Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Primera rosa.

Bianca poco creía equivocarse sobre las percepciones que se hacía acerca de las personas en sus primeros encuentros. Ella pensaba inequívocamente que es en aquellos encuentros efímeros, en los primeros diez segundos, donde se es capaz de determinar las verdaderas intenciones de las personas.

Bajo la primera tarde soleada de junio, las copas se tintineaban en su nombre, los invitados le sonreían por doquier y susurraban discretamente chismes sobre su familia cuando se daba la espalda.

Estaba acostumbrada a que las personas se rieran de su familia, que hablaran pestes de sus integrantes cuando no estaba presente y sonrieran como si nada pasara cuando estaba al frente. Su familia era el hazmerreír de la alta sociedad, los arrimados o nuevos ricos, que por más que lo intentaran durante casi dos décadas, no habían aprendido a ser parte de ese mundo.

Al ingresar al pabellón del jardín trasero de su casa, se encontró con la alta sociedad que tanto los odiaba ahí reunidos; las familias aristocráticas descendientes de anteriores y los que serían sus futuros presidentes siempre se ubicaban al lado derecho de los eventos. Estas familias se caracterizaban por hombres rechonchos y bajitos, mujeres con grandes sombreros blancos como lo dictaba el protocolo e hijos que se ahogaban en champan, con una postura incomoda, engominados con más gel de cabello del que necesitaban.

Al lado izquierdo, por su parte, siempre se ubicaban los nuevos ricos: petroleros, mineros, estrellas de la farándula y uno que otro emprendedor que había logrado hacerse de una sustanciosa fortuna lo suficientemente grande para comprar una entrada a estos eventos. Los nuevos ricos no seguían el protocolo, los hombres vestían de pantalones anchos y camisas sueltas, mientras las mujeres vestían ropas apretadas que ciñeran sus figuras artificialmente creadas y se quedaban estáticas en sus lugares para que sus tacones de aguja no se hundieran en la tierra del jardín.

Bianca cruzó al centro de aquellas multitudes, siempre divididas por una línea invisible que no permitía se juntaran unos con otros, como si se pudieran infectar de una enfermedad que solo la aristocracia era capaz de ver. Algunos invitados le saludaron, mientras otros le miraban ligeramente de reojo, analizándola como siempre lo hacían, como si no fuera lo suficientemente buena para pertenecer a una de las familias más adineradas de la nación.

Estaba a punto de bajar la cabeza apenada por estas circunstancias, que siempre le ponían de mal humor, cuando una mano se cernió ante sus ojos, ayudándole a alcanzar el primer escalón de la escalera que conducía al enorme escenario. Frente a sí estaba su hermano, Jerónimo, sonriéndole amablemente.

Ambos hermanos eran como dos gotas de agua, con sus cabellos negros, ojos verdes y piel canela, sus rasgos idénticos delataban de manera reveladora su parentesco, eran mellizos.

Cuando ambos alcanzaron el umbral de la escalinata, su hermano dejó caer su mano sobre su cintura, mientras sonreían a sus invitados y se ubicaban a una esquina del escenario, mirando a su padre colocándose al centro de la estancia.

Las luces de colores brillaban sobre sus cabellos blancos, su escuálida figura ataviada en su traje de diseñador resaltaba entre la multitud por su intenso color verde esmeralda y sus ojos bicolores se anegaron en lágrimas unos segundos antes de que comenzara su discurso:

—Mis hijos, mis amados hijos —dijo el hombre mirándoles ligeramente—. Han crecido tanto, que me es imposible imaginarlo siquiera.

Las personas en el jardín seguían sus conversaciones alegremente como si nadie estuviera en aquel escenario. Rafael, quien se caracterizaba por ser un hombre de temperamento fuerte y explosivo, se aclaró la garganta, pero nadie parecía atenderle hasta que Jerónimo se acercó a sí y con un micrófono en mano se aclaró la garganta de manera exagerada. Las personas se voltearon de manera instintiva al escenario, observándolos.

Bianca y su hermano, Jerónimo sonrieron a su padre, una vez todas las personas atendieron a su llamado.

El rechazo que tenían a Rafael Novoa era innegable.

—No puedo creer que...

Risas se escucharon entre el público, distrayéndolos a todos.

—Mis hijos hayan crecido tan rápido...

Mas risas entre el público.

—Es muy importante tenerlos a todos aquí reunidos...

Una risotada irrumpió el discurso de Rafael, quien estaba a punto de halarse de los cabellos, cuando uno de los parlantes del escenario explotó.

—¡Diablos! —gritó Rafael, corriendo escaleras abajo, detrás de sus hijos.

Pronto, una de las pantallas del escenario se encendió.

Una figura negra apareció en la pantalla, su rostro y cuerpo cubiertos por un manto negro y sus ojos como dos x fosforescentes alumbraban encima de su traje. Pronto, la figura comenzó a hablar en voz grave y distorsionada:

—Yo conozco todos sus secretos —murmuró—. Sé todo acerca de sus oscuros placeres, sus más íntimos pecados, conmigo sus secretos han estado muy bien guardados, hasta hoy... que se ha abierto la caja de pandora —La figura río—. Ahora les pregunto, ¿qué estarían dispuestos a hacer para que sus intachables familias no sucumban a la ruina?

Bianca abrazó a su hermano por la espalda cuando el ruido de una avioneta sobrevolando muy cerca se hizo presente.

—¿Estarían dispuestos a matar, a vender y a traicionar a quienes más aman para guardar sus más oscuras tentaciones?

Las personas aterradas ni siquiera miraban la pantalla cuando una nube de pétalos de rosas rojas llovió de los cielos. Como sangre uno a uno de los pétalos cayó sobre sus cabezas, mientras la avioneta se alejaba sin rumbo fijo.

—Nos veremos de nuevo —masculló la figura antes de desaparecer de la pantalla.

Las personas comenzaron a correr por doquier hasta la salida, empujándose unos a otros cuando la pantalla se encendió nuevamente.

Ahí estaba una joven, era Miriam Umaña, hija de uno de los políticos más importantes de la nación. La mujer corrió lejos, su cuerpo alejándose de la cámara con prisa, mientras alguien junto a la cámara se reía alegremente.

La mujer subió escaleras torpemente, uno de sus pasos deslizándose sobre el escalón. Sin embargo, la muchacha se levantó y corrió con fuerza hasta deslizarse en una puerta. Al abrir la puerta, la cámara centró nuevamente a Miriam, quien miraba despavorida a todos los lugares. Estaba en una terraza, era la terraza de uno de los edificios más grandes de la ciudad.

—Te dije que te alcanzaría —gritó la figura cerca de la cámara, acercándose a la mujer, quien se alejaba torpemente hasta quedar a escasos centímetros del borde del edificio.

—¡Aléjate! ¡Déjame en paz! —gritó la mujer antes que la cámara se acercara y un grito interrumpiera la grabación.

Dos palabras en la pantalla:

Game over.

Bianca tragó grueso, arropada por los brazos de su hermano mientras más imágenes salían en la pantalla. Eran imágenes de Miriam, mientras sostenía relaciones sexuales con un hombre. Su cuerpo expuesto ante la cámara, sus senos rebotando contra la pantalla relucieron ante la multitud ahogada en gritos de asombro. Pronto, un hombre le comía la boca a besos, otro perdía su cabeza en medio de su sexo y uno en desnudo se acercaba con un dildo a su encuentro.

La mujer gemía de placer, mientras su padrastro le penetraba con fuerza y ella gritaba su nombre. La cámara ubicándose en la cara del hombre, uno de los hombres más poderosos de la nación sosteniendo relaciones con la hija de su esposa.

—Dime que eres mía —gritó el hombre, mientras la embestía ferozmente—. Me perteneces, te marque como mía.

La respuesta se quedó en ascuas cuando la imagen se quedó en negro y una sola frase alumbró la pantalla.

¿Serás tú el siguiente?

Pronto, todos los teléfonos de quienes aún permanecían en la escena, sonaron en un timbre incesante con dos notificaciones.

La primera: El video de Miriam.

La segunda: La mujer había muerto luego de caer de un veinteavo piso.



::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Buenas, buenas. Lo prometido es deuda, aquí tienen el primer capítulo de mi novela más funable. Esta historia promete muchas emociones, sensaciones y placer, porque lo que se viene está que arde.

Ahora bien, ¿les gustó este primer capitulo? ¿Qué les pareció?  Pueden dejar sus impresiones por aquí.

Actualizaciones: Lunes y viernes.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro