Capítulo 2
Todo estaba en llamas. Eso era obra del enemigo, sin duda. De un momento a otro llegarían para asaltarnos. Seguramente descubrieron que alguien del pueblo cometió el robo. Bien sabía que haber robado la corona real del reino vecino podía tener graves consecuencias para nuestro país, pero tuve que hacerlo.
Estaba dispuesta a hacer todo lo que estuviera en mi mano para hacer pagar al joven rey del país vecino por desacreditarnos como nobles y exiliarnos. Quedamos sin título, sin propiedades y sin derechos en el reino. Y para colmo, prometió a mi novio con su hermana.
Todo era culpa de los padres del que fue mi novio porque no querían que estuviésemos juntos y lo organizaron todo de tal forma que pudiera inculparnos de traicion.
El joven rey les creyó. Creí que se pondría de nuestro lado pero en vez de eso... Como venganza, antes de irme, justo delante de todos me puse el anillo de bodas que iba destinado a la hermana del rey y me marché.
Nadie dijo nada para no agravar más el asunto. Simplemente me dieron un tiempo límite para devolver el anillo o seríamos exiliados, que fue lo que finalmente acabó sucediendo. Y me volví a vengar robando la corona real. La fundí y me hice un bonito adorno con forma de flor para el pelo con ella y lo decoré con sus diamantes.
Jamás volverían a ver la corona, no podrían encontrarla y tampoco inculparme. Pero por lo visto optaron por seguir presionándome a través del incendio. A mí o a cualquiera que pudiera haber sido el posible ladrón.
De ahí que esperaba que vinieran a por mí. Mis padres y mi hermana salieron fuera pero yo volví dentro en busca del adorno. No iba a abandonarlo después de todo lo que estaba sacrificando por él.
La puerta se abrió de golpe, la oleada de aire avivó el fuego que lamía las paredes y pasó a devorarlas con voracidad. Cogí un cuchillo por si debía defenderme y traté de divisar la figura que avanzaba hacia mí. Era el guardia personal del joven rey que había sido enviado a recuperar la corona y hacer lo que fuera necesario para conseguirlo.
Me escondí y esperé que no me viera. Revisó la casa con la mirada y se marchó. Fui corriendo a la puerta trasera para salir antes de que mi ropa también prendiera fuego pero alguien estaba fuera acechando. Le clavé el cuchillo en el costado pero cuando le vi mejor me di cuenta de que era el mismísimo príncipe Luke.
Palidecí dándome cuenta de lo que eso significaba. Mi castigo podía ser incluso la muerte por un atentado a la realeza. Mi título ya no me salvaría ya que en este país no tenía ya ninguno. Era una simple aldeana del montón. Nadie más que nosotros sabía quiénes habíamos sido en el pasado.
Retrocedí asustada soltando el cuchillo pero el príncipe me sujetó la muñeca y se desplomó en el suelo arrastrándome con él.
- ¿Adónde ibas? ¿Crees que puedes librarte de pagar por lo que has hecho? Oh, no. Mala suerte, no me has matado y recibirás tu merecido castigo.
- Te confundí con un enemigo- bajé la cabeza mirando con horror el cuchillo aún clavado en el sangrante costado-. Mis disculpas.
- "Tus disculpas" no son suficientes.
- Lo sé...- mi voz temblaba. No sabía lo que iba a pasar conmigo.
- Veamos- dijo para sí mientras trataba de incorporarse aún sin soltarme, ayudado por un guardia-. ¿Qué castigo debería imponerte?
Me llevó con él al palacio real en su caballo mientras que por el camino iba pensando en mi castigo. Antes de llegar le vino una idea.
- Serás mi sirvienta personal. No te pagaré y no tendrás derechos. Yo decidiré cuándo te dejaré libre si es que te dejo.
- Eso no es sirvienta sino más bien esclava- protesté.
- ¿ Prefieres un castigo dado por el juez aplicando la ley? Yo creo que saldrías peor parada. Tu deuda conmigo es más grande de lo que puedas imaginar. Podrías haber dejado al país sin futuro rey. Podría estallar una guerra de sucesión entre varios países y habría guerras internas...
- O le darían la corona a tu hermana- se me escapó.
- O podrías callarte y elegir entre mi castigo y el del juez.
Suspiré. No tenía más opción. Desde luego me lo tenía merecido y era mejor que morir...¿o no?
- Además, no querrás que tu familia se vea involucrada.
- ¡Ellos no tienen nada que ver!
- Depende desde qué punto de vista. ¿Qué vale más, mi palabra o la tuya?
Me miró de reojo y siguió atento al camino. Estábamos ya llegando ante las puertas del palacio.
No quería que mi familia volviera a sufrir por mi culpa. Ya bastante duro fue ser destitulados. Conseguí el exilio y luego encima por mi culpa casi se quema toda la aldea.
Debía dejar de traer problemas a los demás por mi orgullo y el deseo de venganza que arden en mi corazón. Pero el príncipe Luke no era precisamente la persona más indicada para ayudar a controlarme. Habría cumplido ese castigo encantada en vez de morir con cualquier otra persona, pero él...
Escrito por FlightOfFantasy.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro