Capítulo 39: "Revelaciones" (1/2)
CRÉDITOS A LA EDITORA:
@Natalia_Ballesteros
Pov's Lía
—Hay algo que debo contarte —Digo desviando mi vista hacia cualquier otro lado que no sea la cara de mi compañera de trabajo que parece muy interesada en lo que tengo que decirle.
—Dilo —Habla Lissa acomodándose en su silla, suspiró.
—Em... veras —Murmuro buscando las palabras, no por miedo a lo que me diga Lissa si no que era raro estar diciendo esto en voz alta, lo oculte por tanto tiempo —Matt es el padre del bebe —Suelto mirando en su dirección ahora.
—Ow... —Susurra ella un poco sorprendida, Lissa era la única del trabajo que sabía la relación que teníamos con Matt, solo no sabía el motivo por el cual nos habíamos "separado" ya que todo el tema del contrato era confidencial y muy pocas personas lo sabían —¿Él lo sabe? —Pregunta acercándose al escritorio para apoyarse en él.
—Si, se lo dije hace como dos semanas —Murmuro sin evitar jugar con mis manos —Todos se enteraron de la verdad —Le digo y ella abre la boca sorprendida.
—¿Como lo tomaron sus padres?, el saber que sus hijos estaban juntos —Dice haciendo referencia a los padres de ambos.
—Los padres de él no sé, no hable con ellos —Digo pensando en lo decepcionados que deben de estar de mi —A mi madre no le molesto el hecho de que estuviera con él, solo le molesto que no haya compartido con ella mis experiencias, como mi primera vez y todo eso —Me encojo de hombros y poco decaída.
—Pero... ¿están juntos? —Pregunta ella y siento como un nudo en mi pecho.
—No... —Bajo la cabeza, a veces deseaba que todo vuelva al principio y hacer las cosas diferentes, desearía haberme arriesgado por él, por su amor.
. . .
Habíamos ido a almorzar con Lissa, y como ella no tenía que volver a la empresa porque había terminado todo su trabajo ya se había ido a su casa, lamentablemente yo tenía una pila de carpetas por revisar y chequear, lo que me obligaba a volver sola.
Entro a la empresa y saludo a las chicas de recepción dirigiéndome luego al ascensor, toco el botón para llamarlo, resoplo cuando miro el visor que me avisa que el asesor está en uno de los últimos pisos, uno de mis pies se mueve impaciente quería llegar a mi cubículo y sacarme mis chatitas el vestido que llevaba puesto me estaba haciendo rozar mucho las piernas por lo que me dolía al caminar, quería ir a mi casa.
—Oh hola lía —Escucho que dicen detrás de mí, me doy vuelta encontrándome con una sedosa cabellera naranja, Melissa me sonríe abiertamente, siento mis mejillas ponerse coloradas.
—Hola —Susurro acercándome para darnos un beso en la mejilla —¿Qué te trae por aquí? —Pregunto cuando ella se para a mi lado.
—Negocios ya sabes —Dice ella mostrándome una carpeta entre sus manos y no puedo evitar que una mueca se plante en mis labios —Necesitamos un nuevo acuerdo ya que el anterior se canceló —Murmura despreocupada mirando la puerta del asesor con una sonrisa en sus labios.
¿Escuche bien?
—¿Eh? —Pregunto incrédula dándome la vuelta para mirarla —Espera —Digo cuando el asesor se abre y ella entra, la sigo colocándome a su lado mirándola ansiosa, necesitaba saber más.
—¿No sabías? —Pregunta ella mirándome confundida y yo niego —Luego de que mi padre falleciera automáticamente la empresa quedo a mi cargo, por lo que empecé a leer con atención el contrato y encontré algo —Dice ella emocionada mientras las puertas se cierran frente a nosotras —Siempre hay que leer la letra chiquita —Dice guiñándome el ojo.
—¿Que decía la letra chiquita? —Pregunto ansiosa, mentiría si dijera que no me emocionaba que ese maldito contrato se acabara.
—La única persona que puede modificar este contrato es el dueño de la empresa —Dice tomando una pausa —Y mira aquí al dueño —Dice señalándose con orgullo.
—Oh por dios —Susurro cubriendo mi boca —¿El trato se canceló? —Musito sin creérmelo y ella asiente —Pero... ¿Y la empresa? Casi está en quiebra —Digo confundida si el trato no estaba ¿cómo harían para salvarla?
—Hable con Matt y le dije que no lo iba a dejarlo solo, soy su amiga y quiero ayudarlo, aparte no me vendría nada mal asociarme con ustedes —Dice ella y en un impulso me lanzo a abrazarla.
—Gracias, esto es muy importante para él —Digo sincera, Matt había luchado por sus sueños y se merecía eso y todo lo que quisiera.
—Él me conto la verdad —Dice ella cuando nos separamos acercando su mano a mi vientre, yo bajo la vista y hago una mueca —Tranquila no voy a juzgarte nunca estuve en esa situación tampoco sabría que hacer —Murmura —El amor va más allá de las palabras, se nota en esos momentos que te alegras por los logros del otro como lo haces tú —Comenta y siento como mi pecho comienza a pesar, antes de que pueda hablar el asesor se abre en el piso de Matt.
Mierda me pase de piso.
—Ven acompáñame —Dice ella saliendo del asesor tomando mi brazo.
—No, no es una buena idea —Digo recordando estas dos semanas en las que él no me dirige la palabra y cuando lo hace es lo justo y lo necesario. Salimos del asesor por lo que no me quejo más y voy al lado de ella, le sonrió a Amelia cuando estamos frente a su escritorio.
—Hola, Amelia —Diice Melissa sonriente.
—Hola, señorita Paz —Saluda a Melissa amablemente.
—Deja las formalidades, soy Melissa —Murmura ella riendo un poco, cuando la conocí solía ser un poco tímida a diferencia de ahora que parece más suelta, como que tiene más confianza.
—Hola —Saludo a Amelia.
—Hola mi niña —Dice ella pellizcando mi mejilla —¿Cómo está el niñito? —Habla dando la vuelta para acariciar mi vientre.
—Amelia podrías llamar a Melissa... —Escucho la voz imponente de Matt detrás de Melissa por lo que levanto lentamente la vista desde mi vientre hasta él, que está parado en la puerta de la oficina con una camisa, su corbata y esos pantalones que le quedan tan bien se nota algo sorprendido por lo que nos mira a las tres dando un pequeño vistazo a mi vientre.
—Aquí estoy —Dice Melissa rompiendo el silencio girando se hacía Matt, sus ojos se posan en mí, más bien en mis ojos, luce un poco confundido, como si no entendiera porque estoy aquí.
¿Porque estoy aquí?
—Amelia —Dice Matt llamando su atención —No había tenido oportunidad de decírtelo —Habla el acercándose a nosotras —Te presento a mi hija —Suelta señalando mi vientre, asi derrepente, haciendo que mi mandíbula casi se caiga, Amelia nos mira confundida.
—Felicidades —Dice al fin después de un rato en absoluto silencio, si debe de ser confuso, ella sí que no sabía nada, igualmente sabía que ella no preguntaría mucho. Matt se acerca más a mí y toca mi vientre, por que aúnque no me hablara tocar a su hija parecía ser su actividad favorita. De reojo puedo ver a varios empleados mirándonos disimuladamente.
—Yo... ya me iba, tengo que seguir trabajando —Susurro separándome de la mano de Matt que hacía sentir cualquier cantidad de mariposas en mi estómago solo con su contacto —Adiós —Me despido dándome la vuelta y huyendo de allí.
. . .
Bajo del taxi sin antes pagarle al chofer, Matt se había ido a buscar a Liam al colegio ya que el pasaría la tarde en casa. A pesar de no hablarme en estas dos semanas casi siempre salíamos a la misma hora de casa por lo que él me llevaba hasta el trabajo y me traía, en absoluto silencio algunas veces o solo con la radio de fondo en otras.
Abro la puerta del apartamento dejando mi maletín junto a la puerta, camino hasta mi habitación en la que estaba durmiendo hace dos semanas, ya en ella me saco las chatitas y todo mi ropa quería una dicha estaba toda sudada hacía mucho calor en estos días más si llevas una panza de cinco meses y medio.
Una vez fuera de la ducha, me comienzo a pasar crema hidratante en mis piernas, las sentía pesadas y me había comprado algo que decía sacarte la pesadez, luego de que mi piel absorbiera la crema me puse un pijama, un short corto y holgado con una camiseta que me quedaba grande, y si… era de Matt, pero en mi defensa yo la había tomado antes de que él se enojara conmigo. Aspiro hondo en la remera tratando de sentir su aroma, pero ya no esta se fue a causa de los lavados que le hice, hago una mueca un poco decepcionada.
Salgo caminando cuando se me acurre algo que quizás muchos lo vean raro, pero ya que, necesito sentir su perfume, cruzo el pasillo que divide nuestras habitaciones entrando a la suya, tiene todo en su lugar solo que esta no conserva su típico aroma, supongo por que hace poco está en ella, camino despacio como si no quisiera hacer ruido hasta su mesa de luz en donde se encuentra su perfume, ese delicioso aroma que se mezcla con su piel, tomo el frasco y lo destapo para luego echármelo en la remera, la tomo entre mis manos luego de dejar todo en su lugar para dejar el aroma penetre en mis fosas nasales.
Delicioso.
Jamás me cansaría de él, apago la luz luego de salir y cierro la puerta caminando felizmente hasta mi maletín para tomar mi teléfono, no tenía nada que hacer así que me tire en el sofá estirándome hasta encontrar una posición cómoda, con la panza se me hacía un poco incómodo acostarme, lo mismo me sucedía a la hora de dormir daba vueltas hasta encontrar una posición en la que cielito este cómodo y yo también, me quedo quieta cuando siento que mi posición es perfecta tengo las piernas flexionadas y un almohadón en mi espalda baja, los ocho planetas se habían alineado dándome la mejor posición para dormir un rato, pero la felicidad dura poco.
—Mierda —Digo cuando el timbre suena —¿Quién carajos es? —Me levanto de mala gana como puedo, lentamente llegando a la puerta, abro con la menor de mis ganas, lo siento estoy cansada —Oh dios —Susurro cambiando mi expresión de cansancio por una de máxima sorpresa —¡Oh dios! —Grito lanzándome a los brazos del rubio que está sonriéndome —David —Digo sacudiendo un poco su cuerpo —Están aquí, oh Sarah —Digo lo último mirando a la pequeña muñequita dentro de su carrito está profundamente dormida con su chupete en la boca.
—¿Te sorprendimos? —Pregunta él sonriéndome.
—Oh dios, si —Digo acomodando un poco mi ropa —Pasen por favor —Me hago a un lado dejando entrar primero el carrito siendo empujado por David —¿Cuándo llegaron al país? —Pregunto una vez que estamos todos dentro, cierro la puerta.
—Ayer, nos quedamos en casa de mi madre ya que aquí no tengo casa —Dice el riendo —Les traje algo al bebé y a ti —Comenta agachándose para tomar de debajo del carro lo que supongo era la pañalera de Sarah, la abre y saca una bolsa —Facturas para el Té —Dice riendo mientras me las pasa.
—Que rico —Digo dando un saltito —Estamos muy agradecidos —Sobo mi barriga riendo también —Ven vamos a preparar algo para acompañar esto —Caminamos con Sarah hasta el sillón dejándola al lado de este —Siéntate, ahora vuelvo —e digo caminando hacia la cocina para comenzar a buscar algo para tomar, se me había antojado tomar mate, hace mucho no bebía eso. Abro la alacena y busco la yerba que había conseguido en el mercado, no era tan fácil conseguirla aquí.
—¿Tomas mate? —Pregunta David mirándome divertido cuando llego al sillón dejando la yerba y el azúcar en la mesita ratona, aquí no era tan común tomar mate.
—Es rico y aparte estamos a tono con estas —Digo señalando las facturas y volviendo a la cocina para cargar la pava eléctrica con agua —¿No te gusta? —Pregunto alto para que me escuche.
—Nunca probé —Dice cuando vuelvo lo veo amacar el carrito.
—Te doy uno y si no te gusta te hago un té u otra cosa —Digo sentándome a su lado —Yo lo probé cuando fuimos con mis padres a Argentina, la ahijada de mi padre, Aldana me lo preparo, allí casi todos toman mate, yo lo prefiero dulce porque si no es muy fuerte —Murmuro sacando de la bolsa las facturas.
—Interesante —Dice él —¿Visitaste muchos países? —Pregunta curioso.
—No, de hecho, no —Digo pensativa —Solo dos, más adelante quizás viaje por mi cuenta —Me encojo de hombros yendo a apagar la pava y llevarla a la mesa —Espera cuéntame tú ¿cómo va todo? —Pregunto sentándome a su lado.
—Norma,l ahora la universidad está de vacaciones por lo que me permití volver a visitar a mi familia, ellos extrañaban mucho a Sarah —Cuenta mirando a la pequeña muñequita dormida en su carrito.
—¿Y alguna persona rondando por ahí? —Pregunto con burla y él niega riendo.
—No, estoy enfocado en la carrera y en mi bebé, no podría también encargarme de una relación —Dice él por lo que yo frunzo el ceño.
—No puedes dejar olvidado tu corazón David, en algún momento te debes permitir amar a alguien —Digo un poco seria, hubiera querido que en su momento alguien me lo hubiera dicho a mí.
—Lo sé, pero este no es el mejor momento, necesito enfocarme en terminar mi carrera sin distracciones si quiero darle un futuro a mi hija —Menciona terco.
—Bueno, está bien —Digo rindiéndome —Tomate un mate —Agrego vertiendo el agua dentro de un mate que había comprado en argentina, se lo paso y él lo mira dudoso —Esta dulce y caliente —Advierto cuando él se lleva la bombilla a la boca.
—Nada mal —Dice sacudiendo un poco su cabeza —Solo… no estoy acostumbrado —Los dos nos echamos a reír quedándonos en silencio cuando escuchamos a Sarah sollozar un poco removiéndose incomoda —Shh... shh duerme mi niña —Dice David dándole pequeñas palmaditas en la espalda para que se duerma de nuevo —¿Y tú qué tal? —Pregunta cuando Sarah ya está profundamente dormida —Debes contarme todo sobre esa panza —Dice apuntándome.
Suspiro para empezar a soltar todo, cuando digo todo es todo, le conté desde el principio de nuestra relación, sobre el trato, sobre la mentira en cuanto a la paternidad de Matt y con respecto a lo que me enteré hoy sobre el contrato.
—Y en un momento de nerviosismo dije que el papá del bebé eras tú —Digo encogiéndome de hombros.
—¿Qué hiciste qué? —Pregunta él abriendo sus ojos —¿Por qué hiciste eso? —Dice confundido.
—Fuiste la única persona que se me paso por la mente, aparte de ser el único del que Matt sabia —Explico.
—Debes decirle la verdad que no soy el padre del bebé Lía, no está bien que le ocultes algo así...
—Ya sabe la verdad —Le corto su reclamo y él suspira —Tuve que decirle todo no podía vivir con la culpa —Digo y él toma mis manos.
—No es todo tu culpa, Matt podría haber sido un poco más claro, entiendo que tú no querías ser la segunda —Dice él acariciando mis manos.
—Puede ser, pero ahora él no me habla hace dos semanas, sigue siendo atento con nuestro hijo y todo, pero yo es como si no existiera. —Me quejo.
—Los dos tienen un poco de razón... —Dice él siendo cortado por un estruendoso llanto que logra asustarme, suelta rápidamente mis manos para darse vuelta —¿Qué sucede mi amor? —Pregunta levantando del carro a Sarah que llora —¿Te hiciste popó? —Habla dándole un beso en la mejilla a su bebé para luego sacar la pañalera —¿Puedo cambiarla aquí? —Me pregunta y yo asiento levantándome rápidamente para darle lugar para que la cambien el sillón, él con un brazo sostiene a Sarah y con el otro abre el bolso sacando el cambiador, todo con mucha destreza, parece un pulpo ¿Eso debía hacer yo cuando cielito este conmigo?, le recuesta sobre el cambiador para sacar un pañal y las toallitas húmedas del bolso.
—Esto me va a servir —Le digo riendo —No se cambiar un pañal —Hago una mueca y él ríe. Comienza a cambiar a Sarah que ya dejo de quejarse, efectivamente había hecho popo, era increíble como él se había dado cuenta de eso, bueno es su padre, la conoce.
—Abrochas aquí y aquí —Me explica David terminando de colocar el pañal yo asiento mirando sus movimientos —Abrochas su ropita y listo —Dice haciéndole caras a Sarah que suelta una pequeña risita.
—Wow es difícil —Digo tomando a la pequeña en mis brazos para que David pueda guardar las cosas en su bolso.
—Sí, a mí me enseño mi madre, si no, no sabría cómo hacerlo —Dice haciendo una mueca —Voy a tirar esto al tacho —Me dice levantándose para ir a la cocina.
—Es bonita enano —Escucho que hablan del otro lado de la entrada del apartamento, se escuchan las llaves, segundos después la puerta se abre dejándome ver a el pequeño Liam sonrojado entrar con la cabeza agachada, Matt va detrás de él riendo ninguno parece haberse dado cuenta de que estamos aquí.
—Hola —Dice Liam cuando parece notarme aún parado junto a su hermano que está cerrando la puerta con llave.
—Hola, Liam —Digo cuando él se acerca a darme un beso en mi mejilla, miro hacia la puerta y Matt se encuentra parado observandome, se ve confundido, claro tengo un bebé en brazos mejor.
—Ya está —Dice David sacudiendo sus manos entrando a la sala, Matt frunce el ceño mirándo a el rubio ahora —Oh hola, ¿Matt no es cierto? —Pregunta David tendiéndole su mano a Matt que mantiene una expresión neutra pero no tranquilizadora.
—Hola, si —Dice Matt estrechando su mano, ambos se encuentran enfrentados y Matt no quita su vista de David, y sé que se está conteniendo de decir algo, lo noto por su manera de apretar su mandíbula.
—¿Quieres que preparemos algo para merendar? —Digo llamando la atención de Liam y de David los cuales me miran —Acompáñame, Liam —Me levanto tomando la mano del ultimo —Toma David —Digo llegando a su lado para entregarle a Sarah Matt desvía su mirada —Hace mucho que no nos visitabas —Digo caminando hacia la cocina con Liam detrás de mí.
—Sí tenía mucha tarea —Me dice él dejando su mochila del colegio en la sillas de la mesa de la cocina, era un niño muy responsable para solo tener catorce años.
—¿Y qué quieres merendar? —Pregunto cuando está al lado mío junto a la encimera.
—Em ¿puedo tocar? —Pregunta sonriéndome y yo asiento efusivamente, no estaba segura de lo que sabía Liam ni tampoco estaba segura de sí me odiaba o no, como lo debe estar haciendo su hermana. Una de sus manos llega a mi vientre y lo acaricia con una sonrisa grande —Wow es mi primer sobrino —Dice él haciéndome reír un poco.
—Yo... Liam siento haberles mentido —Susurro encogiéndome de hombros, él suspira y se apoya contra la encimera.
—Técnicamente a mí no me mentiste —Dice Liam bromeando un poco —No estaba en la sala cuando dijiste tu mentira —Hago una mueca por su honestidad —Muchas personas están enojadas contigo como para que yo también lo esté —Dice él acariciando mi vientre, siento una punzada en el pecho al confirmar lo que sospechaba.
—¿Podrías ir buscando lo que quieras merendar? ya vuelvo —Le digo a Liam él asiente dándose la vuelta. Necesitaba tomar aire, necesitaba hablar y disculparme, justo cuando estoy salgo de la cocina noto que Matt y David se callan como si no quisieran que escuchara —¿Sucede algo? —Pregunto parándome a su lado.
—Nada, solo estábamos hablando —Dice Matt para luego pasar por mi lado e ir a la cocina junto a Liam. Miro a David enarcando una ceja.
—No me mires así señorita —Reprende David haciéndome cosquillas con una de sus manos.
. . .
Ya pasan de las doce de la noche David se había ido hace unas horas y Liam se había quedado a dormir ya que mañana no tenía escuela, según Matt él quería pasar más tiempo con su sobrino, no me molestaba de echo Liam era buena compañía.
La puerta de mi habitación se abre lentamente, en la oscuridad de mi habitación cierro fuertemente mis ojos fingiendo estar dormida al escuchar unos pasos cerca de la gran cama de dos plazas que me quedaba tan grande, sonrió sin poder evitarlo aprovechando la oscuridad cuando una mano se posa en mi vientre.
—Hola cielito —Susurra Matt —Hoy fue un día agorador el trabajo me tiene saturado —Como cada noche desde hace dos semanas, Matt se escabullía en mi habitación cuando creía que dormía, siempre hace lo mismo, se arrodilla a mi lado y acaricia mi vientre y le cuenta sobre su día, a veces le cuenta historias de cuando él era niño —Estuve todo el día queriendo salir de mi oficina para verte y hablarte —Habla y siento mi corazón calentarse —Enserio no veo la hora de cargarte y darte todo lo que necesites hija —Me remuevo en mi cama solo para asustarlo logrando que se quede quito y deje de tocarme, contengo una risita y agradezco a la oscuridad por no delatarme —Bueno solo pasaba a darte las buenas noches cielito —Deja un beso en mi vientre —Te amo —Susurra dejando un largo silencio estoy por abrir los ojos cuando pienso que él se fue, pero los cierro fuertemente al sentir su cálida mano en mi mejilla, lo escucho suspirar, siento mi corazón detenerse por un mili segundo para luego empezar a latir desbocado cuando sus labios hacen contacto con mi frente —Buenas noches —Susurra para luego alejarse dejando la habitación fría.
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N/A: Bueno, es un capítulo muyyy largo, creo que meceré que dejes tu voto comentes y me sigas, espero poder actualizar pronto ya que el miércoles comienzo la escuela y no voy a poder estar tan activa.
¡AVISO!
1-En el capítulo 24 les deje una foto de Darrel por si se preguntaban cómo yo creo que se ve.
2- En el capítulo 6 les deje una foto del papacito de Matt.
Recuerden que eso es como yo imagino cada personaje si a ustedes les gusta más en su propia imaginación quédense con su propio modelo, sin nada más que decir chau nos estamos leyendo.
Sarah en multimedia.
-Aldi🥀
CRÉDITOS A LA EDITORA: @Natalia_Ballesteros
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