Capítulo 76: "La boda"
Prov's Lía
Dejo de mirar el techo cuando siento que logro despertarme del todo. Matt duerme a mi lado y por lo que vi en el reloj todavía es muy temprano como para empezar a prepararme para la boda.
Estaba ansiosa, me gustaba asistir a estos eventos, aun que hasta ahora solo habia tenido dos, el de mi hermana hace ya un par de años y la renovación de votos de mis padres, también hace un tiempo. En todas las que asistí fui dama de honor igual que hoy.
Estaba emocionada por Lissa tanto que son las seis de la mañana y ya estoy despierta, tambien me tenia contenta el ser este el primer evento al que asista con mi hija y Matt, mi familia.
Miro una vez más el reloj queriendo que pase mas rapido el tiempo pero parece estar estancado.
Suspiro cuando me entran ganas de ir al baño, hacia frio para levantarse con la poca ropa que llevo, aparte de lo calentito que estaba bajo las mantas y cerca del cuerpo de Matt.
Pienso unos segundos más en si levantarme o quedarme acurrucada como lo estoy, pero mi vejiga me obliga a elegir la primera.
Tomo la mano de mi hombre y la desenrredo de mi cintura para poder levantarme. Pienso seriamente en volverme a arrojar a la cama cuando mis piernas descubiertas se congelan.
Carajo que frio.
Miro el monitor en mi mesita deja ver la habitación de mi bebé, lo tomo para verla mejor, está dormida, completamente, ella era un Ángel durante la noche, nos lo desmostro durante estas tres últimas.
Dejo el monitor en mi mesita para correr al baño sin antes ponerme mis pantuflas para impedir que el frio también llegue a mis pies.
Tomo coraje una vez dentro del baño y hago mis necesidades rapido, me higienizo a la velocidad de la luz para volver a la cama, todavía tenía mucho tiempo para acurrucarme.
Salgo del baño despacio y cierro la puerta detras de mi tratando de no hacer ruido, Matt se habia quedado hasta tarde despierto vigilando a Ali, yo no lo resistí y quede dormida.
Ayer habia sido un dia largo par ambos, fuimos a la empresa y hable con Eva, le ofrecí ayuda con Ana, la psicóloga de la empresa.
Hable a solas con Eva, no quería que se sintira incomoda quizas con la precencia de mi hombre, él nos dejo su oficina para que podamos hablar y se fue con cielito a dar un paseo, segun él le mostro todo lo que era suyo.
Camino hasta la puerta y salgo para ir a la habitación de cielito, entro suavemente y la tenue luz me recibe junto a el calido ambiente me rodea alibiandome un poco. Me acerco a la cuna donde se encuentra mi bebe y la veo desperezarse tiernamente para luego frotar su carita con sus manos.
Trato literalmnete de no morir de ternura y me acerco para acariciar su carita, y luego dejar un beso en su frente.
El dia despues de la despedida de soltera me desperte bastante tarde, estaba en mi cama acobijada, cielito dormia a mi lado, ambas en el centro de la gran cama, el tenue sol entraba por la ventana dejandome ver la preciosa cara de mi bebé durmiendo pacíficamente entre mis brazos. Esos pequeños momentos eran hermosos. Verla despertarse y mirarme con sus ojitos azules, ver como reacciona a mi voz y como se ríe y balbucea, no hay un amor más fuerte que este.
Ayer ambas dormimos a la par hasta las tres de la tarde. Cuando me despabile Matt salia del baño y se acosto a mi lado para luego contarme todas las locuras que hice borracha.
La maldita resaca, juro no volver a tomar ni siquiera una copa. Fue la primera resaca y no la soporte, tanto que para ir a la empresa tuve que ponerme anteojos de sol, estaba destruida.
Lo que me tiene tranquila es que Matt dijo que cielito se porto exelente y que no fue dificil cuidarla. Yo sabia que podia dejarla en sus manos ¿A quien más sino? Solo eran mis miedos como madre los que hablaban.
Tapo bien a mi bebe y le doy una ultima mirada para volver a mi habitación.
En parte tengo recuerdos de cuando llegue a casa esa noche y juro que solo habia tomado una copa, pero yo no estaba acostumbrada a empinar el vaso por asi decirlo. Segun Matt hice un par de cosas graciosas y vergonzosas para mi.
Un recuerdo viene a mi mente, no voy a mentir, haber tomado me habia puesto muy caliente y lo unico que queria hacer era volver a casa y que mi hombre me tome, pero digamos que no elegí el mejor momemto para decirlo, el pasillo se lo dije allí y recuerdo vagamente las palabras que use eran atrevidas hasta para mi. De solo recordarlo me sonrojo.
Entro a mi habitacion y veo a Matt destaparse un poco entre sueños haciendome entrar en una hipnosis al ver lo que ocultaba debajo de esta.
Pero si ya sabes que hay debajo.
Muerdo mi labio un poco tentada ultimamente cualquier cosa que el haga este hombre lograba encenderme en menos de un segundo.
Sigo parada mirándolo como una idioata. Uno de sus brazos está detras de su cabeza marcando todo su abdomen y brazo.
De repente me siento acalorada, el frio de la mañana ya no me molestaba al contrario me encontraba sofocada por un intenso calor que me provocaba ver su cuerpo semidesnudo.
Sin embargo las sabanas tapaban sus piernas y el gran premio que tanto conocía, que de seguro ya estaba despierto como yo y como todas las mañanas en las que me torturaba al hacer cucharita.
Casi sin pensarlo tiro mis pantuflas a un lado y deshago el nudode mi bata tirandola a un lado. La emocio recorre mi cuerpo y mis manos picaban por sentir su calida piel.
Tomo el elastico de mi short y lo tiro hacia abajo quedando en bragas, saco mi remera por mi cabeza para darle el mismo destino que a mi short.
Mis pezones se erizan al sentir el aire correr libremente. Camino despacio hasta los pies de la cama tratando de mantener el silencio del departamento.
Me agaccho hasta poder tomar las sabanas y me meto consiguiendo ver las fuertes piernas de mi hombre que deseguro ya se desperto por mis movimientos. Me estiro por su cuerpo debajo de las sabanas hasta dejar mis pechos desnudos sobre el suyo, la sabanas solo cubre la mitad de mi espalda.
Matt se remueve entre sueños pero sigue con los ojos cerrados por lo que aprobecho a acomodarme. Me siento a horcajadas sobre sus piernas y su amigo que me demuestra lo feliz que esta de sentirme.
Mi hombre frota sus ojos cuando acariciao su pecho como gata en celo queriendo llamar su atención. Tiro mi largo pelo negro hacia mi espalda dejando ver mis atributos a su alcance.
Abre los ojos y como lo supuse estos fueron directo en esa dirección, sonríe. Sus manos acarician mis caderas y le sonrió maliciosamente moviendo un poco mis caderas.
— Buenos días — Digo con voz de inocencia fingida sin dejar de moverme. Mi entrepierna cosquillea y el calor me recorre hasta la punta de mis senos descubiertos.
— Y que buenos — Dice Matt sonriendo un poco mientras sus manos se aventuran subiendo por mi espalda tirandome hacia el para poder unir sus labios con los mios.
Comienza tiernamente deborandome con tiempo despertando todo sentido en mi cuerpo para después intencificarlo con su lengua mientras sus manos atravidas bajan hasta mi trastero para ayudarme a moverme sobre él.
Sus besos dejan mi boca para atacar mi cuello, suspiros abandonan mi boca. Solo necesitaba esos humedos besos en mi piel expuesta para sentirme mojada.
Siento su boca llegar hasta el final de mi cuello y empezar a dejar pequeños mordiscos que no hacen nada más que aumentar nuestra temperatura.
— No sabes cuando extrañaba esto — Digo comenzando a decir cualquier cosa cegada por la lujuria. Siento la sonrisa de mi hombre sobre mi piel para luego pasar su lengua por ese lugar.
— Hay que ser rapidos Cielo — Habla levantando su espalda y a mi sobre su pecho para apoyarse contra el respaldo de la cama. Nuestras miradas se encuentras y siento un cosquilleo en el estomago.
Sus manos dejan mi trasero para recorrer mi espalda, me aprieta contra el entre sus fuertes brazos, se relame los labios y baja su vista hacia mis pechos que convenientemente quedan frente a su cara. Hunde su cara entre mis ellos comenzando a lamer a su rededor.
— Mm... — Digo perdida cuando su boca por fin llega a mi pezón y lo rodea con su lengua, su otra mano acaricia mi pecho libre.
Mis manos sin querer quedarse quietas acarician su abdomen hasta su única prenda donde ya me espera despierta su erección, la acaricio consiguiendo un pequño gruñido de mi hombre que ahora saca mi pecho de su boca para tomar el otro.
Sus manos vuelven a mi trasero sin dejar mis pezones que ya estan duros de la estimulación. Sus dedos toman los cosatados de mis bragas juega con ellas tentandome. Meto mi mano por dentro de su bóxer ya anciosa y acarició su erección.
Se separa un poco de mi para mirarme, sus ojos estan negros y su mirada me devora, no queda nada del tierno hombre que me hace el amor, no, desperte a la fiera.
Sus manos dejan de jugar y se meten por dentro de mis bragas para acariciar mi feminidad, suspiro entrecortada tratando de no cerrar mis ojos y desconcentrarme, subo y bajo mi mano en su entrepierna y me acerco a besar su cuello. Su mano libre aprieta mi tracero y la otra se encarga de darme placer.
Chupo su cuello y dejo pequeños mordiscos a medida que el aumenta la velocidad de su mano.
— Protección — Susurra en mi oreja cuando con mis manos saco su erección de su bóxer adivinado mis acciones.
Carajo, cierto.
Bufo y ruedo por la cama hasta su mesita abro rapido su cajón y busco los preservativos, sonrio cuando encuentro uno.
— Hay que comprar más — Digo abriendolo con mis manos luego de sentarme a horcajadas de él, que al parecer aprovecho a sacarse la ropa interior.
— Mañana comprare una caja — Dice sonriendo seductoramente. Besa mi cuello mientras yo colocó el condón ansiosa.
Su mano rueda mi tanga hacia un lado y yo alineo muestros sexos. Une nuestros labios seguramente para evitar cualquier tipo de ruido que pueda salir de mi boca.
Ahogo un suspiro contra sus labios cuando sus caderas se levantan para por fin unirnos. Sus labios me atacan mientras sus caderas se encargan de embestir contra mi.
Me separo un poco sin dejar de mirarlo y tomo sus hombros para ayudarme, meneo mis caderas sobre él sintiendome completamemmte saciada.
— Ah... — Gimo bajo cuando envuentro mi punto exacto. Mi hombre suspira cuando comienzo a moverme un poco más rapido y sus manos no tardan en llegar a mi trasero para ayudarme.
Sonrio maliciosamnete cuando su mano impacta contra este, siento corrienres de electricidad desde ese lugar a todo mi cuerpo.
— Mhm... — Suspira mi hombre de una forma tan sexy que me derrite. Chupa mi cuello y amaza mi tracero mientras yo trato de dar mis mejores movimientos para ambos.
Levanta sus caderas para acompañar mis movimientos y las cosquillas se acumulan en mi vientre avisandome que voy a explotar en un orgasmo en cualquier momento.
Rasguño su espalda cuando intento controlar mis gemidos, cosa difícil cuando debajo de mi esta el hombre más sexy que puede existir.
— Me estoy por venir — Avisa ahogadamente mordiendo un poco mi cuello. Sus manos apritan mi piel y siento mi cabeza dar vueltas mi vista se nubla y la lujuria de llegar al orgasmo me permiten moverme solo unos segundos más, lo suficiente para que ambos llegaramos.
Respiro agitadamente escuchando de igual manera a mi hombre que gime un poco cuando me muevo para acostarme a su lado.
Deja un beso sobre mis labios y se levanta de la cama sacandose el condon, lo observo caminar hasta el baño y muerdo mi labio al verlo regresar.
¿Todo eso me comí?
— Uf... estamos fuera de forma — Digo riendo, ambos respirabamos como anciamos que corrieron solo dos cuadras.
— Habra que hacerlo más seguido para no perder la practica — Sugiere seductoramente acostandose a mi lado.
— Me guata la idea — Digo riendo. La gente puede decir que el sexo no lo es todo, pero yo te puedo asegurar que es algo muy importante en una pareja. Yo creo que el sexo con tu pareja aumenta no solo la confianza entre los dos si no la confianza que se tiene uno mismo, te cambia el animo y dicen que es bueno para la piel.
No se ustedes pero yo quiero averiguar lo último.
— ¿Quieres darte una ducha? — Pregunta mi hombre acariciando mis caderas. Peino su cabello hacia atras y miro atentamnete sus facciones.
Que hombre.
— ¿ Que? ¿Quieres otra ronda? Solo dimelo— Hablo moviendo mis cejas.
— Eres una pervertida — Dice riendo, se acerca y deja un beso en mis labios.
. . .
Meto mi mano en la mini bañera que habiamos colocado en nuestra bañera grande y abro la llave de agua fria cuando la noto muy caliente como para la piel de mi bebé.
— Alguien se levanto de mal humor — Habla Matt entrando por la puerta de nuestro baño cargando a cielito.
Miro a mi pequeña que frota un poco su ojo mientras su cabeza esta apoyada en el hombro de su papá, el tipico puchero con el que se levanta en todas las siestas la acompaña.
— ¿Ay mi bebé tiene sueño? — Le pregunto a mi chiquita levantandome del suelo. Me acerco a ella que me mira todavía adormilada — Vamos a bañarte mi amor — Digo sabiendo cuanto le encanta el agua, siempre lloraba cuando llegaba la hora de sacarla.
Al escucharme una pequeña sonrisa se asoma en sus labios y esconde rapidamente su cara en el pecho de Matt, ambos nos reímos.
— ¿Vas a buscar su vata por favor? — Le digo a mi hombre tomando a mi bebé ya no tan bebé, era increible lo rapido que habia crecido. Matt asiente y sale del baño — A ver vamos a sacarle la ropita a esta bebé hermosa — Digo sentandola en mis piernas cuando yo la hago sobre la tapa del retrete.
Comiendo a sacarle su pijama últimame habia crecido tan de golpe que tuvimos que regalar mucha ropa que ya no le quedaba o muchas a las que uso solo una vez.
— Que bebe mas hermosa — Digo besando su mejilla, cielito ríe, esas palabras son las que más entiende.
— Aqui esta cielo — Dice Matt entrando con la bata de nuestra hija.
— Okey tenla que la baño y se la pones para llevarla a su habitación — Digo levantandome y carcando a mi bebé. Me arrodillo junto a la bañera y la siento en el asientito que traia esta para que no se resbale.
— Que hermosa esa bebé — Le habla Matt arrodillandose a mi lado, cielito mueve sus bracitos chapoteando en el agua mientras suelta suaves carcajadas.
Les dije, ama el agua.
Matt la sostiene un segundo mientras yo tomo su gel de ducha y lo coloco en mi mano un poquito para luego pasarlo por su cabello. El la inclina un poco hacia atras y yo con tarrito le tiro agua en la cabeza para sacar el producto.
Luego le limpiamos un poco con jabón y la dejamos un ratito jugar con un par de juguetes que le llevabamos a la bañera.
— Es hora de salir — Digo levantando a mi bebé del agua que rapidamente protesta haciendo un puchero.
Oh dios, ahi viene.
— ¡Bua! — Pega un grito que nos deja sordos a ambos.
— Mira mi amor llevaremos a el barquito — le digo mostrandole uno de los juguetes que tenía. Sigue con su puchero pero ni una sola lagrima abandona sus ojos.
