Capítulo 52: "Besos y propuestas"
Pov's Lía
Estiro mis piernas luego de salir del auto, escucho que la puerta del lado de Matt cerrarse a mis espaldas y volteo a verlo mientras él cierra con alarma el auto.
—Vamos —Me habla llegando a mi lado seguidamente tomando mi mano, mis ojos van a ellas con ilusión, ya lo habíamos hecho antes pero cada que pasaba podía sentir ese descontrol dentro de mi barriga, sonrió.
Caminamos hacia el interior del centro comercial, teníamos que subirnos al asesor para que nos lleve al segundo piso en donde se encontraban las jugueterías.
—¿Qué es más o menos lo que quieres comprarle? —Pregunta Matt apoyando su espalda en la pared del asesor, la mitad donde no era visible para la gente que estaba de fuera.
—Pensaba en algún juguete, todos le regalaran ropa —Digo repasando con la vista su cuerpo. ¿Por qué se me hacía tan irresistible que cruzara sus brazos sobre su pecho?
Apenas bajamos del asesor nuestras manos se unen como si tuvieran un imán, lo hacíamos tan naturalmente que no podía evitar sonreír como adolescente.
Entramos a la primera juguetería con la que nos encontramos, era enorme, sentía que me quería llevar todo para mi. Había muchos sectores pero nosotros nos dirigimos hacia la parte de los bebés.
—Mira —Dice Matt apuntando una pequeña mesita con muchas teclas, al lado estaba su caja, era una mesa de aprendizajes para bebés —Siento que quiero jugar con ella —Murmura de riendo y yo asiento de acuerdo.
Caminamos un poco más encontrando cosas muy lindas como sonajeros, juguetes de madera para construir, jumper para saltar, había de todo, nada me convencía, yo quería que sea algo bonito y que le dure mucho tiempo, pero todo lo que veía era para bebes muy chiquitos o para bebés de un año o dos.
—Este me gusta —Digo encontrando uno de los que había visto por internet, era una especie de gimnasio para bebes de tres a seis meses —¿Es bonito no? —Le pregunto a Matt ya que el presente era de parte de ambos, él asiente mirándolo un segundo para después apretar un botón de un juguete que tenía en su mano, ruedo los ojos riendo, se veía tan grandulón que ni te imaginarias que se pone a jugar con los juguetes para bebés.
Caminamos hacia la caja para pagarlo, allí nos lo envuelven, yo le entrego parte del dinero a Matt pone lo que falta, para luego entregárselo a la señora de la caja.
Salimos de la juguetería y comenzamos a caminar por el centro comercial mirando las distintas tiendas y hablando de cosas sin importancia.
No sé cuánto habíamos estado allí pero cuando quise darme cuenta ya estábamos en el tercer piso, donde se encontraba la comida, y como yo ya comenzaba a tener hambre de nuevo decidimos ir por el segundo desayuno del día, yo siempre solía comer dos veces el desayuno.
—Sabes… —Miro a Matt cuando habla una vez que estamos en la mesa de uno de los cafés, yo ya estaba lista para comer. —Estaba pensando que —Suspira pero deja de hablar cuando una de las chicas del servicio se acerca, toma nuestros pedidos, luego de que se va vuelvo mi vista a él —Estaba pensando en que quizás podríamos buscar algunas casa —Propone y lo miro confundida.
—¿Por qué? —Pregunto preocupada ¿Qué había de malo en nuestro apartamento?
—Lo digo por el espacio —Dice mientras yo me llevo una medialuna a la boca algo desconcertada. —¿No crees que nos quedará chico? —Pregunta para luego tomar un sorbo de su café.
—No lo sé —Susurro pensativa —Tenemos dos habitaciones —Me encojo de hombros. No es que me rehusé al cambio pero amaba nuestro departamento.
—Lo sé, pero yo quería ir preparando la habitación de cielito —Dice y un brillo se asoma en sus ojos. —Sé que no dormirá sola los primeros meses, pero me entusiasma la idea de prepararle todo —Comenta sonriendo, a mi también me entusiasmaba.
Frunzo el ceño, yo daba por hecho que él dejaría la otra habitación libre ¿Significaba que no volveríamos a dormir juntos?
Siento una opresión en el pecho, eso es lo que me da a entender, si no ¿Por qué querría una casa más grande? Ahí están todos nuestros recuerdos, nuestros momentos, si él dormía conmigo podría quedar la otra habitación para cielito.
—Como quieras —Cruzo mis brazos y bajó la cabeza, tratando de ocultar mis ganas de hacer un berrinche como niña mimada, sentía como si mis esperanzas hubieran desaparecido y todo esto por que lo quería de vuelta en mi cama, a nuestra cama.
—¿Qué sucede, cielo? —Pregunta Matt tomando mi mano por encima de la mesa, yo niego, ni de chiste iba a decirle que me moría por dormir con él, que lo extrañaba en las noches, y en todo sentido —Ey no —Susurra deslizándose su silla hasta mi —Sé que algo te molesta —Dice cerca de mi pero no lo miró, mi expresión me delataría.
—No me sucede nada —Musito un poco avergonzada cuando siento ganas de llorar, tampoco podía llorar por esto, pero no podía controlarlo, estaba más llorona de lo normal.
—Dijimos que seríamos sinceros porque queríamos que esto funcione —Dice y siento mi labio inferior temblar, toma mi barbilla para que lo mire —¿Por qué lloras? —Pregunta preocupado, seguro por que no era común verme llorar, lloré más en el embarazo que en toda mi vida.
Ya está, estaba acorralada, tenía que hablar, pero me daba tanta vergüenza. Gimoteo en forma de reproche y hago un puchero.
—Me da vergüenza —Susurro y su cara se relaja un poco.
—Puedes decirme lo que sea —Murmura moviendo su mano de mi barbilla hasta mi mejilla, tomándola delicadamente, su mano cálidas me reconforta, me froto contra ella mientras cierro los ojos buscando el valor que necesitaba.
—Yo... es que —Susurro poniéndome nerviosa —No no quiero mudarme —No es toda la verdad pero era parte de ella, no estaba mintiendo.
—Cielo —Musita cuando sé que no se cree lo que le digo, nuestras miradas no se despegan, su pulgar se detiene en mi mejilla limpiando lo que supongo que es una lágrima y esas pequeñas muestras de afecto hacían que mi corazón se desarmara.
¿Por qué era tan dramática?
Matt me atrae a su pecho y me observa desde su altura mientras yo comienzo a juguetear con mis dedos sobre su pecho, pero sin quitarle la mirada.
—Sé que solo es una apartamento pero tengo tantos recuerdos y momentos ahí —Susurro y su rostro se acerca al mío, lo siento sonreír cerca de mi boca, sus suaves y cálidos labios apresan suavemente mi labio inferior uniéndonos en un delicado y corto beso.
—Te entiendo, Cielo —Dice y sonrió feliz, cierro los ojos cuando se vuelve a inclinar pero esta vez besó mi frente.
Aquí apresada entre sus brazos y sintiendo su cálido aroma me siento en paz…
. . .
David: No puedo creer que conozcas a Alex.
Río al leer el mensaje que me había enviado David, supongo que Alex se había acordado recién de darle mis saludos ya que habían pasado unos días desde que Alex partió.
Lía: Imagina cómo quedé yo cuando me enteré.
Tecleo tirada boca arriba sobre mi cama, todavía seguía con la bata y la toalla del pelo puestas, recién había salido de bañarme cuando me escribió David. Dentro de una hora debía comenzar el baby shower del porotito, lo celebrarían en la casa de los padres de Alena, ya que su casa es más grande, por lo que teníamos que salir temprano por que, como siempre, el viaje es largo hasta allí. Me tenía muy emocionada saber el sexo del porotito.
David: ¿Cómo lo conoces? Alex no me dio muchos detalles, lo acaba de recordar y ya se fue a dormir.
Seguramente por el cambio de horario ya estaba durmiendo, aquí eran las cuatro de la tarde. Alena decidió hacer el baby shower de tarde noche.
Lía: Alex es el mejor amigo de Matt, lo conozco desde niña.
David: Wow, es raro que no nos hayamos dado cuenta antes.
Estuvimos hablando un rato más hasta que ya se hizo la hora para que me cambiara, Matt supongo que estaba haciendo lo mismo, me obligo para no salir hasta su habitación y espiarlo.
Siempre pervertida.
Después de secarme el pelo y plancharlo, me coloco un vestido celeste claro con tiras finas de escote redondo, me pongo las chatitas negras y salgo hacia la sala cerrando la puerta de mi habitación antes de caminar por el pasillo.
