Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 21: "La esposa"

CRÉDITOS A LA EDITORA: @Natalia_Ballesteros

Pov's Lía.

En cuanto cierro la puerta de mi apartamento me deshago de los odiosos zapatos altos que debo usar cuando estoy en el trabajo, los odiaba me hacían doler los pies.

Dejo mi maletín el en piso y avanzo hasta mi habitación para cambiarme de ropa. Llego hasta mi armario y tomo unos shorts cómodos, quedando en sostén, busco algo para ponerme arriba pero solo encuentro vestidos y ropa del trabajo, nada para usar en casa. Cierro mi armario y me apoyo en el mientras muerdo una de mis uñas nerviosamente.

Tomo valor y me encamino hacia la otra habitación entrando rápidamente en ella, como si alguien fuera a decirme algo porque estoy allí, ignorando la sensación de soledad que me abarca en cuanto entro, abro una de las cajoneras que sabía que tenían ropa, ya que no se llevó todo al viaje, y tomo una de sus remeras mangas cortas color negra y me la pongo. Apretujo la tela cuando siento que todavía conserva su aroma, lo acerco hasta mi cara y aspiro hondo, sintiendo un cosquilleo familiar en mi vientre.

Mi vientre, mi bebé, nuestro bebé.

Siento una opresión en el pecho, estaba embarazada, todavía no me hago a la idea de que llevo un bebé en mi vientre, que dentro de unos meses voy a tener una barriga enorme, que todos van a saber que estoy embarazada, que todos van a tener muchas preguntas, muchas que no quería responder.

Mierda.

Después de salir del consultorio médico me fui directo a la casa de Alena para contarle la verdad, se puso como loca, río, lloró, gritó, todo en menos de veinte minutos, espero no tener tantos cambios de humor a lo largo de estos siete meses. En fin, Alena se lo tomó bien dijo que tenía su apoyo y el de Kyle y que quería ser la madrina del el niño o la niña, pero como lo esperaba preguntó qué iba a decirle a Matt, le dije que no sabía.

Conozco a Matt, si él llega a enterarse que este bebé es suyo va a dejar todo lo del compromiso de lado, junto a su sueño, y eso no es lo que yo quería. Yo quiero verlo cumplir su sueño y ser feliz, aunque eso lo lleve a odiarme.

Alejé todo mal pensamiento de mi, todavía faltaban tres tras días para que él vuelva, esta semana y media había pasado demasiado lento sin él.

Salgo hacia la cocina para revisar la heladera, tenia demasiada hambre a pesar de haber comido hace menos de dos horas. Definitivamente tenía más apetito. Claro, ahora éramos dos que alimentar. Sigo parada frente a la heladera sin saber que preparar hasta que mis ojos se encuentran con una cajita de ravioles, siento como mi apetito crece rápidamente. Tomo mi teléfono para mirar la hora, 4:30 pm. Me encojo de hombros y tomo la caja para prepararme lo que me apetecía. Ventajas de vivir sola. Preparo el agua para hacer los ravioles y me siento en la encimera a esperar que se hierva. Desbloqueo mi teléfono y no encuentro ningún mensaje, ni siquiera de Matt, no me habló en todo el día, quizás este esté ocupado ¿Pero todo el día está trabajando? O está con alguien, quién sabe, eso no debía de importarme a mí.

Pero lo hace.

Gruño y bloqueo el celular. Hoy salí temprano del trabajo, hice todos mis quehaceres lo más rápido que pude porque últimamente me canso con facilidad, antes no sabía el por qué pero ahora sí.

Una vez que el agua estás lista tiro los ravioles en la olla esperando unos minutos hasta que estén listos, quería comerlos con salsa pero no sé cómo se hace, así que los comería con manteca.

Matt nos hubiera preparado la salsa.

Ahg, si, la salsa de Matt era deliciosa, como él, delicioso.

Una vez todo preparado camino con mi plato hasta la sala no iba a comer en la cocina sola, por lo menos acá tengo la televisión.

Dejo el plato en la mesita y voy a la cocina por lo demás. Acomodo todo y me tiro en el sofá. Me estiro para agarrar el control comenzando a hacer zapping sin encontrar nada bueno para ver, así que decido comer mientras sigo buscando por un rato largo.


. . .


Pincho el tenedor en el plato y lo llevo a mi boca dándome cuenta que ya no hay nada, miro mi plato y está vacío ¿En qué momento me comí todo? ¿Lo peor? Sigo teniendo hambre. Tomo un poco de agua y sigo cambiando, hubiera puesto una película.