— Ven, ven con papá — Dice Matt tomando la vatita. Levanto a cielito de la bañera y se la sostengo mientras él se la coloca. Ella sollozaba mientas Matt la acercaba a su pecho.
— Bueno mi amor — Digo acariciando su espalda. Caminamos fuera del baño y de un momento a otro ya no se la escucha más, ya se olvidó.
— ¿Quieres bañarte mientras yo la cambio? — Pregunta mi hombre cuando estamos por salir de nuestra habitación.
— Okey, su ropa esta sobre su cuna planchada, esta todo ahí — Digo agradecida, sentia mi ropa pegoteada por el agua que me habia caido de la ducha de cielito.
Los veo salir de la habitación y corro prácticamente hacia la ducha, no queria tardarme tanto.
Me deshago de mi ropa mientras abro la ducha, me meto rapidamente, lavo mi cabelo y cuerpo. Me quedo un momento bajo el agua dejando que el agua caliente recorra mi cuerpo.
Cierro la llave y me envuelvo en mi vata para después coloco una toalla en mi cabello. Salgo del baño y miro la hora, todavia teniamos un poco de tiempo. Camino hasta la habitacion de cielito y asomo mi cabeza.
— Nadie te merece, por eso creo que no deberias tener novio, ni novia — Dice mi hombre terminando de subir las cancanes blancas de mi bebé, al parecer no tarde tan poco en bañarme, ya solo le faltaba el vestido.
— Que bueno que me tienes a mi — Digo entrando a la habitación, mi hombre me mira cuando me paro a su lado — Tranquila mamá te cubre — Digo giñando un ojo — Ve a bañarte que termino de ponerle el vestido — Le digo a mi hombre robandole un beso.
El sale de la habitación y me encargo de colocarle el hermoso vestido blanco que le habia comprado el otro día, la peino y le pongo un poco de perfume, luego sus zapatos.
— Ash donde lo deje — Me quejo mientras revuelvo la cajonera con las prendas de mi bebé — ¿Lo saque de la bolsa? — Me estiro hasta encontrar la bolsa en donde venia el vestido y un moño a conjunto — Lo encontre — Digo llegando hasta donde estaba mi bebé que me mira curiosa — ¿Te gusta mi amor? — Le muestro el moño blanco con pequeños brillitos que le colocaría y ella sonrie un poco, aun que quizas lo haga por mis caras.
Levanto un poco su cabecita y coloco el ultimo detalle y tengo que apretar mis propios cachetes para no apretar los suyos.
— Te vez hermosa — Digo desbordada de la ternura al verla tan bonita. La levanto y beso sus mejillas mientras le hago ruidos con mi boca, ella suelta carcajadas que podrian emanorar a calquiera.
Luego de un rato de más besos y cosquillas Matt entró a la habitación ya bañado pero todavia con una vata. Le entregue a cielito para ahora cambiarme yo.
. . .
— ¿Que hora es? — Le pregunto a mi hombre mientras revuelvo mi pequeño bolso de mano en donde se suponia que habia dejado mi telefono — ¿Estan listos? ¿Llegamos tarde? — Pregunto aceleradamente.
— Sh... tranquila cielo — La manos de Matt acarician mi brazos desde atras mientras deja su barbilla descanzar en mi hombro — Son las nueve treinta — Sonrio cuando deja un beso sobre mi cuello — Ali y yo estamos más que preparados — Por cada palabra sus calidos labios reparten besos — Y tú te vez hermosamente sexy — Habla lentamente haciendome sentir escalofríos.
— Lo siento, es que estoy ansiosa — Digo acariciando sus manos cuando estas descanzan en mi abdomen.
— Las bodas te ponen ansiosa — Dice mi hombre seguramente recordando la boda de mi hermana.
— Lo sé... — Suspiro cerrando mis ojos mientras disfruto sus caricias y besos.
— Me encanta como te vez con ese vestido — Susurra en mi oido, un cosquilleo se instala en mi vientre.
— Gracias — Respondo girandome hacia él. Tengo que aguantar la respiración y tratar de no desmayarme ¿había hombre más sexy que el mío? Lo dudo — Te vez tan sexy que te dejaría hacerme otro hijo — Digo riendo mientras acaricio la piel de su pecho, su camisa llevaba varios botenes abiertos dejando deducir lo trabajado que se encontraba éste — Que lastima que cielito es muy pequeña — Muerdo mi labio y levanto la vista a mi hombre que sin querer quedarse atras sus manos recorren mis caderas y un poco más abajo.
— Mientras tanto, solo podemos practicar — Dice con una sonrisa picara para luego plantarme un beso, sus labios saborean lentamente los mios y no puedo evitar sentir mi corazón explotar, estos eran de los mejores que me daban sus labios, esos que disfrutaban de mi boca, me hacian sentir amada y sexy a la vez — ¿Vamos? — Pregunta deslizando sus manos por mi espalda libre de toda tela, sus dedos me crean escalofrios por lo que sonrio y asiento.
Nos separamos y camino hasta el sillón en donde se encuentra mi pequeña con una hermoso vestido blanco que la hace parecer aun más una muñequita hermosa.
Tomo el huevito en el que se encuentra y lo acerco a Matt cuando lo veo armar el carrito de nuestra bebé.
Lo acomodamos y tomamos nuestros abrigos y las llaves del auto rapidamente para salir de nuestro apartamento.
Saludamos a Andrés una vez que estamos por salir del portal del edificio y caminamos hacia mi auto.
Si, siempre que estabamos juntos usabamos a mi bebé rojo, digamos que me gusta mucho conducir.
— ¿Como era la ubicacion? — Le pregunto a mi hombre que mira la tarjeta de invitación.
— Yo la pongo — Dice Matt mirando una ultima vez la tarjeta. Prendo el GPS y el se encarga de poner la ubicacion de el hotel en donde se realizaria la boda, esta no sería en una iglesia ya que ninguno de los dos queria hacer una boda religiosa. Seria halgo asi como por civil.
El hotel tenia distintos salones de eventos, en uno harian la boda y como es durante el día la celebración está será al aire libre segun me dijo Lissa.
— ¡Bua! — Ambos nos sobresaltamos cuando nuestro pedacito de cielo pega un grito que podria haberse escuchado hasta dos calles más.
— Deja, voy yo — Dice Matt tomando mis manos cuando estoy por desabrochar el cinturon de seguridad e ir a socorrer a mi dramatica hija que deseguro solo queria mimos.
— Okey — Digo sonriendo un poco luego de recibir un corto beso en mis labios. Matt se baja del auto y se sube en la parte trasera junto a nuestra bebé que al ver a su padre asomarse por el huevito cambia por completo su actitud y hasta le sonrie cuando el acaricia su cara.
¿Ven? Solo queria mimos.
— Niña consentida — Dice Matt negando. Giro mi cuerpo para prender el auto y lo enciendo emprendiendo camino hacia el hotel.
. . .
— ¿Como me veo? Creo que este color no me facorece — Hablo señalando mi boca pintada de un color beige mi hombre me observa parado junto a mi auto — Se le corrio el moño — Digo acercandome a mi bebé en brazos de su padre y acomodar sobre su cabecita el lindo lazo que la decoraba — Quizas deberías desabrochar un boton más — Digo tocando su camisa, desprendo uno de los botones y plancho la camisa con mis manos.
— Creo que los tres nos vemos bien, deberiamos entrar — Dice Matt riendo un poco. Su brazo libre rodea mi cintura y besa mi cien.
— Okey entremos — Digo dandole una ultima mirada a mi niña que se agarraba de el saco de su padre.
Caminamos hacia la entrada del hotel en donde nos pidien nuestros nombres en la lista de invitados. La recepcion estaba decierta, o habiamos llegado muy temprano o muy tarde.
Miro la hora y justo son las diez de la mañana, llegamos a tiempo. Acompaño a Matt y a cielito hasta sus asientos algunos pares ya estaban ocupados.
Me despido de ellos ya que habiamos quedado con Lissa a esa hora para que le ayudemos acambiarse y a hacerse un par de fotos con las damas de honor.
— Hola Lía — Almendra aparece en mi camino justo cuando estoy por preguntarle a unos de los encargados donde se encuentra el cuarto de Lissa — Que bueno que llegaste, Lissa me mando a buscarte — Dice con la voz un poco agitada.
— Hola Almendra, genial vamos — Digo. Ella se da vuelta y me guia a una habitacion que estaba en el mismo piso pero un poco alejada — ¿Como esta ella? — Le pregunto a la chica cuando nos paramos frente a la puerta.
— Nunca la viste asi, eso te lo aseguro — Dice riendo para luego abrir la puerta.
Me adentro en la habitación despues de Almendra y ambas nos quedamos quietas al ver la esena, Lissa esta tirada en el piso en el medio de la habitación, su mirada perdida en el techo. Su madre y Anabeth estan paradas junto a ella mirandola con sus manos en la cintura, como cansadas.
— No me voy a mover hasta que no traigan a Jake — Dice ella aparentemente haciendo un berrienche.
— Es de mala suerte que te vea con el vestido — Dice su madre pasando una mano por su cabello rubio diferente al de su hija.
— No me importa, quiero ver a mi futuro esposo — Dice ella cruzandose de brazos. Gira su cabeza y nos mira a Almedra y a mi que seguimos paradas junto a la puerta — Lía llegaste — Dice sonriendome.
— Hola — Digo saludandola con la mano — ¿Por que estas en el piso? — Le pregunto y ella suspira.
— Estoy nerviosa y quiero hablar con mi futuro esposo, él es el unico que entiende, estamos en la misma situación — Dice de mala gana — Pero no me lo dejan ver — Termina rodando los ojos. Me acerco hacia ellas parandome a su lado.
Anabeth y Almendra estan vestidas al igual que yo, ya listas. En la esquina puedo ver a la fotografa sentada esperando ordenesy un poco aburrida también.
— ¿Si traen a Jake podremos terminar de arreglarte? — Le pregunto a mi amiga, solo faltaba peinarla, ella solo asiente. Miro a su madre — Lía Sanz buenos días — Digo saludando a la señora que solo conocia de vista.
— Elena flores — Dice la señora aceptando mi mano cuando se la tiendo.
— Yo creo que deberiamos hacerle caso a Lissa, después de todo es su boda ¿no? — Digo encogiendome de hombros.
