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Capítulo 50: "La cena" (1/2)


Pov's lía 

Abro los ojos lentamente cuando en mi cuerpo ya no hay rastros de sueño, pero sí de hambre. Me estiro un poco todavía recostada y me siento lentamente en mi cama, a mi lado se encuentra una casi desmayada Emma, seguro ella todavía tenía sueño por lo que no la despierto.

Me destapo y arrastro hasta el borde de la cama para ponerme mis pantuflas calentitas y me levanto perezosamente, tomo mi teléfono de sobre la mesa auxiliar y veo la hora, ya son las 12:30 del mediodía. 

Mierda que habíamos dormido.

Salgo de mi habitación y camino hacia la cocina sintiendo cómo cielito reclama por comida, últimamente está moviéndose mucho. Dentro de dos semanas entraremos a los ocho meses, no podía creerlo, el tiempo pasaba tan rápido y tan lento a la vez.

—Oh vamos, ¿Es Enserio? —Protesto cuando luego de entrar a la cocina lo primero que ven mis ojos es el delicioso cuerpo de Matt sin camisa. —No puedes hacerme esto —Susurro entre enfadada y excitada.

¿Qué pretendía? No lo sentía hace muchos meses, sin contar que mis hormonas en mí siempre estaban altas por culpa del embarazo y lo mucho que él me ponía siempre, esto parecía una tortura.

—¿Qué hice? —Pregunta enmarcando una ceja totalmente alejado de mis pensamientos pervertidos. Mis mejillas se ponen rojas de vergüenza. 

—Nada déjalo —Susurro por que se suponía que las cosas entre nosotros irían lento, no quedaba bien que le diga "Es que tengo ganas de chupar y morder tu torso desnudo" No, claro que no podía decirle eso.

—¿Segura? —Pregunta con una sonrisita y yo asiento queriendo parecer segura.  —¿Quieres comer? —Pregunta y yo lo miro levantando una ceja.

—¿No desayunamos hoy? —Hablo acercándome hasta la barra en donde él estaba controlando la comida.

—Lía, son las doce del mediodía, creo que ya no son horas de desayunar —Dice sonriendo de costado y yo asiento con un pequeño puchero en mis labios.

—Auch —Debo dejar mi drama antes de comenzarlo cuando Cielito se acomoda en una posición que me hace doler mucho.

—¿Qué pasa? ¿Estás en? —Pregunta Matt cuando apoyo ambas manos en mi vientre, en un abrir y cerrar de ojos él deja todo tirado y se acerca al otro lado de la barra en donde estoy apoyada —¿Qué pasa cielo? —Pregunta preocupado y hago una mueca. 

—Tranquilo, solo se movió y me dolió —Explico con los ojos un poco llorosos, esperaba que pase el dolor. Siento sus manos acariciar mi vientre y sus ojos me miran con preocupación.

—Respira —Susurra comenzando a respirar hondo queriéndome explicar cómo debía hacer, lo sigo queriendo sacar esta sensación de mi cuerpo —Tranquila —Habla bajo acariciando mi cara con una de sus manos, la que no está en mi panza —¿Mejor? —Pregunta cuándo luego de varias respiraciones ya me siento mejor.  Asiento y él limpia una lagrima en mi mejilla —¿Y Emma? —Pregunta tirando un poco de mi brazo para refugiarme en su pecho.

—Cuándo desperté estaba durmiendo, no quise despertarla —Susurro apoyando mi barbilla en su pecho para mirarle, cierro los ojos cuando él se inclina depositando un beso en mi frente. Sonrío atontada.

—¿Y Alex? —Pregunto soltando a Matt cuando tiene que ir a supervisar la comida. 

—Durmiendo como si no hubiese un mañana —Comenta y yo rió sin poder dejar de mirarlo. 

¿Esto es real? 

 —Solo somos nosotros dos —Dice apoyando su espalda baja en la barra frente a mí, siento los colores subir a mis mejillas —Para comer mente sucia —Explica arrojándome un repasador que sostenía en su mano, me acercó rápido para pegarle un manotazo en el brazo.

Nos sentamos a comer luego de que Matt terminará de cocinar. De Alex y Emma no había ni señales, por lo que les guardamos un poco de fideos para ellos y nos sentamos a comer.

—Esta delicioso —Digo luego de llevar un poco de comida a mi boca.

—Gracias cielo —Sonríe acariciando mi mano sobre la mesa. Nos quedamos en silencio un segundo bastantes ocupados comiendo cuando él es quien rompe el silencio. —Ah, no sabes —Parece recordar de repente y sus ojos gritan chisme. 

—¿Que no se? —Pregunto algo confundida pero claramente interesada, lo veo mirar para la puerta de la cocina y se inclina hacia mí con actitud sospechosa.

—Anoche luego de que nos despedimos en el pasillo —Murmura haciéndome recordar el candente beso que nos habíamos dado, tan distinto al cariñoso beso de la pista de baile pero igual de bueno.

Bueno como está él… 

—Regrese a mi habitación y Alex seguía despierto, ya desde hace un tiempo lo notaba algo raro y sospechoso —Dice y mis ojos se abren asustados, él está sospechando, mierda —Parecía nervioso —Agrega dice y yo trato de no parecer sospechosa —No le di mucha importancia pero cuando estaba por dormirme nos pusimos a hablar —Dice y comienzo a rezar en mi mente —Él me dijo que beso a Emma —Suelta y debo cubrir mi boca para no escupir los fideos. Alex le había contado a Matt...

—Oh dios, no puede ser —Hablo tratando de aparentar sorpresa mientras mis manos siguen cubriendo mi boca —¿Qué le dijiste? —Pregunto intrigada.

—Le dije que no confunda a Emma, que seguramente ella este sufriendo por engañar a su novio —Murmura y yo asiento segura de que es lo que está pasando —También le dije que mi hermana no es una chica de una noche y que no quería que la haga sufrir —Dice bajando la cabeza y yo asiento comprendiendolo, yo tampoco quería eso. —Y aunque ganas de golpearle no me faltaban no quería despertarlas —Habla y sonrío.

—Hiciste bien —Le digo levantando su cabeza para que me mire recibiendo una pequeña sonrisa de su parte.

. . . 

El asesor se abre dejándome salir de su interior, camino hacia afuera de mi edificio donde Alena ya se encuentra esperándome dentro del auto que compartían con Kyle. Hoy iríamos a comprar las cosas que le faltaban para el baby shower del porotito y como Kyle trabajaba todo el día me pidió que la acompañara para no ir sola.

—Hola cariño —Saluda Alena cuando subo a su auto.

—Hola —Me inclino para dejar un beso en la mejilla, acarició al porotito en su gran vientre, ella tenía ocho meses y medio, ya era hora de hacer el baby shower —¿Qué es lo que hay que comprar? —Pregunto luego de rodearme con el cinturón. Alena enciende el auto.

—Al supermercado, necesito comprar algunas cosas para preparar bocadillos —Habla comenzando a conducir.

—Tengo algo que contarte —Tomo una gran respiración y ella me mira inmediatamente  intrigada, pero por solo un segundo para luego volver su vista al camino —No quería contarlo por teléfono —Digo sonriendo, de verdad estaba feliz. 

—¿Qué pasó? Ya dilo —Dice ella notablemente ansiosa.

—Ese día que fui a tu casa. —Hablo mirándola con diversión y ella asiente apurada —Bueno, cuando Matt llego a casa dijo que quería que hablemos, yo me preocupe demasiado pensando que era algo malo —Digo soltando un suspiro nervioso por su reacción.

—¿Y qué hablaron? —Habla apurándose para saber, siempre tan ansiosa.

—Espera —Digo riendo —Él me pidió perdón —Suelto y ella hace seguramente la misma cara que hice yo cuando él me lo dijo, confusión —Si, yo pensé lo mismo —Digo riendo antes de que me interrumpa —Le dije que él no tenía que pedir perdón pero, ¿Sabes lo que me dijo? —Pregunto todavía sorprendida, Alena niega mirándome cada tanto atenta a la conversación pero también a la carretera. —Que me mintió desde el principio de nuestra "Relación" —Digo  haciendo comillas. —Él me mintió porque nunca quiso ser mi amigo, dijo que yo lo volvía loco —Digo emocionada recordando cada palabra textualmente, como olvidarlo —¿Qué? —Pregunto cuando al mirar Alena y ella tiene una sonrisa en su rostro y una de sus manos está alrededor de su oreja como queriendo escuchar algo en especial.

—Estoy esperando que digas "Oh… sabia e inteligente Alena tu tenías razón cuando me lo dijiste la primera vez —Habla ella haciendo una voz graciosa.

—¿Cuándo me lo dijiste? —Pregunto para hacerla enojar, en realidad ella me lo dijo muchas veces más en el principio de la relación.

—Te lo digo siempre, me acuerdo perfectamente que cuando me contaste que estuviste con él por primera vez yo te dije que a él le gustabas —Protesta, trayendo recuerdos de cuando éramos unas niñas.

—Tenías razón sabia e inteligente Alena —Acepto un poco burlona, pero aun así Alena sonríe satisfecha —Eso no es todo —Aviso.

—¿Se acostaron? —Grita estacionando el auto.

—No claro que no —Suelto una carcajada. 

Ganas no nos faltaban 

—Le dije la verdad, todo todo. —Explico.

—¿Todo, todo? —Pregunta apagando el auto y asiento.

—Le expliqué todo, y que lo hice para que él sea feliz. Él… dijo que no podía ser feliz sin nosotras —Susurro siento mis ojos aguados, escucharlo decir eso me emocionaba cada vez que lo recordaba.

—Oww... —Sorbe su nariz —Que tierno —Dice igual de sensible que yo para luego desabrochar su cinturón y quedar enfrentadas.

—Le dije que lo amaba —Susurro acariciando mi brazo.

—¿Qué hiciste, qué? —Vuelve a gritar sin creérselo, sonríe asombrada.

—Le dije que lo amaba —Digo sonriendo un poco.

—Oh por dios —Dice cubriendo su boca y yo rio nerviosamente —¿Por fin lo aceptaste?—Pregunto y entrecierro mis ojos, mirándola mal —¿Qué te dijo él? —Pregunta y yo bajo un poco la cabeza.

—No me respondió —Hago una mueca un poco desanimada —Dijo que quería tiempo para pensar. —Suspiro.

—Oh cariño… —Murmura  Alena tomando mi mano.

—Admito que no me gusto escucharlo, pero eso solo hizo más especial y hermoso el momento en el que me dijo que nos amaba —Susurro tocando mi vientre, Alena chilla.

—¡Ay amiga, estoy muy feliz! —Grita estirándose para abrazarme —No quiero que te limites, ama con todo —Pide sobre mi oído y yo asiento —Estamos en una de las etapas más hermosas de nuestras vidas cariño —Asegura separándose mientras acaricia al porotito, y no podía estar más de acuerdo con ella. 

. . . 

Después de una hora terminamos de comprar todo con Al, luego fuimos a su casa para ordenar todo, ella ya tenía hechos los suvenires y parte de la decoración. Solo faltaban algunos detalles.

Meto la llave en la puerta de mi apartamento y abro la puerta, son las cinco de la tarde y Alena me trajo hasta mi apartamento junto con Kyle que ya había llegado de trabajar.

Cierro la puerta detrás de mí y dejo las llaves en el canasto sobre la mesa auxiliar junto a la puerta para caminar hasta el sillón y desplomarme en él, estaba muy cansada. Cierro los ojos y me acomodo de costado mirando el respaldo del sillón, rápidamente caigo profundamente dormida en un segundo. 

Comienzo a despertar de mi sueño cuando siento un cuerpo detrás del mío y pequeños besos sobre mi brazo, sigo con los ojos cerrados.

—Mm... —Susurro cuando los besos suben hasta mi cuello, son pequeños besitos inocentes.

—Hola dormilonas —Susurra Matt rodeándome con su brazo dejándolo descansar sobre Cielito. Sigo sintiendo sus besos pero ahora se sienten más húmedos haciéndome sentir un cosquilleo allí —Llamo tu madre —Dice cuándo yo me acerco más a su cuerpo queriendo sentir su calor.

—Uhm —Trato de responder pero estoy  más concentrada en sus besos.

—Nos invitó a cenar esta noche —Avisa y yo me doy vuelta lentamente para mirarle, se veía tan hermoso y sexy, le dejo un pequeño beso en sus labios tratando de contenerme para no tirarme encima de él ya que Alex seguía en casa. Hacía dos días desde su fiesta de cumpleaños, probablemente mañana o pasado se iría a Londres otra vez.

—Qué bueno —Digo levantándome un poco para besar su mejilla bajando lenta y cuidadosamente hacia su cuello, lo siento tragar grueso cuando mi lengua lame un poco en ese lugar.

—Cielo —Dice suspirando mi apodo, lo siento apretar su agarre a mi alrededor —Alex está en la habitación —Me avisa pero sus manos bajan hasta mi trasero para apretarlo un poquito.

—¿A qué hora hay que ir? —Pregunto  haciéndome la tonta mientras mis manos se pierden dentro de su camiseta, no pueden culparme estuve meses sin poder tocarlo, ahora que lo tengo no lo voy a soltar.

—A las nueve —Dice el notablemente agitado por lo que decido dejar de torturarlo, mi boca vuelve a la suya dejándole un beso sobre ella.

—Bueno, tengo que bañarme entonces —Digo con una pequeña sonrisa, él solo asiente y suspira para ser el primero en levantarse y ayudar a que yo lo haga también. 

Ya en el baño abro el agua caliente para bañarme, me despojo de toda mi ropa y me miro al espejo, mi pancita estaba cada vez más grande y a mí me parecía cada vez más bonita, amaba con locura a mi cielito y estaba feliz de por fin después de tantas idas y vueltas disfrute de ella con la persona que amo.

Las cosas con Matt iban cada vez mejor parecía como si nada de lo que había pasado nos hubiera afectado en sentido negativo al contrario, nos veía más unidos;  sentía que el estar separados por un tiempo nos hizo valorar la falta que nos hicimos, me permitió ser más cariñosa al igual que él lo es conmigo. 

Todavía no dormimos juntos y no hablo de sexo, eso tampoco igual, pero a lo que me refiero es a que no dormimos en una misma cama, siento que nos tenemos que tomar las cosas con calma y de a poco ir volviendo a la normalidad, extrañaba sentir su gran cuerpo junto al mío.

Salgo de la ducha y me pongo una de mis batas, abro la puerta del baño y entro a mi habitación. Después de ponerme algo cómodo y secar mi cabello me dejo caer en mi cama para dormir otra mini siesta, le había avisado a Matt que me levantase una hora antes de que nos tengamos que ir ya que me encontraba muy cansada, como par año estarlo si tenía que cargar con un embarazo de siete meses y medio.

. . . 

—Gracias —Le digo a Matt cuando abre la puerta del auto por mi para que pueda bajar, seguidamente me toma la mano para ayudarme a salir

Una vez ya frente a la casa de los Villar  Alex, Matt y yo caminamos hacia la puerta. Alex se quedaría hasta mañana en casa por lo que lo invitamos a venir, esta noche iba a ser tan interesante como incómoda. 

Matt se encargó tocar el timbre para luego tomar mi mano, siento mi panza revuelta de tantos nervios, era la primera vez que nos verían tan acaramelados nuestros padres. Lo miró sonriente queriendo ocultar mi nerviosismo cuando sus ojos me buscaron. 

—Hola chicos —La puerta de abre mostrándonos a Federico, él nos sonríe —Hola mi princesa —Habla  agudizando su voz, sonando aniñado, a la vez que nos  ignora a todos para poder acercarse a acariciar a su nieta.

—Hola papá —Dice Matt y Federico le devuelve el saludo. Yo también saludo y él me da un beso en la mejilla. 

—Hola Alex, querido  —Dice abrazando al susodicho, quien lo recibe sonriendo —Pasen, pasen  —Dice haciéndose hacia un lado. 

Matt tira un poco de mi mano indicando que lo siga y ambos entramos a la casa, como siempre todo se encuentra impecable en la gran casa de los villar. 

—La ¿Pasaste bien en tu fiesta? —Escucho que pregunta Federico rodeándo los hombros a Alex.

No sabes lo bien que la paso.

—Sí, fue una gran noche —Le responde el castaño y su vista nerviosa choca con la mía, y aunque no habíamos hablado de cuando los frene en el balcón sabía que él lo recordaba.

—Bueno pasen, los demás están en la sala —Dice y los tres lo seguimos, la mano cálida de Matt me sigue acompañando. Entramos a la sala donde se encontraba la mesa ya preparada para poner la comida, mis padres hablaban con Lilian mientras que Emma  Liam estaban mirando sus celulares —Llegaron los chicos —Anuncia Federico y mi vista se desvía a Emma quien levanta la cabeza poniéndose automáticamente blanca como papel, su vista está en Alex que habla con Lilian, ella en cambio a su hija se levantó a saludarlo con alegría. La rubia deja de mirarlo para mirarme a mí, sus ojos me piden ayuda.

—Hola hija —Miro a mi madre cuando llega con un abrazo hasta mí —Te extraño demasiado —Protesta y puedo ver detrás de ella a Matt saludando a todos junto a Alex.

—Hola mami, yo también —Le aseguro correspondiendo su abrazo —Pero hablamos ayer por teléfono —Digo separándome de ella, levanto una ceja riendo un poco.

—No es lo mismo —Dice volviéndome a abrazar —Y cuando lo pases con tu bebé vas a saber lo que yo sufro —Dice tocando a mi cielito.

—¿Y para mí no hay abrazos? —Mi padre se acerca con sus manos en su cadera y yo rio porque se ve gracioso.

—Hola papá —Digo abrazándolo fuerte luego de dejar a mamá, los había extrañado demasiado.

—Hola mi princesa —Dice besando mi coronilla, se inclina hasta estar frente a mi vientre y le deja un beso —No te pongas celosa tú eres mi reina —Susurra mi padre hablando con cielito, ruedo los ojos.

—Vamos a sentarnos ya estoy por servir la cena —Dice Lilian llegando a mi lado —ola linda —Me saluda tocando mi vientre.

Luego de saludarnos todos, nos sentamos finalmente en la mesa, las dos mujeres de la familia en cada punta de la mesa, yo me ubicaba en uno de los lados con Matt a mi derecha y mi padre a la izquierda, del otro lado de la mesa estaban Federico, Liam, Emma y Alex. 



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N/A: Estoy muy feliz por que llegamos a los 50 capítulos en la historia, nunca me imaginé que serían tantos capítulos, gracias por el apoyo que le dan a la novela.

Pd: Espero que les haya gustado mucho el capítulo, voten y dejen su comentario.  Los leo siempre...

-Aldi🥀

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