EXTRA || GUILLÉN.

Nota del autor: este extra será súper cortito, solo quiero mostrarles una parte que más lueguito entenderán al final.

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Trabajo día tras día en esta residencia, recuerdo que mi esposa se rehusaba a que trabajara en este lugar. Por muchos años me he dedicado a este tipo de trabajo, son muchas fechas importantes que dejé a un lado y situaciones importantes que se llevaron un pedazo de mi. Son tantas historias de las que uno se entera en este trabajo pero, historias que te dejan grandes lecciones.

Incluso estuve apunto de renunciar en varias ocaciones pero aquél día en qué había tomado la decisión firmemente de hacerlo... una pequeña rubia de ojos castaños saltones, llegó a este lugar.

Fue como si el destino me estuviera devolviendo a mi hija.

Hace unos tres años Flor mi hija menor murió de leucemia, desde entonces nada había sido igual para mí familia en especial para mí, era mi pequeña, mi niña chiquita.

Por eso aquella mañana cuando la vi entrar no pude renunciar al trabajo.

Recuerdo también que cuando fui a casa lo primero que hice fue contárselo a mi esposa, quién no podía creerme. Por eso decidí llevarla y que ella misma lo viera con sus ojos.

—...Guillén, esa niña se parece tanto a nuestra pequeña Flor, pero aunque su parecido sea sorprendente no es nuestra hija, y el vacío que esta dejó jamás será llenado.

Tenía razón en decirme aquellas palabras pero si el destino me estaba dando una oportunidad de volver abrazar a mi pequeña, no la iba a desperdiciar.

Como hubiera querido abrazar por última vez a mi Flor, pero no pude.

Cuidé de ella incluso hasta cuando el patán de su novio solía tratarla de mala manera. Recuerdo haber presenciado como ese... ese poca cosa le puso una mano encima.

Quería ir derechito a las autoridades, pero no lo hice porque la señorita Cassie me pidió que no lo hiciera.

No pude ocultar mi alegría cuando conocí a Jael, me di cuenta de lo nervioso que era y quise intimidarlo. Luego me contó la historia de cómo la conoció y aunque no fue de la mejor manera me llenaba de regocijo saber que ya no vería más al otro muchacho grosero.

El chico no paraba de venir a la residencia y yo no tenía problema alguno, Cassie brillaba de felicidad y eso a mí me calmaba.

Los vi entrar corriendo, los vi ser ellos mismos, los vi felices uno con el otro.

Pero el corazón se fue al suelo cuando me enteré de su temprana partida, sobre todo porque los ojos saltones, ahora eran ojos llenos de mucha tristeza.

La veo salir con mucha prisa y trato de detenerla. Luce más delgada de hecho muy pálida, sus ojos lucen perdidos.

No logro alcanzarla pero cuando me devolví a mi lugar Naylon, su pequeño amigo salió en busca de ella.

—Ven cachorro, ven vamos a dentro.

Pero este lloraba inquieto, cruzó la carretera y un carro lo arroyo.

Corro a la carretera para ver al pobre cachorro pero el impacto fue severo.

No sabía a quien llamar así que recurrí a la señorita Patty.

Sin duda será una perdida que también marcará a esta pobre chica.

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Extrañaré las travesuras de Naylon :(

Sigan leyendo, ya el final se acerca así que no dejen de darle amor a esta historia.

Los quiero y nos leemos en un próximo capítulo ♥️✨

Besos.

Anne Fernández.