42. Santa, That's My Only Wish This Year
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⚠️Alerta smut, mucho⚠️
Tal vez la seguridad de que Louis se iba a quedar no le duró mucho. Claro que el ojiazul no le ayudo para nada. No volvieron a pelear, pero se sentía como una pelea. O tal vez Harry estaba exagerando. MUCHO.
-Así que ¿de bolsillo?- preguntó Louis mientras se refregaba contra un rizado qué estaba de espaldas.
-Yo no...- un gemido de dolor salió de su boca- Yo no dije eso, Lou- intentó darse la vuelta pero Louis no lo dejó.
-Pues a mi me pareció escuchar eso- lo volvió a acorralar contra la puerta. Las cosas se estaban calentando.
-No, Lou- pasó saliva muy fuerte- Lo que dije fue...- un empujón hacia la puerta lo hizo callar.
-Se lo que dijiste Harold- le gruñó al oído- no lo vuelvas a repetir- advirtió.
-Pero yo no...- trató de zafarse de nuevo, pero sus manos fueron aprisionadose en su espalda.
-Te lo advierto Harry, no sigas negándolo, te escuché- se lo dijo al oído, muy bajo, solo para él.
-¿O si no que?- se sintió valiente.
Louis tragó alto, aflojando su agarre en las manos del rizado, quien aprovecho eso para darse la vuelta y mirarlo a los ojos.
-Te vas a arrepentir, H- y con eso Louis perdió el control.
Se fue directo a él.
Mano izquierda en la mejilla, mano derecha en su culo y labios comiéndose la boca ajena.
~flashback~
Todos estaban sentados en la mesa del jardín de la casa, viendo a los más pequeños jugar con el conejo. Harry y Sol sentados en un sillón doble y Louis con su mamá en otro.
-Papi Lou, ven a jugar con nosotros- el ojiazul rápidamente se levantó de su lugar y fue directo hacia su hija.
Harry los vio enamorado, Louis era excelente padre y hermano. Los hacía reír y les daba amor por igual, aunque veía cierta chispa con su hija.
-Es tan bueno con ellos- dijo Harry inconsciente.
-Alguien esta muy enamorado- bromeó Sol, haciendo reír a todos- Si, el enano es un buen hermano mayor y se ha convertido en un gran papá.
-Ya lo creo- suspiró- qué no te escuche decirle enano, yo diría más que es de bolsillo- todo rieron.
Louis a lo lejos hizo como qué no escuchaba, pero lo hizo. Cada palabra que su novio pronunció. Ya lo haría pagar después.
~Fin del flasback~
Ambos estaban jadeando, respiración agitada, cabello despeinado. Caminaban sin rumbo, pegándose lo mas que podían al otro. Sus erecciones rápido se hicieron presentes.
-¿En cualquier puto lugar de esta casa?- preguntó Louis, sonriendo coqueto.
-En cualquier puto lugar- contestó y en un movimiento rápido, brincó envolviendo sus piernas en su novio, quien lo recibió gustoso.
-Empecemos con la sala- lo recostó en el sillón y comenzaron a deshacerse de sus ropas.
-No- se levantó de golpe, una vez que ya estaban desnudos. Louis lo vio confundido, parecía que algo estaba mal- Quiero empezar en la cocina.
Lo tomó de la mano y lo dirigió al lugar donde dijo. Desde el cumpleaños de Darcy qué los dos habían estado en ese espacio muy pegados, había esperado hacer eso.
Se subió a la barra y el ojiazul se colocó entre sus piernas, se besaron salvajemente. Estaban piel con piel deleitándose de los roces. Pero Harry necesitaba más. Necesitaba sentirlo.
-Vamos, Lou, hazlo ya- pidió desesperado.
-Chupa- metió dos dedos a la boquita perfecta de su novio quien obedeció la instrucción.
Cuando ya estuvieron lo suficientemente húmedos, los sacó de su boca, con un hilillo de saliva colgando. Los llevó directo a la entrada de su novio, quien jadeo en excitación, pero no los metió. Solo los pasó por la entrada.
-Ya hazlo- gruñó y Louis lo besó con mucha lujuria. Sintió qué sé quería alejar y fue cuando metió sus dedos en Harry. Este exhaló un grito qué les irradio más excitación de la qué ya sentían.
Se besaron más apasionadamente, mientras el castaño movía y metía sus dedos en su novio. Exhalaban gemidos mientras inhalaban el perfecto aroma del otro. Se amaban y esto era solo la prueba viviente de eso.
-¿Donde tienes los condones, Hazz?- ya no podían, se necesitaban.
-Estoy limpió, boo- quería tenerlo ya- solo hazlo- dijo, pero rápidamente lo entendió.
Louis se detuvo un poco a verlo, verde y azul se unieron y sin palabras, se transmitieron todo. Principalmente sus miedos.
-Harry, te amo. Eres. El amor de mi vida- lo besó rápidamente- Y no me voy a ir- lo besó tiernamente- Te amo a ti- beso- Amo a nuestra hija- beso- y amo la posible futura familia qué vamos a tener.
Estaban frente a frente. Harry arriba de la barra, Louis entre sus piernas. Totalmente desnudos. Y ahora desnudaron sus almas.
-No me voy a ir- lo tomó del rostro y acaricio amabas mejillas- Quiero todo contigo. ¿Aceptas?
-Acepto- sonrió con los ojos acosos, brillos os, llenos de amor- Esto y todo lo que viene- asintió con la cabeza, sonrisa con hoyuelos- Solo contigo.
Se besaron de nuevo. Pero fue un beso como nunca antes se los habían dado. Un beso donde sellaron todo.
Se fueron los miedos, se fueron las inseguridades, se fueron los malos momentos. Dándole paso al amor, las promesas qué sé cumplirán, las propuestas qué sé aceptarán y las futuras aventuras qué llegaran.
Todo eso se aceptó y se eliminó en ese beso.
Ellos no solo tuvieron sexo. Hicieron el amor. Se unieron más que con sus cuerpos. Unieron sus almas, se entregaron el uno al otro, sellando ese día como si fuera una promesa.
La promesa de su amor.
Se amarían toda la vida. Se amarían en las buenas y en las malas. Y amarían todo lo que fuera a llegar.
Terminaron en la habitación, sonriéndose, dándose caricias, gimiendo. Besándose con pasión, lentamente, sin importar el tiempo sin importar cuantas veces llegaron al orgasmo. Lo único que importaba era ese momento. Estando juntos. Compartiendo. Amándose.
Quedaron exhaustos, cansados, sudados, pero felices. Se durmieron abrazados, Harry en los brazos de Louis. Entrelazados. No solo en cuerpo si no también en espíritu, en conciencia, sin barreras, sin paredes. Solo ellos dos, unidos por un mismo corazón, que latía al mismo tiempo, pero también por separado.
Simplemente era amor.
Amor verdadero.
-Te amo, Hazz-
-Te amo, Boo-
Darcy se había ido a dormir a casa Louis. Durmió con sus tíos, su abuela y su primo Parker. Estaba feliz, le encantaba la atención y por supuesto todos se la daban.
La mayor preocupación de Louis y Lottie era Parker. No querían que sé sintiera exiliado, ni que la relación entre los primos fuera a volverse fea. Afortunadamente para ellos, los niños sin niños.
Parker y Darcy, antes de ser primos, eran mejores amigos. Esos dos se amaban por siempre y para siempre. El pequeño ojiazul dejaba qué su prima tuviera toda la atención, pero a la niña rubia, lo que más le gustaba era compartir con su primo.
No tenían nada de que preocuparse. Y se dieron cuenta cuando el día del festival de Navidad.
El día había llegado. Todos estaban emocionados y para nada nerviosos, bueno, todos menos Parker. El pequeño se encontraba entre los brazos de su maestro Harry. Los pequeños tenían que llegar treinta minutos antes de que el festival comenzara.
El día anterior, todo lo que había escuchado en su casa, era lo emocionados qué todos sus tíos, su abuela y sus papás, estaban de ver a los dos pequeños cantar y bailar. Dar y estaba fascinada, le encantaba la atención, era una mini Louis. Pero Parker no, tanto que casi no pudo dormir.
Se la pasó pensando en que muchos pares de ojos lo estarían viendo. En que él no cantaba bien, que no sabía bailar y que se iban a reír de él si se equivocaba. Y él no quería eso. Era demasiado para in niño de 5 años, a punto de cumplir 6.
Al principio Harry se preocupó porque no lo encontraba, hasta que entró al pequeño baño detrás del escenario y escuchó unos tiernos sollozos.
-¿Parker? ¿Qué tienes?- preguntó el maestro tratando de llorar con él.
-Es que no me sé la canción- hizo un puchero adorable y Harry quería comérselo a besos. No debía decirlo, pero por supuesto que su... sobrino, era su estudiante favorito.
-¿De qué hablas? Es tu canción favorita, tu lo dijiste, por eso escogimos esta canción- eso era verdad.
Les había pedido opciones a sus alumnitos y al final todos votaron por la canción que Parker había elegido.
-Pero, no me sé el baile- volvió a hacer un puchero, mientras sorbia su nariz.
-Claro que te sabes los pasos- lo cargó y salieron del baño. Lo llevó a unas sillas a lado del escenario- Eres el que mejor baila, Parker. ¿Me puedes decir porque estas tan inseguro?
-Es que...- el pequeño bajó la mirada a sus manitas y comenzó a jugar con ellas.
Justo en ese momento llegó su hermosa hija, feliz como siempre y gritando cosas que no entendía.
-Amor, no te estoy entendiendo nada. Respira- la niña lo hizo- Ahora si, dime ¿Qué pasa?
-Ya llegaron mis tíos y mi abue y mi Nanne y mis otros tíos y todos nos vienen a ver a Parker a Erick y a mí- chilló de felicidad- Es tan emocionante, ¿Verdad, Par?- la niña preguntó a su primo, pero este no le respondió. Siguió jugando con sus manitas y respirando muy agitado.
Harry lo entendió. Parker no estaba acostumbrado a tanta atención. Tal vez estaba recibiendo más atención de la qué estaba acostumbrado, lo que era extraño, pues fue el único por casi seis años. Pero recordó su forma de ser. El niño era tímido, jugaba con rocas y le hacían bullying.
Él solo había mejorado cuando Darcy apareció en su vida. Por lo que esa era la clave. Solo había una persona en la qué él niño confiaba más que en su madre. Su prima.
-Dar, amor- la pequeña se extrañó por la reacción de su primo, pero miró a su padre- Creo que Parker se siente un poco inseguro, ¿crees que le podrías dar un poco de ánimo?
-¡Le puedo dar magia!- la pequeña exclamó y su padre asintió.
-¿Magia?- Parker preguntó, él no sabía que su prima fuera una bruja.
-Si- se puso frente a su primo y le sonrió- la seguridad es magia y yo te la voy a dar, ¿de acuerdo?- el pequeño asintió no muy seguro. Darcy comenzó a mover sus manos, bailó, lo abrazó y dejó un besito tierno en su mejilla- Listo.
-Todavía no me siento muy seguro- dijo el pequeño ojiazul.
-Entonces hazlo conmigo- lo ayudo a levantarse de donde su padre lo tenía y comenzó a moverse, lo tomó de las manos y lo sacudió por todo el lugar hasta que Parker rio- Ahora si, ya todo está bien.
-¿Pero que pasa si me caigo, o si se me olvida la canción?- seguía inseguro. La pequeña lo pensó un poquito.
-No pasa nada, yo te voy a querer igual. Pero si quieres, puedo estar de este lado del escenario y te aviento mi magia, para que no pase nada de eso y cuando creas que te puedes equivocar me volteas a ver, ¿Te parece?- Parker asintió efusivamente.
-Perfecto, entonces vayan los dos con Clara, ya estamos por comenzar- dijo Harry y vio como los dos corrieron al lugar indicado.
Pero justo cuando iba a tomar su lugar, escuchó como otro pequeño estaba a punto del llanto, pero también escuchó una voz familiar.
-¿Qué está pasando?- llegó a donde escuchó los sollozos y vio a su amigo muy preocupado.
-Erick no se siente seguro de salir- Zayn le explicó- Y más porque no está Niall aquí- dijo con un tono un poco decepcionado- Ya le hablé, le mandé mensajes y nada, tampoco contestan en su oficina, no se donde se metió.
-Tranquilo, Zayne- lo tomó del hombro- Si Niall se lo prometió, va a venir- le aseguró.
Y como si fuera profeta, el, de nuevo rubio, atravesó la puerta en ese instante con su guitarra en mano.
-Perdóname, sirenito, ya estoy aquí- llegó con el y lo abrazó.
-Tío Ni, pensé que no ibas a venir... Y ya no quería salir... Y me puse triste... Pero llegaste- se emocionó mucho.
-Si, sirenito- lo besó en la frente- te lo prometí, ¿o no?- el pequeño asintió. Claro lo llamó y salió corriendo con su grupo.
-¿Porque no contestabas tu teléfono?- Zayn odiaba ver a su bebé triste.
-Lo olvidé en la oficina y ya no podía regresar por él, porque se me olvidó la guitarra en mi casa, hubiera llegado más tarde si me regresaba- explicó a los dos, aunque solo veía a Zayn, se acercaba lentamente a él, por si se lo negaba- perdóname- lo tomó de la cintura y lo abrazó- Se lo prometí a Erick, no le iba a fallar- le besó ambas mejillas- y tampoco a ti.
Harry los veía fascinado. Ambos estaban con sonrisas bobas, porque si, Zayn no podía estar tanto tiempo enojado con él. Terminaron besándose tiernamente y ahí si tuvo que intervenir, aclarándose la garganta.
-Chicos, los amo, pero mejor vayan a tomar su lugar en el auditorio, por favor- los guio a la salida y ellos se fueron.
El festival comenzó con unas palabras de la directora, agradeciendo la asistencia de los padres de familia. Primero comenzaban los grados menores y al final los salones de Harry y Clara, quienes vestían unas no muy adorable playeras con árboles de navidad en toda su longitud. Ambos salones estaban vestidos igual, pantalón rojo, playera blanca y gorro navideño tipo Santa Claus.
Primero fue la participación del salón de Clara. Darcy estaba agarrada de las manos con Román, su pareja de baile y Erick estaba sentado junto a su maestra de música con su guitarra en sus piernas. Zayn había llegado muy temprano para estar justo frente a su bebé, por lo que Niall estaba ahí a su lado, dándole toda la confianza a su sirenito qué podía.
La canción de Rodolfo el reno se escuchó, empezando con unos ligeros acordes de la guitarra de Erick. El pequeño miraba a su papi y a su tío Ni, sonreía y le sonreían de regreso, eso le daba mucha confianza.
Los pequeños empezaron a brincar en un círculo, mientras cantaban la letra de la canción. Sus gorros navideños, traían pequeñas orejas de reno y se habían colocado una nariz roja.
Después se pusieron en parejas y comenzaron a moverse agarrados de la mano de un lado a otro, de arriba a bajo, moviendo caderas y pues al mismo tiempo.
Pasaron a mover sus hombros de adelante a atrás, volvieron a hacer un círculo y terminaron la canción unos sentados en el piso y otros parados detrás de ellos, moviendo las manos como si fueran estrellitas. Todos sonrientes y felices de que habían terminado perfectamente su canción.
Los adultos se pusieron de pie, aplaudiendo y gritando a sus respectivos niños. Los Tomlinson-Style aplaudieron más que todos, solo porque eran mucho más que las demás familias.
Los pequeños salieron del escenario y ya solo faltaba el salón de Harry. El maestro organizó a su grupo y su mirada fue a dar a su pequeña abrazando a su primo. Le estaba dando ánimos, Parker le sonrió no muy seguro, pero así, con la confianza que su prima le había dado, entro al escenario.
Harry les había pedido qué no dijeran a sus padres el nombre de la canción, solo para que fuera sorpresa, pero la realidad era, que no quería que Louis supiera.
La canción comenzó y el maestro desde su lugar, a un lado del escenario, miró a su novio, que estaba en la tercera fila, justo detrás de su madre.
Lo vio como se extrañó de la canción. Se sabia esa canción, de hecho la canto mucho, era su canción de favorita, de él y de Parker. Nadie debía saber que llegó a llorar cuando la escuchaba a solas en su casa.
Los pequeños empezaron a cantarla, haciendo como qué chasqueaban los dedos, moviendo un pie adelante y desde el otro, intercambiándolos.
Santa, can you hear me?
Louis buscó a su novio y lo encontró. Tenía a su pequeña agarrada de la mano, mientras los dos cantaban la canción.
I want my baby, baby
Se estaban cantando mutuamente, no fue planeado, simplemente se dio y lo amaron.
Maybe, maybe,
He'll be All my own, in a big red bow
De verdad no lo planeo, pero justo en ese momento, tenía un moño rojo en su cabeza. Uno de sus alumnitas se lo había dado a guardar, ya qué no se podía poner su gorrito, teniendo el moño también y terminó poniéndose en la cabeza.
He's All I want, just for me
Underneath my Christmas Tree
I'll be waiting here
Santa, That's My Only Wish This Year
Louis y Harry se seguían cantando. Darcy estaba debajo de la playera de árbol de navidad qué traía el maestro, por lo que si, era lo único que quería esa navidad.
Parker veía a su prima y a su tío Lou, bailando y cantando junto con él, porque claro, también Louis veía a su sobrino. Ellos amaban esa canción y comprendió qué fue él el qué pidió cantarla. No necesito nada más, todos sus miedo se fueron, ya no estaba asustado.
Ahora entendía porque su novio no había querido qué Louis supiera que canción estaban preparando. Cuando Parker le dijo a su maestro la razón por la qué le gustaba esa canción y este le puso atención a la letra, sabia que era para él.
La canción continuó, el pequeño ojiazul se estaba luciendo. No por que fuera su casi sobrino le daba preferencia, Harry no era así. De verdad el pequeño tenia mucha gracia a la hora de bailar. Tenia chispa y se divertía. Traía el ritmo en la sangre.
El baile consistía en hablarle a Santa, preguntándole si los escuchaba. Bajaban y subían moviendo sus pies, junto con sus manos y caderas. El típico círculo, mientras brincaban, también fue parte de la coreografía. Ellos no tenían parejas, hacían mímica de cada cosa que la canción decía.
Se abrazaban a ellos mismos como dándose amor. Para finalizar el baile, todos corrieron para la parte trasera del escenario, donde habían puesto algunas cartas y lápices para cada quien. Se sentaron todos en el piso y hacían como qué escribían en la carta, aunque justamente esas eran sus cartas para Santa.
Santa, That's My Only Wish This Year...
Gritaron terminando la canción y fue el cierre perfecto para el festival navideño. Harry estaba más que orgulloso de sus peques y por supuesto de su hija, quien también estaba orgullosa de su primo.
-Parker, bailaste super super bien- lo abrazó cuando todos salieron del escenario.
-Gracias, Dar. Tu también bailaste muy bonito- le correspondió el abrazo y caminaron juntos, de regreso a los salones.
Las palabras finales de la directora, se escucharon y todos los padres de familia volvieron a aplaudir.
-Gracias y nos vemos el próximo año- comentó la directora, haciendo noción a que las vacaciones de invierno habían comenzado y volverían a clases, para la primera semana de Enero- Pueden pasar por sus hijos a sus respectivos salones. Felices fiestas y feliz año nuevo.
Todos aplaudieron de nuevo y comenzaron a dejar el auditorio. Las familias se agruparon en los pasillos del colegio mientras los padres recogían a sus pequeños de sus salones. En la parte de afuera del auditorio, los maestros habían creado un pequeño espacio para las fotos y todos estaban esperando su turno para esto.
Harry y Clara llamaban a sus alumnitos muy felices cuando un enorme ramo de rosas llegó a la puerta del maestro de rizos.
-¿El mejor maestro de la noche se encuentra aquí?- hablaron detrás del ramo. Los ojos verdes se iluminaron, reconoció la voz de su novio.
-¿Son para mi?- preguntó incrédulo.
-Por supuesto que son para ti, amor- después de entregarle el ramo, besó sus labios rápidamente, pues sintió como dos cuerpos se estrellaron contra sus piernas.
Dos pequeños a los que quería mucho llegaron a saludarlo y a ver el bonito ramo de rosas rojas.
-Esas son para mi novio, pero estas...- sacó del interior de su chamarra, dos mini Ramos con tres rosas blancas adornadas con listones de colores y tres paletas rojas- Son para mi dos pequeños bailarines. Lo hicieron perfecto- se puso a nivel de los menores, entregándoles sus ramos y abrazándolos.
-Gracias, papi Lou- Darcy besó su mejilla.
-Gracias, tío boo- Parker lo abrazó muy fuerte- ¿Te gustó nuestra sorpresa?
-Me encantó renacuajo, es nuestra canción favorita- le tocó la nariz de forma juguetona y volvió su atención a su novio- ¿Nos vamos?
-Ya casi, adelántate- se besaron una última vez y Louis se llevó a los niños con sus familias.
Por otro lado estaban dos hombres caminando agarrados de la mano camino al salón de Clara. Ellos no traían rosas, pero si una gran noticia para cierto niño rubio.
-Erick, ya te vas- gritó su maestra y el pequeño corrió a los brazos de su papá.
-Estuviste perfecto, bebé- besó su mejilla.
-Gracias, papi- lo abrazó del cuello.
-Fuiste el mejor de todos los guitarristas, Sirenito- Niall también lo besó en su mejillita. Ya eran una familia de tres.
-Fui el único tocando guitarra, tío Ni- se río por lo tonto qué era su tío.
-Ni siquiera lo noté, yo solo te veía a ti y a Darcy- Erick quiso ser abrazado por su tío y este lo recibió encantado.
-Bien ustedes dos, es hora de irnos- Zayn habló- despídete Erick.
-Pero...- ya tenía su puchero en sus labios, él no quería despedirse de Niall, apenas lo había visto unos minutos- Yo no me quiero separar del tío Ni.
-¿Y quien dijo que nos vamos a separar?- preguntó Niall haciéndole cosquillas al menor para que sonriera- Sirenito, vamos a ir a cenar los tres juntos, ¿quieres?- la mirada de Erick se iluminó y rápido pidió ser bajado para tomar sus cosas y despedirse de Clara.
-Adiós, maestra Clara- se despidió con un abrazo qué fue correspondido.
Los tres se dirigieron a donde sus amigos estaban para saludar. Priya y Jaffet vieron al pequeño, pero tuvieron que irse rápido, dejándole un beso y la promesa de llevarlo al parque al día siguiente.
Llegaron con los Tomlinson-Styles y felicitaron a los pequeños. Igual qué todos los presentes, felicitaron a Erick por lo bien que había tocado la guitarra. Tenía mucho talento.
Pero todos murieron de ternura cuando Erick alagó a Parker por su forma de bailar y a Darcy por su forma de cantar. Les dijo qué cuando fueran grandes, él podía poner la música, la niña cantaría y el ojiazul, bailaría. Siempre juntos. Como una banda.
Sin duda alguna esos tres serían amigos por siempre. Y los adultos a su cargo se encargarían de que así fuera.
Liam y Sofía, no habían podido ir, pues la última, se había sentido un poco mareada. Estaba entrando a su último trimestre y estaba cada vez más cansada. Gemma y Luke tampoco habían podido ir, pues tenían mucho trabajo y debían terminar todo antes de las vacaciones de invierno.
-Entonces, ¿todos ustedes se conocieron en la universidad?- preguntó una de las gemelas.
-Si, pero falta Liam- contestó Zayn.
-Ya quiero conocer a ese tal Liam, dicen que es el único que ha podido domar a Louis, incluso más que Harry- comentó Lottie.
-Hey, ni que fuera tigre para ser domado- se quejó el ojiazul.
-¿Ah, no?- Harry se veía un poco ofendido.
-Ok ustedes dos, par de hormonales- Niall intervino- ¿Qué harán en navidad?
-Pues no lo hemos platicado aún- Louis de pronto se puso nervioso.
-¿No la van a pasar con nosotros?- Jan estaba algo confundida- Por eso estamos aquí, Louis.
-Aaaam...- estaba sin palabras. No había hablado de eso con Harry y se sentía entre la espada y la pared.
Harry y su mamá ya habían hablado del tema, por supuesto que tuvieron que hablar de eso. Anne sabía la situación del mayor con su madre y una vez que se reconciliaron, sabían que tendrían qué tener una navidad en familia. Pero por diversión, solo por diversión y tal vez un poco de venganza, la madre con ojos verdes, haría sufrir un poco al novio de su hijo y padre de su nieta.
-¿Cómo? Nosotros la pasaremos en Holmes Chapel, Darcy ama despertar en la casa, ¿Harry?- miró a su hijo con cara de enojada, pero una chispa de diversión en sus ojos, al de ojos verdes solo le quedó rodar los ojos.
-¡Louis!- gritó su madre.
-¡Harry!- igualó la otra madre.
-¿Papis?- la pequeña de ojos verdes estaba confundida y algo asustada, sus abuelas estaban discutiendo. Ella no estabas acostumbrada a eso.
Todos estaban muy incomodos, callados, mirándose entre ellos. Harry tomó la palabra, no dejaría que su mamá torturara a su novio.
-Amor, ¿Te gustaría pasar Navidad con tus dos abuelitas, todos tus tíos, tus primos y nosotros juntos en familia?- se dirigió a su hija, era la única que le importaba.
-¡Si!- gritó Darcy emocionada- Si, yo quiero festejar el cumpleaños de mi papi y de Parker qué es el mismo día del de mi papi y... Y... Si papi, si Nanne, por favor, ¿si?
-Por su puesto que si, mi amor- la abuela de ojos verdes besó a la niña.
-¿Tu también la pasaras con nosotros, tío Ni?- preguntó Darcy, poniendo en aprietos al rubio.
-No, el la pasara con nosotros. ¿Me lo prestas?- Erick pidió a su amiga, sin hizo colo qué lo pensara, pero sonrió.
-Si- miró muy seriamente al rubio- Tío, Ni, debes hacerlos felices, ¿ok?- todos se quedaron sorprendido, mucho más el ojiazul.
-Por supuesto, bodoque con patas- la tomó en brazos y le habló al oído, solo para que ella escuchara- Gracias Dar, los haré muy felices. Te lo prometo.
-¿Pinky Promise?- alzó su meñique para que su tío lo enlazar con ella.
-Pinky Promise- lo entrelazo y besó con mucho cariño a la pequeña.
-Bien, entonces así le haremos- dijo Louis- los Tomlinson-Styles pasaremos nuestra primera navidad juntos. Al igual que los Horan-Malik- todos concordaron y felices se dirigieron a sus casas.
Los cuatro amigos se emocionaron. Ellos esperaban qué no fuera la última navidad juntos. Qué fueran más festividades así, con sus amores.
-¿Ya tienes todo listo?- preguntó Sol entrando a la habitación de Louis.
-Si... No... Tu sabes... Yo...- obviamente estaba nervioso- Quiero qué todo este perfecto, que todo sea perfecto, que... ¿Y si me dice que no?
Sol lo miró fijamente, pensando que su hermana bromeaba. Cuando vio que lo decía muy en serio, no pudo evitar soltar la carcajada.
-¿De qué te ríes?- Louis se estaba enojando y sus nervios aumentaban.
-De ti- dejó de reírse y lo tomó de las manos- Harry te ama, te va a decir que si y tu y él y Darcy, serán una hermosa familia.
-¿En serio lo crees? Lo he hecho sufrir mucho, no culparía si me dice que no, los he hecho sufrir demasiado, no creo que... Él no va a querer... La palabra matrimonio es algo fuerte... El nunca... Buenos, si... Pero ¿conmigo?- Louis comenzó a divagar.
-¿Qué?- Sol estaba perdida- Haber, respira, Lou- lo tomó de los brazos y lo ayudó a respirar- Ustedes se aman, son almas gemelas, lo puedo ver. Tengo poco viéndolos juntos y son el uno para el otro. Darcy es la combinación perfecta de los dos.
-Mi bebé es hermosa- sonrió al recordarla, para después volver a su rostro de tristeza- Pero la abandoné, no quise quedarme cuando me enteré que venía. Tendría mucha razón si me odia.
-Ya me hartaste- se levantó sin decir anda, fue al baño, tomó un vaso y lo llenó de agua, para después aventársela en la cara- Cállate.
-Gracias, lo necesitaba- se quitó los restos de agua de la cara con sus manos.
-Con gusto, siempre quise hacer eso- sonrió feliz- Ahora, cállate y escúchame- su hermano mayor asintió con un rostro serio- Ellos te aman. Tu le vas a pedir matrimonio a Harry. Él te va a decir que si. Y ustedes van a hacer una hermosa familia y nos van a dar muchos sobrinos más, ¿de acuerdo?
-¿Estas planeando en proponerle matrimonio a Harry?- una voz interrumpió la contestación de Louis. Era su madre, en la puerta de la habitación.
-Si...- lo volvieron a interrumpir.
-¿Y cuando pensabas decírmelo?- no se veía enojada, solo sorprendida. Seguía en la puerta, no se movió.
-Tu me trajiste el anillo, mamá- sentía un poco de confusión- No era solo para verlo.
-Lo sé, pero...- Jannine dejó de hablar, porque fue interrumpida.
-Mamá, digas lo que digas lo voy a hacer- no se lo dijo de una forma grosera, solo...- espero lo entiendas.
-No me estas pidiendo permiso, me estas avisando- terminó lo que Louis quería decir. Él asintió, sonriendo nerviosamente.
Ya no le importaba lo que su madre le dijera. Quería, por supuesto, que su mamá estuviera de acuerdo, pero no sería un impedimento para hacer lo que tanto había deseado. Ama a Harry y quiere estar toda la vida con él y su hija.
-Mamá...- intentó hablar. Jannine levantó la mano para que dejara de hablar y se acercó a él. Lentamente. Seria.
-Estas listo- lo tomó de las mejillas y sus ojos comenzaron a picarle. Las lágrimas estaban amenazando por salir- Ya estas listo, Lou- No entendía qué es lo que pasaba, ¿a que se refería su mamá?
-¿Estoy listo para qué?- preguntó en un tono de voz muy bajo, solo para su madre.
Sol se mantenía callada. Este era un momento tan íntimo entre su madre y su hermano, que no quiso interrumpirlo. Pero tampoco quiso irse, quería saber. Siempre había sido así, ella se enteraba de todo y guardaba los secretos de toda la familia.
-Estas listo, Lou- volvió a repetir, sorbiendo su nariz- Te diré todo, te diré su nombre, la historia. Todo- Louis lo entendió. Su corazón comenzó a latir muy rápido.
-¿Me vas a hablar de mi...- respiro, antes de seguir hablando, su voz comenzó a quebrarse- ...de mi papá?
-Te hablaré de "X"- sentenció- Puede ser tu regalo de navidad, o de cumpleaños- rio e hizo reír a Louis también- tu decides.
-Gracias mamá- la abrazó. Se abrazaron. Se cobijaron. Se amaron.
-Mí amor, te amo. Solo espero que no me odies- le susurro al oído.
-Nunca te odiaría- la miró a los ojos- Creí que para estas alturas ya lo sabrías.
Ambos rieron por lo tontos qué sé veían, llorando por algo que todavía no hablaban. Pero así es como se sentían.
-Entonces dímelo, ¿Cómo se lo vas a pedir?- quiso cambiar de conversación. Sabia que Sol seguía ahí y no quería que nadie más supiera acerca de eso, solo Louis.
-Quiero pedírselo en año nuevo- secó las lágrimas de sus ojos y sorbio su nariz- en la cuenta regresiva- sonrió- quiero iniciar el año comprometido.
-Eres todo un cursi- se rieron.
-Es lo mismo que yo le dije- Sol decidió hablar.
-Eres una metiche- Louis se sobresalto cuando la escuchó de nuevo, había olvidado que estaba ahí.
-Lo soy ¿y?- no le molestaba.
-Cállate y ven- la madre abrió sus brazos para que se uniera a ellos- Los amo, mis peques.
-También te amamos- dijeron al unísono.
Un ruido fuerte se escuchó de la cocina y los tres en la habitación se preocuparon.
-No pasó nada- dos vocecitas similares de niña y niño hablaron al mismo tiempo.
-Estos niños van a destruir mi casa- gritó Louis en una falda frustración.
-Vete acostumbrando, hermanito- Sol se levantó para ir con los más pequeño y examinar el daño- dicen que el segundo hijo siempre es el más travieso- le cerró un ojo y salió de la habitación.
-¿Segundo? ¿Harry está embarazado otra vez?- Jannine estaba asombrada y emocionada al mismo tiempo.
-¿Que? No, no, por supuesto que no, él no, nosotros no, ni siquiera, bueno si, pero... No. NO- sacó todo el aire qué traía contenido una vez que terminó de parlotear.
-No te voy a decir que me sorprende, porque tengo 7 hijos- habló su madre, haciendo qué Louis se retorciera de incomodidad. Hablar de seco con tu mamá, no es algo muy bonito- Pero ustedes apenas se reencontraron.
-Lo se mamá, pero- el ojo azul se puso totalmente rojo. Definitivamente esta conversación no era de lo más cómodo- Nos extrañamos mucho.
-Me queda claro- su voz era sería, pero su cara era de burla total- Amor, ustedes dos... - lo tomó por el hombro y dijo- Destilan tensión sexual.
-Mamá- se quejó de la pena- Es amor.
-Si, pero el amor, también viene con sexo- si Louis hubiera estado tomando agua, la hubiera escupido toda.
-¡Mamá!- definitivamente era una conversación incomoda.
-Si, si, ya entendí- se levantó de su lugar a lado de su hijo- Me encanta que seas feliz.
Dejó una caricia en su mejilla izquierda y con una sonrisa comenzó a caminar hacia la puerta de la habitación.
-Mamá- la llamó, antes de que cruzara para puerta- Quiero que sea mi regalo de navidad- Jannine le sonrió con ternura, pero su hijo notó el miedo en sus ojos.
-Navidad será, boo- le sonrió y fue a ver a sus hijos, quienes seguían gritando en la cocina.
Louis se quedo en su cuarto imaginando en como sería la plática qué sé daría dentro de cuatro días. En tres días cumpliría 32 años. Se quedó pensando en como su vida había cambiado. Un nuevo año estaba por comenzar y nunca imaginó qué lo empezaría en estas condiciones. En familia, estando en paz con su mamá, sabiendo la verdad sobre se papá, pero sobre todo...
Nunca imaginó qué empezaría el año, enamorado. No solo de un hombre, sino del amor de su vida. Del amor qué descubrió en la universidad. Del amor de donde nació su hija, su pequeña y hermosa hija, Darcy.
Nunca imaginó qué empezaría el año de la mano de Harry Edward Styles. Mucho menos, que ese hombre hermoso, sería su novio y futuro esposo.
Vueltas qué da la vida.
Y lo amaba.
Cada circunstancia qué había pasado para llegar a ese momento, valió la pena. Se podía arrepentir, pero no tenía sentido. Porque al final del día. Gracias a cada uno de esos tropiezos, es que ahora estaba ahí.
Feliz. Enamorado. Siendo padre. Siendo novio. Teniendo una familia.
Louis era bola de nervios, mientras los días se estaban acercando. Harry estaba de vacaciones al igual que Darcy. Siempre comían juntos, ya sea con la mamá de Louis, con Niall, o solo los tres.
Cada día amaba más a su pequeña familia de tres y feliz lograba sobrellevar los obstáculos en su relación con Harry y con Darcy.
Poco a poco iba entrando en la dinámica de los Styles. El de ojos verdes lo fue incluyendo en sus rutinas. Porque si, también en vacaciones, había rutinas.
Pero ese día, un día antes de que todos se fueran de vacaciones. Ese día siempre era terror para todos los que trabajan en la oficina.
Louis no llamó para dar los buenos días a Darcy. No llamó a la hora del almuerzo. Tuvo que cancelar la cena con sus amores. Y se perdió la hora del cuento. Mandó un rápido mensaje a su novio, que no fue contestado, pero si leído.
Y lo supo. Harry estaba enojado.
Salió muy tarde de la oficina, casi las once de la noche. Le agradeció muchas veces a su padre, pues no había otra razón, por la qué a esa hora y sin esfuerzo, haya encontrado una florería abierta.
Llegó a casa de Harry y tocó el timbre más que nervioso. Hacia demasiado frío. Pero no se iría hasta que hablara con él.
-¿Qué quieres?- como pensó, Harry estaba enojado. Su rostro estaba neutro, brazos cruzados en su pecho.
-Amor, perdóname, por favor- trato de acercarse, pero el de ojos verdes retrocedió.
-Es tarde, Louis. Darcy ya está dormida, desde hace mucho- recalcó- y yo tengo sueño.
-Yo sé de algo que te puede quitar el sueño- sonrió con picardía, no perdía nada en intentarlo. Pero cuando vio que su novio no se inmutó por su comentario, pensó, tal vez, que no había sido la mejor idea.
-Adiós, Louis- intentó cerrar la puerta, pero le fue imposible.
-No, Harry, por favor- todavía no mostraba las flores, era su último recurso- No fue mi intención. Te avisé ayer qué hoy iba a ser un día muy ocupado, te lo dije, te avisé...-
-Lo hiciste, si- le cortó sus justificaciones- Pero, ¿ni una sola llamada? A Darcy la venció el sueño, te quería esperar, pero nunca llegaste- recriminó.
-Lo se, amor. Pero de verdad, este día es el peor del año- intentó volver a hablar...
-No me importa, tengo sueño. Nos vemos mañana, si es que quieres seguir siendo parte de esta familia- volvió a intentar cerrarla puerta, sin éxito.
-Harry no estas siendo justo conmigo, yo te avisé- estaba muy frustrado. No quería pelear, no cuando estaba por proponerle matrimonio, no cuando ya eran una familia, no cuando afuera estaba nevando- No fue mi intención desaparecerme todo el día y por supuesto que quiero seguir siendo parte de esta familia. Los amo, Harry. Por favor, amor, no quiero pelear- se acercó un poco. Pero eso fue todo lo que el de ojos verdes soportó. Las lágrimas salieron.
-Te extrañé mucho- Louis lo vio con asombro, pero no dudó en atraerlo en un abrazo- Perdóname, boo. Tienes razón, pero... es que...- sorbio su nariz- te extrañé mucho y Darcy también- se dejó envolver en su novio.
-Amor, está bien, ya estoy aquí- repartió caricias por toda su espalda, con una sola mano, pues la otra la tenia ocupada.
-Aaggg, Lou, ¿a que huele?- vio como hizo cara de asco.
-Creo que son las flores qué te traje- enseñó el ramo y se lo entregó.
-Lou, no- se las regresó- aléjalas de mi.
-Son tus flores favoritas, H- se sintió como un tonto. Harry vio la sonrisa de su novio caer, se sintió mal.
-Están hermosas- lagrimas volvieron a caer por sus mejillas- Gracias, boo- lo abrazó.
Louis lo tomó en brazos, muy confundido. Tal vez estaban muy cansados. Debían dormir, era tarde, hacía frío y el tenían en puerta un maravilloso día para festejar.
-Amor, vamos a dormir- cerró la puerta, dejó las flores en la mesa de la entrada y dirigió a Harry hacia las escaleras- Ya es tarde.
Pero como si algo le hubiera quemado, saltó en su lugar, soltándose del agarre del ojiazul.
-¡No!- gritó cuando lo recordó- Quédate aquí- Harry corrió escaleras arriba. Dejando a su pequeño y hermoso novio muy asustado- No subas hasta que te lo pida.
Louis esperó. Esperó. Y esperó. Fueron cinco minutos, que para el ojiazul, fueron eternos. Todavía estaba algo confundido por todo lo que había pasado. El grito de "ya puedes subir" lo sacó de sus pensamientos.
Subió muy lento, escalón por escalón. En su camino, se dirigió primero al cuarto de su bebé, dejó un beso en su frente y le dijo cuando la amaba. Cerró la puerta detrás de él y caminó a la habitación donde había estado durmiendo la última semana. La puerta estaba cerrada. Suspiró antes de girar la manija.
Lo que encontró del otro lado de la puerta, lo dejó sin aliento. Había un enorme letrero arriba de la cama, globos colgados en el techo y regados por el piso de la habitación, había velas en cada superficie plana y un pastel con el número 32 en una de las mesas de noche.
Pero no era lo único. Lo que más llamaba la atención dentro de esas cuatro paredes era el enorme moño rojo qué sé encontraba justo en la mitad de la cama. Y bajo este gran moño, se encontraba un muy desnudo Harry, o así parecía.
-Feliz cumpleaños, mi amor- dijo en cuanto sus ojos se unieron con los azules de Louis- ¿Te gusta lo que ves?
-H, ¿Tu hiciste todo esto?- seguía en shock, nunca se lo imaginó. Ni siquiera había tenido cabeza en todo el día, para pensar en su cumpleaños.