Miro la puerta cuando escucho el timbre sonar. Yo no espero a nadie. Dejo el control en el sofá y limpio mi boca. Me levanto y abro la puerta quedándome estática cuando veo quien llama.

¿Melissa? ¿Qué hace ella aquí?

—Hola —Dice sonriente, mientras yo sigo seria sin poder hablar —¿Está Matt? —Vuelve a hablar. Parece que hablan mucho...

Deja el sarcasmo, Lía.

—Em...Hola —Digo cuando logro abrir mi boca —Lo siento, pasa. —Me hago a un lado y ella entra mirando a todos lados. Suspiro tratando de sonar amable —Matt está en un viaje de negocios. —Cierro la puerta y me giro a mirarla.

Mierda, es bonita.

—Oh, no lo sabía. —Dice mirándome un poco..., ¿nerviosa? —Soy Melissa. — Tiende su mano presentándose.

—Lo sé, soy Lía —Digo aceptando su mano. Esto sí que era incomodo. —¿Quieres..., tomar algo? —Camino hasta la cocina sintiendo sus pasos detrás de mí. No tengo expresión en mi rostro, no sé qué expresión debería tener.

—Si, agua —Abro la heladera —Gracias. —Susurra cuando le entrego un vaso. No lo puedo negar, es preciosa. Su cabello anaranjado parece muy bien cuidado y cae perfectamente sobre sus hombros. Nunca fui una chica de inseguridades, pero ¡Auch! Si que hirió mi autoestima. —Am...Lía, ¿Tú podrías darme el teléfono de Matt? Necesito hablar con el sobre unas cosas de la empresa. —Nos sentamos en la mesa que está en la cocina.

—Si, claro —Voy hasta la sala para agarrar mi teléfono —¿Por qué no tienes su teléfono? Eres su esposa. — Digo sin poder disimular el veneno en mis palabras.

No debes odiarla, es patético pelear por un hombre.

—Así que sabes del contrato. —Ríe acomodando su cabello —Todavía no soy su esposa —Me siento frente a ella.

—Pero lo serás. —Aclaro rápidamente —Van a pasar años juntos, se enamoraran en algún momento y vivirán felices por siempre. —Digo quedando sin aire al terminar, sintiendo una punzada en el pecho al pensar en Matt enamorado de ella. No había conocido esa faceta de él, a pesar de conocerlo tanto. La pelirroja me mira seria por un momento para luego echarse a reír.

—No lo creo —Dice riéndose fuerte como si fuera el mejor chiste. —No es mi tipo —Me mira divertida con los ojos un poco llorosos de reírse tanto, relamo mis labios.

—Matt es el tipo de todas. Es cariñoso, atento, amable. —Digo un poco enfadada sin poder controlar mis sentimientos —Siempre está cuando lo necesitas. Es atractivo, divertido y... —Ella enarca una ceja y me quedo callada —Es un muy buen amigo —Agrego cuando me doy cuenta que, quizá se nota mucho que lo amo.

—Y ¿Cómo se conocen ustedes? — pregunta curiosa.

—Am..., nuestros padres son socios y vivíamos siempre en el mismo comolejo. —Digo cruzando mis piernas en forma de indio sobre la silla.

—¿Y en qué momento comenzaron a ser pareja? —Pregunta levantando una ceja.

—Bueno comenzamos... —Digo de forma automática —¿Espera qué? —La miro sorprendida. Ella solo se limita a sonreír.

—No engañas a nadie, Lía. Yo sé lo que pasó y pasa entre ustedes, Matt me contó todo. —Claro, estúpida, ellos son o serán una pareja, deben saber todo del otro incluso su pasado.

—No somos novios, ni lo fuimos. —Digo honestamente.

—¿Por qué no? —Pregunta seria.

—Porque... —Digo dispuesta a hablar hasta que recuerdo con quién hablo —Sabes, esto es incómodo. —Una risita abandonada sus labios.

—¿Sí? —Dice confundida —¿Por qué? — Pregunta.

—No sé si debería hablar de este tema con la esposa. —La señalo riendo un poco.

—Hay una cosa que quiero que te quede clara, Lía. —Dice de repente, cambiando su tono de voz. Esto ya me lo esperaba, una amenaza, ella esta por sacar sus garras. —Nosotros nunca nos veremos de forma romántica. —Dice y me sorprendo al no oír lo que estaba esperando.

—Eso no lo sabes. —Contraataco segura.

—Mira, sé por lo que estás pasando y sé que es difícil, pero ponte en los zapatos de Matt, por un rato. Él también sufre por esto. —No, no sabes lo doloroso que es quise decirle pero no lo hice. Me delataría sola —Sé que estás pensando que no lo entiendo, pero si. No todos podemos estar con quien amamos y ambas estamos corriendo con la misma suerte. —Dice sonriendo, pero su sonrisa solo me tramite tristeza.

¿Acaso ella...?

. . .

Son las 8:30 pm. Hace unas dos horas se fue Melissa. Me siento tonta al no poder odiarla ¿Debería odiarla? No lo sé, pero no puedo hacerlo. Ella fue demasiado buena conmigo y me cayó bien a pesar de que todo el tiempo me quiso sacar información sobre mis sentimiento por Matt.

Ahora me encuentro tirada en mi cama. En eso se basó mi vida esta semana y media. De mi cama a la cocina, de la cocina al baño y de nuevo a mi cama. Tenía la energía muy baja. Suspiro cuando mi estómago gruñe.

—Eres muy glotón, cielito. —Le hablo mirando mi panza. Me sorprendo a mi misma, es la primera vez desde que sé que estoy embarazada que le hablo. Antes no me salía hacerlo.

Arrastro mi ser hasta la cocina, abro la heladera y nada me gusta. Es todo salado, y ahora me apetecía algo dulce.

¿Podría hacerme unos panqueques, no?

Si, ¿Por qué no?

No era fan de la cocina, pero con Matt muchas veces nos turnábamos para hacerlo, tuve que aprender ya que cuando vivía con mis padres, la que cocinaba era mi mamá.

Una vez que terminé de preparar todo, agarro un pote de dulce de leche y el plato de los Panqueques llevándolo a mi habitación. Vuelvo a la cocina por las cosas que me faltaban y me preparo un té. Cuando tengo todo listo vuelvo a mi habitación y tomo mi computador portátil, no lo usaba nunca, pero me era más cómodo ahora, así podía leer y comer al mismo tiempo. Entro a wattpad y abro la última historia que estaba leyendo mientras prácticamente, devoro los panqueques.

Suspiro y cierro el portátil dejando caer mi espalda contra la cama. Uf... había comido demasiado, agradezco tener ropa cómoda porque estoy segura de que aumenté un kilo.

Chupo uno de mis dedos que todavía tenía dulce y como puedo abro mi cama. Ya estaba agotada. Antes de lo previsto, caigo rendida, con seguramente la boca toda manchada de dulce.


. . .

Me sobresalto cuando siento unos retorcijones en mi estómago, seguido de un mal gusto en la boca, que solo indican algo...Quiero vomitar. Me levanto rápidamente y salgo hacia el baño en donde devuelvo todos los panqueques con dulce de leche. No había vomitado desde que me enteré que cielito habita en mí, pero supongo que no va a ser la última vez. Lavo mis dientes para luego estirar mi cuerpo, todavía seguía medio dormida. Ya no aguantaba mi cuerpo. Camino perezosamente hasta mi habitación deteniéndome en la puerta de mi antigua habitacion.

Es solo una habitación, Lía.

Es su habitación.

Discuto conmigo misma mirando la puerta de Matt. Me acerco con pasos cautelosos hasta que por fin tomó el pomo. Me doy una bocanada de aire y entro.

Está todo oscuro y hace un poco de calor. La noche está calurosa. Entro y prendo el mini aire acondicionado que tenía el cuarto. Me paseo un rato por ella recordando los buenos momentos que viví aquí. Miro la cama y se ve muy agradable.

No sucedería nada si me acuesto un rato.

Me meto en la cama sintiendo un cosquilleo en mi vientre. Meto mis manos por dentro de la remera de Matt y acaricio mi barriga. Ni siquiera esta hinchada. No importa. Yo sé que cielito está ahí.

—Tú padre es un hombre fantástico, cielito. —Susurro y siento mis ojos llenándose de lágrimas. —Lo extraño —Digo, lo extrañaba en todo sentido, no solo en lo físico. Me acurruco entre las sabanas y cierro los ojos.

Solo unos minutos...




__________________

N/A: Espero que les guste mucho el capítulo deja tu voto y comenta, seguime quiero saber sus opiniones sobre la novela.

-Aldi🥀

CRÉDITOS A LA EDITORA: @Natalia_Ballesteros



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro