(9)

JAEL.

Hoy estoy un poco distraído, no puedo sacarla mi cabeza. No creo en el amor a primera vista pero sí creo en la fuerza del destino. Y si el la puso en mi camino es porque algo tiene para ambos.

No me he enamorado antes, cada vez que llegaba el momento de fijarme en alguien... terminaba enfermo por unos meses o simplemente no le gustaba a ninguna chica.

Digamos que Cassie no me da muy buena señal, la primera vez huyó sin decirme nada y luego solo me dedicó una sonrisa casi más bien una mueca.

—¿Habrá carrera este fin de semana? —pregunta Elliot sacándome de mis pensamientos.

—Lo más probable —respondo distraído—. Paúl solo dijo que necesitaba reunirse con todos lo más pronto posible.

Por cierto...

¿Qué tan importante será como para qué no pudiera decirlo por teléfono?

—Quizás solo sea para mejorar la seguridad en las carreras que últimamente a estado de lo mal.

Yo me encojo de hombros sin darle mucha importancia. Mi cabeza está echa un desastre en estos momentos. Por un lado no es sólo Cassie, también es Lukas nunca antes le había hablado de esa manera a mi hermano y está mañana la tensión pudo sentirse entre ambos a la hora de la comida.

Respiro profundo y me deshago de ello por un momento.

Llevábamos un buen rato esperando que el idiota llegue pero como siempre siendo impuntual. Paúl siempre llega tarde a todos lados. Nos habríamos ido a no ser por su hermana que nos sugirió que lo esperáramos en la habitación de él.

En el justo momento Paúl entra y cierra la puerta de su habitación de un portazo.

¿A éste qué le pasa?

Elliot me mira discretamente porque sabemos que esa actitud es enojo puro, en él. Lo menos que quiero ahora es aguantar gritos de Paúl.

—Llegando tarde como siempre hermano. —habla Elliot para calmar el ambiente.

—Estaba con los demás, solo falta terminar de organizar con ustedes y no acepto un no por respuesta les advierto de ante mano —suelta Paúl mirándonos fijamente.

Que no sea otra tonterías de arranques de celo.

La semana pasada nos tocó disfrazarnos y seguir a la insoportable de su novia. Quería asegurarse de que no le fuera infiel, el punto es que la chica nos pilló y terminó llamando a la policía, si no huimos pronto, estuviéramos detrás de la rejas por acoso.

—A ver cuéntanos —digo fijando mi atención en él.

—¿Recuerdas al tipo con el qué Loren traicionó a tu hermano?

Lo miro por un momento perdido porque no sé a qué viene esa pregunta.

—Si, perfectamente.

—Al parecer al tipo le gustan las hembras ajenas y está vez se metió con la equivocada.

—No me digas que Loren...

—No —interrumpe agriamente a Elliot—. Se metió con la del jefe y me a encargado de darle una pequeña advertencia.En si la chica no es nada de él pero quiere ganar terreno con ella y ya saben como es todo esto.

Ahora no entiendo que tenemos que ver con eso nosotros.

—No estoy entendiendo, Paúl.

Lo miro fijamente y se que lo que pueda decir no me va a gustar.

—Es un trabajo que debemos hacer nosotros si queremos seguir con las carreras, Jael.

—Oye, sabes que yo para eso no... —trato de decir pero el no me deja terminar de hablar.

Acto que no me sorprende en él.

—¿Qué parte de que no acepto un no por respuesta,no entendiste? Somos a los único que el jefe no, nos dice nada por entrar en su territorio, y si no hacemos lo que él nos está pidiendo no, nos dejara hacer más las carreras y tú serás el principal perjudicado porque no podrás ayudar más a Maddie.

Voy a matarlo si me meto en un problema por sus intentos de chico malo.

—¡Ya! Esta bien, cuenta conmigo —suelto,sin pensarlo tanto.

—¿Y tú, Elliot? —pregunta.

Elliot lo pensó por un momento.

—Sabes que sí, necesito el dinero de las carreras aunque ya no me dejes participar tanto.

Paúl ruedas sus ojos.

—Entonces el plan es el siguiente...

CASSIE.

Estoy pensando tantas cosas, necesito hacer tantas y lograr todas. Por un momento aquellos ojos ambarinos se cruzan por mi cabeza.

—La verdad es que se trae unos ojos bien hermosos —siseo.

Moría de vergüenza aquella noche, traía agua hasta en mis zapatos, mi maquillaje todo corrido y ni se diga mi cabello. Pero aún así solo pude regalarle una sonrisa.

Es apuesto.

Lo es.

Pero sigues con el idiota.

Y no sé porque.

Espera...

¡Me estoy volviendo loca!

Me desconozco no se quién soy en este momento, siempre he tenido en claro que es lo que quiero y a donde quiero llegar. Sin embargo está no es la misma situación, ni siquiera una decisión puedo tomar por si sola.

He llegado a un punto de mi vida en donde no sé, si continuar con todo esto que he empezado. Siento que cada decisión que he tomado es errónea y termino regresando al punto de partida en dónde todos me dijeron que no lo lograría y les negué la razón.

Las circunstancias me están demostrando que la equivocada siempre he sido yo.

Odio que lo único que deseo hacer simplemente  está bloqueado en lo más profundo de mí.

Tomo mi celular y marco el número de Louis, siento que he estado siendo injusta con él. No puedo seguir en una relación de la que no me siento segura, pero tampoco quiero hacerle daño.

Marco un par de veces más pero este no contesta.

¿Será conveniente ir a su departamento?, ¿y si pienso mejor las cosas?

Creo que es mejor tomarnos un tiempo antes de que salgamos lastimados.

Camino de un lado a otro en la sala debatiendo si debo hacerlo o no.

—¡Oye, no me mires así!  —le digo a Silvestre que me dedicaba su más pura cara gatuna de desprecio.

A veces pienso que puede leerme los pensamientos, suena descabellado pero esta pequeña bola de pelos a veces hace unas cosas.

Reviso el celular e intento una última vez llamar a Louis pero este no contesta.

Una cucharada de mi propia medicina, lo he estado ignorando todos estos días, qué me hace pensar que va contestarme el teléfono de inmediato.

Luego de pensarlo por un rato decido ir a su departamento y darle una sorpresa cuando llegue del trabajo.

Aunque sigo sin estar segura de ello.

LOUIS.

Salgo de una junta de trabajo y al llegar a mi oficina reviso mi celular, había un par de llamadas de Cassie.

Lo sabía,por más que ella quisiera hacerse la molesta siempre regresa a mí.

Marco su número para devolverle la llamada pero cae la contestadora.

Me sirvo un trago de Whisky y desató un poco el nudo de mi corbata, coloco el celular en el escritorio.

Unos minutos después este empieza a vibrar y una sonrisa se dibuja en mi rostro.

Pero no, no es Cassie.

Es esa chica que por más que intento despegar de mi lado sigue allí.

¿Acaso, no entiende? Es cierto que es una diosa pero no podría tener nada con ella ni con ninguna otra.

Las necesito solo para una noche y nada más.

Siempre me he decidido por la torpe y tonta Cassie, se que ella sería incapaz de dejarme.

En cambio esta chica y las otras con las que suelo enrollarme son unas cualquieras que no pueden controlar su calentura ante mi y ante ningún otro.

Sonaré como un maldito o tal vez lo sea no sé,pero me gusta la exclusividad y no me gusta que se metan con lo que es mío pero, ¿adivinen qué...? Reconozco que me encanta lo prohibido.

Lo disfruto más que lo propio y de una vez que inicia el juego de la seducción no puedo parar es  un ambicioso juego que me gusta ganar a pesar de sus consecuencias.

Pero si alguien llega a meterse con lo que es mío soy capaz de hacer muchas cosas.

—Hola  —contesto el celular.

—Uy, pero qué frío —dice la chica.

—No seas dramática.

—Haré de cuenta que no dijiste nada, ¿puedo verte hoy?

No puedo pasar en alto el tono seductor que usa.

—Pero si me viste en la mañana —contesto divertido.

—Quiero volverte a ver, ¿o no se puede?, ¿o te metes en problemas?

Dejo salir un bufido.

—A mi nadie me prohíbe nada y lo sabes. —mascullo en un tono irritado —Te veo en unos minutos, paso por ti para ir a mi departamento.

—Te aseguro que no te arrepentirás cariño.

—Eso espero, bonita —cuelgo el celular.

Giro sobre la silla y no puedo evitar sonreír de satisfacción todo me sale tan perfecto.

{...}

JAEL.

Odio tener que hacer esto pero se muy bien que sino lo hago no me volverán a dejar correr y ya no podré ayudar a Maddie.

—Espero que cada uno haya entendido el plan al pie de la letra porque si algo sale mal tendremos que olvidarnos de las carreras y de nuestra libertad también —dicta Paúl.

Y yo espero no tener que volver a hacer ésto o me temo terminar en la cárcel por culpa de ese otro imbécil al que tenemos que resolverle los problemas de infidelidad de su novia. Aunque admito que ver cómo le parten la cara al idiota con el que la ex de mi hermano lo engañó será como cobrar una cuenta pendiente ya que Lukas solo terminó haciéndose a un lado.

Para ser honesto... yo también lo habría hecho, por ende no juzgué su decisión aquella vez.

—Este es el lugar, usarán los pasamontañas cuando lleguemos a la puerta del piso donde vive el tipo... —explica Paúl—. Recuerden cero errores o nos saldrá muy caro a todos.

Bajamos del auto y nos adentramos al edificio, y  reconozco que los nervios están acabando conmigo.

Me siento un delincuente al hacer esto y pienso en negarme hacerlo pero recuerdo a Maddie y se que todo esto es solo por ella.

Sólo por ella.

CASSIE.

Soy una tonta al venir al piso de Louis, siempre termino perdonando sus ofensas. Al principio puedo hacerme la dura pero termino regresando a él y dándole la razón.

¿Dónde está mi amor propio? Creo que desde que las diferencias empezaron a salir a la luz y los problemas llegaron,esta relación se acabó.

¿Entonces qué hago aquí? ¿Por qué es tan difícil entenderme a mi misma?

Soy un caos. ¿Qué voy a decirle?

“Hola Louis soy tan patética que vine a tu piso solo a decirte que soy un desastre y que no entiendo qué demonios hago aquí. Probablemente vine a darle fin a esta relación pero no sé porque no puedo hacerlo por que no estoy segura”.

Ay que ver que la palabra desastre se quedó pequeña a la hora de definir mi estúpida vida.

Mejor recojo mi dignidad y salgo de acá ahora mismo antes de que termine de perder la poca vergüenza que me puede quedar.

Camino hacia la puerta pero me detengo en seco al escuchar la puerta principal.

¡Oh no! Demasiado tarde, ¿ahora qué haré?

Respiro profundo y mi cabeza da vueltas al no tener ni la mínima idea de que rayos voy a decirle.

Pero... mi corazón se detiene al ver unos tipos vestidos de negro con unos pasamontañas cubriendo sus rostros.

Entonces uno de ellos habla y la piel se me eriza al escuchar sus palabras.

Un nudo se atrapa en mi garganta y no se exactamente, ¿qué hacer?

¿Huir?

Es una probabilidad, pero soy tan torpe que terminaría empeorando todo.

JAEL.

Elliot altera la seguridad de la entrada y abre la puerta con una sonrisa, dándole paso a Paúl.

¿Dónde habrá aprendido a hacer eso?

Este se detiene a su vez al entrar.

—Pero miren quien nos hace el honor, nada más y nada menos que la zorra del idiota. Hoy sí que estamos de suerte —escucho decir a Paúl.

Los otros chicos que venían con nosotros empezaron a reir y uno murmuró en voz baja algo asqueroso.

—La imaginé más bonita, más exótica. No entiendo que le vieron estos man.

Intrigado me abro paso entre ellos y una sensación de enojo pero a la misma vez de algo desconocido se apodera de mí.

¡Demonios! ¡Mierda! no puede ser ella, ¿por qué ella? Me digo a mi mismo.

Allí estaba Cassie de pie temblando como un pollito remojado por el temor.

—Creo que hoy nos divertiremos —Paúl ríe.

Tengo años conociendo a Paúl y se que no es capaz de hacerle daño a una chica, pero desde que nos involucramos en las carreras a cambiado de gran manera.

—¿Quiénes son ustedes? Por favor no vayan a hacerme daño —suplica Cassie con su voz temblorosa.

De lo que no tiene idea ella es que no voy a permitir que eso suceda.

Todos empezaron a reir al escucharla hablar con tan claro temor en su voz y me dieron ganas de partirle la cara a cada uno de ellos.

No se qué me hace sentir ésta chica pero se ha apoderado de mi sin saber nada de ella.

¿Casualidad o destino?

No sé cómo llamarlo.

—Ni se te ocurra hacerle daño o me vas a conocer —le espeto entre dientes a Paúl.

Este se gira para enfrentarme pero no dice nada, las palabras sobran entre los dos cuando llevamos tanto tiempo conociéndonos.

Sé que no está entendiendo nada, se que tiene muchas preguntas que lo más probable ni yo sepa cómo responderle. Pero por ahora solo debe callar y ayudarme.

—Muchachos ustedes dos se ocuparán de la entrada, avisarán cuando llegue el tipo, el resto se quedará conmigo. Hay cambios de planes —ordena Paúl.

Siento calma al escucharlo anunciar los cambios. Mis ojos se desvían hacia ella que nos observa descolocada de la situación. Está más que claro que solo hice aumentar su temor.

—Y tú serás buena ante mis órdenes, si eres buena yo lo seré contigo, ¿entendido?

Cassie no le responde a Paúl por lo que él se ve obligado a subir el tono de voz y a repetir su pregunta.

—Estamos empezando mal, a ver, ¿ENTENDIDO?

Ella asintió al escucharlo gritar y sus nervios eran tan notable.

—¿Sabés por qué estamos aquí? —pregunto amablemente tratando de calmar sus nervios.

Cassie me observa por un momento y decide contestarme algo que me hace cosquillas en el corazón.

—Por cómo están vestidos diría que entraron a robar, pero como hasta ahora no han tomado nada. No tengo idea de que hacen acá —responde un poco más calmada.

¡Esa es mi chica intelectual!

—No, esa no es la razón a ver y te explico si estás aquí es evidente que conoces a Louis Witherspoon. Ahora te pregunto, ¿qué eres de ése parásito? —interroga Paúl quien ahora está sentado en uno de los muebles que están junto a la entrada—. Pregunto porque no tienes la imagen de ser unas de las zorras cualquiera que él se lleva a la cama comúnmente...

¿Qué está haciendo? Esta hablando tan bruscamente para ella.

—¡Basta! Estás siendo duro —lo detengo molesto al ver que Cassie trataba de mantenerse en calma a pesar de escuchar las duras palabras de él.

Sin embargo una duda por saber qué es de él y imaginarme qué... un asco me recorre y ahora quién quiere darle una paliza a ese infeliz soy yo.

—Soy su novia —contesta Cassie, y la sangre llega hasta mi cabeza y juro que mataré a ese tipo.

Paúl me dedica una mirada y se que quiere matarme.

—Era de esperarse y me da cierto pesar contigo porque se te nota que no lo conoces ni un poco pero yo te ayudaré a conocerlo y tranquila no seré duro, no quiero que mi amigo se moleste.—espeta mirándome fijo—, mira  conocemos a Louis Witherspoon desde hace mucho, se enredo con la novia de un amigo... pero ese no es el comienzo ni el final de esa historia; un par de años atrás salió con mi hermana y el maldito terminó haciéndole daño porque se acostó con su mejor amiga y no solo eso, sino la fama de casanova que se le otorga y en especial por involucrarse con las hembras ajenas.

Las ganas de darle un puñetazo a Paúl por contarle tan fríamente a Cassie lo de Louis me embarga pero estas son calmadas al escucharla decir:

—Louis sería incapaz  de hacerme daño él no podría ser capaz de lastimarme. Siempre he sido yo la causante de nuestros problemas en la relación.

¡¿Ah?! Quiero darme con la pared.

Escucharla decir eso me dieron ganas de estampar mi propia cabeza contra lo primero que se me atraviese. ¿Cómo puede estar tan segura de eso? Y cómo ese infeliz puede ser tan... tan basura para hacerla creer que ella es la culpable cuando el único culpable aquí es él.

—¿Sabés? Estaba pensando en dejarte ir —digo y Paúl me mira controlando su furia para no darme un puñetazo—. Pero ahora te quedarás para comprobarlo tú misma y ver que él, no es lo que tú piensas.

Unas lágrimas brotaron de sus ojos y toma asiento con su cabeza gacha sin decir nada.

Me rompe el corazón verla así, pero no puede seguir engañándose y mucho menos condenada a estar con alguien que no aprecia su valor.

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Holaaaaaa he regresado 😬

Se que tarde un poco pero ustedes se merecen lo mejor así que la espera valdrá la pena mis amores.

Esta de mas recordarle que solo actualizo capitulo de esta historia los días martes y que son tres capítulos los que actualizo.

Quiero darles las gracias a todos por sus buenos comentarios con  respecto a la historia de verdad muy agradecida con tanto amor ♥️

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Espero hayan disfrutado de este capítulo ✨

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Los quiero 💖

Vayan a leer el siguiente capítulo✨

Besos.

Anne Fernández.