Cap 19
Como caída del Cielo
Existían muchas situaciones que no entendía. Trataba de intentar armar un rompecabezas, pero todavía había muchas piezas que me faltaban y tenía el presentimiento que cada vez me encontraba más lejos de la verdad. Aunque por dentro añoraba que así fuera.
Si, lo admito. Tenía miedo, pero no miedo a enfrentarme a las situaciones sino más bien temía a que podía descubrir.
¿Y si eso que tanto estoy queriendo sacar a luz me hace daño?
Después de todo la curiosidad mató al gato y por más que murió sabiendo… no sobrevivió para contarlo. Y yo no quiero morir.
Definitivamente no.
Cuando escuchamos la conversación de aquellos hombres se nos había revuelto el estómago a Celeste y a mi, pero no fue suficiente para que el hambre se nos quitara, así que apenas termino la jornada decidimos ir a la cafetería a almorzar algo.
De todas maneras aquello era un tema que debíamos tocar, no podíamos ignorarlo y más cuando habiamos recabado mucha información al respecto.
De forma directa o indirecta nos encontrábamos involucradas a los eventos que se estaban presentando en el pueblo. Y más yo que había estado en cada uno de los escenarios como espectadora.
¡Genial! nótese la ironía
—¿Cuánto tiempo más crees que va a demorar en llegar? — pregunto con una mezcla de impaciencia mientras jugueteaba con el borde de su taza de café.
Nos encontrábamos esperando a Nicolás.
—No creo que mucho —respondí y dirigí mi mirada por encima de mi hombro en búsqueda de su mirada.
Nos hizo seña para que lo esperáramos, se encontraba terminando de levantar los utensilios de las mesas que le faltaba limpiar para dar por finalizado su turno.
Él se encontraba al tanto de todo lo que estaba pasando, las “alucinaciones" del ser del espejo, las muertes y creía en mi firmemente al igual que Celeste. Eran las únicas dos personas que me estaban ayudando y de las cuales podía hablar sin sentirme juzgada.
—Gracias, Nico —dije cuando coloco el plato frente mío.
Se sentó frente nosotras, a la vez que se limpiaba con un repasador las manos.
—Come todo — me apunto con el dedo y solté una pequeña risa por ello —Y bien, ¿Qué saben respecto a todo lo que esta sucediendo?
Fue directo al punto.
La castaña me miró como esperando mi confirmación lo cual asenti. Luego volvió la vista a él y tendió su celular enseñando unas fotos de unos expedientes que había sacado.
Nicolás acercó la imágenes para poder leer con claridad lo que aparecía en ellas; se trataba de un oficio de asignación de oficiales al caso de Hugo Gonzales.
—Mi tío, se enteró hace unos días que le asignaron el expediente junto al oficial Fernández— su expresión detonaba cierta preocupación— Me comento que nunca había visto nada parecido antes…
Intercambie miradas con mi hermano. Todo seguía siendo un misterio y nada más que especulaciones teníamos respecto a los hechos.
—Papá ha estado hablando por llamada sobre los indicios que encontraron en los cuerpos — frunció el ceño llevando una mano hacia su mentón — La marca de ese símbolo esta llamando la atención y están cerciorándose si no lo comparte otro tipo de víctimas cada vez que llegan a la morgue…
—¿Creen que podría tratarse de asesinatos en serie? ¿Qué existe algún patrón? — pregunto Celeste y él asintió.
La gravedad de la situación cada vez se volvía más densa en el pueblo. Había muchas cosas que se ocultaban, como la muerte del sacerdote que la habían hecho pasar como suicidio para no alterar a las personas. Mientras tanto en los formularios forenses salía explícitamente que la víctima había sido estrangulada por la fuerza y la marca alrededor de su cuello era imposible que haya sido producido por presión de él mismo.
Y yo lo sabía, lo había visto con mis propios ojos quien había sido, pero no me habían creído porque el asesino no era visible para el resto.
Se ocultaban muchas cosas y esta era una de ellas.
—Existe una conexión entre las víctimas y el símbolo que aparece en cada una de ellas… —continuo Nicolás quien abría la laptop y buscaba la información que había socavado— La runa que aparece Thurinaz era venerada por los pueblos nórdicos, en una de sus mitologías representa la muerte del padre y la destrucción de lo antiguo para comenzar algo nuevo…
—No entiendo. Que tiene que ver con lo que está sucediendo — conteste mientras me llevaba un sorbo de refresco hacia mi boca.
Podía sentir como mis labios se resecaban rápidamente y mi garganta me empezaba a picar.
—La clave está en la posición de las víctimas. Si lo pensamos bien, la imagen del padre representa autoridad para los hijos, ¿no?
—Claro — respondió Celeste —Los hijos sabemos que tenemos que obedecer los aunque no siempre lo hagamos…—soltó una pequeña risa medio nerviosa.
Se notaba que intentaba aligerar el ambiente, Celeste era bastante temerosa con las cosas fuera de los parámetros terrenales. Creía en la existencia de seres intangibles, inmateriales, de otras dimensiones y en todo aquello que no tenía explicación racional. Por lo que temía en las consecuencias que podía producir sumergirnos al fondo de todo esto.
—Entonces si ponemos en el contexto de la marca en los cuerpos de cada uno de estos hombres... Tengo la teoría que no es coincidencia, no esta matando al azar —deslizó la pantalla y nos mostró la foto de cada una de las personas— El intendente representa el poder político, el sacerdote es una figura religiosa y el oficial la ley y el orden. Todos ellos son figuras de autoridad en sus labores…
Nicolás con su mente inquisitiva había llegado a una conclusión intrigante; Azkeel no estaba matando a personas al azar, sino que estaba atacando símbolos de autoridad.
Cada muerte era un golpe hacia un orden establecido. Se trataba de un patrón meticulosamente planificado.
—¿Y porque lo hace? ¿Por qué este ser mataría siguiendo ese patrón? ¿Qué gana con ello? — me llevé una mano hacia mi cabeza soltando un suspiro.
Juro que trataba de entender todo lo que pasaba, pero no podía. No tenía ningún sentido que aquel ser espejado cometiera esos crímenes.
Mas porque conocía su objetivo. Él pretendía convertirse en humano, pero...
¿De qué manera podría hacerlo matando gente? ¿Y más siguiendo ese patrón?
Debía existir algo mucho más profundo que se nos estaba escapando.
—No se de mitología vikinga, ni de civilización nórdica, pero…—hablo Celeste y ambos dirigimos nuestra atención a ella —¿No podría estar relacionado con la caída de los Ángeles?
—¿A que te refieres? —pregunto Nicolás.
Ella tomó la laptop y empezó a buscar la información que necesitaba. Abrió varias páginas de internet hasta que logró encontrar la que llamó su atención.
—Según las antiguas leyendas cristianas, los Ángeles habían sido fieles mensajeros de la voluntad divina — asentimos y ella prosiguió leyendo algunos de los párrafos que aparecía en la web — Algunos por su orgullo se rebelaron contra Dios y su orden establecido. Se encontraban seducidos por poder y autonomía esto provocó que fueran desterrados a la oscuridad de la Tierra…
Mis dedos se crisparon ligeramente alrededor del borde de la mesa, sintiendo la tensión acumulada en mi cuerpo mientras escuchaba las palabras de mi amiga. Mis ojos buscaban algún indicio que pudiera arrojar claridad sobre cuál era la conexión que ella encontraba.
Un suspiro escapó de mis labios al no poder conseguirlo.
—Cada muerte tiene un mensaje “muerte a la autoridad", lo que se está expresando el desprecio hacia estructuras de poder, como paso con la revelación de los caídos hacia el poder celestial —empezó a explicar y al notar que no dábamos bocado alguno continúo —A lo que quiero llegar es que esta “firma" podría estar más asociada al “pasado" de este ser más que a las víctimas mismas. ¿Y si, este ser natural es un caído?
Muerte a la autoridad, pensé las palabras resonaban en mi cabeza mientras asimilaba el contexto de las antiguas leyendas. La idea de que el ser del espejo sea un Ángel caído planteaba muchas incertidumbres y dudas aún.
