Capítulo 31
Después de que Sebastian se insinuara me quedé toda la noche despierta. Pensaba en mi hermano, en mi padre y mi madre. Necesitaba verlos, necesitaba abrazarlos.
Unas lágrimas resbalaron por mis mejillas hasta que se me vino una idea a la cabeza. Esacaparme.
Lo hice por la ventana, con las sábanas de la cama. Esperaba que en aquel momento me saliera mucho mejor que la última vez que intenté escaparme. Cuando mis pies tocaron el suelo respiré aliviada, pero sólo quedaba la acción más difícil de todo el proceso, atravesar la fortaleza sin que se cerrara. La puerta de la fortaleza estaba abierta, cogí carrerilla para poder llegar lo antes posible, y así pasó. Estaba fuera.
En aquella fría y oscura noche recorrí a pie todo el bosque. Cuando llegué a Palacio estaba amaneciendo. Me colé por los jardines traseros de Palacio hasta llegar a la habitación de mi hermano. Me paré en seco, dudando en si entrar o no. No entré, no quería aún ya que necesitaba estudiar aquella situación.
Me dirigí a la habitación que era mía y sin dudar entré. La escena que vi nunca me la quitaré de la cabeza. Era mi hermano besando a la que se hacía pasar por mí. Mis ojos se abrieron como platos y cerré la puerta sin poder quitarme aquella imagen de mi cabeza.
De pronto, mi hermano salió de la habitación y me intentó abrazar, pero no me dejé. Éste quedó perprejo por aquella acción.
- Hermanita, ¿no te alegras de ver a tu hermanito?- Preguntó abriendo los brazos en forma de cruz.
- No en esta situatión-. Respondí cortante.
- Lo siento, por no reconocerte aquella vez que...-. Lo interrumpí.
- Ha sido mala idea venir aquí.
- ¿Qué? ¿Por qué?
- ¿No te das cuenta? ¿Qué hubiera pasado si en vez de entrar yo hubiera entrado papá o mamá? Podrías provocar un funeral o lo que es peor, que toda la comarca se enterara y creyeran que a la que estabas besando era yo de verdad. ¿No piensas las cosas cuando las haces?- Contesté indignada pensando en lo que pudiera haber pasado si en vez de entrar yo hubiera entrado cualquier persona.
- No es nada sentimental.
- No lo digo por eso. Lucke, me repugnas.
Cuando me di media vuelta para irme, sentí como alguien me cogía de mi muñeca derecha con fuerza y me atraía hacia aquella persona, es decir, hacia mi hermano.
Él me estaba mirándo con la misms mirada que mira a su peor enemigo. Me asusté, con ese odio cegándole los ojos podría hacer cosas crueles. ¿Qué sería de mí? Me preguntaba una y otra vez.
- Ahora sí que te voy a dar motivos para que me repugnes-. Dijo muy cerca de mi oído izquierdo.
Aquellas palabras me hicieron esperarme lo peor de mi hermano, pero no sería capaz de hacerme nada malo. Me equivoqué.
Me llevó a los calavozos subterráneos donde hacía muchas crueldades. Me encerró en unas de esas celdas sin nada.
- Al esqueleto que tienes a tu derecha lo encerré sin comida ni agua, nada. Pero tú vas a ser diferente. Verás que es ser repugnante de verdad.
Escrito por Swiftie5sos13.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro