Capítulo 5
Cuando cerré la puerta y miré el vestido me reí mucho porque no creía que se pudiera combinar el verde fosforito con un rosa pálido y las costuras no estaban bien cosidas, eso no era un vestido.
Dejé de reirme y me tumbé en mi cama mirando al techo. Lo que antes me había dicho mi hermano era un poco cruel pero se veía gracioso cuando ponía esa cara de estar enfadado cuando realmente no lo estaba.
Unos pequeños golpecitos en mi puerta me sacaron de mis pensamientos, extrañada, fui a abrir la puerta para ver de quién se trataba.
- Mi princesa, ha llegado una carta para usted-. Dijo Jack cuando abrí la puerta mientras me lo extendía.
- Gracias por hacérmelo saber, Jack-. Agradecí a mi mayordomo personal.
Cuando se fue cerré la puerta y me senté en el asiento que tenía mi ventana para poder leer la carta con claridad. La abrí y leí el contenido.
" Querida Madeline:
Sé que soy un descarado por enviarte esta carta pero no puedo olvidar tus ojos mar, tu pelo dorado y tu perfume. No puedo olvidar el día que me miráste y me curaste una herida de guerra. Tampoco el beso que te di y tú seguiste.
Madeline, no te puedo olvidar, dime que vendrás o conseguirás volverme completamente loco.
Dime que vendrás al jardín trasero de Palacio a las once de la noche cuando todos estén durmiendo.
Atentamente: Tú amado."
Mientras leía aquella carta una sonrisa de oreja a oreja se posaba en mis labios. Cuando terminé de leer la carta la estreché contra mí mientras olía el perfume de aquel hombre loco que amaba con todo mi ser.
Al llegar la noche vi a mi hermano extremandamente feliz, no sabía lo que le había ocurrido pero la verdad, no me importaba ni lo más mínino, sólo me importaba ir a mi quedada con mi Romeo y presentarme como su Julieta, pero sin ningún balcón de por medio.
Cuando finalizamos de cenar, cada uno nos fuimos a nuestros respectivos aposentos, y cuado ya no había nadie, me fui a mi quedada sigilosamente para no despertar a nadie.
Cuando llegué ahí estaba mi Romeo. Extendió los brazos para abrazarme y me abracé a él con todas mis fuerzas mientras nos fundíamos en un apasionado beso de amor.
- Oh, Madeline, mi dulce amor-. Dijo.
- Oh, amor mío, cuánto he esperado para poder probar de nuevo el néctar de tus labios.
Y otro beso nos dimos, con más pasión.
- Eh, tú, aléjate de mi hermana-. Dijo una voz muy familiar.
- Luke, por favor, esto no es lo que parece-. Dije asustada.
- ¿Ah no? Yo diría que sí.
- Hay una explicación-. Dijo mi amado.
- Será interesante oírlo.
- Amo a su hermana.
Mi hermano sacó su espada y apuntándole con aquel objeto puntiagudo le dijo:
- No te quiero volver a ver, ¡largo!
Y mientras mi hermano me arrastraba hacia mi aposento vi como mi Romeo se escapaba de mi vida.
Escrito por Swiftie5sos13.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro