Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

14.- Una verdad para contradecir

STELLA

He pasado la última hora con la cabeza metida en el closet intentando encontrar una prenda lo suficientemente decente como para llevar al observatorio.

He intentado no pensar demasiado en lo que eso significa, los recuerdos de lo que ocurrió la última vez que estuve ahí siguen frescos en mi memoria, pero trato desesperadamente de no mantenerlos mucho tiempo entre mis pensamientos, además, si tengo suerte...puede que tal vez nadie note mi presencia.

—¡Lo tengo! —el grito de Jully llega hasta la habitación, me aparto del closet mientras sus pasos apresurados se escuchan más y más cerca.

Mi amiga ingresa casi corriendo a mi habitación.

—Tuve que revolver todo mi armario, pero creo que tengo el vestido perfecto —dice con una sonrisa.

Cuando lo miro, creo que no puede haber un mejor vestido que este.

—¿Qué opinas?

—Que me has salvado —respondo acercándome —es perfecto.

Es un vestido negro sencillo, pero elegante. Jully se aproxima hasta donde me encuentro, aún llevo la bata de baño, y el cabello húmedo recogido con una pinza.

—No puedo creer que en serio vayas a asistir —dice mientras saca el vestido del gancho para poder ayudarme a ponérmelo.

Llevamos el suficiente tiempo de amistad como para no preocuparnos por sentir vergüenza al mirar a la otra en ropa interior. La suave tela del vestido se desliza por mi cuerpo mientras proceso que en serio estoy a menos de una hora de presentarme en un evento lleno de personas con las que nunca me imaginé convivir.

—Ni yo —admito —pero no puede ser tan malo, ¿o sí?

—No —dice Jully —incluso puede ser divertido.

Ambas compartimos una risa. Jully sube el cierre y cuando observo mi reflejo en el espejo, no puedo evitar sonreír.

El vestido es de satén, cae suavemente hasta mis tobillos. Posee un escote en V profundo que lo dota de un toque sofisticado y el par de tirantes finos que lo complementan realzan mis hombros. La parte superior del vestido es ajustada, destacando mi figura, mientras que la falda se abre ligeramente en un corte evasé, permitiendo un movimiento fluido y elegante.

—Harry va a estar muy impresionado —dice con una sonrisa. —¿Te ayudo con el maquillaje?

Asiento. Es así que durante la siguiente media hora, dejo mi aspecto en manos de mi amiga. Jully es completamente hábil cuando se trata de maquillaje y peinados, y esta vez parece lucirse. Peina mi cabello en un moño suave y pulido, dejando un par de mechones sueltos a los costados de mi rostro.

—¿Recuerdas que solíamos hacer esto antes de las lecturas importantes? —pregunta tan de repente que me toma con la guardia baja.

—Si —susurro levemente —era divertido.

—Como tu mejor amiga, me siento con la libertad de decir que estoy tan feliz de que estés siendo de nuevo tú.

Me incorporo, la miro intentando no ponerme sensible ahora.

—No creo que...

—Stell, hace seis meses ni siquiera te hubieses planteado acudir al observatorio naval a una reunión, comienzas a hacer las cosas que la antigua tú, hacía. Y eso me hace tan feliz porque odio ver que mi mejor amiga pierda su brillo.

Sonrío conmovida.

—Gracias, Jull. En serio.

—Puedes hacer esto, estarás bien y seguro que Harry será la envidia por llegar con tan preciosa mujer.

Ambas reímos, eliminando cualquier rastro de tensión que pudiera quedar. Jully parece tener la intención de decir algo más, pero el timbre suena, así que lo que sea que planeaba decir se ve sustituido por un grito emocionado que me sobresalta.

—¡No hay que hacer esperar al príncipe azul!

Una corta carcajada brota de mis labios mientras observo a mi amiga correr hacia fuera de la habitación. Le doy un último vistazo a mi reflejo en el espejo y tomo una corta inhalación.

"Estarás bien"

Me repito las palabras una y otra vez mientras tomo el bolso y me aseguro de tener todo antes de salir. Una sensación nerviosa me recorre por completo cuando llego a la sala, Harry se encuentra de frente así que es perfectamente capaz de mirarme cuando llego.

Soy consciente de la sonrisa que se extiende por sus labios. Como sus ojos parecen destellar con emoción. "Estarás bien", me repito una vez más, intentando calmar el torbellino de emociones que me invade. Respiro hondo y camino hacia él, sintiendo cómo cada paso resuena en mi pecho.

Harry da un paso hacia mí, su sonrisa se ensancha y sus ojos brillan aún más.

—Supernova, estás preciosa.

Sonrío con genuinidad, lo observo más a detalle admirando lo alto que luce con el traje. Lleva un traje negro, combinado perfectamente con una camisa blanca por debajo, y una corbata a juego, luce tan formal, pero al mismo tiempo tan sexi.

¿Por qué los hombres en traje son tan apuestos?

—Gracias, tu estás guapísimo —sonríe mostrándome un gesto radiante.

—¿Nos vamos? —inquiere extendiendo la mano hacia mí.

Asiento brevemente antes de entrelazar nuestras manos, Jully parece haberse marchado en algún punto porque no la veo al salir, la brisa fresca nos golpea cuando estamos en el exterior, y ninguno habla mientras nos subimos al auto.

No es hasta que salimos hacia la avenida, que Harry habla.

—De nuevo, gracias por esto —dice mirándome brevemente —significa mucho que hayas aceptado venir.

—Bueno —me encojo de hombros —podré tener una exquisita cena y beber vino de miles de dólares, no puedo quejarme demasiado.

Una corta risa brota de él y se queda flotando entre nosotros.

—Si en algún momento comienzas a sentirte incómoda, dímelo y nos marcharemos enseguida —promete —a pesar de todo, quiero que esta sea una buena velada.

—Lo aprecio, gracias—respondo, sintiendo una calidez en mi pecho por su consideración.

No hablamos demasiado mientras conduce hacia nuestro destino, compartimos algunas palabras sobre su investigación y él me pregunta sobre la reunión con Mónica, es tan sencillo hablar con él que los veinticinco minutos que nos separan del observatorio, se esfuman sin darnos cuenta.

Llegamos al observatorio, el edificio luce más imponente de lo que recuerdo, los nervios me recorren cuando el motor del auto se apaga, y Harry baja del vehículo rodeándolo con rapidez para ayudarme a bajar.

—No puedo creer que esté aquí otra vez —susurro.

—¿Has venido antes? —inquiere mientras su mano se envuelve con la mía.

—Sí, pero no tengo buenos recuerdos —admito —espero que eso cambie.

—Oh, bueno, ahora tengo una tarea mucho más complicada —sonríe —haré lo posible por cambiar esos recuerdos.

Deja un apretón en nuestras manos, los nervios se acrecientan conforme nos acercamos a la entrada. La presencia de Harry es tan imponente que me olvido de que él probablemente esté igual de nerviosos que yo.

¿Nervioso? Por Dios Stella. ¿Olvidas que este hombre trabajó aquí por casi una década?

Apenas ingresamos, soy consciente de la atención que captamos. La suave música que flota en el ambiente, la cual está destinada a tranquilizar en realidad no ayuda en nada. Harry nos guía a través de las mesas que se encuentran perfectamente distribuidas.

—Estaremos con algunos otros investigadores —me informa —y supe que Mónica también estará por aquí.

—Oh, bueno, me alegra saber que no serás la única persona a la que conozca —bromeo intentando olvidarme de la tensión que hay en mi cuerpo.

Solo hay un par de hombres mayores sentados alrededor de la mesa cuando llegamos. Harry aparta la silla para que pueda sentarme, y él se desliza a mi costado.

—¿Algo que tenga que saber sobre alguien importante? —pregunto en un susurro.

—Supernova, tranquila —dice inclinándose hacia mi cuerpo —no planeo hacer muchos contactos esta noche, podemos relajarnos y beber vino.

Arrugo la nariz.

—Seguro ni estabas tan nervioso, solo querías que te acompañara, ¿cierto?

Esta vez la risa de Harry es más ligera, como si todo el rastro de tensión del día de ayer se hubiese eliminado. Me recuerdo a mí misma que posiblemente se debe a que este es su ambiente, el es un hombre de ciencia como todos los demás aquí.

—No estoy nervioso por el evento, sino por encontrarme con mi hermano. Quiero decir, apenas y podemos mirarnos y en estos eventos todo el mundo observa. Así que en realidad eso es lo que me preocupa.

—Entiendo —respondo, suavizando mi tono—. ¿Hay algo que pueda hacer para ayudarte con eso?

Harry me mira, sus ojos reflejando una mezcla de gratitud y aprehensión.

—Solo estar aquí ya es suficiente, Supernova. —Sonríe, pero puedo ver la tensión en sus labios—. Además, siempre has tenido una forma de hacer que las cosas difíciles parezcan un poco más fáciles.

Me siento un poco más tranquila con sus palabras, aunque la idea de enfrentarme a tantos científicos sigue siendo intimidante. Tomo una respiración profunda y trato de relajarme, recordando que esta noche no se trata solo de mí.

—Bueno, entonces brindemos por una noche sin dramas —el arquea la ceja porque claramente no tenemos copas, pero el mesero que viene hacia nuestra mesa lo soluciona.

Ambos tomamos una copa, y cuando la tengo en mis manos, la elevo.

—Por una noche sin dramas —repito.

Harry asiente y choca su copa con la mía.

—Por una noche sin dramas —repite, y ambos bebemos.

Que lejos estábamos de saber que ese brindis, estaba muy lejos de ser verdad.

Pasamos varios minutos en la mesa antes de que Harry tenga que incorporarse para saludar a las personas que lograba reconocer. Creí que esto sería incómodo, pero en cada conversación él encontraba la manera de presentarme, y todas las personas con las que he hablado hasta el momento, son agradables.

Me alegra conocer lo suficiente sobre el universo como para entender los temas de conversación, y me descubro a mi misma fascinada ante la manera en la que Harry puede describir todo su trabajo. Y no soy la única, porque al cabo de unos cuarenta minutos, ya tiene bastantes colegas interesados en ayudar con el trabajo de investigación.

—No está resultando tan mal después de todo, ¿cierto? —inquiero.

—Mejor de lo que esperé, seguro —sonríe —¿te lo estás pasando bien?

—Pero claro, tengo que admitir que podría venir a otra reunión como esta —concedo mientras nos apartamos de las personas. Llegamos hasta uno de los ventanales del observatorio, todos parecen demasiado concentrados en sus conversaciones así que no nos prestan la más mínima atención.

—Tu cabello reluce más con este color —dice mirando el vestido —luces como toda una supernova.

—Sigo esperando que me cuentes el porque me llamas de ese modo —objeto —necesito saber.

Harry se ríe, observa levemente la copa en su mano antes de volver su mirada a mis ojos.

—Si te lo cuento, seguro te ríes y eso sería vergonzoso —confiesa.

—Te prometo que no me reiré —aseguro —palabra de honor.

Sus labios se curvan en una sonrisa. Desliza la mirada de nuevo hacia la copa, y permanece en silencio por varios segundos antes de darme su atención otra vez.

—Como sabes, las supernovas son uno de los fenómenos más impresionantes del universo —comienza a explicar —cuando te conocí creí que eras...

—¿Stella James?

La mención de mi nombre interrumpe a Harry, se tensa. Puedo verlo por la forma en la que la leve sonrisa se esfuma de sus labios, por como se yergue en toda su altura y la forma en la que su mandíbula se cuadra cuando la tensa.

Dejo de mirarlo para observar al dueño de la voz, y maldigo mil veces en mi mente.

—Que sorpresa verla por aquí, señorita James.

Abro la boca para dar una respuesta en el mismo momento en el que Harry se gira.

—Harry, viniste.

—Hola, Oliver.

Es una fracción de segundo en la que de pronto, todo comienza a tener sentido.

—Doctor Jenkins —susurro intentando no demostrar mi sorpresa.

Harry me mira, su ceño se frunce mientras desliza la atención hacia el hombre que tenemos al frente. La tensión se respira entre nosotros, y mi mente aún está intentando hacerse a la idea de lo que está ocurriendo aquí.

—¿Ya se conocen? —la voz de Harry brota llena de tensión.

—Sí, tuvimos la oportunidad de platicar hace algunos meses —responde Oliver. —Parece que también conoces a mi hermano.

"Doctor Jenkins" "Mi hermano se quedó con el puesto que deseaba" "Harry Jenkins"

Santo cielo, ¿Cómo es que nunca me di cuenta? ¿Cómo no relacioné los apellidos? ¿La información que Hary me dio?

Miro a Harry, su mandíbula se encuentra tensa, noto la forma en la que su mano se envuelve alrededor de la copa.

—¿Él es tu hermano? —inquiero.

—Sí, lo es —responde Harry, su voz apenas un susurro. La tensión en el aire es palpable, como una cuerda a punto de romperse. Oliver nos observa con una mezcla de curiosidad y cautela.

—No sabía que ustedes dos se conocían —dice Oliver, rompiendo el silencio incómodo.

—Si, bueno, no es algo que te importe —espeta Harry. —Si me disculpas, tenemos que irnos.

Su mano envuelve la mía. No tengo oportunidad de decir nada más. Mientras nos alejamos, siento que la noche acaba de volverse mucho más complicada de lo que siquiera esperé.


Harry

Jodida mierda.

¿Por qué tenía que aparecer en el peor momento?

La tensión en mi cuerpo solo parece crecer con cada segundo, desde el momento en el que recibí la invitación supe que este encuentro sería inevitable. Soy muy consciente de que no puedo ignorar toda la vida a Oliver, pero no esperaba encontrarme con él tan pronto.

Y mucho menos pude prepararme para saber que Stella en realidad ya lo conocía.

—Harry —su voz me trae de vuelta a la realidad —espera.

Me detengo. Hemos atravesado la sala principal, no he sido muy consciente de que nos he encamino hacia el exterior.

—Necesito un momento —mi voz brota tensa, abro y cierro la mano que tengo libre en un intento de liberar la tensión en mi cuerpo.

—Vayamos fuera —dice con suavidad.

Ahora es ella quien tira de mi cuerpo, nos conduce con suavidad hasta el exterior, la brisa se ha vuelto más fría y ella se estremece ligeramente cuando ya no contamos con la calidez del observatorio.

En un movimiento casi instinto, la suelto. Me quito el saco y lo coloco sobre sus hombros, ella eleva la mirada, una suave sonrisa se extiende por sus labios mientras pronuncia un apenas audible "gracias".

Ninguno habla, me aparto apenas unos cuantos pasos, cierro los ojos y trato inútilmente de que todos los sentimientos que me llena ahora desaparezcan.

—¿Cómo lo conoces? —es lo primero que se me ocurre preguntar.

—La noche que tú y yo nos conocimos —volteo de inmediato —estuve aquí, tuvimos una reunión que pintaba ser profesional, pero terminó siendo todo menos eso. Apenas hablé por unos minutos con él, estaba desecha cuando salí y me sentía horrible así que solo caminé, hasta llegar al puente Washington.

—¿Sabías...?

—No —sacude la cabeza enfatizando la negativa —lo cual es ridículo, pero nunca relacioné sus apellidos, ni el hecho de que había conocido al director del observatorio.

El silencio vuelve a caer sobre nosotros.

—No se supone que debo reaccionar así —aprieto los párpados —es solo que no puedo gestionar aún lo que me provoca el verlo.

—Nadie puede culparte por eso —dice con suavidad —y si me lo preguntas, creo que es un idiota que no se atreve a reconocer que cometió un error, ahora que sé quien es tu hermano, puedo decir que tal vez nunca lo reconozca, y eso está bien, ya no está en tu poder, Harry. No puedes controlar como tu hermano reacciona ante la situación, hizo algo que te lastimó y probablemente lo sabe, es muy consciente de eso, la forma en la que decide actuar aún sabiéndolo, no puedes controlarla. Solo puedes controlar la forma en la que tú reaccionas ante eso.

Su mano encuentra la mía.

—Sé que es complicado, pero estabas luciéndote por ti mismo antes de que él apareciera —me recuerda —eres brillante, todas esas personas se dieron cuenta de lo contrario no se hubiesen mostrado interesados en tu investigación. Si nos marchamos ahora, si decides darle más poder a Oliver del que en realidad tiene, eso ya no es su culpa.

Una sonrisa ladeada se filtra en mis labios.

—Tienes una manera muy cruda de decir las cosas, supernova.

—¿Hablas en serio? Esa fui yo siendo amable —dice soltando una risa —en serio, podemos volver dentro y continuar disfrutando, o podemos irnos y ambos sabemos que eso no es lo que quieres.

Tomo una inhalación, miro hacia la entrada del observatorio. En otra situación tal vez me hubiese marchado, tal vez hubiese decidido ignorar a Oliver e irme, pero ahora...ahora no quiero hacer eso.

—De acuerdo, volvamos —susurro intentando convencerme de que no voy a arrepentirme.

Stella parece satisfecha, toma mi mano mientras avanzamos, pero me detengo de nuevo.

—¿Te trató mal? —inquiero con las cejas fruncidas, el malestar se presenta en mi pecho, ese sentimiento de posesión que me hace querer defender a Stella de todos y de todo.

—No, bueno, dijo cosas bastante fuera de lugar —dice frunciendo los labios. —Pienso que es un idiota.

Chasqueo la lengua.

—Genial, ahora tengo dos motivos para golpearlo —afirmo.

—¿Ah, sí?

—Claro, me robó el puesto y trató mal a mi chica.

Noto como sus mejillas se encienden.

—No soy tu chica

Una risa brota de mis labios, la miro con intensidad.

—Lo eres —debato —acéptalo, supernova.

Le dedico un guiño, ella se ríe, pero no objeta.

Stella James ya es mi chica. No importa que ella opine lo contrario. 

__________________________________________________________________________

AHHHH ¿Qué opinamos de este capítulo? 

¡Me encanta leerles en comentarios!

No se olviden de votar y compartir para que así podamos llegar a más personitas

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro