Capítulo 2
Adam
Adoro correr, lamentablemente no me gusta del mismo modo el sol, así que me conformo con la trotadora del gimnasio, estoy pensando seriamente en comprarme una, pero el departamento es demasiado pequeño y deberé ponerla en la sala, o tal vez cerca de la cocina, y para hacer eso debo consultar con Jeff primero, después de todo compartimos gastos y vivimos en el mismo lugar.
Lo que más me gusta de correr es que tu mente viaja tranquila a través de tus pensamientos, es como si todo lo que te confunde se aclarase. Cuando tu mente es un rompecabezas nada mejor que una buena hora de trote para que todas las piezas calcen en su lugar, lamentablemente algunos problemas no se resuelven así de fácil, las piezas de esa noche siguen en el suelo y no importa cuando intente colocarlas en su lugar, siempre fallo al completar el puzle.
La trotadora da el pitido que anuncia que los minutos indicados han terminado. Suspiro resignado, de nuevo mi mente sigue sin saber qué pensar de esa noche. De nuevo volveré al departamento intentando fingir normalidad con Jeff, como si no me lo hubiera follado hace unas semanas.
Oh, infiernos, no puedo creer que pensar en eso me excite, necesito pedirle salir a alguna mujer, hace meses no tengo tiempo para citas, estoy seguro de que es solo eso.
Una palma golpea mi espalda provocando un fuerte sonido.
Me giro y encuentro a Garry mirándome con una sonrisa.
— ¿Terminaste? Vamos a las duchas.
Lo sigo mientras conversamos alguna idiotez, mejor dicho, él conversa y yo opino cada tres frases como siempre, sobre todo estos días en que mi mente siempre termina yendo a Jeff.
Ya estoy terminando la ducha cuando siento a Garry mirando mi espalda, casi quiero ocultarla, pero sé mejor que nadie que ya no hay nada allí.
Se han borrado por completo todas las evidencias de esa noche.
— Ya han cicatrizado. — Me dice con una sonrisa pícara, cómo si yo no lo supiera ya.
— Lo sé.
— ¿Por qué estás decepcionado? Solo vuelve a acostarte con esa salvaje chica y te volverá a rasguñar.
— ¡No lo haré de nuevo! — Explotó antes de darme cuenta de que grite, Garry parece sorprendido y luego eleva una ceja.
— Está bien, hombre, no te enfades... no sé qué rayos pasó, pero sea lo que sea solo olvídalo ¿Ok?
Olvidarlo, si, claro. Es imposible, lo sé. Al principio también pensé en olvidar todo, después de todo Jeff había actuado como si nada, seguramente está acostumbrado a que los hombres se descontrolen con él, digo, ¿Cómo no? Incluso siendo hetero sé que Jeff está bien, demasiado bien, y ni hablar de cómo reacciona en la cama. Pero realmente dolió verlo actuar como si nada cuando mi mente solo repetía una y otra vez el mejor sexo que he tenido en mi vida, estaba borracho y creo que nunca lograré recordar todos los detalles, las piezas siempre se pierden cuando intento encajarlas en su lugar, pero incluso con las partes faltantes sé que fue una buena noche, y sé que lo fue también para él, demonios, tuve por más de una semana claros rasguños en mi espalda que apoyan ese pensamiento.
Necesito hablar con Jeff, pero soy demasiado cobarde aún, y pocas veces coincido con él, desde que se tituló pasa fuera buscando trabajo y yo tengo un nuevo proyecto que me mantiene demasiadas horas en la oficina.
— ¿Has escuchado alguna palabra de las que he dicho?
Casi salté y miré a Garry, que fruncía el ceño como solo él puede hacer, ese gesto de querer mostrarse enfadado, pero vamos, es Garry, ese hombre no puede enfadarse, mantuve la mirada unos segundos y allí estaba, la elevación de su labio demostrando un inicio de sonrisa.
— Ah, joder, jamás puedo enfadarme, menos contigo.
Solo sacudí la cabeza conteniendo la risa.
— Lo siento hombre, tengo sueño y el maldito proyecto no avanza, y solo queda un mes para entregarlo...
— Si, lo sé, animo en eso. —Hubo un incómodo silencio— Oye, por cierto ¿Cómo va Jeff con la búsqueda de empleo?
Ignore el cómo mi corazón se acelera en mi pecho, o como mi cara se sentía dentro de un horno. Ignore, lo mejor posible, el cómo mi mente repetía esa noche, mis pocos recuerdos de ella, la sensación de sus manos abrazándome y luego el placer doloroso de las uñas hundiéndose en mi espalda mientras Jeff gemía mi nombre con una voz que nunca creí que pudiera escuchar, menos de un hombre.
Me sorprendí de que Garry sacará a Jeff en la conversación, ambos son gais, así que los presenté, pero en vez de llevarse bien han tenido una rara enemistad, aunque al menos llevan una relación cordial cuando se ven, lo cual agradezco mucho, ambos son buenos amigos míos.
— ¿Estás bien?
— ¡Sí! Digo— Tosí intentando controlar mi voz—, si, no lo sé, han pasado más de dos semanas y ya... — Negué con la cabeza—. Ha tenido llamadas ¿Sabes? Pero él quiere esperar una mejor opción, no lo culpo, pero sé que está preocupado. Estos últimos días ha estado raro, tengo miedo de que haya atrapado un virus o algo, en el desayuno no comió nada, y creo que ayer vomitó. Creo que está muy estresado.