-Por supuesto, Lou- le hizo un gesto para que se acercara, era un regalo, no se podía mover- Tu te mereces esto y mas- el ojiazul se acercó a él y admiró todo lo que tenía a su merced- Ven, amor. Primero pide un deseo y apaga las velas.
-Ya tengo todo lo que podía desear- besó a su novio- Justo aquí- volvió a besarlo.
Se besaron por un largo tiempo, sin importarles qué sé quedaban sin aire. Pronto las lenguas jugaron en sus bocas. Estaban en una posición muy extraña. Harry seguía acostado con el moño sobre su cuerpo y Louis estaba atravesado, besándolo de lado.
-Apaga las velas, primero el pastel y luego los regalos- pidió Harry una vez que tuvo la voluntad de separarse del de ojos azules. Louis fue directo al pastel y las apagó rápido, deseando qué la respuesta a su pregunta de año nuevo, fuera positiva. Se volvió a la cama para poder quitar el moño de su novio, pero este lo detuvo- No, Lou. Tienes que apagar todas las velas, las 32 velas
-¿Son 32 velas?- preguntó sorprendido, amaba como su novio le ponía un detalle único a cada cosa que hacía.
-Si, también 32 globos, con 32 mensajes adentro de cada uno que tiene 32 motivos por los que te amo- sonrió cuando vio como Louis estaba sin poder creerlo- y debajo de este moño- su voz se volvió aún más grave, eso solo hizo qué la erección de ambos, que se habían formado durante los besos, se hicieran más visible- hay 32 lugares que debes besar antes de que me puedas hacer más tuyo de lo que ya soy.
-Suena a reto-sonrió con mucha lujuria- Qué estoy dispuesto a cumplirlo- Se acercó a su novio y lo besó, ya lo necesitaba.
-Apaga las velas, Lou- Harry estaba muy excitado, pero la seguridad estaba primero, no quería que hubiera un accidente.
El mayor se levantó rápidamente de su lugar y se dirigió a apagar cada una de las velas en la habitación. Debajo de unas velas encontró un dibujo qué Darcy había hecho para él donde se veían los tres con gorros de cumpleaños, Louis en el centro con un pastel qué tenía dos velas con el número 32 y había escrito un "Feliz cumpleaños, Papi Lou" arriba del dibujo. Lo miró orgulloso y lo colocó de nuevo en su lugar para seguir apagando las velas.
-Apúrate, Lou. Los globos los ves hasta mañana- la voz del rizado sonaba desesperada y eso solo hizo qué fuera más excitante lo que estaba haciendo.
Sopló las últimas velas y se dirigió a la cama, bajo la atenta mirada de un rizado con ojos lujuriosos.
Quitó el moño lentamente, solo para volverlo loco. Efectivamente, el rizado estaba totalmente desnudo. Su miembro ya estaba muy erecto y Louis se atraganto con su propia saliva.
-Empieza con el número treinta y dos, está en mi cuello- inclinó la cabeza hacia la derecha, para que viera donde estaba. Los números estaban pintados con plumón café, no lo había notado, los tenía por todo el cuerpo.
Comenzó besando el número treinta y dos, en su cuello y dejó una hermosa marca ahí. Número treinta y uno estaba en su hombro, justo en el tatuaje del corazón, abajo del anterior. El treinta y veintinueve en su pecho uno en cada golondrina. Los siguientes números se esparcían por lo largo de su torso, en cada pezón y tatuaje.
Cada besó, cada marca, cada pequeña mordida qué le dio a su novio, fue recibida con jadeos, desesperación y palabras de frustración. Le rogaba qué sé diera prisa, no aguantaría mucho.
El resto de los números se encontraban en sus piernas largas y apetitosa y muslos. Los últimos diez estaban escondidos en el área de la entrepierna del rizado. Estaba por terminar. Le faltaba el número uno.
-Amor, creo que te faltó un número- dijo perdiendo la cordura, su erección pedía ayuda a gritos al igual que la de novio, de donde ya empezaba a gotear presemen.
-No lo creo- como pudo, levantó sus piernas y las atrajo a su pecho, exponiendo su bonito y rozado agujero.
-Te amo- la voz de Louis en ese momento fue tan grave, que Harry estuvo a punto de tener un orgasmo.
El castaño se fue directo a ese lugar. Lo chupo, lo besó y lo penetro con su lengua. Los jadeos del rizado solo hacia qué actuará más rápido, necesitaba tenerlo ya.
-Vamos, boo. Te necesito ya- Louis tomó el tubo de lubricante qué él ojiverde le entregó y lo esparció por toda su ya muy dura longitud.
Lo besó mientras se iba introduciendo. Gimió el nombre del mayor y antes de que comenzará a moverse, el rizado habló.
-Feliz cumpleaños, mi amor. Te amo- volvieron a besarse y este comenzó a moverse para que su novio lo hiciera.
Fueron estocadas, lentas, duras, llenas de amor y de pasión. Se abrazaron, se besaron, se tocaron, se unieron. Eran uno mismo, eran amor. Juntos llegaron al orgasmo. Se dijeron los últimos "te amo" de la noche y cayeron rendidos a los brazos de Morfeo.
No sin antes colocarse ropa, pues antes que nada, eran padres responsables. Sabían que su pequeña entraría en la mañana a despertarlos.
Y así como lo pensaron, así fue.
-Papi Lou- Darcy movió al mayor para que se despertara- Papi Lou- el susurro se escuchó más fuerte- Papi Lou- comenzó a moverlo, haciendo qué Harry también se moviera, al rizado era la cuchara pequeña- Papi Lou, despierta, te tengo una sorpresa- el mayor se quejó, no quería abrir los ojos- Papi ya despierta- comenzó a brincar en la cama- con mucho, se reparó de Harry para voltear y con un solo ojo ver a su pequeña.
-Buenos días, amor, ¿Cómo amaneciste?- preguntó tomándola en brazos para que se acostara con él.
-Bien papi- se zafó del agarre y bajó de la cama- Mira, te tengo una sorpresa- el mayo abrió ambos ojos y se enterneció con lo que vio- Feliz cumpleaños, Papi.
-Amor, esto es hermoso, gracias- se levantó de la cama y la abrazó.
La pequeña había juntado sus pastelito favoritos de vainilla en un plato, les puso jarabe de fresa y colocó un cerillo arriba de esto. Fue su intento de pastel y lo amo.
-¿Te gustó? Papi Hazz no me deja usar la estufa- dijo con un puchero, que derritió a Louis.
-Me encantó, princesa- tomó un poco del "pastel" y lo probó- Y está delicioso, gracias- le repartió muchísimos besos en todo su rostro.
-¿Qué es todo este escándalo?- preguntó el rizado con una sonrisa. Escucho todo, pero le encantaba escuchar a su bebé hablar.
-Es cumpleaños de Papi Lou, papi- le dijo un susurro no muy silencioso.
-Lo se, amor- le contestó de la misma manera- feliz cumpleaños, boo- besó el hombro de su novio, haciendo a su hija chillar de emoción. Amaba ver como sus papis se daban besitos de amor- ¿Qué va a querer el cumpleañero de desayunar?
-No sé, ¿Qué sé te enoja a ti, monigote?- dejó qué la pequeña decidiera.
-¡Hot cakes!- la niña salió corriendo de la habitación, directo a la cocina- Voy a sacar todos los ingredientes.
-Buenos días, boo- se acercó a besar apropiadamente a su novio, el aliento matutino ya no les importaba- Feliz cumpleaños.
-Buena la noche que tuvimos y feliz siempre qué estoy contigo y Darcy- ambos rieron se volvieron a besar.
-Te amo- respondió Harry.
-También te amo- Louis lo besó, pero no duró mucho el beso. Un ruido en la cocina los hizo separarse.
Se vieron con ojos muy grandes, sabían que su hija era muy traviesa.
-Nada se rompió-gritó la pequeña.
-Vamos, tu hija puede incendiar la casa- Harry se rio, mientas se levantaba de la cama, pero Louis no.
-Fue solo una vez y no estabas ahí, no puedes opinar al respecto- se quejó común puchero en sus labios, pero no estaba enojado.
-Lo sé, boo- lo besó y el mayor lo dejó- Vamos, cumpleañero.
Bajaron las escaleras y prepararon en familia el desayuno. Muchas llamadas y mensajes estaban interrumpiendo su momento familiar, pero Louis siempre les dedicaba una sonrisa o algún comentario a sus dos amores.
Harry estaba muy enamorado y era su cumpleaños, por supuesto que iba a recibir mucho cariño, aunque el mensaje de cierto hombre del zoológico, no le gustó para nada. Louis lo besó y le dijo cuanto lo amaba.
Decidieron qué la noche la pasarían en casa de Louis, había suficiente espacio, pero sobre todo, había muchas camas y siempre estaba la casa de Zayn, que en ese momento estaba desocupada y les dio permiso para usarla en caso de que la necesitaran.
Él volvería hasta el 29, se iría a casa de su mamá. Se fue con un Niall muy nervioso y un pequeño Erick dormido felizmente en las piernas de su nuevo abuelitos Bob, porque si, Niall no iba a ningún lado sin su padre.
Liam y Sofía la pasarían en Holmes Chapel, con la familia de ella, pero en año nuevo, volverían para pasarlo juntos.
Todos felicitaron a Louis y también dejaron sus respectivos regalos en casa de Harry, quien se los dio después de su desayuno.
Los futuros padres le regalaron una bella foto de los tres el día del cumpleaños de Darcy, dos playeras del equipo de fútbol de Doncaster y Liam le escribió una carta, esa la leería cuando estuviera solo. Niall le dio unas vans negras justo como las que usaba en la universidad pero estas tenían su nombre grabado en la parte del talón.
Y Zayn, él le regresó algo que nunca le perteneció, algo que nunca usó, pues sabía que no era de él, si no de Harry. Sacó la gran chamarra con el nombre del mayo grabado en la espalda.
Esto siempre le perteneció a Harry decía la nota arriba del regalo. El ojiverde ya lo había visto, pero no sabía de que se trataba.
-¿Es la que usabas en la universidad?- preguntó una vez que la vio totalmente.
-Si, de hecho la llevaba puesta cuando volvimos de Doncaster del cumpleaños de mi papá, debí dejarla en su carro, no sabía donde la había dejado- la tomó en sus brazos y la olio, seguía oliendo a él, a ese perfume de chocolate qué había dejado de usar- Yo muchas veces quise darte la, pero no sabía si debía. No puedo creer que la guardó todo este tiempo.
-¿Qué es eso, papi?- Darcy había estado muy atenta a todos los regalos, todos amaban a su papi.
-Esta era mi chamarra de la universidad, ¿te gusta?- se la enseñó a la pequeña y ella arrugó la nariz, justo como Harry.
-Está muy enorme- dijo haciendo reír a los dos adultos.
-Lo está, ¿crees que tu a tu papi, Hazz le quedé?- la pequeña asintió sonriendo. Louis miró a su novio, fue algo espontáneo, pero esto sería como un ensayo- Amor, me harías el hombre más feliz del mundo si aceptas esta chamarra- no se hincó, pero si se acercó a tomar sus manos, de repente el ambiente se tornó muy serio- En esta chamarra te ofrezco una vida juntos, que olvidemos el pasado, veamos al futuro, pero aferrándonos a eso que fuimos cuando esta chamarra fue testigo de como me enamoré de ti, ¿la aceptas?
Harry era todo lágrimas y sonrisa con hoyuelos. Nunca pensó que ese día, fuer a llegar a ser tan significativo, no era una propuesta de matrimonio, pero se parecía mucho a una y le encantó. Amó la idea de pasar el resto de su vida con Louis, no podía pedirlo de otra forma.
-Di qué si, papi- la pequeña estaba muy emocionada y eso también lo tomó como una buena señal.
-Si, Lou- se besaron. No por mucho tiempo, pero si para transmitir se amor. Fue un beso salado por las lágrimas del ojiverde.
-Bien, vamos a bañarnos y arreglarnos, porque tu abuela Jan nos está esperando- le pidió a la niña y ella salió corriendo a su cuarto.
-¿Crees que se lleven todos bien?- estaba realmente preocupado.
La relación con la madre de Louis ya era mucho mejor, pero seguía con ciertas dudas.
-Mamá me dijo que mi regalo de navidad sería la verdad sobre de mi papá biológico- decidió cambiar de tema, era algo que no le había contado.
-¿De verdad?- Louis asintió, nerviosismo irradiando por todo su cuerpo.
-Le he dado vueltas a todo lo que me pueda decir, pero no sé ni siquiera su nombre, no se nada- Harry notó lo frustrado qué estaba. Lo abrazó para tranquilizarlo.
-Tranquilo, boo. Mañana lo sabrás- se besaron una última vez y comenzaron a limpiar la cocina.
Un día.
Solo un día más y sabría la verdad.
En un día sabría como su papá se llamaba, que hizo, porque se fue, si lo quería, si quería a su mamá, porque ella lo odiaba tanto.
Solo un día más.
Hello, pipoooooooool
Creo que no duré tanto como otras veces. Este no es mi capítulo favorito, pero el que viene si será uno muy importante.
¿Qué creen que sea lo que Jannine le diga a Louis?
¿Cómo creen que Niall celebre con los Malik?
¿Qué más sorpresas creen que habrá?
Les voy avisando, no subiré el siguiente, hasta que tenga los siguientes dos capítulos, será algo así como 3 en 1. Me comprometo a escribir diario, no quiero que se queden sin saber, por lo que haré maratón de 1 capítulo por día. Ya comencé a escribirlos. Muchas emociones se vienen.
Pd. Les pido una disculpa, no sé escribir smut.
Los quiero mucho 😘
gg ❤️
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