— No me importa si es de mala suerte — Dice Lissa por lo bajo, su madre la mira y suspira.
— Yo voy por Jake — Dice Elena resignada ante la petición de su hija.
— Gracias mamá — Dice mi amiga levantandose como si nada y a pesar de su vestido.
Su madre sale por a puerta y Lissa se sienta en su tocador, Anabeth detras de ella peina su cabello para luego conectar la rizadora.
— Dios, voy a casarme — Dice Lissa mirandose al espejo mientras su hermana comienza a hacerle rulos en su cabello.
— Lo sabemos, es la quinta vez que lo dices en la mañana — Dice Almendra riendo mientras saca de una caja unos aros pequeños y delicados.
— Es que todavia no lo creo — dice aplaudiendo. Con una brocha le pongo un poco de rubor en sus mejillas, ella ya parecia haberse maquillado antes, aun que muy natural.
Le colocamos sus aros y su hermana acabo con su cabello. La observamos cuando ella se para frente a un gran espejo, hermosa, deslumbrante solo eso puedo decir.
Almendra se acerca y le acomoda el cabello sobre sus hombros, yo tomo el velo que estaba apoyado en una cama y se lo ayudo a colocar.
— Hermana estas muy bonita — Dice Anabeth limpiando sus mejillas.
— U-ustedes también — Dice Lissa al borde del llanto nos abraza y se mira al espejo cuando debe limpiar un par de lagrimas — ¿Por que tardan tanto? — Dice claramente sin olvidar a su esposo.
Se escuchan un par de toques en la puerta como respuesta y ella nos mira segundos antes de correr hacía la puerta.
— ¿Eres tu? — Dice Lissa con la voz tembloroza.
— Soy yo amor — Dice Jake del otro lado de la puerta, esta se abre a penas unos sentimetros y el pasa su mano que rapidamente es tomada por mi amiga — Me voy a asomar — Dice Jake y procede a hacerlo, sus ojos se encuentran cerrados.
— Puedes abrilos amor — Dice Lissa riendo.
— Quiero que sea una sorpresa, solo vine por que me moria por un beso — Dice él acariciando la mano de su prometida con su pulgar.
— Estoy muy nerviosa cariño — Susurra mi amiga, me doy vuelta dandoles la espalda, claramente seguia oyendo pero quizas les daba más privacidad.
— Todo va a salir de maravilla, ya veras en menos de lo que piensas estaremos en las playas de Cancún tomando sol y disfrutando de nuestra privacidad — Dice Jake bajando la voz a lo último para luego darle un beso por lo que escucho.
Hablan un par de minutos más y despues de muchos besos y palabras cariñosas él abandona la habitación.
. . .
— Okey ya casi son las once de la mañana debemos comenzar — Elena habla entrando a la habitación — Oh, mi niña — Se para en seco cuando ve a Lissa ya lista con su velo puesto sobre su cara y el ramo entre sus manos.
— Mamá — Susurra ella hacendo un puchero seguro aguantandose las lagrimas, ambas se abrazar.
— Bueno que se te correra el maquillaje — Dice su madre limpiando las mejillas de mi amiga para luego limpiar las suyas.
Lissa asiente y todas nosotras agarramos nuestros respectivos ramos, salimos primero y luego Lissa con su madre.
Hacemos el mismo recorrido que yo habia hecho con Almendra hasta que lelgamos a nuestro destino, las puertas se encuentran cerradas claramente para la entrada.
Junto a ella estan los padrimos y el padre de Lissa que abraza a si hija y acaricia su mejilla tratando de sacarle un poco los nervios.
— Okey pongamos orden — Dice Elena para luego indicarnos como debiamos acomodarnos, somos tres madrinas y tres padrimos.
El hermano de Lissa con Anabeth su hermana. El primo de Jake con Almendra, su prima y yo con un amigo de la familia que creo que dijeron que se llama Emilio.
Tomo el brazo de mi acompañante cuando Elena dice que estamos por entrar. Justo detrás de mi se encuentra Lissa y su padre. La madre de Lissa se va para entra rpor otra puerta a la ceremonia avisandonos que la musica nos indicara el comienzo.
Puedo sentir los nervios de Lissa cuando la música nupcial comienza a sonar, las puertas se abren dejandonos ver el cendero hasta el altar y a todos los invitados de pie.
Anabeth y su hermano comienzan a caminar al ritmo de la misica, los siguen Almendra y su primo luego yo a Emilio y por último Lissa y su padre.
Miro hacia los bancos de los costados encontrandome con mi hombre y nuestra hija en sus brazos. El me sonríe y hace levantar una manito a cielito para que ella me salide, sonrio y los saludo con la mano disimuladamente.
Cuando llegamos al altar las parejas nos separamos, llendonos de un lado las damas de honor y del otro los padrinos.
Cuando estamos todos listos Lissa termina de llegar con su padre, se abrazan y este luego abraza a Jake para entregarle a su hija.
Mi amiga toma la mano de su prometido cuando este se la tiende y la ayuda a subir los escalones hasta el altar. Jake toma los bordes del velo y lo levanta para dejar su cara libre
— Muy buenos días a todos — Saluda el juez de paz quien realizará la boda. Todos lo saludamos.
