43. Regalo De Navidad
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24 de Diciembre
La enorme mesa para los adultos estaba puesta, una mesa larga para los pequeños se había acomodado en la sala. Verde y rojo destacaban en la decoración del lugar.
Un enorme árbol con adornos en dorado, rojo y blanco estaba a lado de la chimenea. En la parte de arriba de la puerta de entrada, un pequeño ramillete de muérdago listo para las parejas que entrarán.
Los Tomlinson ya estaban, cambiados y arreglados para recibir a sus visitas. Afuera el clima era frio, invierno en todo su esplendor,. Las calles se veían blancas por la nieve qué llevaba dos días sin dejar de caer.
Lottie fue la primera en llegar. La pequeña Taylor estaba dormida en un hermoso vestido de Santa Claus, Parker llevaba su trajecito en tonos verdes a juego con el traje de Tom y el vestido de se mamá.
Unos quince minutos después llegaron los Styles. Des se encontraba en Estados Unidos, pero mandó los regalos por adelantado. Gemma llegó luciendo una hermosa pancita de 7 meses y medio de embarazo.
-Buenas noches, familia. ¿Dónde está el cumpleañero más bonito de todos?- preguntó Anne, ganándose una sonrisa de todos los presentes y mirada confundida de unos ojitos azules.
-Parker, te están hablando, amor- Janine habló, para que el pequeño se acercara a la otra abuela de su prima.
-Aquí estoy- el pequeño caminó con la mirada baja y a un muy lento paso.
-Feliz cumpleaños, Parker, esto es para ti- la mayor le entregó una caja de regalo con la envoltura de super héroes de Marvel y un moño rojo.
-¿Usted me trajo un regalo?- Parker no podía creerlo, sus ojitos estaban muy abiertos, por sorpresa y por emoción.
En el pasado, solo le daban un regalo por su cumpleaños y los demás se los daban en navidad, pero siempre su regalo de cumpleaños era el mejor de todos.
-Por su puesto, Par. No soy tu abuela, pero puedo ser como una tía, somos familia cariño y tu eres el mejor amigo y primo de Darcy, ya te quiero mucho- el pequeño sonrió y fue directo a los brazos de la abuela de su prima.
-Gracias- expresó después de separarse del abrazo.
-Muchas gracias, señora Twist. No debió haberse molestado- Lottie llegó sonriendo a donde se encontraban.
-Ninguna molestia. Estoy segura que Santa traerá regalos a TODOS, por la mañana- Anne estaba feliz de convivir con todos. Una familia grande es lo que siempre había deseado, y claro no iba a quitarle la ilusión a los pequeños.
-¿A todos?- los gemelos interrumpieron, emoción en sus expresiones.
-Por supuesto- Anne notó qué Janine estaba por hablar y reclamar, pero ella la detuvo- A todos sin excepción.
-No creo que Santa tenga tanto dinero para todos- Jan no quería que sus hijos se ilusionaran. Ella siempre ha tratado de darle lo mejor, pero a veces no es posible.
-Santa ahorró todo el año, estoy segura que traerá más de un regalo, hasta para ti- retó con la mirada, un poco de diversión se asomaba.
-¿Ahora eres amiga personal de Santa?- preguntó burlona la mayor.
-No del todo, pero si hablamos de vez en cuando- contraataco la de ojos verdes.
Se sentía una tensión en el ambiente, todos menor los gemelos y Parker lo sentían. Las abuelas se miraban retándose.
-¿Quién crees que gane?- preguntó Gemma a Lottie.
-Mi mamá tiene 7 hijos y 3 nietos, no se intimida rápido- contestó la rubia, haciéndola reír.
-Mi mamá puede hacer qué mis sus gatos y perros se comporten con solo una mirada- defendió la ojiverde.
Los demás no sabían que hacer. Solo miraban de una mujer a otra. Se fueron acercando poco a poco, ninguna bajó la mirada. Justo cuando se tuvieron de frente. Se echaron a reír.
-Esto va a ser divertido- dijo Janine, mientras abrazaba a la otra mujer.
Todos se relajaron después de ver ese abrazo y comenzaron a hablar entre ellos, esperando a que el cumpleañero mayor llegara.
Veinte minutos después los Tomlinson-Styles llegaron muy elegantes y listos para la cena de cumpleaños.
-Feliz cumpleaños, Boo- todos gritaron cuando el mayo entro por la puerta.
Tenía mucho tiempo ya, desde que su papá falleció, para ser precisos, que no veía tantas sonrisas verdaderas, ni sentía tanto cariño de tantas personas. Su sonrisa duró toda la noche.
Parker y Darcy estaban en la mesa de los peques encantados con la atención de sus tíos. Más la niña. Les cantaban y les contaban muchas historias graciosas.
Comieron un delicioso espagueti con albóndigas, la comida favorita de Parker y la abuela Jan preparó ricos muffins.
-Vengan al pastel, amores- Jan les hablo a los dos cumpleañeros. Había estado toda la tarde horneando ese delicioso pastel para sus hombrecitos.
-¿De qué es el pastel, mamá? Darcy no puede comer chocolate- su preocupación fascinó a Harry.
-Lo se, Boo. Es de tres leche con fresas, como el que te preparaba cuando estabas pequeño, ¿te acuerdas?- y si Louis no hubiera estado en completo estado de shock, posiblemente se hubiera arrojado a los brazos de su madre para llorar cual bebé.
-¿De verdad?- preguntó, seguía sin poder creerlo. Jan se acercó a él y dejó un dulce beso en su frente.
-Por supuesto mi niño- abrazo a Parker para sentarlo a lado del mayor y comenzar con el festejo- lo mejor de lo mejor para mis dos hombrecitos favoritos.
-Hey- reclamó Ernest, haciendo a todos reír.
-Mis dos hombrecitos de diciembre, favoritos- recalcó y Ernest sonrió de nuevo.
Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños, Louis y Parker, feliz cumpleaños a ti.
Los dos ojiazules se tomaron de las manos y juntos soplaron las velas del pastel, se tomaron todas las fotos necesarias, de hermanos, por familia, por género y grupal. Para cuando fue momento de repartir de pastel, los regalos se estaban entregando.
Louis cumplió 32 años, pero no le importó, sus ojos brillaron tal niño de 5 años cuando vio esa hermosa taza qué decía "para el mejor papá del mundo" regalo de Darcy, por supuesto.
Parker recibió un muñeco de acción del Capitán América y un álbum de colección, para poder identificar todo tipo de rocas.
Se quedarían a dormir en casa de Louis y Zayn, para en la mañana pasar la navidad juntos, repartir los regalos y tomar mucho chocolate caliente, todos menos Darcy, por supuesto.
Harry y Louis estaban sentados en un sillón con la pequeña Darcy dormida entre los dos y un Parker babeando en el cuello de su tío. Esos dos no se separaban para nada y era muy lindo verlos compartir el tiempo.
-Parece que todos se llevaron bien- dijo Harry mientras veía a su madre y suegra platicar sobre sabe que cosa en la cocina.
-Mejor qué bien, Robbie ya me hace chistes y Tom le sigue el juego- un muy falsamente ofendido Louis exclamó, viendo hacia los mencionados qué sé deleitaban de una rica copa de vino. Riendo a carcajadas de algo que dijo el mayor.
-Perdón por interrumpir, pero creo que estos dos deben irse a la cama ya- llegó Sol y le quitó a Parker del cuerpo a su hermano- Todos ya se deben dormir, de hecho. Ya casi llega Santa y si nos ve despiertos, no va a dejar regalos- habló un poco más alto para que los dos pares de gemelos escucharan y corrieran a la casa de Zayn a ponerse las pijamas. Ellos dormiría ahí, junto con Sol y Janine y también Gemma con Luke.
Mientras qué en casa de Louis se quedarían los Twist, los Wood y los Tomlinson-Styles. Sol se llevó a Parker a la habitación de arriba y lo siguió Harry con su pequeña en brazos. Los pequeños dormirían con Anne y Robbie pues el rizado había pedido la noche para darle un buen regalo a Louis.
Poco a poco todos los adultos se fueron yendo a sus respectivas habitaciones quedando poco en la sala.
-Así que, ¿Qué sé siente tener 32?- preguntó Gemma sentándose a lado del ojiazul, sobándose su prominente barriga.
-Lo mismo que tu sentiste hace un año- se burló de ella, haciéndola reír.
-Entonces ¿fabulosa?- dijo totalmente burlona sacudiendo su cabello varias veces.
-Por supuesto- regresó la sonrisa, pero pronto se esfumó.
-Hey, ¿Qué pasa?- se veía muy preocupada- Ya no hay vuelta atrás, por más qué quieras, ya tienes 32 y una hija de 6- trató de bromear, pero no consiguió hacerlo reír.
-No es eso- se aclaró la garganta y bajó la voz para que solo Gemma lo escuchara- Quiero pedirle a Hazz qué sé case conmigo.
-¿Y? Si me lo preguntas, ya te habías tardado- los dos rieron.
-Lo sé, pero- Louis bajó la mirada, se notaba muy nervioso- tengo que hablar con tus papás y me da miedo que me digan que no. ¿Y si Harry me dice que no?
-¿Estas hablando en serio?- Gemma le dio un ligero golpe en la cabeza, le ayudó a aclarar sus ideas, pero aun así se quejó- Él te ama y por mis papás no te preocupes, solo dile a mamá y ella se encargará de hablar con papá- le sonrió y tomó sus manos para que la mirara- Tu los haces felices y es lo único que deseamos para ellos.
-Gracias- se abrazaron por un corto tiempo- Es lo que necesitaba escuchar.
-Ahora dime ¿Cómo se lo piensas pedir?- se escuchó emocionada y eso emocionó al ojiazul, poniéndose rojito de las mejillas.
-En la cuenta regresiva de año nuevo, quiero empezar el año comprometido con él- el rubor no dejó sus mejillas en ningún momento.
-Todo un romántico, ¿Cuándo pensabas pedir mi aprobación?- una voz diferente a Gemma dijo. Se congeló en su lugar cuando vio la imponente figura de su suegra a su lado.
-Mamá, él te lo quería decir, pero tu arruinaste la sorpresa por andar de chismosa- la ojiverde defendió.
-No soy chismosa, solo pasaba por aquí, aparte tu madre ya me lo había dicho- Anne estaba sonriendo, le encantaba ver el pánico en los ojos de Louis- Solo prométeme qué los vas a hacer muy felices.
-Se lo prometo, Anne- se levantó para estrechar su mano, muy formal.
-Somos familia, Louis- rodó los ojos, pero lo acercó para envolverlo en un abrazo- Ahora, vayan a hacer muchos bebés, es hora de dormir- sacó algo pequeño de su abrigo- Ya estoy preparada, quiero muchos nietos.
-¡Mamá!- un muy apenado rizado llegó justo a escuchar la conversación, con las mejillas completamente rojas.
-¿Qué? Ya somos todos adultos-se encogió de hombros, mientras iba subiendo las escaleras y poniéndose los tapones para los oídos.
-Así que- Louis se fue acercando al rizado con ojos llenos de lujuria- ¿Le hacemos caso a tu madre?- besó su cuello, haciendo que el contrario dejara escapar un pequeño gemido, que solo él escuchó, mientras su mano iba dirigida a las nalgas de Harry.
-Aagg, búsquense un cuarto, sigo aquí- Gemma hizo el ademán de querer vomitar y con ayuda de su hermano se levantó del sillón- Buenas noches, hormonales- se despidieron, dejando solos a la pareja en la sala
-Vamos, Boo- besó sus labios muy lentamente, como si de lo más delicado se tratara- Tengo que darte tu regalo de cumpleaños.
Apagaron todas la luces y cerraron la puerta principal, para después subir las escaleras sin soltarse de la mano. Afortunadamente la habitación de Louis era la última del pasillo, y es la que daba al jardín, por lo que tendrían privacidad, pero también debían ser muy silenciosos.
-Así que ¿Me tienes un regalo?- preguntó Louis una vez que se encontraban dentro de la habitación, con el seguro puesto y unas muy prominentes erecciones, debajo de sus pantalones.
-Más de uno de hecho- beso con rudeza sus labios, haciendo qué él mayor gimiera en su boca- Te amo. Feliz cumpleaños- le entregó una bolsa de regalo y aún con su excitación y agitación, sacó lo que contenía.
-¿Estas seguro que esto es para mi?- miró a Harry y no pudo evitar que sus ojos se abrieran como platos.
¿En que momento se había desnudado? Estaba como Dios lo trajo al mundo. Ahí. Listo para Louis. Listo para que lo tomara y eso hizo.
-Tendrás que ser un vaquero muy silencioso- tomó el sombrero qué había sacado de su regalo y se lo colocó a su bello novio. Es lo único que usaría mientras reclamaba su regalo de cumpleaños- Si este sombrero se te cae, tendré que castigarte.
La voz demandante de Louis, hizo qué Harry se endureciera en segundos. Su miembro ya goteaba, pero su novio seguía con toda esa enorme cantidad de ropa en él.
-Si, amo- la voz del rizado era sumisa y ronca. Fue directo a los labios de su novio y comenzó a desprenderlo de su ropa.
Una vez que los dos se encontraron en las mismas condiciones, Harry acomodó el sombrero mejor, no quería ser castigado y aventó al ojiazul a la cama.
-Me vas a montar, pero lo harás lo más lento posible. No te vas a venir hasta que yo lo haga y si llegas a cerrar los ojos, no te besaré- cada palabra más excitante qué la otra. Harry solo pudo asentir. Sabia que si hablaba, solo saldrían gemidos de su boca y debían ser muy silenciosos.
Harry se subió a horcajadas sobre él y restregó su trasero en la prominente erección de Louis. El ojiazul llevó tres de sus dedos a la boca de Harry, quien los recibió con gusto y comenzó a chuparlas, como si su vida dependiera de eso. Cuando ya estuvieron lo suficientemente húmedos los llevó a la entrada de su novio, quien para su sorpresa, ya estaba abierto.
-Haz sido muy travieso- dio una ligera nalgada haciendo qué él rizado gimiera y una pequeña lagrima saliera de sus ojos, no podía con lo caliente qué sé sentía en ese momento.
Harry ya no podía más, en cuanto sintió su entrada vacía, se alineó con el pené de su novio. Lo besó para que no soltara el gemidos qué sabia solitaria cuando se introdujo de una.
Ardía como los mil demonios, a pesar de haberse preparado anteriormente, pero sabia que para Louis, era más que placentero, así que comenzó a moverse.
Sus labios no se separaron en ningún momento, debían ser callados. Pero no podían con lo excitados qué estaban. Louis amaba ver y escuchar a su novio gemir y la imagen que tenia frente a él era más que hermosa. Lucía ese sombrero como todo un vaquero y ver como sus nalgas devoraban su muy duro miembro, lo estaba volviendo loco.
En un punto del acto, Harry se comenzaba a cansar, pero no desistiría, terminaría y haría de este la mejor noche de sexo qué hayan tenido. Por lo que se volteo para darle la espalda a Louis y así poder tomar otro ángulo. El ojiazul tenia una mejor vista de las nalgas de su novio y estaba llegando a su límite.
Esa sensación en el estómago se estaba haciendo presente. No pudo evitar rasguñar le toda la espalda al amor de su vida.
-Lou, ya... Estoy por... Aaahhh- trataba de hablar, pero estaba cegado por todos los sentimientos qué estaba teniendo. Su ritmo era despacio, así lo había querido el ojiazul, pero en un punto este mismo comenzó a penetrarlo rápido.
-No hasta que yo lo haga-lo tomó de las caderas y comenzó a ayudarlo a subir y bajar. Harry gimió más fuerte cuando Louis encontró su punto sensible. Este sonrió y comenzó a seguir dándole justo en ese lugar. El rizado ya no podía más. Necesitaba descargarse.
Bastó cuatro estocada más y una mirada llena de lujuria por parte del ojiverde, para que Louis sacara toda su semilla en el interior de Harry. En cuanto lo sintió dentro de él este se vino como nunca antes lo había hecho.
Habían sido muy silenciosos, o eso esperaban. De hecho no les importaba, habían disfrutado cada segundo de ese encuentro. Louis cada vez confirmaba cuando amaba a Harry y viceversa. Se aman se amaban y se amarían para toda la vida.
Terminaron cansados, exhaustos, felices. Se acomodaron en la cama y se acurrucaron. No les importó qué las sábanas estuvieran manchadas. Ya por la mañana se limpiarían. Era hora de dormir.
-Feliz cumpleaños, boo- fue lo último que dijo Harry.
-Te amo- contestó Louis.
Y así los dos cayeron dormidos. En los brazos del otro, con sonrisas qué no se borrarían tan fácilmente. O eso esperaban.
25 de Diciembre
Había despertado en una cama qué no era suya, en un cierto qué no reconocía. Estaba por gritar, cuando miró a su izquierda, su primo estaba con su boquita abierta y sus ojitos cerrados, a su lado. Miró hacia la otra cama en la habitación y vio a su Nanne y lo recordó. Todos dormirían en cada de su papi Lou para pasar Navidad juntos.
Ya era Navidad.
-Parker, ya es navidad- la pequeña se levantó y comenzó a mover a su primo para que se despertara- Parker, despierta, ya llegó Santa, vamos a abrir los regalos.
Seguía moviendo al pequeño qué solo gruñía en respuesta. Definitivamente no era bueno para levantarse temprano. Darcy lo seguía moviendo hasta que logró qué abriera un ojo.
-Vamos, Par- lo tomó de la manita y lo jaló para bajar a la sala.
Los adultos de la habitación, los siguieron con cara somnolienta, pero debían detener a la pequeña. No podían empezar sin los demás. Pero para su sorpresa, los qué durmieron en casa de Zayn ya estaban ahí.
-Feliz Navidad, familia- dijo Jan cuando los vio al final de las escaleras.
-Feliz navidad- recitaron los recién llegados.
-Santa trajo muchos regalos- comentó Doris, mientras trataba de ver las etiquetas para descifrar si alguno era para ella.
-¿Ya podemos empezar?- pidió Daisy emocionada.
-Debemos esperar a los adolescentes- Lottie llegó con la pequeña Taylor en brazos y Tom pisándole los talones- Se durmieron un poco tarde anoche- comentó haciendo una cara de fastidio. No habían sido silenciosos.
-Ya estamos aquí- anunció Harry, sonrojado, había escuchado lo que dijo Lottie. Venía de la mano con Louis, quien lucía una sonrisa llena de orgullo- Feliz navidad, familia.
-Feliz navidad, papis- Darcy corrió a los brazos del más alto y lo besó en la mejilla. Pasando después a los brazos del ojiazul, haciendo lo mismo y luego volvió al pie del árbol.
-Hora de los regalos, entonces- aplaudió Robbie llamando la atención de todos.
Los abuelos comenzaron a repartir los regalos a todos los niños. Iban desde juguetes, ropa, accesorios y utensilios.
Las gemelas recibieron vestidos iguales de color rosa y morado, pero también artículos de pintura y un balón de vóleibol en lo individual.
Los gemelos menores estaban encantados con sus juguetes de Barbie y Transformers respectivamente.
Sol recibió ropa, aretes y unos hermosos lentes de sol, cortesía de su hermano y cuñado. Lottie y Tom sonrieron demasiado con la carta de navidad qué Parker les había escrito y mostraron orgullosos el portarretratos con la primera foto de su familia con cuatro integrantes.
Gemma y Luke sabían que la mayoría de sus regalos serían para la pequeña qué venía en camino, pero de verdad lo agradecían, las carriolas y cunas, estaban hermosas. Aunque por supuesto que también recibieron ropa y una bonita foto del momento donde el rubio le pidió matrimonio.
Las abuelas recibieron cartas hechas a mano por sus nietos y playeras con la leyenda "Soy la mejor abuela". Robbie recibió lo mismo pero su playera decía "Mis nietas son más bonitas qué las tuyas". También ropa y joyería fueron los regalos.
Para los más pequeños principalmente fueron juguetes. Darcy recibió un traje nuevo para Simón y libros de animales. Parker recibió una pulidora de rocas, una pulsera de la amistad y un bote de agua del hombre araña que le fascinó y ya lo quiere llevar a la escuela. Para la pequeña Taylor principalmente hubo ropa, zapatitos y mordederas.
Harry recibió zapatos, plumones, hojas de colores y una caja de sellos para sus pequeños. Sin mencionar qué lo que más le gustó fue la carta que Darcy le regaló.
Y para Louis hubo, zapatos, chamarras y por supuesto la carta bonita de su hija. Pero hacia falta un regalo. El más importante a su parecer. No quiso decirle nada a su madre, pero no sé le olvidaría. Aunque le faltaba abrir un regalo.
-¿Qué es esto?- preguntó cuando vio casi vacía la caja, sacó lo que vio al fondo, pero quedó en shock. Era una foto de su madre, embarazada y a sulado estaba un hombre que nunca había visto. Ella sonreía, se veía muy joven. También había una pequeña invitación, hecha a mano, para comer en McDonald's.
-Te lo prometí, Boo- estaban alejados el uno del otro, pero en ese momento, nadie más existías, solo ellos dos- ¿Te gustaría tener una cita con tu madre? Como las que teníamos cuando estabas más pequeño.
-Si quiero, mami- como si tuviera 5 años, corrió a los brazos de su madre, quien lo recibió feliz y le dio mucho besos en todo su cabello.
Todos veían la escena encantados. Por fin Louis sabría la verdad y esa foto era solo el inicio. Janine la había guardado en lo más profundo de sus pensamientos y de su closet. Encontrarla fue fácil, entregársela a su hijo, no. Habían pasado 32 años desde esa foto, 32 años, desde que su vida cambió, pero 31 años, que no pensaba en esa persona, en él, en el padre de su hijo. El padre biológico de Louis.
23 de Diciembre
-Papi, ¿Por qué no llega el tío, Ni? ¿Dónde está? ¿Si va a venir? Él lo prometió ¿Por qué tarda tanto? Ya quiero irme a casa de los abuelos- un pequeño rubio brincaba de un lado a otro por toda la casa.
-Si va a venir, Erick. Iba a pasar por su papá, ¿recuerdas?- Zayn estaba aún más nervioso qué su hijo. Había visto muchas veces al padre de Niall, pero, está vez era diferente. El timbre sonó y Erick salió disparado a la puerta.
-Es él, es él- antes de abrir la puerta, miró por la ventana y cuando comprobó qué el auto de Niall estaba en la calla, abrió la puerta- Tío, Ni, por fin llegaste- se lanzó a los brazos del mayor y este lo recibió gustoso.
-Hola, sirenito- besó su mejilla- lamento la tardanza...- comenzó a explicarse, pero lo interrumpieron.
-Fue mi culpa, Erick, espero puedas perdonarme- el Horan mayor se asomó por la puerta y de repente el pequeño se volvió tímido. Quería caerle bien al papá de su tío- Es que traigo muchos dulces y no cabían en el carro- los ojos del pequeño se hicieron muy grandes.
-¿Dulces?- el mayor sonrió victorioso. Sabia muy bien como ganarse al pequeño, su hijo era igual.
-Por supuesto, te traje muchos dulces, pero si no los quieres, tendré que comerme los yo solo.
-Si, si quiero, por favor- juntó sus manitas en súplica.
-¿Me darías un abrazo primero?- en ese momento vio por el rabillo del ojo a Zayn- Y claro, solo si tu Papi lo aprueba.
-Si, le daré un abrazo enorme- se lanzó al mayor y este lo recibió. Ya lo quería mucho- Papi, ¿puedo comer dulces? El Papi del tío Niall los trajo para mi- un puchero apareció en los labios de su pequeño y no podía decirle que no.
-Por supuesto, amor, pero no todos, solo dos- sentenció y el pequeño asintió efusivo y corrió al sillón para revisar los dulces qué venían en una bolsita- Hola, señor Bob- saludó, notoriamente nervioso.
-Creo haberles dicho que me dijeran, tío- respondió con falso enojo- No por que sea tu suegro, tiene que cambiar algo entre nosotros, Zayn.
-Papá- regañó Niall, ellos no habían hablado de eso. Se estaban conociendo, o bueno, se estaban re-conociendo y no le habían dicho nada a Erick todavía.
-Si, si, ya lo sé- evitó qué su hijo continuara. Sus ojos estaban en el pequeño Erick- Ustedes tienen que hablar, yo iré con mi nieto, tengo que recuperar el tiempo perdido- iba a cruzar a los otros dos adultos, pero primero se dirigió al de ojos miel- Gracias por dejarme conocerlo. Te doy mi palabra de que todo saldrá bien. Somos irlandeses, la suerte está de nuestro lado- le guiño un ojo y se lanzó con el pequeño.
La noche del festival, acordaron qué la mejor opción era pasar navidad juntos. Se irían dos días antes para no forzar las cosas y si todo salía bien, estarían hasta el 29 con ellos, toda una semana. Erick lo había pedido y su tío no sabia decirle que no. Por supuesto que estaba nervioso, tendría que volver a ver a la familia Malik, quienes no lo recibieron del todo bien, principalmente la cabeza de la familia. Pero él por su sirenito, haría lo que fuera. Si todo salía bien, sería el momento perfecto para hacerlo oficial.
Zayn por otro lado, estaba temeroso. Todo esto estaba yendo muy rápido, su hijo, sus papas y hermanas, Niall, juntos en un mismo lugar, como si fueran... Una familia. Todo estaba saliendo de maravilla, no podía evitar sentirse enamorado del rubio de ojos azules, pero sabía que no duraría. Cuando le dijo a sus padres, no recibió respuestas muy positivas, con sus hermanas fue algo parecido. Estaba llevando a Niall a la boca de los lobos. Había estado tan concentrado en como reaccionaría Erick y su corazón, que no pensó en nada más. Él estaba feliz, pero, ¿por cuanto? Estaba casi seguro que su... amigo, no aguantaría mucho. Su familia era muy dura cuando debía serlo y no lo habían perdonado.
También hablaron de Bob, por supuesto. Niall nunca había pasado una navidad lejos de él y Zayn estuvo de acuerdo en que debían llevarlo. Aunque, eso aumentaba la presión. Todo estaba lleno muy rápido. Todo se estaba volviendo muy oficial. Y ellos no lo eran.
-Zeta, deja de preocuparte, por favor- lo abrazo por atrás, pasando sus manos por la cintura contraria- Estaremos bien. Velos, ya son nieto y abuelo.
-Pero no lo son- la declaración salió sin filtro. A Niall se le apretó el corazón, pero sabía que es verdad.
-Pero lo serán- lo giró sin ningún esfuerzo, lo quería ver a la cara. Le quería demostrar, que estaba siendo sincero- No me voy a ir Zayn. Ustedes son lo que más quiero en este mundo- levantó su mano, para acariciare la mejilla, el ojimiel se inclino a su toque, por supuesto- Me culpare a diario por haberlos lastimado con mis indecisiones- estaba totalmente serio- Pero no me voy a ir, nunca dejaría a dos personas tan maravillosas como ustedes. Tu eres lo que quiero para toda la vida- juntaron sus frentes, por más que quisieran besarse, sabían muy bien, que tenían audiencia.
-¿Pero...?- intentó hablar, pero fue detenido por un dedo en sus labios.
-Pero nada, todo saldrá bien. Estoy dispuesto a todo por ustedes- vio la preocupación en los ojos contrarios, sabia de sus miedos- No me va a pasar nada- tomó una mano y la besó, solo podía hacer eso, aunque se moría por besar esos dulces labios.
-Señor papi del tío Ni- llamo Erick al mayor en un susurro, quien veía la escena maravillado- ¿te puedo contar un secreto?- el mayor lo miró y con ojos muy grandes, que hicieron reír al pequeño, asintió, acercando su oreja a este, para que solo él escuchara- Mi papi y el tío Ni están enamorados.
-Noooooo- se alejó del pequeño, sus ojos seguían muy abiertos. Se hizo el sorprendido y eso hizo reír a Erick. Su nuevo sonido favorito.
-Si y mi tío Ni, va a ser mi nuevo papi y tu- de su boquita salió un sonido de asombro- serás como mi abuelo.
-Yo seré tu abuelito- afirmó- Yo ya te quiero como un nieto. Niall no deja de hablar de ti, que parece que ya te conozco, Mira- sacó su celular y buscó en su carpeta de fotos- Niall me manda muchas fotos tuyas, todos los días.
-¿Te puedo decir abuelo?- Erick pregunto hecho un manojo de nervios.
-Por supuesto, cariño- lo tomó en brazos para abrazarlo y darle un besito en su frente- Tu ya eres mi nieto favorito- comenzó a hacerle cosquillas y el pequeño se retorcía en risas.
-¿Tiene más nietos?- preguntó un tanto confundido.
-No, por eso eres el favorito- volvieron a reír, llamando la atención de los tortolitos.
-¿De qué tanto se ríen ustedes dos?- Niall fue directo a sentarse a lado de ellos y tomó a Erick en brazos. Quería abrazarlo mucho, lo había extrañado.
-El abuelo Bob es muy gracioso, tío Ni- las palabras fichas por el menor fueron escuchadas por todos en la sala. Pero a Niall quien le preocupaba era el de pelo negro.
-¿Abuelo?- preguntó totalmente asustado. Erick iba a contestar, aunque no sabia que decir, estaba formando un puchero en sus labios. Alguien le ganó.
-Si, Zayn. Espero no te moleste. Yo le pedí que me dijera así, ya estoy un poco viejo- aclaró el mayor, no quería delatar a su nieto, ya tenían secretos juntos.
-Nnnooo, nnno hay problema, eeesta bbieen- veía a las tres personas en el sillón, sonriéndole. Su estómago era todo un mar de emociones. Niall lo notó.
-Bien, entonces creo que ya es hora de irnos- se levantó de su lugar en el sillón y comenzó a movilizar todo- El camino es largo, empecemos a subir todo.
Se irían en una camioneta qué tenía Niall para este tipo de ocasiones, donde eran más de 3 personas las qué viajaban. Subieron las maletas restantes y los regalos a escondidas, estaban bien guardados en cajas. El pequeño ni cuenta se dio, estaba muy ocupado escuchando a su abuelo contándole historias de su tío Ni, cuando estaba pequeño.
Media hora después estaban listos para partir. Niall manejaría directo a Doncaster, después de que se mudaron ahí, sus papas le tomaron cariño al lugar y decidieron quedarse.
El camino fue largo, pero para nada aburrido. Iban cantando, contando chistes, comiendo dulces. Una hora en el camino, Erick se durmió en las piernas de su abuelo, quien le acariciaba sus mechones dorados con cariño.
El carro se inundó de un silencio cómodo. Había música de fondo y platicas ocasionales. Pronto llegaron a su destino y los nervios incrementaron. Priya había avisado a su hermano qué todos estaban informados de su próxima llegada y que había hablado con ellos para que fueran civilizados. Pero no creía que fuera suficiente, su familia era un poco rencorosa.
A su llegada, fueron recibidos por Trina, quien ya extrañaba a su pequeño nieto y fue lo primero que hizo, saludar al pequeño qué seguía modorro por su previa siesta.
Se saludaron y presentaron a Bob con los demás. Se sentaron en la sala para que tener algo que hacer, pero tal vez no fue la mejor idea. Nadie hablaba. Solo se veían.
-¿Como les fue en el camino?- preguntó Trina, para romper el hielo
-Muy bien, muchas gracias por recibirnos en su casa señora Malik- Niall era un manojo de nervios. Ray le había apretado la mano y dado una mirada de advertencia, pero trato de no intimidarse.
-El placer es nuestro, es bueno tenerlos aquí- trató de sonreírle a Niall, pero salió como una sonrisa tensa.
Se podía sentir la tensión. Todos los adultos presentes estaban incomodos, Erick no, él solo jugaba con sus bloques de construcción. Bob decidió hablar.
-Gracias por también recibirme, espero poder ser muy útil, soy un excelente cocinero- se ofreció.
-Son nuestros invitados, no se preocupen por nada- contestó Trina.
-Esto parece un funeral- Bob podía ser un poco optimista- ¿Qué les parece si vemos una película?
-¡Si!- el pequeño exclamó- ¡Camp Rock!
-¿Como supiste que esa era mi favorita?- en realidad nunca la había visto, pero la cara de Erick valió la pena la mentira.
Todos sonrieron por la inocencia del menor. Trina se levantó para comenzar a hacer bocadillos, el mayor era inoportuno, pero le había caído bien. Conocía a su esposo, a él le costaría más.
