poco emocionado y los chicos estarían ahí.

Antes de salir de casa, tomé mi nueva cámara. Le di un beso en la cien a mi madre y un abrazo a mi padre y fui directo a la casa de Hoseok.

El clima en la playa era perfecto. El cielo estaba un poco nublado y el sol se había escondido detrás de las nubes. Sin embargo, no había frío. El aire era tibio y calentaba mis manos.

Hoseok estaba nadando cuando yo me tiré sobre la arena y observé el cielo. A pesar de que me había divertido mucho, me sentía extrañamente triste y vacío. Me pasaba muy a menudo, según mi madre. Todos los días, al despertar, me preguntaba qué tan triste me sentía.

Hay una parte de mi vida que no logro recordar. Aunque lo intente y aunque lo desee. Y eso me hace sentir irremediablemente triste. Como si algo importante se me estuviese escapando.

Alcancé mi cámara con la mano y deslicé su tapa para poder capturar a Hoseok nadando. Éste, al ver lo que hacía, saludó hacia mí y sonrió alegremente. Sonreí y tomé la foto.

Mañana no recordaría este momento.

A pesar de que estaba un poco agotado y que mis ojos ardían gracias al sueño, no podía evitar estar emocionado por ir a aquella discoteca a la que, junto  con mis amigos, siempre deseamos ir cuando íbamos a la secundaria.

Aún me sentía de diecisiete. Seguía levantándome en la mañana y preparándome para ir a estudiar, hasta que me madre entraba y me decía que no era necesario que lo hiciera, yo ya había terminado la escuela.

En un principio, todo esto me golpeaba como un balde de agua fría. Cuando me dicen que sufro de una enfermedad que borra todo lo vivido en un día y renueva mis pensamientos. Cuando me aseguran que no podré recordar nada a partir del día del accidente.

Entonces le pregunto a mi madre lo que sucedió aquella noche y me explica que, mientras caminaba de vuelta a casa, un automóvil me atropelló; mi cuerpo se elevó y, al caer, mi cabeza golpeó el asfalto y mi hipocampo se lastimó. Dejándome con amnesia anterógrada.

Y comienzo a llorar porque todo es muy fuerte como para procesarlo en un momento.

¿cómo le dices a alguien que no podrá tener una vida normal nunca más? ¿que todos los días se levantará como si fuera el primero? ¿que no podrá enamorarse porque, en menos veinticuatro horas, lo habrá olvidado todo?

Luego pensaba en lo difícil que tenía que haber sido para mis padres los últimos cuatro años; lidiar con mi enfermedad y con otros problemas que los adultos de por sí ya tienen. Y yo era un problema más.

Así que, regresando a mí primera noche en una discoteca con mis amigos. Después de decidir que no me iba a perder algo como eso, me preparé para salir. Decidí llevar conmigo mi cámara, porque quería tener al menos un recuerdo de lo bien que la habíamos pasado y porque también necesitaba agregar fotografías a mí nuevo álbum.

Hoseok llegó por mí pasadas las ocho junto con Jimin y Taehyung. Seokjin llegaría luego de terminar su trabajo. A pesar de que no era tan cercano a Namjoon, estaba igualmente feliz cuando Hoseok me dijo que él estaría ahí.

Los chicos estaban emocionados y el ambiente se sentía muy cómodo mientras escuchábamos la música que Jimin había colocado desde su celular. Muchas de las canciones no las conocía, pero Jimin había dicho "Son canciones nuevas. Luego te haré una lista de ellas para que las escuches." Y yo le agradecí porque, ciertamente, eran muy buenas.

Yo también estaba emocionado. Sentía que algo grande estaba por pasar. Esperaba que sí.

La música sonaba fuerte en el lugar. Había demasiada gente, que cada tanto empujaban mi cuerpo y me hacían tropezar. Yo me aferraba al brazo de Taehyung, que aunque sólo era un año mayor que yo, ya había estado ahí muchísimas veces.

Me guiaron hasta una mesa que estaba un poco alejada de toda la gente que bailaba, pero desde donde se podía apreciar todo el lugar. Ahí se encontraba Namjoon esperándonos con una botella de alcohol sin abrir y un par de frituras que, seguramente, había entrado a escondidas de los guardias.

-¡Namjoon!- lo saludó Hoseok alegremente, como hablaba con todo el mundo.

-Hey- saludó él y asintió ligeramente con la cabeza en mi dirección como forma de saludo. Namjoon siempre me había parecido muy genial, era muy inteligente e interesante, pero me hacía sentir intimidado.

Me sentí feliz cuando extendió una pequeña caja negra hacia mí. No se trataba del regalo en sí, sino del hecho de que había sido el quién me lo había obsequiado. Y le agradecí por eso.

Cuando por fin nos sentamos todos en la mesa, comenzamos a hablar de cosas triviales. Seokjin apareció media hora después, con su corbata de lado y su saco colgando de su brazo. Se miraba muy guapo a pesar de que acababa de salir del trabajo. Rápidamente se incluyó a la conversación.

Al buen rato, Jimin y Taehyung fueron a bailar y Seokjin les siguió.

-Joon- dijo Hoseok por sobre la música-, ¿en dónde está Yoongi?

A pesar de que estaba concentrado en ver a mis tres amigos bailar ridículamente, no pude evitar interesarme por la pregunta de Hoseok, ¿vendría alguien más?

Namjoon dio un trago a su bebida y me miró rápidamente, luego se encogió de hombros.

-La última vez que lo vi, estaba fumando un cigarrillo en la parte de atrás.

Hoseok asintió y se paró para ir al baño, supuse.

-¿Vendrá alguien más?- cuestioné mirando a Namjoon. No quería ser entrometido, pero me había dado cuenta que Hoseok estaba ansioso desde que llegamos al lugar.

-¡Ah!- él se dejó caer sobre el respaldo de su silla y apoyo su brazo en su frente-. Solo un amigo.

Parecía cansado. Yo también lo estaba, así que no pregunté más y volví a fijar mi vista al frente.

Y entonces lo vi. Se trataba de un chico pálido y delgado, con sus piernas huesudas al punto de que parecía que en cualquier momento se romperían. Se meneaba lentamente con la música y su cadera danzaba se una lado al otro. Sus brazos se mantenían quietos a cada lado de su cuerpo, como si le pesaran y no pudiese levantarlos. Pero, pese a sus movimientos erráticos, se veía malditamente sexy. Con su cabello gris pegado a su frente gracias al sudor y sus labios tan rosado como la misma sangre.

No sé cómo, pero mi cuerpo comenzó a temblar. Todos mis sentidos se activaron y lo único que escuchaba ahora era el sonido de mi corazón que latía fuertemente.

No lo pude evitar y tomé una foto de él. Apunté mi cámara y tomé muchas más. Las fotografías no eran del todo claras. Mis manos temblaban, así que puede que estuvieran borrosas.

-¿qué haces, Jungkook?- Namjoon me habló de cerca, haciéndome pegar un brinco de la sorpresa. Miraba en la misma dirección que yo, pero no parecía entender nada.

-Eh... yo- mis manos comenzaron a sudar-. Nada.

-Me parece que has encontrado a Yoongi- pude ver una sonrisa asomarse a sus labios casi discreta. Fruncí el ceño confundido, porque no sabía a lo que se refería.

-¿Yoongi?- inquirí. Mi lengua picó y mi garganta se sintió cómoda diciendo aquellas palabras. Como si hubiese pronunciado ese nombre miles de veces antes y mi cuerpo lo conociera de memoria  (Já).

Volví mi vista al frente. Ahí estaba él, sus ojos estaban cerrados ligeramente y sus caderas aún se meneaban al ritmo de la canción que sonaba.

-Es hermoso- murmuré más para mí que para Namjoon. Sin emabargo, el respondió:

-Lo era, Jungkook. Lo era.

{...}

chan chan channnnn ahq xdxd ni yo sé qué estoy escribiendo la vdd. Pero creo que solo le queda una parte más a esta historia.  Como que ya me acostumbré a hacer historias cortas o de plano la flojera xdxd igual espero que les guste men porque esta historia lleva mucho tiempo en borradores y se suponía que iba a desarrollarse diferente pero al final no sé qué pasó u.u ok, chau.

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