El le indica a los invitados que pueden sentarse para asi comenzar con la ceremonia. Dice un par de palabras que al parecer tiene anotadas en una libreta frente a él. Miro hacia los bancos y encuentro a Matt mirandome de pies a cqbeza le sonrio y lo veo ponerse un poco colorado.
— Y ahora los votos — Habla el juez. Miro a la pareja y no entiendo cuan rapido paso todo, ya estaban por decir los votos — ¿Quien quiere hablar primero? — Dice el juez alejando el microfono de su boca.
— Yo... — Dice Lissa timidamente mirando a su futuro esposo que le sonrie dulcemente.
Mi amiga toma el microfono y Anabeth le alcanza un papel en que parecia tener anotadas las palabras. Suspira temblorosa y Jake trata de darle calma acariciando su mejilla.
— Jake... la vida nos unió de una forma rara pero única, mentiria si no dijera que tus ojos me enamoraron desde la primera vez que se encontraron con los mios, ese avellana extraño me cautivó — Habla casi sin mirar el papel, sus ojos se mantienen en los de él — El día que me pediste ser tu novia fue uno de los más felices e irreales que viví, los años fueron pasando y cada vez estaba más segura que serías el hombre con el que me casaría — Su voz se quiebra y siento mis ojos llorosos, esto podia conmover a cualquiera — Por que nunca nadie me hizo sentir tan especial y amada, solo tú — Dice riendo nerviosa, Jake le ayuda a quitarse las lágrimas de sus mejillas para luego dejar un beso en esta.
Mi amiga le pasa el microfono a su futuro esposo y el mantiene una de sus manos unidas a las de ellas.
Su primo le acerca un papel al igual que Anabeth a Lissa pero él niega.
— Lissa... este discurso lo vengo preparando desde el día que te pedi matrimonio — Dice sin nisiquiera titubear, se nota seguro — Me la pase borrando y volviendo a escribir, por que nada me conformaba, ninguna palabra era lo suficiente para describir nuestra relación — Toma una respiración y sigue mirandola a los ojos — En ti encontre a mi esposa, mi mejor amiga y mi amante. Cada día juntos es una aventura interminable — Da un paso al frente acercandose más a ella, pegando sus frentes como diciendose algo secreto — No prometere nada por que solo serian eso, promesas. Prefiero pasar el resto de mi vida demostrándote cuando te amo y dandote todo lo que mereces, por que eres el alma más pura que conozco mi amor — Dice mientras Lissa acarcia su cara delicadamente.
Se separan luego de un momento y Jake le entrega el microfono al juez.
— Que se acerque quien tenga los anillos — Dice el señor mirando hacia los lados. Almendra golpea despacio mi brazo llamando mi atención. Me tiende una caja. Abro los ojos sorprendida, eso no estaba en los planes.
Tomo la caja color negra de terciopelo de sus manos y me acerco a los novios lentamente, Lissa me sonrie al igual que Jake, ellos no parecen sorprendidos con el cambio.
Vuelvo a mi lugar y miro a mi hombre que hace aplaudir a cielito sacandome una risita.
— Lissa... Aceptas a Jake como tu legitimo esposo para amarlo, respetarlo en la salud y en la enfermedad en la pobreza y la riqueza — Dice el hombre dandole a suspenso al momento.
— Si claro, si quiero — Dice casi gritando. Suelta una risita nerviosa a lo que todos ríen. Jake desliza el anillo en su dedo y ella se ve ansiosa.
— Jake aceptas a Lissa como tu legitima esposa amarla, tespetarla en la salud y la enfermedad, en la pobreza y la riqueza — Dice repitiendo las palabras antes derigidas hacia Lissa.
— Por su puesto — Responde Jake estirando su dedo para que Lissa pueda colocar su anillo.
Dos personas al parecer asistentes del juez traen un atril con unos papeles encima y lo coloca frente a los novios. Les indica donde deben firmar ambos.
Luego me hacen acercarme a mi y al primo de Jake para firmar como testigos ya que somos los unicos mayores de edad. Cada uno vuelve a su lugar para terminar con la ceremonia.
— Por el poder que me confiere la Ley los declaro marido y mujer — Dice él juez.
Jake se gira para mirar a Lissa y se acerca lento hacia ella, mi amiga parece emocionada por lo que se adelante y une sus labios con los de su ahora esposo.
La gente se pone de pie y aplausos, silvidos y muchas palabras más llenan el salón mientras los tortolitos siguen intercambiando saliva. Todos aplaudimos efusivamente.
. . .
— Y de repente golpea mi brazo y me da los anillos — Digo riendo — No sabia que hacer — Le hablo a Lissa. Nos encontrabamos sentadas en la mesa pricipal, las tres damas de honor y ella.
La tercer tanda de baile del dia habia terminado hace un rato y ahora estaban repartiendo aperitivos.
— Si estaba planeado que tú los llevaras pero olvide de darte los antes — Dice Almendra para luego llevarse a la boca un mini sándwich.
Ya se estaba haciendo de noche y a decir verdad habiamos comido todo el dia. Primer plato, segundo y postre, de eso ya unas horas. Ahora pasaban con el catering para mantener nuestra boca ocupada hasta que finalizara la fiesta.
— No saben los nervios que tenia, no me abandonaron hasta que digimos que aceptamos — Dice Lissa. No habiamos tenido mucho tiempo de hablar ni siquiera, nos la pasamos bailando toda la tarde a parte de que las mesas asignadas de cada una eran distintas.
Las pocas luces que mantenian iluminado el lugar en el que ya la noche ya habia caido se apagan para encender un juego de luces la musica comienza a sonar, el dj era muy bueno.
— Vamos, vamos a bailar — Dice Almendra tirando la mano de Anabeth practicamnete empujándola hacia la pista — vengan chicas — Nos grita.
— Ahora vamos — Le contesta Lissa ella se da vuelta y se adentra entre la gente que estaba bailando — Me estan matando los pies — Se queja Lissa.
— A mi también — Digo riendo — Lo que es la juventud — Digo viendo que todavía ellas tienen energías para saltar.
— Dios, si — Dice riendo — ¿Y Matt? — Me pregunta y lo busco con la mirada.
— Estaban hablando con jake y su grupo — Digo sin encontrarlo.
— Mi esposo siempre integrando a todo el mundo — Dice ella suspirando enamorada.
—Tu esposo — Digo subiendo y bajando mis cejas y ella no puede dejar de sonreir. Sigo mirando hacia las mesas pero Matt no esta. La musica cambia un poco dejando de ser un ritmo como para saltar.
Miro a la pista y ahi lo veo a mi hombre cargando a nuestra hija. La sostiene sobre su pecho y finge hacerla bailar mientras ella ríe cuando el besa repetidas veces su mejilla.
¿Podrian ser mas hermosos? ¿Podria amarlos tanto?
— Alli están — Le digo a mi amiga que sigue mi dedo.
— Oww que tierno — Dice ella juntando sus manos, asiento embobada, definitivamemte el era el mejor padre.
— ¿Cuando se van a su luna de miel? — Le pregunto a Lissa cuando siento mi corazón a punto de estallar de ternura.
— Hoy tomamos el vuelo a las once — Dice emocionada.
— Dentro de nada — Digo tomando mi telefono, eran casi las ocho de la noche. A esa hora finalizaba la fiesta. Ella asiente.
— Quiero invitar al novio y a la novia a la pista para cerrar esta hermosa velada con un vals — Habla el dj por medio del microfono. Todos en la pista que hacen a un lado dejandoles espacio.
Jake se acerca a Lissa Lissa tendiendole la mano, ella le sonrie y la toma para luego caminar hasta el centro de la pista.
Las luces de bajan y solo un reflector color violeta los ilumina a ellos dos, la musica lenta se reproduce en los grandes parlantes. Ellos bailan unos minutos y luego se suman mas parejas a su alrededor.
Veo a mi hombre amacar despacio a cielito que esta recostada sobre su pecho. Él levanta su mirada atrapandome como acosadora. Me levanto de mi asiento y rodeo la mesa, camino hasta la pista acercandome lentamente a ellos.
— ¿Me conceden esta pieza? — Digo sonriendo de costado una vez que estoy frente a ellos.
Matt sonrie estirando su mano, la tomo y tira un poco de mi brazo hasta pegarme a su cuerpo un poco hacia el costado ya que cielito parecía un poco dormida con la cabeza en su hombro. Me acerco para depositar un beso en su mejillita.
Mi hombre suelta mi agarre para posar su mano calida en mi cintura, la cual causa escalofrios en mi piel expuesta y un poco fria. No decimos palabra, enriedo mi brazo en su cuello y con el otro rodeo a nuestra hija.
Nuestros pasos son lentos y me siento hechizada perdiendome en sus ojos cafes casi negros que siempre lograron tener el mismo efecto en mi.
Calma, eso siento
La musica ya no se oye, ni la gente hablando, siento que solo estamos nosotros y nuestra hija la cual protegemos entre nuestros cuerpos. Suspiro cuando me siento tan desbordada de amor que no puedo controlar mis sonrisas.
— No importa cuantos años pasen, siempre voy a encontrar la calma mirando tus ojos — Susurra mi hombre sin despegar sus ojos de los mios. Las cosquillas invaden mi estomago y pecho.
Nos sentimos igual.
De a poco nos quedamos quietos y él acerca su cara a la mía para poder unir nuestros labios en un delicado beso, lleno de sensaciones y cariño.
Todo llega a mi mente, los momentos felices y los no tanto, las risas y los llantos, los miedos y los momentos de valentía que nos trajeron hasta aqui. Todo lo que vivimos y superamos como una pareja.
Esa niña de dieciséis años convencida de que no queria enamorarse ya no estaba, ahora una mujer sin miedos y dispuesta a amar ocupaba su lugar, frente a ella el hombre de su vida y el pequeño fruto de ese amor entre ellos bailan el vals.
— Te amo — Susurra mi hombre luego de separar nuestros labios. Mi corazon late con intencidad.
— Te amo — Digo llena de sensaciones. Habia luchado tanto contra este sentimiento — Sabes no pude evitarlo, mi corazon hablo y te eligió a ti — Susurro acariciando su perfecta cara.
FIN
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N/A: Dios que alguien me pase un pañuelo.
Lo que me costó escribir este capítulo no se lo imaginan, no queria despedirme de mis bebés.
Sorry por tardar tanto en actualizar.
No se olviden de votar, comentar que les pareció el capítulo y seguirme aqui y en el intagram del libro aue se los dejo acá a bajo.
Tranquilas que falta el epílogo.
-Aldi🥀
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