— Cuando derivamos la u, tendrá que salir cinco x al cuadrado, luego lo pasaremos du sobre dx igual a...

El profesor de cálculo integral hablaba, mientras yo anotaba todo lo que decía, y cumpliría muy bien mi labor sino fuera porque Namjoon hablara con la chica de a lado y su plática se escuchara literalmente a medio salón.

— Joven Kim, como lo escucho hablar demasiado en mi clase, estoy seguro de que sabe que más sigue.

Namjoon abrió los ojos de sorpresa, volteando a mirar al profesor, para luego reír.

— Claro, cuando du sobre cincuenta es igual a dx, significa que es el siguiente paso para integrarlo, el cual es integral de du sobre cincuenta sobre u.

El profesor pareció conforme con su respuesta.

Es cierto que Namjoon no era de prestar atención en clase, pero no lo necesitaba, él era inteligente de nacimiento, cualquier cosa que escuchara ya sea por casualidad la aprendía, Namjoon solo necesitaba una sola explicación y lo entendía, pero algo era muy distinto comprender que hacer.

— Aún no entiendo cómo lo haces —Susurré a Namjoon, ambos reímos a lo bajo.

Mientras miraba que nadie haya escuchado observé a Taehyung sostener una leche de plátano, y pensar que hace 4 años no sabía lo que era.

Ah, qué recuerdos.

— ¿Y Jin? —Preguntó Namjoon a lo bajo.

— No lo sé —Dije.

No quería mentirle a uno de mis amigos, pero tampoco quería defraudar a otro.

Por supuesto que sabía que estaba haciendo, sin embargo, no sabía en dónde era.

Y es que el papá de Jin lo castigó un mes trabajando en una de las empresas de su amigo, pero, le gustó mucho que siguió con el trabajo, solo que ha trabajado en secreto.

No lo entendía, pero bueno, debe de existir algún motivo por el que quiera seguir, tal vez le vaya muy bien, no lo sé.

— Joven Park, por favor ayúdenos a resolver este ejercicio.

— Sí —Dije, mientras analizaba el problema, antes de responder.

Al salir de clase el primero en recibirnos fue Jin, preguntando acerca de los apuntes de hoy, Namjoon dijo que iba a hablar con él después.

Cuando fuimos a la cafetería, nos sentamos junto a los demás chicos.

— No puedes estar aquí —Se escuchó a lo lejos, no pude evitar mirar para saber de qué se trataba.

A lo lejos estaba Yoongi comiendo con su amigo, Jung Hoseok, mientras era molestado por un idiota.

— ¿No me oyes? —Preguntó el chico, insistiendo en molestar a Yoongi, el cual no se molestaba en mirar.

— Por dios, Kang sigue molestando a Mi Yoongi —Dijo Jackson.

No podía dejar que lo siguiera molestando, dispuesto a ir, me levanté de mi asiento.

— Ya cállate —Dijo Jung Hoseok, su voz sonaba realmente molesta, y esto no era común en él.

— ¿Por qué? Él no me escucha, es un estúpido mudo.

Sentí mi sangre hervir, caminé lo más rápido para ir a ponerlo en su lugar.

De repente, un golpe resonó en la cafetería, y el sonido del imbécil comenzando a gritar no se hizo esperar.

Fue tan rápido que si no mirabas de cerca no notarias como Yoongi rápidamente se volteó ante el chico, y le lanzó tremendo golpe en el rostro.

La nariz de Kang comenzó a sangrar, poniendo su mano en ella.

Yoongi se levantó, y usando el lenguaje de señas, había dicho algo, pero no sabía qué había dicho.

— ¿Qué dijo? —Preguntó Kang a Hoseok.

— "Soy mudo, no sordo, imbécil" —Dijo Hoseok, y con eso ambos se fueron de la cafetería.

Sonreí.

Min Yoongi era asombroso.

Me gustaba, o mas bien, me gusta demasiado.

EXTRA!🍡

— Hoy nos está yendo muy bien en el trabajo — Dijo Jin, con una gran sonrisa pintada.

— Sí, si seguimos así, quizá nos asciendan —Rió con él aquel chico de cabello castaño.

— Ojalá sea pronto, no quiero seguir corriendo de un lugar a otro, quiero estar sentado jugando solitario.

— No te hagas tantas ilusiones —Le sonrió.

— No seas tan pesimista Kook, nosotros pronto seremos jefes, te lo aseguro —Dijo Seokjin, con su puño en su pecho.

— Claro, mientras tanto, debemos regresar, los clientes nos esperan.

— Por supuesto, ¿Qué serían de ellos sin nosotros? —Reí.

Acomodamos nuestro uniforme antes de salir de la puerta.

— ¿Listo? —Preguntó Jungkook.

Jin asintió, pensando en que Jungkook sonriendo era la imagen más hermosa que puede observar.

— Camarero, ¿Podría venir? —Preguntó uno de los clientes.

— ¡Por supuesto! —Dijo Seokjin, sacando de su bolsillo la libreta y lapicero para anotar su nuevo pedido.