-Tal vez después podemos ver la semifinal del Tenis, Nadal nunca ha estado mejor como en este momento- Bob era un fanático del tenis y no le molestaba hablar al respecto. Según Niall era como una fangirl con una boyband.
-¿Nadal? Djokovic es el mejor del mundo ¿De que está hablando?- pero lo que los Horan no sabían, ni Zayn, es que su padre había crecido una ligera obsesión con el Tenis- Supongo que también es fan de Federer, no puedo creerlo.
-Djokovic puede ser el mejor del mundo, pero Nadal lo tiene todo- se miraron intensamente- Tiene técnica, pasión en muy poco se coló a ser de los favoritos, tiene talento.
-Por favor- Ray rio sin gracia, bajo la atenta mirada de los demás.
-Ray, no seas grosero- se escuchó desde la cocina. Su esposa lo conocía muy bien.
-A eso se le llama suerte- sentenció.
-¿Qué nos viste el partido pasado? La salvó con destreza, eso no fue suerte- el ambiente se estaba calentando.
-¿Quieres apostar?- retó el Malik mayor.
-Solo si quieres perder tu dinero, papacito- contestó el Horan mayor.
-¿Como me llamaste?- el dueño de la casa estaba más que irritado. Se levantó de su lugar en el sillón, tratando de intimidar.
Los respectivos hijos estaban muy alertas, en caso de que tuvieran qué separarlos. No podían creerlo, normalmente eran muy tranquilos. Ray no habla y Bob prefería las risas antes que la violencia, pero el fanatismo a veces puede ser mayor.
Bob hizo lo mismo. Se posó frente al ojimiel qué lo rentaba, él no se intimidaría.
-Pa.pa.ci.to- recalcó cada sílaba de la palabra.
Se quedaron viendo. Ninguno bajó la guardia. Hasta que Ray soltó la carcajada qué nadie esperaba.
-Nada mal Horan, nada mal- lo tomó de los hombros y lo fue llevando a donde estaba su oficina en la planta baja- Déjame te enseño mi nuevo juguete, creo que serás el único que los va a apreciar.
-Pero íbamos a ver una película- Erick tenía su pucherito en su rostro.
-Y vamos a verla, tu abuelo solo me mostrará algo rápido y volvemos- le sonrió al pequeño y Ray y él Horan mayor fueron al estudio.
Los abuelos se fueron al estudio y estuvieron solo unos minutos ahí. Regresaron a la sala y se sentaron a ver películas. Así pasaron el día. Y Niall se sintió más cómodo, aunque seguía sintiendo la mirada amenazante de Ray y la sonrisa falsa de Trina.
24 de Diciembre
Los abuelos convivieron yendo al campo de tenis y se llevaron al pequeño Erick, quien volvió muy cansado, no le gustaba sudar mucho. Los enamorados se quedaron ayudando a Trina con las decoraciones, pues Jafet era quien ayudaba a las decoraciones, pero con el bebé no había podido ir, por lo que Niall se ofreció e incluyó a Zayn en el trabajo, aunque ese no estuvo del todo feliz.
Trina sabía que lo hacía por compromiso, por quedar bien y aprovecho su amabilidad para tratar de hacerlo quedar mal, pero Niall era todo un cofre de sorpresas, pues cualquier cosa que le pedía su futura suegra, él sabía como arreglarlo.
Zayn no estaba feliz, pero estaba orgulloso del rubio. No se dejó intimidar por su madre. Eso le daba esperanzas y lo hacía sonreír sin siquiera saberlo.
-¿Se puede saber porque tan feliz?- preguntó su madre, quien entraba a la cocina, donde el ojimiel se encontraba cocinando el almuerzo.
Los abuelos y el menor habían ido al parque. A Erick no le bastó pasar la mañana jugando. Quería más diversión.
-Porque por más que quieras hacerlo sufrir, él no se deja- contestó, haciendo su sonrisa más grande.
-Tengo que admitir qué estoy impresionada- Trina también le sonrió, acercándose a él- No es tan malo como pensaba, pero no sé la dejaré tan fácil, lastimó a mis bebés- lo tomó de las mejillas y besó ambas. Zayn sonrió con nostalgia y bajó la mirada, el estar en casa le había traído recuerdos, que tenía mucho sin haberlos pensado- Te hace feliz, a ti y a Erick. Los he visto juntos y ya parecen una familia.
-¿Crees que así hubiera sido mi familia, si ellos... no se hubieran...?- no terminó la pregunta, pero su madre lo entendió y lo abrazó.
-Hace mucho que no hablamos de ellos- se sorprendió de que los mencionara, sabía que nunca los olvidaría, pero que ya había superado sus partidas- ¿quieres hacerlo?- Zayn negó.
-No, no quiero que Niall nos escuche- no quería hacer sentir mal al rubio.
-Niall no sabe nada, ¿cierto?- preguntó Trina. Ella sabía que era un tema delicado y que ni siquiera a Louis le había querido decir, hasta que fue necesario.
-Si lo sabe, se lo dije en la universidad- se limpió las lágrimas qué habían salido cuando su madre lo abrazó- De hecho él fue a la primer persona fuera de ustedes que se lo conté- Trina se sorprendió, ese tema era prohibido entre ellos y sabía que para que él lo contara, debió haberle tenido demasiada confianza a Niall- Incluso se lo conté antes que a Louis.
-¿Entonces porque no quieres que lo escuche?- acarició la mejilla de su hijo y limpió el resto de sus lágrimas.
-No quiero herirlo, siempre voy a amar a Fharid y a nuestro bebé- sonrió al recordarlos, pero volvió a ponerse triste.
-¿Y porque lo lastimarías?- siguió acariciando su mejilla y limpiando sus lágrimas. No paraban de salir.
-Porque estoy maldito mamá, recuérdalo- eso le partió el corazón. No sabía que él se seguía sintiendo de esa forma.
-Tu no estas maldito, amor- lo tomó de las mejillas para que la viera a los ojos, para que viera su sinceridad.
-Por supuesto que lo estoy- no gritó, pero si voz se elevó y comenzó a temblar- Los papás de Fharid lo dijeron. Por eso él y nuestro bebé están muertos. Por eso mi hermana y su esposo también están muertos. Yo no puedo ser feliz y se que si dejo que Niall entre a mi vida, lo voy a perder, porque eso es lo que pasa cuando algo bueno me sucede- Zayn era todo lagrimas y suspiros y se refugio en los brazos de su madre.
-No, mi amor, no- lo acaricio de la espalda- Ellos estaban equivocados. Nunca debieron decirte eso. Lo que les pasó a él y al bebé fue solo el destino. Ellos solo estaban muy dolidos por su perdida.
-Trina, ya terminé con las luces del techo...- Niall llegó corriendo a la cocina, limpiando su sudor con su playera. Vio a su chico llorando, no pudo evitar preocuparse- ¿Qué pasó, Zeta?
-Nada- Zayn se secó las lágrimas rápidamente- Todo está bien, ayúdenme con la comida, ya están por volver y van a estar hambreados.
-Yo iré a hacer una llamada, ya vuelvo- Trina los dejó solos.
-Zayn, ¿Qué pasa?- se acercó al moreno y trató de abrazarlo, pero este se alejó y el corazón de Niall dolió poquito. Tenia mucho sin hacer eso.
-No pasa nada, Niall- vio como su acción le afectó al rubio, por lo que decidió inventar una excusa- Ya está por llegar Erick, no quiero que se haga ideas de nuevo.
-¿Ideas de que? Pensé que me habías dado una oportunidad, por eso estamos aquí. ¿Qué está pasando? ¿Qué cambió?- quiso saber, pero Zayn ni siquiera lo miraba, estaba entretenido cocinando- ¿Te dijo algo tu mamá?- no obtuvo respuesta- ¡Contéstame!
-¡Basta Niall! ¿Por qué me estas presionando?- por fin lo miró, pero se arrepintió al ver la expresión de dolor en el rubio.
-¿Estas hablando en serio?- no recibió respuesta- Estamos aquí porque me dijiste que me darías la oportunidad de enamorarte- Zayn seguía haciéndose el ocupado. Exhalo en frustración y pasó su mano por su cara, desesperado- No me puedo ir, porque se lo prometí a Erick, pero después de Navidad, nos vamos.
-Creo que será lo mejor- contestó Zayn y ahora de verdad el corazón de Niall se rompió.
-No puedo creerlo- seguía en shock- ¿Qué pasó? Estábamos bien, Zeta ¿Qué te hizo cambiar de opinión?- no pudo pedir respuesta alguna, porque escuchó como los ausentes entraban por la puerta. Decidió ir a recibirlos.
Zayn terminó de cocinar y dejó todo listo. Pero él no se sentó a comer. Se fue a su cuarto a continuar llorando. Buscó entre sus cosas, esa foto. La foto de su ex novio y él juntos cuando estaba embarazado. La tomó y se dedicó solo a llorar. A llorar por el recuerdo de lo que pudieron llegar a ser y lo que nunca podrá ser con Niall. Seguía doliendo y sabe que nunca dejara de doler, pero lo anhelaba.
Los demás de la casa comieron juntos. Zayn había dicho que le dolía la cabeza y por eso decidió recostarse, pero Trina y Niall sabían la verdad.
El resto del día los, abuelos siguieron disfrutando a Erick. Niall llamó a Louis pues era su cumpleaños y Erick junto con Bob lo felicitaron. No le dijo nada de lo que había pasado, pues tenía la esperanza de que las cosas se arreglaran.
Sabía bien, que lo que le pasaba a Zayn era qué tenia miedo. Le daría tiempo para que pensara las cosas, no se quería apresurar a nada, pero si después de navidad, las cosas no mejoraban un poco, tendría que irse. No se rendiría, pero tendría que volver a ir lento con el ojimiel.
La noche cayó y era hora de dormir. El día anterior, habían compartido cama, pero ahora tendría que dormir con su papá o en el sillón. Escuchó como alguien salía de un cuarto y entró a otro, para después escuchar el agua correr. Zayn era el único en la plata de arriba, por lo que aprovecho para subir y agarrar su ropa para también bañarse. Estaba en eso cuando la puerta se abrió y un ojimiel en solo boxers entró al cuarto.
-Solo vine por mis cosas, dormiré con mi papá- avisó y siguió con lo que estaba haciendo.
Zayn lo siguió con la mirada, pero no sé movió. Cuando el rubio terminó se volteo para dirigirse a la puerta. Se encontró con la misma imagen. Se quedaron viendo un momento sin decir nada.
Niall no lo soportó y decidió salir de ahí. No quería pelear, le daría tiempo. Caminó hacia la puerta sin mirarlo. Justo cuando se encontró frente al artista levantó la mirada y pidió permiso con sus ojos. Pero Zayn no se movió.
-Con permiso- pidió, pero el otro no se movió, solo lo veía, sin expresión alguna- Necesito salir, ¿te puedes mover?- no hubo movimiento y se estaba enojando. Decidió moverlo y hacerse paso, pero no sé le fue permitido- ¡Zayn, déjame pasar! Por un demonio- pero el mencionado no se movió. Intentó de nuevo y fue recibido por unos brazos qué lo envolvieron.
-Lo siento, Ni- le dijo al oído, muy bajito, solo para él.
Niall se dejó abrazar, pero no lo devolvió. Estaba enojado, nadie lo culparía, Zayn no lo hizo. Sabia que la había cagado.
-Yo también lo siento- se alejó de Zayn y usó la sorpresa de este para salir del cuarto.
Él sabía que lo merecía. Lo había tratado mal. Una parte de él le exigía fuera tras él y la otra le decía que era lo mejor, así no lo perdería, aunque parecía que ya lo había perdido.
Después de bañarse decidió llamar a Louis para felicitarlo y saber si su regalo le había gustado. El ojiazul le agradeció el gesto y preguntó como iba todo, él solo contestó qué bien, aunque era mentira, pero el castaño no insistió y terminaron su llamada.
Erick llegó y pidió ser llevado a la cama, ya qué al día siguiente sería Navidad y Santa Claus llegaría. Zayn lo arropo y le dijo cuanto lo amaba. Decidió bajar por un vaso de agua a la cocina, que se encontraba justo a lado de la sala y lo vio.
Niall estaba acostado en el sillón con una almohada y una cobija muy delgada. Se notaba qué tenía frío. Decidió acercarse y se percató qué no estaba dormido.
-Pensé que dormirías con tu papá- le dijo cuando conectaron miradas.
-No quería que se preocupara- cortó la conexión y se acomodó en el sillón para por fin dormirse.
-Ven a dormir a la cama, Ni. Estarás muy adolorido por la mañana- la voz de Zayn era baja, casi un susurro.
-Los amigos no duermen en la misma cama, Z- seguía con los ojos cerrados, no se molestó en mirarlo.
-Ni, vente. Por favor- trató de acariciarlo, pero el rubio se alejó.
A Zayn se le rompió el corazón. Era su culpa, no había duda de eso. ¿Por qué nadie entendía qué él no podía ser feliz? Solo estaba cuidando de Niall. Unos pasos se escucharon por las escaleras, era Trina.
-¿Interrumpí algo?- preguntó cuando sintió la tensión en el ambiente- ¿Qué haces en el sillón, cariño?
Ninguno contestó, la madre solo veía entre los dos adulto. Ahí había algo que no le decían, pero no sabia como preguntarlo, sin qué sé desatara más la incomodidad.
-Por la tarde tendremos visita, espero estén en su mejor comportamiento- le dijo al rubio, acariciándolo del pelo.
-¿Quien vendría en navidad?- preguntó Zayn, pero su madre ni siquiera lo miró. Estaba enojada con él.
-Descansa, mañana será un gran día- se despidió del rubio y regresó a su cuarto.
Se quedaron de nuevo en silencio, solos, sin mirarse. Niall decidió acomodarse en el sillón y volver a cerrar los ojos. Zayn solo lo miró, no quería dejarlo ahí, sabía que despertaría adolorido, pero no podía obligarlo a dormir con él. Quería decirle tantas cosas, pero no pudo, no debía.
Sin decir nada volvió a su cuarto. Se sentó en su cama de la infancia y miro de nuevo todo a su alrededor. Miró la foto de su fallecido amor y vio la medalla que Niall le había dado. Esa medalla que le había dado, para demostrarle cuanto lo amaba y que él había aceptado, tal vez debería devolvérsela.
Se quedó dormido, cansado por tanto llorar.
25 de Diciembre
Cuando abrió los ojos, sintió qué no había descansado nada, pensó que todavía no era él día siguiente, hasta que escuchó mucho ruido en la planta baja. Ya era navidad. Y toda su familia ya estaba en casa.
Bajó las escaleras y se encontró con sus hermanas, su cuñado, su sobrino bebé, los Horan y Erick. Sus papás se escuchaban en la cocina.
-Feliz navidad, familia- todos voltearon y le sonrieron, deseándole lo mismo.
Todos menos Niall. El rubio no lo miró. Quería ir y besarlo, pero no podía. Él no tenía permitido ser feliz.
-Feliz navidad, papi- Erick corrió a abrazarlo- Santa me trajo muchas cosas y también a ti- dijo feliz, pero su sonrisa se esfumó y en sus labios apareció un tierno puchero- La abuela dice que todavía no podemos abrir los regalos.
-Te dije que no hasta que todos estuviéramos- habló Trina llegando a la sala con una enorme charola llena de hotcakes. Detrás de ella venía su esposo, con muchas tazas de chocolate caliente- Solo faltaba tu papá. Ahora si podemos abrir regalos.
Media hora pasó y todos ya habían desayunado y estaban disfrutando de sus regalos. Electrónicos, juguetes, ropa, perfumes, calzado, había de todo para los Malik. Niall se había encargado, con ayuda de Priya, de comprarle algo significativo a cada miembro de la familia.
Sus hermanas cayeron por el encanto natural del irlandés. Trina amó su colección de libros de cocina. El Malik mayor fue el más difícil de convencer, pero lo logró y más después de haberle regalado el libro de Djokovic autografiado por el tenista.
Zayn y Niall no se habían dirigido la palabra. Pero nadie lo notó, hasta que las fotos comenzaron.
-Erick, sonríe- el pequeño obedeció a su tía y esta tomó la foto más hermosa del niño con sus regalos debajo del árbol- Ahora una foto con tu papi- el mencionado se colocó en el piso junto a su hijo y beso su mejilla, siendo ese momento el qué su hermana retrato.
-Ahora una foto con mi tío Ni y mi papi- Erick pidió y la habitación se llenó de un silencio sepulcral.
Niall no le podía decir que no a su sirenito. Por lo que sin dirigirle la mirada a Zayn, este se colocó del otro lado del pequeño y este lo abrazó por el cuello.
-Ven papi- lo jaló para abrazarlo igual que a su tío- quiero una foto de los tres juntitos.
Todos los adultos notaron la incomodidad de la pareja, que no eran pareja. Zafa tomó la foto, donde un pequeño sonreía felizmente en medio de dos adultos con sonrisas falsas.
El momento fue interrumpido cuando el timbre sonó, avisando que había alguien de visita. Trina corrió a la puerta, era su amiga. Nadie le tomó importancia y siguieron con lo suyo. Erick estaba mostrándole sus regalos a ambos adultos, quienes luchaba por no voltear a ver al otro.
-Buenos días, familia Malik, feliz navidad- esa voz. Zayn conocía esa voz, pero.... Era imposible.
El ojimiel levantó la vista, como si su vida dependiera de ello. Tan rápido qué Niall por inercia también levantó la mirada. Vio a un Zayn totalmente asombrado. Parecía que había visto a un fantasma.
-¿Fa... Farah?- preguntó, seguía asombrado. Se levantó del piso, pero no sé movió- ¿Qué haces aquí?
Niall miró de su chico a la mujer que estaba a lado de Trina. Nunca había visto a esa mujer, pero le encontró parecido a alguien. Una persona muy importante en la vida de Zayn. La persona a la que, sabía muy bien, todavía le pertenecía una parte de su corazón. La mamá de Fharid.
Zayn le había mostrado fotos de él cuando estaban en la universidad y llegó a memorizarse su cara. La mujer le sonrió con ternura y también con un toque de nostalgia.
-Yo la llamé- Trina tomó la palabra- El momento ha llegado, hijo.
El mencionado abrió mucho sus ojos. Sabía muy bien a lo que se refería su madre, pero no quería. No podía. Habían pasado tantos años y él... Él no tenía el valor.
-Vamos- dijo Farah y caminó hacia la puerta, esperando por Zayn.
-¿A donde vas, papi?- Erick tenía un pucherito, que su padre solo pudo borrarlo con una sonrisa.
-Tengo que ir con esa señora, mi amor. Es una amiga mía, pero regresaré pronto- besó su frente y acaricio su mejilla- pórtate bien con los abuelos y tus tíos- miró a Niall. Esto iba más allá de su pelea y los dos lo sabían- Te lo encargo.
-Con mi vida- contestó, dándole una sonrisa de entendimiento. Estiró su mano y tomó la ajena, dándole un apretón, brindándole seguridad.
El ojimiel se armó de valor para salir de su casa. Dispuesto a enfrentar ese pasado qué tanto había escondido en lo más profundo de su corazón.
Niall se dedicó a mirar por donde el ojimiel había salido. No sabia que estaba pasando, porque él se había ido con esa señora, pero él, siempre, lo apoyaría en todo.
Vio como el padre de su amado se acercó a su esposa, con una mueca de disgusto. No quiso ser chismoso, pero escuchó disimuladamente.
-¿Qué hace ella aquí y porque se llevó a Zayn?- Ray estaba más que molestó y no dudo en reclamar- Ellos le hicieron mucho daño...
-Y por eso deben platicar- Trina lo cortó y comenzó a explicarle- Zayn sigue pensando que todo lo que le dijo el papá de Fharid es verdad y por eso no se ha permitido amar.
-¿Y Niall que?- preguntó haciendo obvio que si el rubio estaba ahí, era por algo. El irlandés los escuchó, a pesar de que hablaban en tono bajo, más porque estaba pendiente de esa conversación.
-Lo encontré dormido en el sillón anoche, ellos se pelearon- se encogió de hombros- Creo que se va a ir después de cenar- ambos adultos hicieron gestos de tristeza.
-¿Y Farah qué bien le va a hacer a Zayn?- seguía sin comprender qué estaba pasando- ¿Por qué la llamaste?
-Porque Zayn necesita cerrar ese ciclo- miró hacia donde Niall y Erick estaban sentados y el rubio tuvo que dejar de mirarlos para que no lo atraparon espiando, aún así escuchó- Solo así podrá ser feliz con ellos.
Esas palabras, viniendo de los padre de su amado, fueron como energía para su amor. Zayn se merecía lo mejor, Niall no creía serlo, pero al parecer sus progenitores si y eso es lo que lo ayudó para que siguiera adelante.
Sin siquiera esforzarse, logró lo que había estado buscando. La aprobación de los abuelos de su sobrino.
Erick estaba feliz y eso era lo importante ese día. Trató de olvidar la situación y se concentró en el pequeño qué estaba emocionado jugando con sus nuevas adquisiciones. Quiso tocar guitarra para que sus abuelos lo vieran y su tío Ni lo ayudo cuando se equivocaba.
A pesar de todo, el día pintaba bien y por primera vez se sintió cómodo y aceptado en la casa Malik. Ya no sentía miradas de advertencia, ni palabras de reproche, disfrazadas de amabilidad. Se sentía en familia.
Hasta que la tarde cayó y Zayn no volvía. Sabía que no resolvería nada ahí ni en ese momento, por lo que tomó valor y se fue despidiendo de todos los que estaban en la casa, argumentando qué le había salido trabajo de emergencia y debía atenderlo al día siguiente.
Agradeció las atención y hospitalidad de los abuelos de su sobrino, a quien dejó hasta el último para darle una mejor explicación. El menor lo entiendo, pero no estaba feliz.
Pero antes de comenzar a hacer su maleta, la persona que menos esperaba, lo detuvo en las escaleras y le pidió hablar a solas.
Por lo que se encontraba en el jardín de la casa. Hacia demasiado frio, pero a Ray pareció no importarle, o al menos no lo hizo notar. Seguiría torturándolo.
-¿Porque te vas?- fue directo al grano.
-Tengo trabajo importan...- una risa sin gracia, detuvo sus palabras.
-Dime la verdad, Horan- lo miró con la expresión fría. Aún más que el ambiente- A mi háblame con la verdad.
Niall trago en seco. ¿Qué podía decirle? La verdad era un poco dolorosa y no quería hacerse la víctima, cuando él no lo era. Los había hecho sufrir y mucho. Parpadeo en demasía antes de contestar.
-Creo que he presionado a Zayn para estar conmigo, cuando él no me ha perdonado totalmente- sus palabras eran pausadas y claras, más por los nervios qué por el frío- Quiero estar con su hijo- le aseguró, mirándolo a los ojos- Pero es mejor que le de más tiempo. Fue una mala idea haber venido.
Ray asintió y solo le dio una mirada de entendimiento. Le hizo una seña con la cabeza para que volvieran adentro. El mayor también se moría de frío. Y sin decir una sola palabra más, se dirigió a su habitación, dejando al rubio con más dudas que antes.
Subió a la habitación qué había compartido solamente por un día con Zayn y comenzó a guardar sus cosas.
Estaba buscando su sandalia debajo de la cama, cuando escuchó la puerta abrirse. No se permitió voltear a la puerta, sabía muy bien quien estaba ahí.
-¿Te vas?- preguntó Zayn con voz casi audible. Cerró la puerta, esperando a que Niall hablara. Este suspiró antes de contestar.
-Te dije que me iría después de navidad, un tren sale a las 12 y espero alcanzarlo- explicó, sin mirarlo y siguiendo con su cometido.
-¿No te vas a llevar la camioneta?- porque motivo la dejaría.
-No, luego me la regresas- estuvo a punto de levantar la vista y mirarlo, pero no lo hizo- Erick recibió muchos regalos y no quiero que se vayan en el tren, yo traigo pocas cosas.
-¿Me vas a volver a mirar alguna vez?- eso hizo que levantará la mirada. Cielo y miel se unieron. Niall pudo ver que había estado llorando, pero había algo extraño en su mirada, algo que parecía bueno.
-Hola- el rubio se golpeó mentalmente, ¿Qué había sido eso?
-¿Podemos hablar?- quiso saber. Pero ya estaba decidido. Niall no lo iba a presionar más.
-No hay nada de que hablar- intentó sonreír, pero fue más como una mueca extraña e incómoda- Tienes razón. Debí haberme esperado más tiempo, no presionarte, era obvio que no sería tan fácil y yo me dejé llevar por mis emociones. Fue todo mi culpa, como siempre- habló tan rápido, que Zayn apenas pudo entenderle.
-Niall...- intentó interrumpirlo, no triunfó.
-Está bien, Zayn- se acercó un poco a él, que seguía delante de la puerta cerrada- Estamos bien... Estoy bien. Te daré espacio. Entiendo qué tu todavía no estas listo y te voy a respetar. Ya hable con Erick y lo medio entendió, le dije que me iba por trabajo. Le aseguré que todo estaba bien entre nosotros, aunque no lo sé con certeza- el ojimiel estaba tan sorprendido por toda la nueva información, que no emitió palabra alguna- Cuando regresen lo iré a ver, si me lo permites. Te hablaré para ponernos de acuerdo para sus clases de guitarra, que espero me sigas permitiendo llevarlo. Tus hermanas quieren hacer algo para tu cumpleaños, pero si tu no me quieres ahí, les puedo decir que tengo trabajo. Lo haremos como tu quieras- le aseguró.
El silencio reinó en la habitación. Niall estaba a nada de soltarse a llorar, pero ya tendría el camino de regreso a Londres para hacerlo.
-¿Ya puedo hablar yo?- no estaba molesto, solo seguía sorprendido.
-Fue mi culpa, Zet...- el nombrado levantó su mano y lo hizo callar.
-Me toca- Niall asintió apretando los labios- Ahora tú escucha- no sabía por donde empezar. Estaba enojado, frustrado, con dolor de cabeza por haber llorado tanto y esa platica solo aumentaba el dolor. Comenzó a moverse por la habitación, el rubio lo seguía con la mirada, ambos nerviosos- ¿Sabes quien era la mujer con la que me fui?
-Si- bajó la mirada, sus zapatos estaban sucios. Hizo nota mental para lavarlos en cuanto llegara a Londres. Claro, después de llorar- Es la mamá de Fharid.
-Si, ella... Se llama Farah. Tenia mucho sin verla, nunca pensé volver a verla- sus ojos se sintieron aguosos- Me llevó al panteón, nunca supe donde lo habían enterrado, ni a él ni a mi bebé- sorbio su nariz- Fue algo desgarrador, pero a la vez liberador- las lágrimas caían por su rostro y decidió sentarse al borde de su cama. Siendo seguido por Niall- Ella...- sorbio su nariz y se limpió con su suéter- Ella se disculpó conmigo- giro hacia el rubio, sus ojos siendo imanes inmediatamente- Me pidió disculpas, me dijo que nada de lo que pasó fue culpa mía o de su hijo, rogó por mi perdón- tomó una pausa para tranquilizarse.
El rubio seguía atento. Sus manos quemaban por tocarlo y abrazarlo, pero se limitó a mirarlo y darle apoyo.
-Fharid era su único hijo y el perderlo, incluso antes de que falleciera, les dolió demasiado. Más a ella- empezó a jugar con sus manos- Les tomó mucho tiempo entender que a su hijo le gustaban los hombres y aún más, que podía procrear y cuando lo hicieron, pidieron disculpas y se perdonaron también a ellos mismos. Solo faltaba yo. No se justifican, incluso su papá me pidió perdón y ambos coincidieron en que todo lo que nos dijeron fue horrible. Y esperan qué él alma de su hijo descanse en paz, sabiendo que lo aman, tal y como era.
El silencio volvió a reinar. Seguían sentados uno a lado del otro, sin tocarse, sin mirarse, solo en silencio.
-Me alegro que por fin se hayan disculpado- habló después de un rato- Ustedes nunca tuvieron la culpa. El destino tiene muchas formas de funcionar.
Suspiró e intentó levantarse de la cama, eran cerca de las once de la noche y no quería que el tren lo dejara. Porque si, lo que le dijo no cambiaba nada. Zayn todavía no estaba listo para una relación.
-No te vayas, Ni- lo detuvo- Por favor no te vayas- se miraron a los ojos y el mencionado pudo ver el dolor en los ojos contrarios.
-Te quiero dar tu espacio. Me alegra que ya hayas tenido un cierre, pero lo nuestro sigue igual. Tu debes de saber que quieres y yo no te quiero forzar a nada- no se movió, solo habló desde su corazón.
Zayn bajó la mirada, lo soltó para que siguiera con lo suyo. Pero no se daría por vencido. Él ya sabía que es lo que quería y era a él, a Niall. El rubio siguió metiendo sus cosas a la maleta, tenía un tren que tomar.
-Farah me preguntó que si era feliz- comenzó después de unos minutos en silencio, pero Niall no lo miró y él no dijo nada más.
-¿Y lo eres?- preguntó Niall mirándolo de nuevo.
-Es curioso que tu me lo cuestiones- rio sin gracia y conectaron miradas, el ojiazul sintió una descarga por toda la columna vertebral- Cuando tu eres el motivo de mi felicidad.
No dejaría que se fuera sin haberle dicho todo. Lo amaba y se lo haría saber. No entiende como no se daba cuenta de eso, lo sabia pero no lo quería entender, porque prefería hundirse en el dolor, a volver a salir lastimado.
Esa plática con los padres de su ex novio lo ayudaron a quitarse la ridícula idea de que estaba maldito y ahora sabe, que fue su manera de protegerse para no volver a pasar por ese dolor.
-Te espero de regreso, para platicar, si es que quieres- dijo mientras se escuchaba el sonido del cierre de su maleta. Ya había terminado- Espero tengas un feliz año nuevo.
Niall salió de la habitación, que ya se encontraba en silencio. Pudo escuchar como varios sollozos venían del interior, pero no sé regreso. Bajó las escaleras de la casa y sin qué nadie lo interrumpiera salió de la aquella morada donde lo hicieron sentir en familia. su padre se quedaría, Ray lo pidió y Erick también. Ya se había despedido de todos, pero olvidó pedir el taxi, por lo que tenía que esperar en el frío de la noche, mientras sentía una mirada.
El Malik mayor había escuchado todo desde la su cuarto, no por chismoso, si no por que estaba preocupado por su hijo. En cuanto el rubio se fue camino a la habitación de su retoño. Debía salvarlo.
Ray era un hombre firme, serio y amoroso a su manera, pero sobre todo era directo. No dejaría que su hijo, su primer amor, un pedacito de él, sufriera nomas porque si.
-Deja de llorar, levántate y ve a recuperar al idiota qué sé acaba de ir- las dulces palabras de su padre, hicieron qué Zayn saltara en su lugar.
-¿Qué...? Papá...- sorbio su nariz- el ya tomó su decisión, me pidió distancia.
-Lo escuché, pero no te entiendo- su voz era muy dura, pero se veía el cariño en sus ojos- ¿Qué no lo amas?
La pregunta del millón, pensó Zayn. ¿Lo ama? Es muy probable, pero no sabía si sería suficiente.
-Él no quiso escucharme, papá- suspiró frustrado, limpiándose las lágrimas qué seguían en sus mejillas- Él se iba a ir...
-¿Lo amas, si o no?- preguntó interrumpiéndolo- Porque si lo amas tanto como se que él te ama a ti, están siendo un par de niños berrinchudos.
-Papá... Él no me...- ya había dejado de llorar, pero seguía impresionado por las palabras de su padre.
-¡Contéstame!- exigió- ¿Lo amas?
-Lo amo, si- asintió como niño chiquito.
-¿Y por que no se lo dijiste?- el ojimiel no encontró palabras, abría y cerraba la boca sin qué nada saliera de ella- Tu solo hablaste del perdón y de que ya habías tenido un cierre, pero no hablaste de tus sentimientos.
-Papá, yo...- seguía sin reaccionar, si padre nunca se había metido en sus relaciones. No conocía esta faceta de él- Él no me dejó...- de nuevo fue interrumpido.
-No seas tonto y ve por él- lo tomó del brazo y lo jaló hasta que se levantó de la cama y lo empujó fuera del cuarto- Y dile que lo amas.
Zayn tardó en reaccionar, pero cuando lo hizo corrió escaleras abajo. Su mente ya pensando orquesta do el discurso perfecto para decirle como se sentía por el rubio.
Abrió la puerta de su casa y ahí estaba Niall, listo para subirse al carro qué lo alejaría de él. No pudo evitar gritar su nombre y así detuvo su partida.
El rubio lo miró asustado. No pensó que lo fuera a seguir. Ni siquiera lo había mirado cuando salió de la habitación. Le pidió un momento al conductor.
-¿Qué pasó, Zayn?- gritó para que lo escuchara desde el otro lado de la calle.
Lo tenia de frente, tenía que decirle como se sentía, debía expresarle todo su amor. Pero nada salía de sus labios. Decidió ir por la salida fácil.
-No te vayas- gritó y no le importo qué toda la calle lo escuchara.
-¿Porque no me iría?- rogó por una respuesta- Te estoy dando tiempo, necesitas aclarar tus sentimientos.
-No necesito aclarar nada, yo ya sé lo que siento- seguían a una distancia considerable- lo que siento por ti.
-No lo sabes, Zayn- intentó hacerlo entrar en razón, pero no sabia la historia completa- Y está bien...
-Tu no sabes lo que yo siento- lo interrumpió, se fue acercando más al final de la calle, más cerca de Niall.
-Entonces dímelo- pidió, rogó, necesitó esa respuesta.
El silencio se hizo presente y el conductor del taxi se hizo notar preguntando si iba a ser necesitado o no. A lo que el rubio le pidió un poco más de tiempo.
-Yo no... Yo te... Tu me...- quería decirle tantas cosas, pero no lograba sacar ni una sola frase completa. Lo miró a los ojos, conectaron y solo así lo logró. Suspiró antes de continuar. Niall seguía como estatua y el taxista estaba muy aburrido- Amo tus ojos- comenzó, lo diría todo- Amo como me besas, amo como me siento cuando estoy contigo- el rubio elevó una ceja, a modo de pregunta- Me siento bien, protegido, amado. Y no solo yo. Erick y yo nos sentimos así- su voz comenzó a quebrarse, sus ojos comenzaron a llenarse de agua- Amo ver como eres con él, como siempre lo estas cuidando, como haz sido el primero que ha amado cada parte de mi. Desde mi pasado hasta mi presente y no solo...- sorbio su nariz- no solo lo aceptas, si no que me haces a mi también amarlo, porque cada cosa que me ha pasado me trajo aquí, me trajo a ti. A este momento, donde te estoy diciendo todo lo que siento y donde estoy dándote todas las armas para destruirme y a pesar de que ya lo hiciste una vez, no me importa, porque ya te perdoné, de verdad ya lo hice- no podía verlo muy bien, pero los ojos del Irlandés ya se estaban cristalizando- Siempre haz sido tu, siempre fuiste tu. Haz estado siempre para mi y sobre todo para Erick, los dos te amamos y no quiero que te vayas sin que lo sepas. Te amo Niall- lo gritó, para que lo escuchara muy bien- Te amo- repitió. Había sido suficiente para él. Comenzó a llorar, no quiso volver a verlo, cayó sobre sus rodilla en la banqueta, ante la mirada de su más grande amor- No te vayas- lloriqueo.
No veía, solo escuchaba. Escuchó como se cerró una puerta de carro, como se abrió otra, como algo se colocó en el piso y como se volvió a cerrar una puerta. Después las llantas del auto comenzaron a moverse, hasta que ya no podía escucharlas. Se quedó todo en silencio por un largo tiempo, lagrimas seguían cayendo por los costados de sus ojos, sus hombros subían y bajaban por la intensidad de su llanto. Pensó que ya estaba seguro, que este era su momento de ser feliz.
Estaba listo, todo parecía indicar qué lo habían logrado. Justo cuando estaba por levantar la mirada, un rechinar de llantas junto con un pequeño grito se escucharon. Cerró con más fuerza sus ojos. Su peor pesadilla se estaba cumpliendo. Volvió a pensar en eso que ya no quería pensar. Volvió a llorar con más intensidad. Él nunca seria feliz.
Nada mas se escuchaba, solo su llanto. Unos brazos se aferraron a él. Levantó la mirada cristalina para ver al dueño de los brazos y jadeo en sorpresa al ver que eran de Niall.
-Te dije que soy irlandés, la suerte está de mi lado- le sonrió, mientras le limpiaba las lágrimas con sus dedos- Yo también te a...- le fue imposible terminar la frase.
Unos labios se estrellaron contra los suyos. Pero no unos labios cualquiera, los de su amado. Zayn lo había callado con un beso. Un beso con sabor a perdón, sal, felicidad y sobre todo amor, mucho amor. Ambos sonrieron mientras sus labios bailaban juntos. No hubo lenguas, solo choque de labios, dulce, tierno.
Siguieron besándose hasta que el aire les hizo falta. Se alejaron, solo lo suficiente para respirar, pero no demasiado. Se daban pequeños besos de esquimal. Podían sentir la sonrisa del otro. Zayn dejó un pequeño beso en sus labios antes de alejarse por completo. Seguían en el piso, una posición algo incomoda, pero eso no importaba en ese momento, no cuando el ojimiel tenía una pregunta muy importante por hacer.
-¿De verdad me amas?- esa no era su pregunta, pero quería asegurarse primero.
-Por favor nunca lo dudes, Zayn- lo besó de nuevo- Te amo- comenzó a llenarlo de besos por toda su cara- Te amo a ti y amo a Erick. Ustedes son míos y no los dejaré nunca, por favor créeme- tomó las manos contrarias en las suyas y las besó a modo de promesa.
-Lo hago, te creo- ahora sus lagrimas eran de felicidad- solo tengo una pregunta más por hacerte. Quiero que tu respuesta sea sincera.
Por un momento el rubio se preocupó, pero la sonrisa de Zayn hizo qué sé relajara. Asintió con la cabeza e hizo un sonido con su garganta a modo de pregunta.
-Tu, Niall James Horan- no podía dejar de sonreír. Se sentía tonto haciendo do esa pregunta, pero no podía estar un día más sin la respuesta- me harías el gran honor de...- lo tomó del rostro y sus miradas se unieron. Miel y cielo se mezclaron, solo había amor en esos orbes- ¿Quieres ser mi novio, Niall?
-¿Estas hablando en serio? Yo no quiero ser tu novio, ¿Qué pregunta es esa?- lo besó con más intensidad, sin dejarlo qué pensara mal ante sus palabras. El ceño de Zayn estaba fruncido, pero se liberó durante el beso- Yo quiero ser tuyo y que tu seas mío, un noviazgo no me basta- acarició su nariz con la propia en un tierno beso de esquimal- Quiero todo contigo, quiero que nos casemos y quiero tener más hijos contigo. No tengo un anillo, pero lo tendré muy pronto, porque quiero que lo entiendas. Ustedes son lo que más amo. Quiero ser el papá que Erick tanto quiere que sea y ser la persona a la que vayas y le cuentes todo de tu día. Quiero despertarme contigo todos los días, hasta que seamos pasitas- Zayn no podía dejar de sonreír esas palabras lo hacían muy feliz- Quiero ser el que ponga esa sonrisa a diario en tu preciosa cara. Pero lo más importante, quiero ser al qué le abras tu corazón, sin miedo. Ya te hice daño una vez, pero no lo volveré a hacer. Te amo
-Yo también te amo- Zayn lloriqueo más y se abrazó al rubio qué tenía frente a él.
Estaba nevando, pero eso no les importó en lo más mínimo. El calor de sus cuerpos era suficiente para mantenerse ahí. No saben cuanto tiempo estuvieron ahí, pero reaccionaron cuando una manta fue colocada entre ellos.
-Idiotas enamorados, está nevando, métanse a la casa antes de que se enfermen- las amorosas palabras de Ray los hizo reír. Se levantaron y Zayn ayudó a Niall con sus maletas.
El ojimiel le sonrió a su padre en agradecimiento, y este le sonrió de vuelta, para después voltear con el rubio y darle una mirada de advertencia.
-Gracias- pronunció sin sonido el rubio hacia su futuro suegro. Quien le asintió con la cabeza a modo de "de nada"
-No la vuelvas a cagar- habló en un hilo de voz, solo para él.
Los tres entraron a la casa y compartieron una bebida caliente antes de regresar a sus respectivos cuartos
Niall y Zayn compartieron cama nuevamente, felices, con besitos tiernos, miradas enamoradas y suspiros qué sé quedaron atascados en el corazón del otro.
Fue una navidad completamente diferente a las qué habían tenido con anterioridad, pero a la vez fue reveladora. Se aman y nada ni nadie podría cambiar eso.
Pronto cayeron a los brazos de Morfeo, Zayn siendo la cuchara grande, solo quería estar así siempre, abrazado a Niall. Abrazado al amor de su vida y con quien esperaba muy pronto, formar una familia. Una familia de tres, él y sus rubios amores.
25 de Diciembre 4:00pm
Manejaba en un silencio un poco tenso. No había porque hablar, pero quería decir demasiadas cosas en ese momento, que no sabía por donde empezar. Llegó al lugar de su cita, ese local con la gran M, todos recuerdos en ese establecimiento le vinieron a la mente y los mejores, siempre eran con la mujer que tenía a su lado.
Pero este momento es el que siempre estaría como el más importante de todos. Por fin conocería la verdad, la historia de su padre biológico. El motivo por el cual ya ni estaba en sus vidas.
Bajaron del auto y se dirigieron a pedir su comida. Se sentaron la mesa más alejada de todo el lugar, necesitaban privacidad. Cuando su comida ya estuvo lista, Janine decidió comenzar.
-Equis y yo nos conocimos desde muy pequeños- Louis pudo notar como su madre se veía incomoda, pero supuso qué era por el momento- nuestras familias eran vecinas, por lo que crecimos juntos. Fuimos a la misma escuela y terminamos siendo los mejores amigos. Hacíamos todo juntos. Salíamos, bailábamos, íbamos por helados al parque, éramos inseparables. Siempre éramos él y yo. Hasta que...- suspiró cerrando momentáneamente los ojos- ...hasta que yo me empecé a enamorar de él- se rio por lo que dijo- tenía 13 años, no sabía en verdad lo que era el amor, pero así parecía. Todo indicaba qué él también sentía cosas por mi. Él fue mi primero en todo así como yo fui de él- tomó una papa frita y se la comió- Nuestras familias eran muy católicas, por lo que siempre nos inculcaron llegar vírgenes al matrimonio, pero éramos jóvenes y hormonales, así que simplemente se nos hizo fácil retar a nuestros padres y fue cuando fuiste concebido- sonrió un poco, pero no sé concretó- Poco tiempo antes de que me enterara qué estaba embarazada, X se empezó a alejar de mi- su rostro era una combinación de enojo e incomodidad. El ojiazul entendió que la peor parte estaba por venir.
-Tomate tu tiempo- tomó las manos de su madre entre las suyas y las acaricio para darle fuerzas.
-Esta persona llegó a la vida de Equis en un momento donde él no estaba seguro de nada y tal vez no es bueno señalar culpabilidades, pero desde que llegó esta persona, él empezó a alejarse, ya no estaba tanto tiempo conmigo y a veces me ignoraba por estar con...- el labio inferior de Jan, comenzó a temblar y Louis fue directo a abrazarla. Sabía que era un tema delicado, pero debía decirlo- Por eso siempre te digo que tu no te pareces a él, tu si luchaste por lo que querías, tu luchaste por estar con quien amas, sin importar que yo no te apoyara, siempre fuiste fiel a tus sentimientos- El rostro de Jan cambio en cuestión de microsegundos, de triste a enojada- Él simplemente huyó.
-Mamá, no te estoy entendiendo- confesó, con un poco de pena- ¿Quién era esa mujer? ¿Ustedes eran novios? ¿Cómo te diste cuenta que te engañó?- quiso saber.
-¿Mujer?- lo miró en incógnita, para después reír sin gracia- Mujer, si ella... ELLA, no, ella tenía poco de haber llegado al colegio, era parte de los chicos del orfanato donde Equis iba al catecismo y ahí se conocieron.
-¿Y se enamoraron?- preguntó con miedo. Su madre ya no lloraba, pero sus expresiones eran confusas. Sonreía de repente para después enojarse.
-No se si se enamoraron, supongo que sí, pero- sonrió recordando algo- Pasaban mucho tiempo juntos, también en la escuela, aunque después de un tiempo ya no tanto- suspiró pensando en lo que debía decir a continuación. Louis no quiso interrumpir, simplemente se quedó callado- Él comenzó a hacerme a un lado, no éramos novios, pero todos sabían que estábamos juntos. El día que mas necesitaba de él, fue cuando todo cambio entre nosotros- sus ojos se aguaron de nuevo- era mi cumpleaños y él lo olvido por estar con... ella... yo... estaba tan enojada que me desmaye, aunque después supe la verdadera razón. Estaba embarazada de ti.
-¿Cómo se lo dijiste?- Louis habló después de que su madre no continuara hablando.
-Después de que regresar del hospital y de que tu abuela me diera todo un sermón de que había caído en pecado y arruinado mi vida, sus padres y él fueron a la casa, yo estaba muy asustada, pero el me dijo que todo estaría bien, que el se quedaría a mi lado y me pidió matrimonio, así... ahí, enfrente de nuestros padres en la sala de mi casa de la infancia- la expresión de Janine no fue para nada de emoción, fue mas como de desilusión- Las cosas entre los dos no estaban bien y sabia que esa propuesta había sido mas forzado que querido, por lo que le dije que no- su rostro seguía neutro- mis papás y los suyos intervinieron y prácticamente nos obligaron a casarnos. Debíamos ser una familia, los tres, pero ninguno de los dos iba a ser feliz, ya no había amor entre nosotros, creo que en realidad nunca lo huno, solo cariño. Pero continuamos con lo que nuestros padres nos dijeron que era lo correcto. Todo iba relativamente bien, seguía distante, pero para las cosas importantes siempre estuvo a mi lado, hasta que lo vi en una situación muy comprometedora con él... Ella, con ella- corrigió, poniéndose nerviosa- ellos se estaban muy cerca para ser amigos y no lo soporte. Siempre me mencionaba a esta persona, pero decía que era su... amiga, a lo que le pedí conocerla, quería saber con quien pasaba la mitad de su tiempo el padre de mi hijo y futuro esposo. Por lo que le dije que lo llevara a tu baby shower.
-¿Como pudiste?- Louis estaba incrédulo, su mamá se había provocado un sufrimiento por si misma.
-Un poco masoquista de mi parte, ¿no?- sonrió un poco, a lo que él ojiazul estuvo de acuerdo- Quería saber porque ella y no yo. Qué tenía ella qué yo no. Y lo entendí. De verdad, era una persona maravillosa, desgraciadamente me agradó mucho, pero llámame egoísta, no quería que lo apartará de mi. Lo necesitaba, él debía estar conmigo, con nosotros, yo tenía mucho miedo- suspiró tomándose un tiempo para continuar.
Janine sonrió. Era inevitable no hacerlo cuando recordaba el día donde su primer amor nació.
-Nos mudamos juntos a un pequeño departamento cerca de la iglesia, yo ya no volví a clases, tenía una panzota qué no me dejaba caminar-ambos sonrieron- Pero mis amigas me visitaban de vez en cuando y me decían que casi no lo veían, o que se la pasaba con ella. No éramos felices, para nada, pero seguía ahí. Él había empezado a trabajar después de la escuela y yo como buena madre de su hijo, quise llevarle de comer- sonrió y miró a Louis, este le sonrió de regreso- mi embarazo no era alto riesgo, pero preferían qué descansara. Su trabajo no quedaba lejos, por lo que me fui caminando lento, pero lo que vi cuando iba llegando me partió el corazón- de nuevo su rostro fue de enojo- ahí estaban, equis y... ella, besándose a escondidas, por supuesto. Volví a casa y comencé a aventar todas sus cosas fuera del ropero, no lo quería ahí. Cuando llegó le dije que si quería estar conmigo o con ella- Louis no supo como interpretar la expresión de su madre, ella una combinación de tristeza, decepción y alivio- Dijo que ya no podía seguir fingiendo, que ya no me quería y que lo mejor era qué nos separáramos. Afortunadamente no nos habíamos casado todavía, no teníamos que pasar por todo ese papeleo- de nuevo sonrió- El día que naciste, nos tomaste desprevenidos, pensamos que eras niña todo mi embarazo y ¡Oh sorpresa! Tenías pene- río contagiando a su hijo- Aún así te amé, desde la primera vez que te vi. Equis también, pero no dejé qué te registrara, lo quería hacer sufrir. Lo llegué a ver muchas veces admirándote. Amaba tocarte tu naricita y tus cachetitos. Solo estuvo presente en tu primer mes de nacido. Hasta que ya no volvió. Después mis papás me dijeron que su familia se había ido del país por el trabajo de su papá, pero que él se había quedado aquí, aunque nadie sabía donde. Yo supuse que con e...lla- tu abuela aunque enojada porque no me había casado con Equis, me apoyó, cuando ya estuviste listo para que te dejara en una guardería, me fui a trabajar. Tenías unos seis meses cuando me enteré que había fallecido, al parecer estaba tomado y caminaba por una carretera concurrida y fue atropellado. Sus padres volvieron solo para llevarse sus cenizas con ellos. No dejaron qué me despidiera de él, pero fue lo mejor.
La mujer ya no lloraba, pero seguía triste. El ojiazul la miraba con amor. Él sabía que su madre había luchado mucho por sacarlo adelante cuando estaba pequeño, pero no sabía todo lo que había sufrido. Pero seguía habiendo algo que no le hacía sentido.
-¿Porque nunca quisiste qué supiera esto?- de verdad se le hacía algo extraño- No se me hizo una historia... trágica.
Sabia que sus palabras posiblemente enojarían a su madre y así fue, pero la mujer rápidamente cambió el semblante.
-Para mi Mark siempre fue tu padre. Él no sabía la historia, hasta poco antes de que se fuera de este mundo y él fue el que me pidió que te la contara, pero hasta que tu me dijeras toda la verdad- confesó algo confundida- Supongo que era lo de Harry y Darcy, por eso quise decírtelo. Conocí a tu padre cuando estabas por cumplir dos años y él se enamoró de ti desde el primer momento qué te vio, me aceptó contigo, a pesar de que todos me decían que nadie me iba a querer con un bastardo- Louis nunca había escuchado eso, ni siquiera cuando le dijeron que Mark no era su verdadero padre- Cuando me pidió matrimonio, también me pidió adoptarte, por supuesto que acepté. Después llegaron tus hermanos y fue lo mejor de mi vida tenerlos. Eramos una familia, sin pensar de donde veníamos- pensó que ya no le diría nada, pero se equivoco, Jan suspiró y contestó su pregunta- Tal vez no fue algo trágico, pero para mi no tenia caso contarte de alguien que ya nunca estaría en tu vida. Era mejor concentrarnos en tu futuro.
-Pero hay algo que no entiendo- no quería quedarse con ninguna duda, su madre por primera vez estaba contestando. Quería hacer todas sus preguntas hoy, para no volver a hablar de esto nunca más- ¿Por qué cuando te confesé qué era gay, dijiste que era igual a Equis?
Janine abrió mucho sus ojos. No recordaba esa parte de la historia. Comenzó respirar agitadamente, pensó que lo había logrado, pero no fue así. Abría y cerraba la boca intentando qué las palabras salieran, pero nada. Hasta que recordó, pero ya era tarde.
-Por...por... Por Zayn, por su maldición, por eso- Louis no le creyó.
Se desilusionó, pensó que su madre y él podían comenzar de cero, pero todavía había secretos entre ellos. No la iba a forzar, la verdad siempre salía a la luz.
-Equis no era una mala persona, yo ya lo perdoné. Al final del día, me dejó el mejor regalo de todos- acarició la mejilla de su retoño- Te amo, Boo- le besó la frente- Perdóname por ocultarte todo esto, pero pensé que era lo mejor. Y perdóname de nuevo, por haberte hecho sufrir tanto. Jamás me lo voy a perdonar yo. Debí haber actuado diferente, ahora lo sé.
Esa sonrisa. Esa endemoniada sonrisa que hacía qué sé derritiera. Esa sonrisa que tanto había extrañado. ¿Cómo no perdonarla? Sabía que había más cosas detrás de esa historia, pero por ahora le bastaba. Salieron del restaurante de comida rápida, abrazados y felices. Justo cuando subieron al auto, antes de arrancar, Louis habló de nuevo.
-Mamá-Solo tenia una última pregunta.
-Dime, Boo- su sonrisa nunca se fue de sus labios.
-¿Como se llamaba?- sabia que Equis no era su verdadero nombre.
-Xander James Austin- sus ojos reflejaba cariño, después de tantos años, ese nombre no la abandonaba- "Xander" es con equis, por eso le decía así.
Louis sonrió. Ese nombre nunca lo olvidaría. Ahora tenía tres personas que se llamaban James en su vida. Su padre biológico, su amigo y padrino de su hija y su... Mejor amigo.
Holaaaaaa pipoooool
Volví... Lamento haber tardado tanto, pero como pueden ver, el capítulo es largo y muy emocional.
Se viene lo mejor de todo... y casi el final, quedan 2 capitulos y el epilogo.
Hipótesis!? - - - - - - - >
Amo leerlos y saber que les está gustando, de verdad. He andado bajoneada, pero estamos por terminar y de verdad les quiero entregar una historia bonita qué amén tanto como yo he amado escribirla.
Todo está bien, solo no me daban ganas de escribir, pero saber que los volvería a leer, es lo que me daba la inspiración qué necesitaba.
Los quiero😘
gg❤️
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