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Capitulo 15


Nota:

Hola Hola <3

Antes que nada MIL GRACIAS a tí , que estás leyendo esto, por tus votos, comentarios y leídas <3 , es algo importantísimo para mí! Sabes que sin ti no sería nada, no tendría sentido esto de escribir XD.

Por otro lado.... 🤔
Sé que los avisos por lo general se ponen allá abajito (↓ ), pero bueno, este es el último capítulo de esta historia 😣, debo advertir que quizás no es lo que se esperaba...... Espero te guste y de nuevo MIL GRACIAS. 😍💝

♡ También debo agradecer infinitamente a la persona que me obligó a entrar en este mundo, porque si , es cierto ME OBLIGÓ.
Pero, #mibeta 💖 , me mostró lo mejor ...

Y sin ella esta idea jamás se hubiese desarrollado .... no necesito mencionarla porque se que leerá esto ❤ ...

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Habian pasado días desde que volvieron de Grecia.

La vida de Kardia había quedado pendiendo de un hilo después del enfrentamiento con Unity, su recuperación habia sido lenta , pero gracias a la ayuda del maestro ahora estaba bien.

Sin embargo algo en Kardia había cambiado, era frío con Dégel, no se permitía ser cariñoso, algo que su pareja no soportaba más.

Kardia cerró la puerta, colgó su chaqueta y caminó hasta la cocina encontrandose a Dégel sentado en las escaleras - Bienvenido mi amor - dijo Dégel en el instante en que lo vio - No te escuché llegar - agregó acercándose a su amado para besarlo, pero este no correspondió al contacto como lo esperaba.

- Pensé que estarías dormido - dijo escaneando la apariencia de Dégel quien llevaba puesto unos jeans azules, una remera blanca que entonaba su cuerpo y unas tennis del mismo color.

JAMÁS SE VESTÍA ASÍ.

El aguamarina se acercó una vez más pero kardia reaccionó antes - ¡Solo iré por algo de agua!

- Yo te la doy!

- No es necesario - Dégel lo miró fijamente - H-mmmm yo puedo - añadió notando las vibrante mirada de su "amado"

- Sí, claro - Kardia avanzó hasta la cocina, tomó el vaso de agua y caminó hasta el pequeño salón de comedor. - ¿Cenamos? - preguntó el peliverde, no sabía ni por qué, si ya conocía la respuesta.

Kardia frotó su sien y caminó de nuevo hacía el lavado tirando el vaso ahí - No tengo apetito .

- Comamos - dijo Dégel con una sonrisa a pesar de la situación. Hace varios días Kardia apenas y lo miraba, a todo le decía que no ¿ Qué debía hacer? ¿Tirar todo a la mierda? - aunque te sientas bien, debes comer como es debido . - indicó tomándolo de la mano.

- ¡Dije que no quiero! - aclaró pesado - ¿Es difícil de entender? No tengo hambre. - soltó su mano bruscamente.

- ¿No quieres entonces? - preguntó irónico, caminando hasta la mesa apartando de golpe los objetos que estaban en el camino.

- ¿ Qué harás? - Dégel lo ignoró - ¿ Qué crees que estas haciendo? - insistió tomando su muñeca con firmeza al ver a Dégel a punto de tirar del mantel.

El aguamarina lo miró con pupilas de cristal, causando impacto en Kardia - SUÉLTAME - ordenó pero Escorpio no obedeció - Que me sueltes maldita sea - lo golpeó en el pecho.

- Cálmate -

- Preguntaste que hacía ¿no? - dijo tomando un plato de la mesa - tiro a la basura tu ensalada favorita - tomá otro plato luego de que el anterior se despedazara al contacto con el suelo - tiro a la basura tu aderezo preferido, tiro a la maldita basura tus malditas manzanas ¿lo ves? - Kardia apartaba la mirada con cada plato roto - Tú cena romántica, no perdón, mi sueño de tener una cena contigo se fue a la mierda - dijo tirando todo del lugar, haciendo que su mano sangrara por el corte de un vidrio.