¿Será eso posible?
No me encontraba completamente segura que así fuera.
Por su parte Nicolás se encontraba bastante pensativo y por su gesto se notaba que no estaba de acuerdo con la conclusión que había llegado Celeste.
—Interesante, pero la runa es nórdica. Más relacionada con las deidades vikingas que con el cristianismo— expreso mientras dirigía su mirada hacia aquellos ojos café —Se trata de gigantes que utilizaban este símbolo como muestra de poder y se les atribuye, en la mitología, el papel de ser antagonistas de los Dioses. Sus enfrentamientos representan la lucha del “caos" y el “orden" del universo.
Asentí, aunque mi mente aún seguía divagando. No le encontraba diferencia a lo que ambos estaban expresando, sentía que era el mismo cuento contado de diferente manera.
—Igual es una posibilidad, todavía no tenemos indicios claros de que ser es —intervine
Estaba segura que había muchas cosas que todavía no nos llegábamos a imaginar.
En estas altura no sabía cuál era la verdadera identidad de Azkeel, todavía recordaba lo que me había dicho Min Lee y lo que había investigado por mi cuenta, pero… ¿Podía confiar en ella?.
En ese momento un escalofrío recorrió mi espina dorsal, la sola idea de desconocer a que nos estábamos enfrentando me causaba ansiedad e impaciencia.
¿Un Ángel caído? ¿Un gigante? ¿Un ser que habita en el reflejo?
—Te he estado buscando, pensé que iríamos a comer a casa
Todo era un caos, de eso no tenía duda alguna.
Tomas se había interpuesto frente de nosotros junto a aquella muchacha de ojos rasgados.
—¿Ya te desocupaste? — pregunto Celeste quien se levantaba de su asiento —He estado hablando con los chicos… — nos señaló
Conociéndola y por su gesto sabía que le estaba disgustando la compañía nueva y sobre todo repentina de Tomas. No la culpaba, que de repente llegué una chica que jamás había oído de ella y sea tan cercana a él, era para ponerlo en duda.
Y más ella que era bastante… perseguida por así decirlo.
—Si, he pedido que me cambien el turno de esta tarde para el sábado. Así podemos hablar sobre eso… — hablo en voz baja lo último mientras acariciaba el dorso de su mano.
Últimamente había notado ciertas actitudes extrañas entre Celeste y Tomas. Comportamientos que me inquietaban bastante. Entendía perfectamente que eran pareja y que tenían ciertas cosas que quedaban entre ellos, pero… Algo raro había.
Tal vez estoy exagerando y trataba de buscarle el pelo al huevo, pero no se ella estaba más distante de mi, se la veía más callada de lo habitual.
Bastante desabrida también... hasta en su aspecto.
—¿Y de que hablaban? ¿Interrumpimos algo? —dijo Min tomando asiento frente mío.
Con la llegada de ellos se había dado por finalizada la conversación, no íbamos a seguir hablando.
Las cosas ya se habían aclarado desde un principio; frente a otros no íbamos a dar cuenta del asunto.
Era algo como confidencial.
Y además ya no quería estar lidiando con las voces de otros. Más cuando no confiaba en ellos.
—De nada en particular— conteste cerrando la laptop para luego guardarla en el bolso.
Nada que te importe, pensé
No tenía reparo en decírselo, pero prefería no hacerlo para evitar enfrentamientos ya tenía demasiado estrés para sumarme uno más.
Nicolás, por su parte, había preferido mantenerse al margen hasta que carraspeo para llamar la atención.
—Bueno yo me tengo que ir así que… — se levanto y se despidió de nosotras con un beso en el cachete y con un asentimiento de cabeza con Tomas — ¿Segura que no te quieres quedar? — negué tras ello —Bien, yo dentro de un rato voy
—Te espero en la casa —respondí ofreciéndole una sonrisa
—Nosotros también nos tenemos que ir, hablamos luego ¿si? —hablo Celeste quien se subía el cierre de la campera que Tomas le había dado. —¿Vos venís con nosotros? —pregunto dirigiéndose hacia Min.