— Que mal, y yo que pensaba que podríamos hacer otra fiesta. — Y Garry comenzó a soltar idioteces de cuando la haría y cómo lo planearía mientras mi cara se sentía cada vez más caliente de sólo pensar en otra fiesta, en otra borrachera, en cómo puede que de nuevo una cosa lleve a la otra y termine sobre Jeff, y luego besándolo, y luego recorriendo su cuerpo con mi boca....
— En serio, hombre ¿Estás bien?
— No, creo que no me siento bien, mejor me voy— Terminé de vestirme rápidamente y tomé mi bolso del casillero—. Ya sabes, hay que almorzar y luego debo volver al maldito proyecto.
Garry me miró preocupado.
— Está bien, pero cuídate ¿Vale? Si dices que Jeff está enfermo tal vez tú también te has contagiado, llámame si necesitas algo.
Asentí y salí de allí.
El viaje en coche era corto, solo unos diez minutos en auto, dándole de reojo un vistazo a la gran plaza donde muchos niños jugaban luego de haber ido al Zoológico que quedaba unos pocos metros más allá. A los pocos minutos estacione y me quedé un momento mirando el departamento. Tenía quince pisos, nosotros estábamos en el cuarto. Pensé en la trotadora que quería, en Jeff buscando trabajo, necesitábamos algo mejor y pronto podríamos costearlo, podría hablar con Jeff de eso, y tal vez, desde allí, hablar de otras cosas, de esa noche, de cómo eso afecta nuestra amistad.
Subí por el ascensor, y tuve que mirar dos veces al guardia porque me miró como si quisiera decir algo, pero al final no dijo nada. Me encogí de hombros, no debía ser algo muy importante.
Jeff debería estar en casa, iba a entregar currículos en la mañana y volvía a la tarde. Siempre me preparaba el almuerzo, lo que me animaba un poco más a continuar mi proyecto, a pesar de que quemaba siempre la mitad de la comida, pero estaba mejorando, al principio lo quemaba todo. Yo era incluso peor en la cocina, así que no me quejaba y él se esforzaba en mejorar, parecía feliz de que comiera lo que preparaba.
— Estoy en casa.
Me sorprendí ante la luz apagada, Jeff no estaba con su notebook en el sillón como siempre, tampoco olía a comida media quemada.
— ¿Jeff, estás en casa?
Caminé a mi cuarto para dejar mi bolso, y vi la puerta de Jeff entreabierta. Tenemos una regla de no interrumpir la privacidad del otro, pero Jeff nunca deja la puerta entreabierta, así que no pude evitar la tentación y me asomé.
No puedo explicar el cómo me sentí, esa sensación de pánico, amarga y asfixiante en el pecho, porque sabes lo que estás mirando, pero no quieres creerlo.
No había nada, bueno, lo había, pero prendas perdidas, cosas en el suelo, no tuve que pensarlo mucho, sabía lo que significaba, esto no era un robo, nadie podría solo desordenar una habitación.
Me precipite y abrí los cajones solo para comprobar que estaban vacíos. Verifique mi habitación solo para tener más evidencias de que no era un robo.
Se había ido. Ese pensamiento me golpeó fuerte, claro e increíblemente doloroso.
¿Pero qué rayos?
Caminé a la sala sin entender qué pasaba, Jeff nunca haría esto, jamás se iría sin decir nada. Llevábamos años viviendo juntos ¡No podía solo irse así sin ni una palabra!
Allí vi el papel, esperando ser encontrado. La letra algo desordenada de Jeff en él.
"Lo siento, Adam, debo volver a mi casa.
Es una emergencia, me las arreglaré, no te preocupes.
Tuve un problema con mi móvil, así que aún no tengo número de contacto.
Lo siento, fue genial vivir contigo. En serio.
Cuídate.
PD: Te dejó el dinero del mes y el que sigue, para que puedas buscar un nuevo inquilino.
Jeffrey
Leí y releí sin entender nada.
¿Una emergencia? ¿Y se va, así como si nada? ¿Sin decirme nada? ¿Sin confiar en mí?
Me sentía dolido, y traicionado. Mis pensamientos un torbellino intentando leer entre líneas. Pero era claro, más allá de la supuesta emergencia, me abandonó y no quería seguir en contacto conmigo. Darme cuenta de eso despertó una tristeza inesperada, pero también mucho enfadado. Me concentré en lo último, porque era demasiado confuso lo demás.
¿Qué carajo? Creí que éramos amigos, bueno, sí, hemos tenido problemas últimamente, pero creí que podíamos arreglar nuestra amistad, habíamos vivido más de 6 años juntos, joder ¿Así se acaba? ¿Esto significaba para Jeff nuestra amistad? ¿Algo que podía abandonar con un maldito trozo de papel?
Solo para comprobar llamé a su número, pero dio al buzón de voz.
Intenté llamar por horas, y supe el momento exacto en que fue bloqueado ¿Jeff había reportado un robo? ¿Lo había bloqueado él? Mi mente zumbaba en que tal vez solo cambio de número ¿Me estaba evitando?
Estampe el teléfono contra la pared, y rompí el maldito papel, si para Jeff yo no significaba nada, para mí sería igual.
¿Quién coño necesitaba un amigo que se largaba de la nada?
Además, estaba seguro de que su emergencia no me incumbía, sí es que era real, solo esperaba que no fuera algún accidente con su madre, porque sé que Jeff ama a su madre, era la única familia que le queda.
Sacudí la cabeza sin entender porque seguía preocupándome de una persona que podía salir de mi vida con tanta facilidad, llevado por esa rabia, me levanté a buscar el teléfono que solo de suerte aún encendía. Marqué el primer número que encontré, y a las pocas horas estaba en la cama con una chica cuyo nombre no recordaría.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro