Kion:
Las cosas se han puesto terriblemente mal ahora. Tengo miedo, tengo muchísimo miedo, el miedo a la muerte me mantiene despierto, o tal vez el miedo a estar mucho peor que muerto. El nuevo miedo, que ahora, todos tenemos a la luz, a luz del día. El sol, el sol se llevo a todos los que amaba...aun puedo escuchar sus voces, aun siento su presencia, no están muertos realmente, no, estaban mucho peor, el sol no pudo alcanzarme y por eso mismo, pude ver lo que le paso a los que no tuvieron la misma suerte que yo.

XXX

Era de noche, pero aun así, Kion no se sentía seguro, era un joven león de 19 años de edad, que en esos momentos, yacía aun mas que escondido, en el oscuro interior de su hogar. No importaba que pasara, el no pensaba salir de su escondite, aun tenia la pequeña esperanza, de que todos fuera solo un mal sueño y nada de lo que había ocurrido estaba pasando en realidad. Pero el en el fondo, podía darse cuenta de que nada era un sueño y realmente estaba viviendo dentro de una pesadilla de verdad.

Seguro esas cosas seguían moviéndose allá afuera, en definitiva, el no pensaba arriesgarse a salir y terminar siendo atrapado y después asimilado. Por el momento, seguiría oculto en el armario, llorando en silencio, aguantando el hambre del momento. Hasta que por fin pudiera darse así mismo los suficientes ánimos para salir. Para salir a un mundo en el cual, la gente ahora había sido cambiada.

Los gritos de dolor, de todos los que fueron tocados por la luz del sol...aun resonaban en su cabeza. Para gran tortura mental de Kion, que tampoco podía sacarse esas imágenes de su cabeza, tan solo en esa mañana, el había visto muchas, pero muchas cosas horribles haber ocurrido. Era una pesadilla, una de la que evidentemente no podría escapar.