La chica de cabello negro como el ébano se negó y se volteó hacia a mí preguntándome si no era molestia que viniera conmigo. Obviamente no estaba de acuerdo con las palabras que había salido de su boca.
Ni un poquito, pero supuestamente vivía cerca de mí. Supuestamente íbamos a tomar el mismo camino y supuestamente se le hacía difícil llegar por su propia cuenta.
¿Si ubican Google Maps? Bueno ella no lo sabía manejar.
Por supuesto no le crei, gente.
Corea del Sur es conocida por su excelente educación en ciencias y tecnología. Ellos ya han nacido con una tableta en la mano… Ok, no para tanto pero ¿Google Maps?
No tuve otra opción que acceder a que sea mi compañía y soportar el silencio incómodo entre nosotras. Tampoco es que quería hablarle por lo que trate de desviar mi atención en cualquier otra cosa que no fuera ella en el camino.
Asi que me mantuve observando las casas de estilo alpino, con techos inclinados que se cubren usualmente de nieve durante los meses más invernales. Las fachadas de maderas rústicas y piedra que dan un aspecto acogedor y tradicional a las viviendas.
Para luego desviar mi mirada al horizonte. A lo lejos las imponentes montañas de los Andes se elevaban majestuosamente, ofreciendo una vista de un paisaje que emitía inherente tranquilidad.
El aire fresco que...
—Aine… —llamo mi atención Min Lee — Se que no te agrado mucho, pero quería pedirte disculpas si es que hice algo que te haya ofendido. Mis intenciones siempre han sido buenas
No entiendo porque, pero cada palabra que salía de su boca me irritaba.
“Mis intinciniiis hin sidi biinis"
Me generaba impaciencia y eso me resultaba en la incapacidad de poder ser amigable con ella. No sé, había algo que me producía rechazo, una punzada en el estómago que me ponía de mal humor con tan solo verla.
—Esta bien, solo que no me interesa— dije a la vez que me volteaba para quedar frente de ella.
Hizo lo mismo y al levantar su mirada sus ojos se clavaron en mi.
—¿Qué es lo que te sucede? ¿Qué es lo que te tiene mal? Dime—su voz sonaba preocupada pero había algo en aquel tono que me inquietaba.
Como si detrás de toda esa aflicción tratara de darme órdenes.
Fue entonces que en ese preciso instantes las lágrimas comenzaron a acumularse en mis ojos, mis labios empezaron a temblar y sin poder contenerme las emociones desbordaron.
Sentía como mi cuerpo empezaba a generar reacciones involuntarias que mi mente intentaba procesar y no entendía.
—Es mi padre… —murmuré sorprendiéndome por haberlo dicho en voz alta.
No entendía porque, pero me era imposible no poder quedarme callada y en cuestión de segundos estaba revelando cosas que eran demasiado personales.
—Me trata como si estuviera loca, quiere llevarlo a internar a Nicolás por su adicción… — mi voz quebrada cada vez era incomprensible, cada sílaba era acompañada por un sollozo —Lo veo cada vez peor, y estoy muy asustada. No sé que hacer para evitar que lo haga.
Cada palabra fluía de mi y aunque no comprendía porque estaba hablando de esto con ella.
Es más con ella me estaba abriendo. Entienden con Min.
Me era imposible acallar mi voz.
No confiaba en la persona que tenía en frente y cerrando los puños trataba de canalizar mi frustración por compartirle concentrándome en la presión de la mano.
Es que era como si las palabras estuvieran siendo arrastradas por algo. Lo cual lleve mis manos hacia mi rostro para limpiar el rastro de lágrimas que había dejado.
—Debes comprender que tu hermano necesita ser internado en ese lugar —dijo con convicción a la vez que llevaba una mano hacia mi brazo —Debes escuchar a tu padre
Todo lo que encontraba en ella era una mirada seria y una sensación extraña se apoderó de mi al ver aquellos ojos aqua.
Y por alguna razón, me sentía bastante inclinada por seguir su... ¿consejo?
Tal vez tenga algo de razón después de todo. ¿No?
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