Capítulo 74: "¿Fiesta?" (1/2)
Prov's lía
Abro mis ojos abruptamente, la oscuridad no me permite ver muy clarammete la habitación. Tanteo con mis manos el pecho de mi hombre cuando siento la calidez de su cuerpo a mi lado.
Nuestros padres se fueron muy tarde anoche, por lo que habiamos quedado muy cansados. Froto mis ojos tratando de ver la hora en el reloj sobre la mesita de luz que esta del lado de Matt.
Son las nueve de la mañana. Me separo lentammente de mi hombre y salgo de la cama abrazandome a mi misma cuando siento el frio de la mañana.
Reviso el monitor que mostraba la habitación de cielito desde mi mesita de luz y la veo durmiendo en su cuna. Ayer se habia dormido temprano, antes de que se fueran nuestros padres y la acostamos en su cuna, cuando llego la hora de dormir la dejamos por primera vez en su habitación para ver si se animaba a dormir sola.
Salgo de la habitación y entro a la suya, a pesar de mirarla por el monitor no lo sentia suficiente, en toda la noche nos habremos levantado por lo menos cinco veces con Matt para ver si dormía y comprobar que no este llorando.
Me acerco a la cuna, acaricio su mantita y topo más su cuerpecito, cielito durmio toda la noche de corrido, ni siquiera se levanto para pedir teta.
— Te amo — Me inclino sobre la cuna y le doy un besito en su nariz luego de susurrarle.
Salgo de la habitación y voy al baño a lavarme la cara e higenizarme, normalmente una vez que me levantaba no me pidia volver a dormir.
Luego de estar completamente despierta, voy a la cocina y comienzo a preparar el desayuno, dentro de unas horas debia ir a buscar a Lissa ya que comprariamos el vestido suyo y mío, según lo que me conto tambien estarían las otras damas de honor, hoy Matt iria a la empresa a supervisar ya que Ali se iba conmigo.
Anoche antes de dormirnos le habia contado lo que habia pasado con Eva, no pide guardarmelo más, estaba sefura de que no dormiria si no se lo contaba. Él quedo igual de sorprendido y preocupado que yo, por lo que planeabamos hablar con ella en algun momento y prestarle nuestra ayuda.
— Buenos dias cielo — Pego un salto cuando la voz de mi siguloso hombre me sorprende.
— Me asustaste — Digo sujetando mi pecho girandome hacia él, ERROR.
Me reprimo por caer en la tentacion de repasar su sensual cuerpo a medida que avanza hacia mí. Su pelo esta un poco despeinado y su torso desnudo.
Mi vista vuela a su cara antes de llegar a sus ropa interior, evitando mirar eso que ya esta despierto en ellos, eso que ahora tortura mi pervertida mente.
— Buenos dias — Digo tragando duro.
Duro, como algo que quiero ver.
Lía, por dios, todavia no terminaste tu cuarentena.
Matt sonrie seductor llegando hasta mi, sus manos pasan por los costados de mi cuerpo apoyandolas en la encimera, encerrandome entre su firme pecho y sus furtes brazos.
Alguien que me salve, que me quemo.
— ¿Dormiste bien? — Su voz ronca me interroga para luego dejar un beso en mi mejilla. Asiento como tonta cuando su perfume lelga a mis fosas nazales.
— Si... — Suspiro traicionada por mis propias manos que acarician sus brazos hacensiendo hasta su cuello en el cual se enredan — Justo estaba... preparando el desayuno — mis ojos se cierran cuando sus besos comienzan a bajar lentamente hacia mi cuello, sus manos sujetan mis caderas acercandome a su cuerpo, permitiendome sentir todo, y cuando hablo de todo es todo.
— Hueles riquisimo — Dice resfregando su nariz en mi cuello erizando mi piel. Mi inconciente murmura un par de idioteces mientras sus labios vuelven a su trabajo de besar mi piel expuesta. En verdad no habiamos hecho nada desde que cielito habia nacido, ni penetración, ni juegos, más que nada por falta de tiempo en el día y en la noche Ali dormía con nosotros.
Este tipo de momentos de besos furtivos y pequeñas caricias seguian estando pero sirmpre debiamos parar para no terminar en algo que todavía no podiamos hacer.
— Te extraño tanto — Hablo mandando todo sentido común a la mierda. Una de mis manos se desliza por su pecho, decididamente paso mi mano por su evidente erección y la acaricio. Mi hombre baja sus manos a mi trasero le da barios apretones haciendome suspirar.
— Eres una tentación — Susurra sobre mi oído para después morder suavemente mi piel, consiguiendo solamente ensenderme.
Mi otra mano que no acaricia su ereccion baja y apieta su glorioso trasero. Matt deja de besar mi cuello y una de sus manos acuna mi cara, sus ojos ya casi negros me observan un segundo, muerde su labio segundos antes de lanzarse a mi boca.
Gimo embriagada de plaser cuando su lengua juega con la mía, sus labios no son para nada cariñosos y se lo agradezco, no quiero cariño ahora, necesito desahogarme con mi chico favorito.
Respiramos agitados cuando nos separamos en busca de aire. Las manos de mi hombre van a mi cintura y me gira haciendome apoyar mi espalda en su pecho.
Cierro mis ojos un poco aturdida por la adrenalina cuando sus manos se meten por dentro de la unica prenda que llevo puestra, una remera suya.
Acaricia todo a su paso hasta llegar a mis pechos los cuales roza delicadamente. Giro mi cabeza y levanto un brazo para tomar su cuello, lo atraigo a mi boca y beso sus rosados labios.
Sus manos bajan por mi abdomen ya casi plano mientras su boca sigue deborandome. Mis dedos se enredan en su cabello cuando su mano se aproxima al lugar en donde tanto las necesito.
— Ah... — Musito sobre sus labios cuando sus dedos hacen el primer contacto con mi intimidad, se deslizan facilmente por lo exitada que me trae.
Comienza a besar mi cuello cuando ya no tengo fuerzas ni siquiera para seguir miviendo mis labios.
Me siento en una burbuja de plaser donde solo puedo sentir su mano tocandome y sus labios degustando mi cuello.
— Siempre tan lista cielo — Sus palabras solo lograban acercarme más a ese lugar en donde siempre queria quedarme con él, solo con él.
Mi mano libre se desliza lentamente hacia atrás metiendose por en medio de nustros cuerpos, torpemente perdida por sus dedos en mi entrepierna logro llegar hasta su erección.
Mi hombre esta por protestar pero lo callo conociendo sus palabras de "Disfruta tú".
Tiro de su boxer para estar más comoda y con mi dedo pulgar acario su punta ya humeda, me desarmo cuando lo escucho suspirar sobre mi cuello.
¿Ya dije que me encanta manejar su plaser?
Deslizo mi mano por todo su largo, subo y bajo despacio tratando de consentrarme en darle plaser algo que se me hace imposible cuando el mueve tan bien sus dedos en mi feminidad.
— Ah — Derrepente su dedo se mueve de lado a lado, cambiando el sentido y ritmo, encontrando el punto exacto que me provoca sentirme a nada del orgasmo — Matt — Suplico sintiendo mi cuerpo comenzar a temblar, él sigue el ritmo de mis caderas cuando estas se mueven solas. Su otra mano sigue moldeando mi seno y su boca saboreando mi cuello.
Me consentro en no terminar y vuelvo a mover mi mano escuchandolo gruñir, quiero que termine conmigo. Dejo de reprimir mis jadeos y gemidos sabiendo que eso le pone.
— Cielo — Griñe en mi cuello moviendo un poco sus caderas contra mi mano. Mis ojos se cierran debido al plaser y mis piernas fallan.
— Ahm... — protesto sintiendo mi cuerpo laxo luego de un arrolador orgasmo, escucho a lo lejos los jados de mi hombre mientras sigo moviendo un poco más lento mi mano luego de que él llegara conmigo.
Nuestras aceleradas respiraciones son lo unico que se oyen en la cocina por unos minutos, en los cuales tratamos de recuperrnos. Saco mi mano de su hombria al igual que el lo hace de mis bragas.
— Espara, me voy a caer — Digo riendo un poco cuando él afloja su agarré. Mis piernas seguian un poco entumecidas.
— ¿Estuvo rico? — Bromea abrazando mi cintura. Me giro como puedo para mirarlo a la cara.
— Todo lo que me haces es rico — Digo ayudandolo a guardar a su bestia. Beso sus labios — Te amo — Hablo acariciando su mejilla, desde que se lo dije por primera vez no podia parar de decircelo.
— Te amo cielo — Sus labios vuelven a ser cariñosos cuando me besan — ¿A que hora debes irte? — Pregunta cuando nos separamos, todavia seguiamos parados en el mismo lugar todos desalineados pero abrazados.
— Luego del almuerzo — Digo pasando mis manos por su pelo para acomodarselo — Sera mejor que vallas a bañarte estan por ser... — Me separo para mirar el reloj de la pared que marcaba las diez — Las diez, ve que termino de preparar el desayuno — Palmeo un poco su pecho.
— Me usas y luego me hechas — Dice falsamente lastimado.
— No, tonto — Digo riendo, da un beso en mi mejilla y se separa de mi. Sonrió como tonta viendolo salir por la puerta — ¿Podrias pasar a checar a Ali? — Grito cuando ya no lo veo.
— Claro, cielo — Responde a lo lejos.
. . .
Estaciono mi auto en la puerta de la empresa y me estiro hasta la parte trasera del auto para tomar mi bolso, verifico que cielito siga dormiendo y vuelvo a mi asiento. Saco mi telefono de mi bolsa y busco el chat de Lissa.
Mensaje:
Lía: Estoy abajo.
Guardo mi telefono y sigo revolviendo mi bolso tratando de buscar mi labial rojo, ya que sentia que me hacia falta un poco de color en la cara. Luego de que Matt se habia ido a trabajar me quede dormida con cielito en mi cama y cuando desperte ya debia irme por lo que no tuve tiempo ni de tapar mis ojeras.
Acomodo el espejo retrovisor para poder ver mis labios y los pinto rapidamnete con labial rojo, arreglo los bordes y luego acomodo el espejo otra vez como estaba antes. Espero que no se transfiera si no no voy a poder besar a Ali.
Pego un salto un poco asustada cuando golpean la ventana del acompañante. Maldigo bajo a Lissa por el susto que me pego, ella me sonríe inclinada para que pueda verla en la ventanilla.
— Casi me matas — Digo cuando ella abre la puerta luego de que yo le sacara los seguros.
— Que exagerada — Dice sentandose y cerrando la puerta — Oww... mirala que tierna — Lissa gira su cuerpo para mirar a mi hija que duerme de lo más tranquila.
— Dame la dirección del lugar — Hablo recordandole que no se a donde debemos dirigirnos.
— A si claro, es está — Saca una targeta, seguramente de la tienda y me la pasa, creo haberla visto en algun lado, se que queda a unas cuadras de el centro.
— ¿A quien más elegiste de dama de honor? — Pregunto encendiendo el auto.
— Va a ser mi hermana, la hermana de Jake y tú — Dice enumerando con sus dedos.
— Parece que tienes una buena relación con tu cuñada — Digo en verdad sin saber, ya que nunca hablamos de la familia de Jake.
— Si, nos llevamos bien — Dice sonriendo — Al principio no tanto pero hace unos años cuando ella creció logramos superar nuestras diferencias — Me cuenta ella mientras yo sigo conduciendo — Ey ¿Vas a venir a la despedida de soltera no? — Dice Lissa recordandome algo que me habia comentado hace mucho.
— Eh... no sé — Digo un poco dudosa, cielito es muy pequeña para que yo salga toda una noche.
— Vamos dejala con su padre ¿Acaso Matt no sabe cuidarla? — Dice levantando una ceja.
— No es que no crea que no puede hacerlo pero ¿Esta bien que yo salga? — Digo dudativa.
— Es solo una noche y no la dejaras sola, se quedará con su padre Lía — Se encoge de hombros.
— Voy a pensarlo — Tengo que avisarle a Matt que tiene que cuidar solo a Ali — Mira ya estamos llegando — hablo para cambiar de tema.
Todavía faltaban dos meses, quizas para ese entonces no me cueste tanto dejarla sola.
. . .
— Eso fue fácil — Anabeth la hermana menor de Lissa habla sentandose a mi lado en los sillones de la tienda.
— Si, creo que tenemos gustos parecidos — Digo de acuerdo, nosotras y la hermana de Jake, Almendra ya habiamos elegido nuestros vestidos iguales, fue super rapido y sin cambios, es que si nosotras no debiamos llamar tanto la atención y debia ser algo sencillo, la que debia brillar era Lissa.
— ¿Ustedes ya vieron su vestido? — Pregunta Alameda sentandose al lado de Anabeth.
— No, a mi no quiso mostrarme nada hasta hoy — Refunfuña Anabeth cruzandose de brazos. Yo niego respondiendo la pregunta de Almendra.
— ¿Tú piensas casarte? — La pequeña castaña, hermana de Lissa me pregunta girandose hacia mí.
— Mm... no es algo en lo que piense todos los dias como una meta de vida — Digo desviando mi vista hacia mi bebé que ni se entero que estamos de compras — Pero si fuera a casarme, me gustaria algo muy privado — Digo cruzando mis piernas.
— ¿Y como es tu novio, es lindo? — Pregunta Almendra acercandose mas a nosotras. Río un poco, solo eran unas niñas, bueno seguro tenian dieciocho, asi que no tan niñas.
— ¿Él es el padre de tu hija? — Pregunta ahora Anabeth antes de que pueda responder la primera pregunta.
— Ya dejen de molestarla, les recuerdo que es mi jefa — Lissa grita desde el cambiador en el que habia entrado con varias personas que la ayudan a probarse el vestido a medida que mando a hacerse.
— Déjalas — Digo defendiendo a las chicas que ruedan los ojos a la morena dentro del cambiador — Respondiendo las preguntas — Hablo y ellas vuelven amirarme inmediatamente cosa que me causa risa — Si, mi novio es lindo y si, es el papá de Alina — Digo encogiendome de hombros ¿quien no estaría orgullosa de presumir eso?
— Aww... Alina, que hermoso nombre — Anabeth aprieta sus mejillas con ambas manos.
— Gracias — Digo acariciando la manito de mi bebé en su coche.
— Bueno ya callense que voy a salir — Grita Lissa desde el cambiador — Y digan la verdad — Vuelve a decir. Las dos chicas junto a mi se acomodan en el sillon mirando hacia el cambiador al igual que yo.
La cortina se abre y miramos ansiosas. No, es una de las ayudantes que sale, otra más detras de ella y ambas se colocan a los lados de la cortinas para abrirlas.
— ¿Estan listas? — Pregunta una de las chicas a lo que todas asientimos — Okey les presento a la futura Señora Arias — Las cortinas se abre dejandonos ver un lago vestido y una Lissa inundada en lagrimas.
Simplemente se ve hermosa, ese vestido le queda perfecto, es cien por ciento su estilo.
— Jake morira cuando te vea — Almendra, la hermana del susodicho habla realmente sorprendida.
— Hermana, estas hermosa — Anabeth limpia sus lagrimas y se levanta para abrazar a Lissa.
— Es perfecto — Digo levantandome junto a Almendra para felicitar a Lissa.
— Lo sé, siento que es el vestido ideal — La morema gira sobre su eje y se mira al espejo que antes estaba a su espalda — Lo amo, es super comodo, sencillo y unico a la vez — Habla atropelladamnete mientras mueve su vestido de lado a lado mirando su reflejo — Ya no veo la hora de usarlo en la boda — Dice emocionada.
— Solo faltan dos meses — Le recuerda su hermana palmeando su hombro.
. . .
— No dudes en llamarme si pasa algo, la leche está en la heladera, podes meterla menos de un minuto en el microondas o mejor hacelo a baño María, cada tanto mostrale una foto mía para que no se olvide de mi cara... y sobre todo pasenla bien — Termino la frase con un suspiro. Sonrió un poco cuando mi hombre me mira cansado seguramente de mi discurso.
— Cielo soy su padre, se cuidarla — Dice él tranquilamente mientras sostiene contra su pecho a nuestra hija.
— Pero nunca en estos tres meses se quedaron solos tanto tiempo — Hablo un poco nerviosa, no era que dudaba de su capacidad para cuidarla solo me costaba dejarla sola.
— Cielo — Matt camina hasta estar frente a mi — Confia en mi ¿si? — Habla tranquilo mientras coloca un mechon de mi cabello detras de mi oreja.
— Confío en ti, lo siento — Digo apretando los labios — Solo me siento nerviosa por que es la primera vez que salgo sola sin ella — Explico tomando a mi hija de sus brazos — Pero se que tú la cuidaras bien. Es verdad no tengo de que preocuparme — Hablo mientras acerco a Ali a mi cuerpo — No extrañes mucho a mamá cielito ¿Si? Y portate bien con papá en un rato vuelvo — Beso cantides de veces sus mejillas — Te amo — Le digo a mi hija que me mira con atención.
— ¿A que hora vienen a buscarte? — Pregunta mi hombres mientras le duvuelvo a cielito.
— Creo que ya llegaron — Digo cuando el sonido de un mensaje sale de mi telefono.
Saco mi celular de mi chaqueta para verificar.
Mensaje:
Lissa: Lía ya estamos en el portal.
Lía: Ya bajo.
Bloqueo mi teléfono y miro a mi hombre, nos encontrabamos parados en el medio de la sala.
— Ve y pasala bien — Habla Matt mientra acomoda a cielito sobre su pecho — Te vez hermosa — Dice repasando mi cuerpo solo cubierto por un vestido apretado.
— Gracias amor — Me acerco a mi hija y dejo un ultimo beso — Los amo — Digo mirando a Matt — Te amo — Me acerco a su boca y le robo un largo beso, los iba a extrañar a pesar de irme solo unas horas — Llegaré tarde pero mantieneme al tanto por favor — Le suplico luego de separarnos mientras acomodo mi chaqueta.
— Todo estará bien, te mantendre al tanto — Me responde y no estoy muy convencida de que quiera llamarme — Ya ve cielo — Sus manos me hacen darme la vuelta sobre mi eje y me empuja suavemente hacia la puerta del edificio.
— Espera, espera — Hablo cuando él abre la puerta — Un último beso — Digo y él asiente. Me aserco a mi bebé y le doy un largo beso en su mejillita susurrando un te amo, para luego levantarne y fundir mis labios contra los de mi hermoso hombre. Sus manos me sostienen por la sintura un segundo hasta separarnos — Adios — Cruzo la puerta del apartamento y los miro por encima del hombro.
Vamos lía, solo son unas horas.
Matt se despide con la mano mintras yo llamo al asensor. Le devuelvo el saludo cuando ya estoy dentro de él. Lo veo cerrar la puerta del apartamento al mismo tiempo que las del asensor lo hacen y tengo ganas de volver a subir junto a ellos y acurrucarme mientras miramos una pelicula y mi hombre me hace de comer.
Se lo prometiste a Lissa.
. . .
— Lo llevan directamente pasado mañana al salón en donde se hace la ceremonia — Dice Lissa cruzando sus largas piernas. La musica de fondo es movida pero en el tono justo para que hablemos sin gritar.
— Nos costara horrores levantarnos tan temprano — Se queja Anabeth apoyando sus brazos en la pequeña mesa en la que estabamos sentadas, el bar al que nos habia traido Lissa era recomendado por Almendra que al parecer acostumbraba a salir mucho.
— Yo no duermo hace tres meses asi que para mi es un día normal — Comento volteando mi teléfono para ver la pantalla, apenas eran las diez trainta de la noche y Matt no me habia mandado mensajes.
— ¿Ali suele estar mucho despierta en la noche? — Pregunta Lissa levantando su mano para llamr a un mozo.
— No, duerme de corrido, pero me da un poco de miedo quedarme dormida que llore y no la oiga, por lo que suelo dormir muy entrecortado — Comento golpeteando mis uñas en el teléfono al no recibir señales de Matt sobre mi bebé.
— Por eso no quiero ser madre, me considero alguien muy egoista como para cuidar de una persona — Comenta Almendra frunciendo su entrecejo.
— Eres alguien joven, todos somos un poco egoistas a tu edad y no esta mal — Le dice Lissa mientras mira la carta de bebidas.
— Yo no quiero tener hijos, excepto si son mellizos — Habla ahora Anabeth.
— ¿Osea que no quieres criar a uno pero si vienen dos lo harias? — Pregunta un poco confundida Almendra.
— Claro, me gustan los Mellisos y gemelos — Explica Anabeth.
— Estas loca ¿Sabes lo dificil que es criar un niño, imagina dos? — Lissa niega y mira al mozo cuando este se acerca.
— Buenas noches señoritas ¿Que desean tomar? — Pregunta amablemente el chico de aproximadamente veinte años.
— Mm... yo quiero un whisky — Dice Mi amiga luego de pensar un momento — ¿Y ustedes? — Nos pregunta mirandonos a todas.
— Yo quiero un Ron — Dice Anabeth mirando la carta entre sus manos.
— Snake venom— Almendra pronuncia ese dificil nombre con perfección mientras muerde un poco su dedo mirando al mozo que se sonroja un poco.
¡Dios, esta niña!
— ¿Piña colada virgen? — Le pregunto al chico que sonríe.
— Eso es Piña colada pero sin alcohol — Explica él.
— Ese entonces — Digo devolviendole una sonrisa amable, el asiente y se va de la mesa.
— Vamos Lía ¿no tomaras? — Pregunta Almendra mirandome sorprendida.
— Eh... no suelo tomar — Digo encogiendome de hombros, preferia recordar lo que sucedió toda la noche.
— Vamos hay que divertirnos, es solo una noche — Comenta Anabeth alegre.
— Es que, estoy amamantando y no puedo tomar — Digo tratando de convencerlas.
— ¿No le dejaste mamaderas preparadas para que Matt le de? — Pregunta Lissa.
— Esta bien tomare solo un vaso, pero ¿Quien nos llevara a casa? No podemos conducir alcoholizadas — Pregunto totalmente en contra de subirme a un auto con un conductor ebrio. Supongo que no estaba mal tomar un poco.
— Le dire a mi hermano si nos puede venir a buscar — Habla Lissa sacando su telefono.
— Mm... tu hermano ¿pordrias pasarme su numero no? — Dice Almendra lo último sarcasticamente. Anabeth hace una mueca de asco.
— Que te escuche tu hermano — Dice Lissa riendo mientas teclea en su telefono.
— Aqui estan sus bebidas Señoritas — El Mozo se para cerca de nuestra mesa y comienza a dejar los tragos delante de casa una. Todas le agradecemos — ¿Necesitan algo más?
— ¿Otro de estos puede ser? — Pregunta Lissa señalando su trago. El chico asiento llendose otra vez — Ese va ser para ti — Dice Lissa. Le sonrió negando mientras desvio un poco mi vista hacia mi teléfono.
Lo acerco rapidamente a mi cuando veo la notificacion de un mensaje, mi cuerpo se alivia cuando veo que es de Matt.
Mensaje:
Matt: Se quedó dormida.
Matt: (Foto).
Muero literalmente de amor cuando veo la foto de mi bolita de amor totalmente dormida ¿Como logra ser tan hermosa?
Lía: Que bueno, dale muchos besos por mí.
— ¿Todo en orden? — Pregunta Lissa llamando mi atención.
— Si, esta bien ya se durmio — Digo señalando el teléfono — Lo siento, es la primera vez que salgo sin ella — Me disculpo con mi amiga que niega.
— Tranquila yo estaria igual en tu lugar, supongo que es algo que le sucede a todas las madres, sienten que nadie va acuidar a sus hijos como ellas — me dice Lissa restandole importancia al asunto.
— Es justo lo que siento pero no puedo decirle eso a Matt el creera que no confío en él — Hablo guardando mi teléfono en el bolsillo de mi abrigo, debia dejarlo fotalecer sus lazos con Ali y pasar tiempo solos.
— ¿Y quien se supone que cuidara de Ali cuando terminen sus licencias? — Pregunta Lissa. Abro los ojos sorprendida.
— La verdad no lo he hablado con Matt todavía — Digo un poco pensativa.
Nos quedamos calladas cuando el mozo trae el ultimo trago y se va. Lissa me mira sonriendo y me saca mi piña virgen la cual ni siquiera habia probado y la cambia por esa bebida igual a la suya.
— Prueba, te va a gustar — Dice mi amiga tomando un sorbo de la suya. Miro a las otras dos chicas que asienten apoyandome. Mis ojos van al trago que no parece inofensivo.
Solo sera una copa, y se ve bastante pequeña en realidad. Es solo una noche de chicas y diversión, Ali esta segura en casa con su papá que esta preparado para todo tipo de llanto u rabieta de la pequeña.
— Okey... — Tomo la copa con una mano y la llevo hasta mi boca dando un fondo blanco sin pensarlo — Ahg... — Digo asqueada cuando mi garganta se calienta.
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-Aldi🥀
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