Era una noche de verano, estaba sentada en el asiento que tenía mi ventana cuando de repente vi a lo lejos un color naranja en la aldea.

Abrí la ventana e instantaneamente me visitó el olor a fuego junto con los múltiples gritos de la gente de la aldea.

Asustada, salí de mi habitación para dirigirme a la habitación de mi hermanastro, el príncipe Luke.

Cuando estuve frente a su puerta, entré sin pedir permiso, sabía que estaba mal entrar en habitaciones ajenas sin llamar a la puerta pero era un asunto muy grave para perdiera el tiempo en esas tonterías.

Me acerqué a su cama corriendo y le moví el brazo para que derpertara.

- Luke, Luke, despierta, es urgente-. Dije mientras no paraba de moverle.

- ¿Qué pasa?- Preguntó con una voz ronca de haber estado durmiendo.

- Hay un incendio en la aldea, tus súbditos claman por tu ayuda-. Respondí desesperada.

- El Príncipe está durmiendo.

- Pero tus súbditos...-. Me cortó.

- ¡Que se las arreglen!- Exclamó para que me callara.

Cuando se dio media vuelta en su cama para volver a dormir, apreté mis puños mientras unas cuantas lágrimas salían de mis ojos azules.

- ¡No te mereces el título de Príncipe!- Exclamé con furia-. Un principe tiene que estar disponible para sus súbditos día y noche.

- Márchate, no me voy a levantar.

- Me salvaste del fuego cuando te enteraste que estaba en peligro, te levantaste y fuiste a mi rescate-, dije mientras le daba leves golpecitos en su hombro-, piensa que yo podría ser una de tus súbditos que necesita ayuda.

Aunque la habitación estaba a oscuras y la única luz que había era la luna que estraba por la ventana, noté que se dio la vuelta para mirarme.

La luna alumbró su rostro dejando de ver muy bien sus ojos marrones capaz de volver loca a una chica.

- Está bien, lo haré por ti.

Se levantó de la cama, se vistió, bajó al establo para poner las riendas a su caballo y cuando estaba a punto de salir de Palacio, me besó la frente.

- Avisa a padre y a madre de esto.

Me revolvió el pelo y se marchó, era mi heroe y el heroe de toda la aldea.

Cuando la oscuridad se tragó a Luke, fui a la habitación de mis padres para avisarles de este desastre.

Cuando estuve en la puerta me paré en seco, preguntándome si eso era lo correcto, entrar a su habitación sin llamar, sabía que ha ellos lo molestaría.

Estuve debatiendo contra mí misma si llamar primero o no hasta que decidí que lo mejor era llamar.

- Adelante-. Dijo mi padrastro al otro lado de la puerta.

Entré alarmada y les expliqué todo, cuando terminé, mi madre me dijo que me quedara a su lado mientras mi padrastro se ponía la ropa adecuada y llamaba al ejército para que les ayudaran.

Cuando se hizo de día mi hermanastro y padrastro todavía no habían regresado, me puse el vestido vintage que tanto me gustaba y salí hasta la compuerta de entrada.

Al cabo de un rato llegaron y trayendo consigo a una niña más o menos de mi edad, era hermosa.

Perseguí a Luke por todos lados donde él iba para tratar de hablar con él y que me explicase el por qué de su regreso con una súbdita.

Entró al baño y yo con él para que me lo explicara.

- ¿Quién es ella?- Pregunté en voz baja.

- Una súbdita, hará las tareas de las demás empleadas de Palacio-. Respondió mientras me tiró a la cara su sucia camiseta.

Puse una cara de no entender nada y él rió mientras negaba con la cabeza.

- Madelaine, está aquí por una deuda pendiente conmigo-. Dijo mientras me mostraba la herida que tenía en el costado-. Entré a su casa para salvar a ella y a su familia, ella creyó que era el enemigo y me clavó un cuchillo. Es como un castigo.

Escrito por Swiftie5sos13.

Esta historia lo vamos a hacer dos personas, FlightOfFantasy y yo.

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