—Tranquilo, estará todo bien —Habla Matt, cuando llegó a la sala lo encuentro mirando por la ventana del balcón —Si estas raro se dará cuenta —Explica y yo frunzo el ceño, pero olvido rápidamente de su conversación al ver lo caliente que le quedan sus jeans, hace mucho que no lo veía tan casual para salir, camino detrás de él enredando mis brazos en su cuerpo y hundiendo mi rostro en su espalda no llegaba ni a sus omóplatos por su altura, pero igual aspiro fuerte su aroma y lo escucho reír un poco —Te tengo que dejar —Dice y rápidamente corta la comunicación. Suelto un poco mi agarre cuando él se gira entre mis cortos brazos —Cielo —Dice con su brillante sonrisa la cual seguro me quedo mirando como idiota —¿Están listas? —Pregunta y asiento estirando mi cuello para mirarle bien.
Hago un piquito con mis labios desde mi altura y cierro los ojos dejándole a entender que quiero un beso, el cual no tarda en llegar, es uno excitantemente lento, sus labios capturaron los míos dulcemente haciendo que me pierda como siempre, tentando, su mano tomó mi nuca y la otra mi cintura con firmeza. Saboreo ese gusto a menta el cual no ayuda a controlar mis manos, que por la excitación que empezó a crecer en mí, bajan hasta su trasero apretando un poco, siento su sonrisa en mis labios.
—Quise hacerlo desde que vi cómo te quedan esos jeans —Confiezo sobre sus labios sintiendo como se lanza otra vez a los míos para devorarlos con ímpetu, podía sentir la misma necesidad en ellos. Mis manos suben perdiéndose por debajo de su camiseta blanca, acaricio su torso cuando siento que sus besos comienzan a bajar, sus labios y su lengua comienzan a besar y chupar mi cuello haciéndome estremecer, sus manos recorren mi cuerpo deteniéndose en mi culo pegándome, sus manos siguen enviando corrientes a todo mi sistema. Vuelve a mi boca y la intensidad del beso sigue subiendo al igual que la temperatura de la habitación, siento la pared a mis espaldas, estoy recostada sobre ella disfrutando de su dulce boca, separo nuestros labios para comenzar a besar su cuello, drogandome con su olor corporal mezclado con el de su colonia, me sentía volar. —Deberíamos irnos —Susurro en contra de mi voluntad clavando un poco mis uñas en su pecho lo siento revolverse por el escalofrío.
—Si... llegaremos tarde —Jadea apretándome deseoso cuando mis labios siguen contradiciendo mis palabras, atacan su cuello.
—Si, deberíamos —Digo sintiéndome agitada cuando su mano toma una de mis piernas y la llevar a su cintura acariciándola hasta debajo del vestido, nuestras bocas se unen de nuevo tratando de alargar el momento —Mierda —Digo cuando mi teléfono suena a lo lejos, no quiero dejar de tocarlo pero quiero ir a la fiesta también. El beso bajó un poco la intensidad terminando en pequeños besitos que me hacen reír.
—Contesta, tengo que ir al baño —Dice él, dulcemente soltando mi pierna, asiento para acomodar mi arrugado vestido y me ruborizo por completo cuando noto que acomoda su erección la cual no había notado. Tomó el teléfono de la mesa auxiliar viendo a Matt caminar hacia el baño supongo que a esperar que se baje la bestia.
Llamada:
—Hola cariño —Habla Alena del otro lado de la línea.
—Hola Al ¿Qué sucede? —Pregunto extrañada por su llamada, se supone que debe estar con los invitados.
—Cariño, ¿llegarás pronto? —Pregunta con melancolía.
—Claro que si Al, estoy en camino tranquila, todo estará bien —Digo notando que el estrés y el embarazo no le estaban dando una buena pasada —Todo saldrá perfecto amiga. —Intento tranquilizarla.
—Gracias, me siento estresada —Suspira y me siento en el sillón abanicando mi rostro, todavía tenía calor —Es bueno hablar contigo, sé que cuento con Kyle pero siempre se necesita una amiga —Dice aunque suena un poco rara no le pregunto mucho.
—Te amo Al, serás una gran mamá —Digo tratando de reconfortarle de alguna forma, solo logro escuchar que solloza del otro lado y frunzo el ceño —Al no llores. —Pido preocupada.
—¿Cómo no llorar? —Se excusa —Aprendiste a expresar tus sentimientos —Dice orgullosa y ruedo los ojos —Nunca dijiste que me amabas si no era mi cumpleaños o navidad —Dice ella cambiando su tono a uno feliz.
—No es necesario que te lo diga siempre, debo demostrarlo —Me defiendo, volteo viendo a Matt venir por el pasillo abrochado su pantalón, muerdo mi labio imaginando cosas no aptas para todo público —Debo dejarte Al, llego en un rato —Le aviso colgando la llamada luego de que ella se despidiera.
—¿Todo bien? —Le pregunto de forma pícara a cuando me levanto del sillón. Lo repaso con la mirada.
—Perfecto —Dice dedicándome una seductora sonrisa —Ahora sí ¿Vamos? —Pregunta y asiento tomando mi cartera y teléfono para seguirlo hasta fuera del edificio.
. . .
Estacionamos justo enfrente de la casa de los padres de Alena, ésta se encontraba en la segunda cuadra del country mientras que la de mis padre y la de los villar en la tercera.
Bajamos del auto y espere a Matt junto a la puerta del auto mientras él bajaba el regalo para el porotito del maletero de su auto ya que la caja era un poco pesada para que la cargara yo.
Luego de tocar la puerta nos recibió una de las empleadas de la casa, Olga, ella trabajaba junto a los papás de Kyle en la casa de los Montenegro, pero los padres de este ya se habían jubilado.
La señora Olga nos permite pasar saludándonos amablemente, los empleados del servicio no solían tener uniformes como en las novelas, en éste caso Olga parecía una invitada más de lo bonita que estaba, a pesar de ser una mujer entrada en edad. Nos indicó que en la sala se encontraban todos y que los obsequios tenían su propio lugar, le agradecimos y nos adentramos en el lugar.
—Hola Kyle —Lo encuentro acomodando unas cosas cerca de las mesas, Matt se había desviado a dejar el obsequió.
—Enana, llegaste —Voltea dejando lo que hacía para venir a abrazarme, lo acepto gustosa aprisionando a mi amigo entre mis brazos —¿Estás segura de que es uno solo? —Pregunta en mi oído y rio.
—Eso dijo la doctora —Me encojo de hombros y lo observó acariciar mi vientre.
—Qué bueno que llegaste, Alena estaba preguntando por ti —Dice pasando su brazo por mis hombros.
—Si, hable con ella por teléfono antes de venir, se notaba nerviosa y estresada —Digo caminando hasta el frente de toda la decoración que de seguro había hecho ella misma, todo estaba hermoso, la torta los globos y hasta la decoración en madera —¿Dónde está ella? —Le pregunto cuando baja su brazo de mis hombros para ofrecerme comida.
—Está en la cocina, quiere asegurarse de que todo esté bien, me dijo que me quedara controlando aquí —Dice entregándome unos rollitos de pollo. podía imaginar que ella quería estar controlando todo, Al siempre fue alguien con un espíritu muy líder. —Hola Matt —Saluda Kyle dándome un mini abrazo, ellos hablan un poco mientras yo como mi rollito.
—Iré con Alena —Les aviso a ambos que asienten, volteo alejándose apenas un par de pasos lejos por lo que logró escuchar que empiezan a susurrar cosas ¿Que se traían entre manos estos dos? Le restó importancia y camino hacia la cocina ya quería ver a Alena y preguntarle a que hora revelar el sexo del porotito, estaba ansiosa por saberlo.
La puerta de la cocina está abierta y Alena está dirigiéndose a una de las empleadas le explica cómo quiere que se lleven los tiempos, me quedo junto al marco de la puerta y le doy pequeños toquecitos a la madera tratando de llamar su atención.
—Hola —La saludo cuando voltea hacia mí, enseguida parece relajada en cuanto me ve.
—Amiga, no sabes cuánto te necesitaba —Susurra llegando hasta mí, me abraza de inmediato, solo dejando distancia por lo que nuestras barrigas con casi dos meses de diferencia nos permitía.
—¿Qué pasa Al? —Le pregunto llevándola hacia la mesa del comedor para sentarnos tranquilas sin estorbarles a los demás empleados que supongo habían contratado para esta ocasión, ya que no conocía a ninguno.
—Quería hablar contigo, todo esto me estresa y pero siento que algo anda mal con Kyle —Susurra haciendo pucheros.
—¿Cómo que algo anda mal? —Pregunto —¿Tuvieron una pelea? —Susurro algo confundida, ellos no eran de pelear ya que Kayle sabía cómo llevar la impulsividad y carácter de Al.
—No… es que —Susurra —Siempre que está hablando por teléfono y me acerco parece nervioso —Explica algo angustiada. —El otro día estaba hablando con alguien y yo me senté a su lado, noté como bloqueó su celular rápidamente —Se encoge en su lugar de hombros bajando la cabeza. Tomó sus manos y frunzo el ceño algo confundida, Kyle no era así, lo conozco hace años y podía poner mis manos en el fuego por mi amigo, estaba segura que era solo un malentendido —Yo no quiero sacar conclusiones pero ¿Y si me engaña? Lei en muchos sitios que los hombres siempre engañan a las embarazadas —Murmura y sus ojos café se cristalizan ante la idea.
Sacudo mi cabeza varias veces.
—Al, ambas sabemos que él es incapaz de siquiera pensarlo —Digo afirmando mi agarre a sus manos. —Hay hombres para todo, pero Kyle te ama cariño —Afirmo dándole una sonrisa tranquilizadora. La beo asentir un poco dudosa —Quizás tiene la mente en el trabajo —Digo tratando de animarla —De todas formas trata de disfrutar el baby shower mañana pueden hablar, no te nubles este día especial con malos pensamientos —Propongo acariciando el dorso de sus manos con cariño.
—Si… quizás es solo un malentendido —Dice haciendo una mueca.
Nos quedamos apenas unos segundos más dentro de la cocina hasta que finalmente decidimos disfrutar de este día. Ambas salimos de allí para volver a la fiesta. Matt y Kyle seguían hablando y dejaron de hacerlo cuando nos dirigimos hacia ellos.
—¿Todo bien mi amor? —Pregunta Kyle rodeando a Alena con uno de sus brazos, ella hace una mueca, sin querer disimular.su disgusto.
—Si —Dice cerrando los ojos cuando él besó su sien, no parecía estar raro con ella, o al menos yo lo notaba igual de cariñoso.
—¿Comiste algo? —La voz de Matt llega desde atrás cuando me rodeó con su fuerte brazo, asiento mirándolo desde mi altura.
—Un rollito de pollo —Digo sonriéndole un poco cuando acaricia mi cabello.
—Llegaron tus padres —Me avisa haciendo que de inmediato comience a buscarles.con la mirada —Están en el jardín, creo —Dice y los encuentro gracias a uno de los grandes ventanales de la casa, allí ambos parecían estar pasándola bien, mi padre muy cerca de mi madre hablando justo sobre su oído, mamá reía mientras sostenía una copa en su mano, siempre hacían eso, era típico de ellos mostrarse tan amorosos y aunque no era mi onda esperaba verme toda la vida como ellos, junto a Matt.
. . .
Faltaban una hora para que caiga la noche, se estaba poniendo el sol y con ello se acercaba la hora de la revelación del sexo, estaba impaciente, hace un rato una de las organizadoras que estaba dirigida por Alena nos dijo que nos traslademos al patio en donde se realizaría la revelación.
Todo había salido bien hasta ahora, Alena parecía más relajada y los invitados estábamos disfrutando de muchos juegos típicos de los baby showers, había escuchado decir que después de la revelación abrirán los regalos.
—¿Estás nerviosa? —Pregunta Matt mientras nos encontramos en el jardín, frente a nosotros estaba la arcada que comunicaba la casa con este lugar, todos los demás invitados estaban junto a nosotros.
—Si —Susurro apretando un poco su brazo con nerviosismo —Apuesto que es una Niña —Digo sonriendo.
—Apuesto que es niño —Dice Matt y le observo enarcando una ceja.
—¿Apostamos? —Pregunto sonriendo maliciosamente.
—Apostamos —Asegura Matt apoyando su frente en la mía
—¿Y a qué apostamos? —Pregunto mirando sus labios sin ocultar mis ganas de pegarlos a los míos.
—¿Qué quieres apostar? —Pregunta rozando sus tentadores y deliciosos labios contra los míos.
—Si yo gano vas a hacer algo que yo quiera —Propongo con sugerencia apoyando mis manos en su pecho.
—Lo mismo digo entonces —Murmura dejando un pequeño beso sobre mi boca, sonrió embobada y miro hacia la puerta de la casa en donde salían Alena y Kyle de la mano.
—¿Listos? —Pregunta Alena llegando a lado mí lado junto a Kyle, yo asiento repetidamente y los demás a nuestro alrededor gritan un si —1...,2… —Hace una pausa con suspenso —3... —Grita girandose hacia la puerta donde hicieron estallar las bengalas de humo, una azul y la otra rosa, la puerta de la gran mansión se abre y sale una persona disfrazada de un bebe gigante y... es niña.
—Es niña —Grito señalando a Matt —Es niña —,Digo mirando a Alena escuchando los murmullos y gritos de los demás, mi amiga asiente y corro a abrazarla.
—Es niña —Solloza abrazándome, ambas celebrábamos.
—Dos niñas —Susurro dándole a entender que cielito es una bebé.
—Oh por dios —Su voz se quiebra y da un pequeño saltito, no sé cómo lo hace con tremenda barriga.
—Mi amor te vas a lastimar —Se acerca Kyle a nuestro lado riendo un poco.
—Felicidades —Digo abrazando a Kyle separándome cuando los demás invitados comienzan a felicitarlos. Giro buscando a Matt y para refregarle mi victoria pero no logro encontrarlo, ¿Dónde se metió? hace un segundo estaba a mi lado.
Miro hacia todos lados por fin encontrandolo, lo veo salir desde unos de los costado de la casa, venía guardando algo en su bolsillo, lo miro desde lejos, el camino hasta Alena y la felicita y cuando se acerca hasta Kyle le entregó algo por lo bajo, nadie a su alrededor parece notarlo.
—Bueno... escuchen un momento —Kyle alza la voz, logrando que los gritos poco a poco se vuelvan murmullos —Quiero decir algo —Dice y miró a Al que se encuentra igual de confundida algo que me dice que no sabe que está por hacer. Matt camina hasta mi lado con una sonrisa en la cara.
—Ganaste —Susurra en mi oído y yo asiento con una sonrisa orgullosa. Ambos volvemos la vista a Kyle que vuelve a hablar.
—Primero que nada gracias por venir, los que conocemos a Alena sabemos que ella se esforzó para que todo saliera de maravilla —Dice tomando la mano de una sonriente Alena —Mi amor, no quisiera vivir esta etapa tan hermosa con otra persona, solo contigo, el amor de mi vida, la madre de mis hijos y espero que... mi futura esposa —Dice flexionando una de sus piernas mientras sacando de algún lado una cajita negra, es un anillo —Alena Libia Montenegro ¿Aceptas ser mi esposa? —Le pregunta susurrando lo último.
¡Oh por dios!
—Kyle —Alena solloza tapando su cara, se deja caer lentamente hasta la altura de su seguramente prometido, quedando arrodillada frente a él —Si mi amor —Dice y sonrío siento mis ojos llorosos al igual que los de ella, Kyle le coloca el anillo con una sonrisa gigante en su rostros —Te amo —Le dice y ambos se abrazan fuertemente, una ola de aplausos surge de nosotros, todos los invitados. Luego de besarse Alena y Kyle se levantan para recibir las felicitaciones de sus padres.
—¡Amiga me voy a casar! —Grita Alena con alegría, acercándose a mí después de un rato. La propuesta de Kyle había sido completamente acertada, a mi amiga le encantaban este tipo de cosas.
—Estoy feliz por ti —Susurro abrazándola fuerte.
—Gracias hermano —Habla Kyle llegando a nuestro lado dándole una palmada en el hombro a Matt quien ríe.
—No fue nada —Le dice Matt —Te dije que no había motivo para estar nervioso. —Se burla de él castaño.
—Por eso estabas tan raro, mi amor —La voz de Al esta llena de ternura mientras envuelve sus brazos alrededor del cuello de Kyle, el asiente nervioso —Tonto llegue a pensar hasta que me engañabas —Lo regaña golpeando su hombro.
—Jamás podría mi amor —Dice Kyle riendo para besarla. Me acerco a Matt cuando ellos nos dejan solos.
—Y... ¿Ahora eres cupido? —Pregunto pícaramente sintiendo sus manos en mi cintura.
—Puedo ser lo que tú quieras —Dice pícaramente hablándome cerca de mi oído —Tengo una flecha, todo depende de ti dice succionando mi lóbulo, mis ojos se abren en sorpresa y suelto una carcajada sintiendo su sonrisa detrás de mí.
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N/A: Espero que les haya gustado el capítulo, últimamente no estoy muy motivada a hacer, no estoy llevando bien la cuarentena por lo que me costó concentrarme a la hora de escribir y tarde tanto en actualizar, pero espero que aprecien el capítulo, nos vemos en el próximo.
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-Aldi🥀
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