Kardia miró hacía la ventana y luego miró a Dégel con su camisa manchada de sangre.

- ¿Te irás? - gritó al ver que su pareja se retiraba - ¿Vas a huír como el maldito cobarde que eres?

Kardia se detuvo - ¿Qué hago? Espero a que me encierres en un ataúd - indicó con el ceño fruncido.

- Puedes decirme que te pasa - dijo este moviendo sus manos.

- No me pasa nada joder!! - indicó - ¿CUÁNTAS VECES TE LO DIRÉ?

- No es cierto - gritó - a veces quiero llorar, gritar - Dégel lloró - quiero que alguien me escuche , pero tú NUNCA ESTÁS.

- Sabes muy bien que estoy con Krest! - señaló a Dégel con su dedo índice.

- ¿Krest o Calvera? - preguntó , a lo que su amado no contestó - te la pasas ahí , ¿hace cuánto no me tocas? hace mucho, apenas y me miras , no me besas - dijo Dégel molesto con los brazos en su cabeza - acaso no entiendes que si te pierdo a tí lo pierdo todo.

- Basta Dégel. - pidió ladeando su cabeza con la mano en su rostro - Apenas y le hablo a esa chica así que no la metas en esto, por qué ella no es la culpable de lo que estaba mal. - indicó kardia, el cual era consciente de algo que Dégel ignoraba, la razón por la cuál era distante, se debía a que parte de él sentía miedo de lastimarlo si algo llegara a pasarle, sin embargo, sin notarlo ya lo hacía .

- ¿D-de lo que ya estaba mal? - Dégel limpió su mejilla- ¿Acaso ya no me amas?

- Tú sabes que te amé mucho antes de que tu me amaras a mi, es solo que... - kardia hizo una pausa y lo miró con tristeza , se acercó a Dégel y lo besó , pero al instante se alejó de él- es solo que n-no puedo sentirte Dégel... Y-yo yo no lo sé.

- Si no puedes sentirme entonces , ¿por qué me besas?

- Para recordarmelo - luego de que Kardia dijera esto, se fue dejando a Dégel más lastimado que nunca.

Dégel no quería más esto, no solo por él sino porque no quería ver a Kardia sufriendo, porque sabía que lo hacía.

- No permitiré más esto kardia - diciendo esto subió a la recámara , cambió su ropa manchada y se puso una camisa a botones de Kardia, la cual le llegaba más arriba de la rodilla, soltó su cabello, agregó un poco de perfume en su cuello y prosiguió a bajar las escaleras rumbo a la antigua habitación de su chico ( aunque ahora era normal verlo dormir en ese lugar y no al lado suyo) - juro que hoy cambiaré todo Kardia.

Sus pies descalzos no hacían ningún ruído, permitiéndole entrar sigilosamente en la habitación. Sus ojos se mantuvieron expectantes al cuerpo totalmente relajado de Kardia, podía ser un tirano cuando quería, o quizá esa no era la impresión que quería dar pero no podía negar lo sexy que era, se mantenía recostado en su sofá viendo hacia la ventana que se encontraba en la recámara. El viento movía su cabellera azulada, no podía ser que con unas simples acciones ponía a su corazón así, y se maldecia por caer siempre en los juegos del peliazul.

Dégel era una persona muy reservada, pero en esos instantes moría por darle un beso, en aquellos labios delineados y levemente rosados.

-¿Mi ojos no podían caer en otro lugar? - pensaba para sí, mirando esos labios entreabiertos.

Tragó grueso, su silueta se veía jodidamente sexy, tenía una pinta totalmente macabra pero admitía que así se veía demasiado bien... demasiado para que su corazón lo aguantara.

-K-kardia - dijo Dégel haciendo que este se sorprendíera.

- ¿Dégel? - preguntó confundido - ¿qué haces?

- Lo que debí haber hecho hace mucho - diciendo esto Dégel se acercó al sofa y se abalanzó sobre Kardia besandolo apasionadamente.

- Para! ¿Qué estás haciendo? - alejó a el aguamarina.

- ¿No quieres? - acuario se deshizo de algunos botones -

- No hagas esto - kardia seguía sentado en el sofá.

Dégel se acercó de nuevo - Dímelo , dime que no quieres estar conmigo. - Kardia no respondió, así que el peliverde puso su mano en el rostro de Kardia - Dímelo Kardia.

- Dégel yo no... Puedo - colocó su mano derecha en las caderas de acuario - no puedo estar sin ti.. - Dégel sonrió y se sentó sobre las piernas de su chico, el cual lo tomó del rostro y lo besó con deseo, poco a poco su lengua entró en escena, haciendo a Dégel gemir delicadamente, Dégel tomó el labio superior de su amado y lo mordió mientras pasaba la mano por todo el abdomen de este.

Dégel hizo un leve movimiento, provocando que el peliazul reaccionara, le quitará la única ropa que traía puesta , lo levantara, enredando sus piernas en su cintura, los labios de kardia recorrían el cuello de Dégel, quien arqueo su cuerpo en la cama y echó su cabeza hacía atrás para dar más acceso a este.

-Me encanta tu cuerpo - gimió - Se me hace difícil quitarte las manos de encima - indicó Dégel entre besos y sollozos.

Kardia abrió paso entre sus piernas sin dejar de besarlo simultáneamente que Dégel le quitaba la ropa, dejando a la vista el miembro erecto de su amado.

- Déjame a mí - ordenó Kardia al ver que Dégel intentaba darle placer, esta noche sería toda para su amado, en fin se lo debía.

Kardia abrió aún más sus piernas, beso cada centímetro de estas y luego presionó sus labios contra el miembro ajeno, haciendo que apareciera y luego desapareciera entre ellos, provocando los gemidos placenteros de Dégel..

- Ahhhh!!! - Escorpio sonrió complacido por los gemidos que Dégel daba para él, lo besó quizá como jamás lo había hecho, lo hizo con tal suavidad, podía sentir la humedad provocada por los fluidos de Dégel.

Acomodó su miembro en el lugar exacto, lo tomó de las caderas y conectó sus cuerpos una vez más.

- C-cielo! - sollozaba al sentir ambos cuerpos fundirse.

- Shhhh! Disfrútalo Mi amor - indicó con respiraciones agitadas -

- M-me haces g-gritar -

- H-hazlo para mí - en ese momento kardia lo abrazó aumentando la fuerza de las embestidas, causando ruidos con la cama y ganando los rasguños en su espalda

- Ahhh K-kardi....- gemía Dégel sin temores, al sentir las fuertes estocadas del hombre que amaba - Ahhhh!! - volvía a gemir al sentir como su pareja le recordaba que era suyo - AHHHHHHH! - gritó segundos antes de que el chico que antes ni lo miraba, se tumbara sobre él besandolo, aceptando que lo amaba como a nadie más.

- T-te amo Kardia - susurró en el oído , al mismo tiempo que una lágrima se le escapaba.

Su amado lo miró y limpió su mejilla con ternura - Yo más Cariño - respondió con sonrisa boba y mirada profunda - Mucho más - quitó algunos mechones de su rostro con dedicados tactos , besó su mano lastimada, lo volvió a examinar y luego le plantó un delicado beso.

Ciertamente toda esa habitación hubiera bastado para derretir el frío glacial de la armadura de Acuario. Fue el beso más cálido, y único, que ambos podrían haber dado, lleno de amor, lleno de dulzura y de ternura.
Degél lo miró con una sonrisa y con un brillo que sólo junto a el saben dar sus ojos. Kardia correspondió a ésa mirada, llenando la suya con su propio amor, Amor para ambos.

Ésa única mirada de dulzura que le apareció frente a él.

#Fin

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