Bianca tiene todo, pero está vacía, tan vacía que lastima todo a su paso, y durante su camino enfría hasta a la más cálida persona. Ella está destruida, tanto..., que su llanto no sale de su garganta.

Está rodeada de amigos hipócritas, casi tanto como ella lo es.
Bianca miente, traiciona, discute a gritos, golpea y se enfurece. La ira es más poderosa que ella y se desquita con quien esté a su paso. La envidia parece comerle las venas, envidia de cariño, atención y honestidad.

Ella es fastidiosa, escupe las verdades como si no tuviera un filtro, y como si fuera poco, no le importa ni siquiera su vida.

Damián no tiene nada, pero también está vacío. Está loco por el cigarrillo y un par de drogas, y está enamorado de la oscuridad.

Él no está rodeado de gente, y quien llega a tocar su puerta, termina alejándose de su mala vida..., pero él no es hipócrita.

Damián no miente, no traiciona, no discute a gritos, pero sí golpea, aunque la ira no entra en su cuerpo. No posee envidia, pero..., es un estúpido impulsivo, testarudo y no dibuja cuentos de hadas.

Tienen dos cosas en común:

Soledad y locura

¿Qué pasa cuando dos almas vacías se unen?

Aprenden a llenarse o simplemente se vuelven más vacías.

***

Hay cosas que no cambian y ese es mi amor por las novelas oscuras, novelas dramáticas, frías y que te lanzan verdades como cuchillos al pecho.

Les advierto que ésta historia está llena de vivencias reales (que pueden pasarle a cualquier persona) y otras ficticias, que tal vez a nadie le pase.

Bianca y Damián están en mi cabeza desde el 2017, y realmente espero que se enamoren de ellos.

Prometo poner todo de mi parte por ser rápida con los capítulos, constante y que con cada párrafo se sientan dentro de este mundo indefinido.

Muchas gracias por leer, no basta decir que agreguen la historia a su biblioteca, me dejen sus comentarios y sus votos.

Nos leemos!

BESOPOS
XOXOXO