CRÉDITOS A LA EDITORA: @Natalia_Ballesteros

Pov's Lía
 

 
En cuanto salgo de la ducha me dirijo a mi habitación para ponerme ropa cómoda, dentro de dos horas debía ir al consultorio de la doctora Alice ya con los resultados de los análisis, me los entregaron ayer, el mismo día que me los hice gracias a que pagué, pero tuve que esperar hasta hoy para ir ya que ayer debía ir al trabajo, solo había pedido permiso por un par de horas así que después de que terminé de hacer el trámite volví trabajar. 
 
Me puse una tanga, una remera grande, ya que todavía faltaba un rato para que me tuviese que ir. Una vez cambiada me dirijo a la cocina para prepararme algo de comer, es normal en mi últimamente comer demasiado, digo soy de tener buen apetito pero las últimas semanas como que me estoy pasando, por ejemplo, acabo de desayunar un café con leche con...Una docena de medialunas. 
 
No es mi culpa que sea delicioso.  
 
Sin duda hoy volvería a recurrir a un vestido, a este paso no sé si mis pantalones de trabajo me sigan quedando. 
 
Agarro mi teléfono una vez que termino de desayunar para ver si tengo mensajes. Hay tres, el primero que leo es de él y como siempre mi estúpido corazón se pone tonto al ver el nombre de Matt, sin poder evitarlo una sonrisa se instala en mi rostro.   

 
Matt: Buenos días, cielo, recién salgo de la primera junta ¿Todo bien por allá?   
   
Lía: Hola, yo por ir a trabajar en un rato. 

E

n realidad era cierto, debía ir a trabajar, pero más temprano había llamado a la empresa para avisar que debía ir al médico, igualmente le pediría a Alice si me podía dar un certificado médico. 
 
El otro mensaje era de Alena quien me contaba acerca del porotito ya que ayer estuvimos hablando por mensaje de su embarazo. Y por último el tercer mensaje era de David, en él me pregunta cómo estoy junto a una foto en donde sale él y Sarah, se ve preciosa. También me cuenta que de seguro para las vacaciones de fin de año vuelva un tiempo para visitar a su familia y que me iba a pasar para que nos viésemos como la otra vez.  
 
Cuando termino de contestar todos los mensajes comienzo a limpiar primero el desastre de la cocina y luego el resto de la casa, siento una punzada en el pecho cuando me encuentro frente a la habitación de Matt, sentía pánico. 
 
¿Y si estoy embarazada? 
 
¿Qué hago?  
 
Tomo una bocanada de aire y entro, no tenía que limpiarla ya que Matt antes de irse dejo todo ordenado, pero me mato por curiosidad, hace mucho que no entraba a esta habitación. Llego hasta la cama mientras siento como su perfume tan familiar me envuelve, me siento. Es raro estar aquí, un lugar que por tanto tiempo fue mío, un lugar lleno de sentimientos, en donde gocé, en donde sentí el amor, en donde reí y en donde lloré, sin embargo no me sentía como antes, algo había cambiado, yo había cambiado, mis sentimientos, todo a mi alrededor, y eso me aterra, esta ya no es la habitación de Matt y mía, pero cuánto desearía que lo fuera.  

Estoy por irme pero me quedo quieta cuando mi pie choca con una caja que estaba cerca de la cama, miro extrañada a la caja con la que tropecé, contiene un álbum de fotos, fotos que ni me acordaba que tenía guardadas, eran recuerdos de paseos y viajes que hicimos Matt, yo y nuestra familia, y si tendría que escuchar más a mi conciencia como cuando me dijo "No lo veas" ya que era más que obvio que me encontraba sensible últimamente, pero no le hice caso, solté un suspiro y decidí verla.  
 
Comienzo a pasar las fotos, había un montón, unas de cuando habíamos ido a las playas de Cancún, también de cuando habíamos ido a España y Argentina. En la mayoría de las fotos yo tenía entre doce y quince, todavía ni siquiera registraba a los niños. Seguí mirando hasta que me encontré con una en la que yo tendría diecisiete lo recuerdo bien porque en esa época había tenido un ataque de rebeldía y me había cortado el pelo que antes llegaba por mi cintura hasta un poco debajo de los hombros, en la foto se podía ver un bosque de fondo en un costado de ésta estaban Emma y Liam, hermanos de Matt, jugando mientras que Matt y yo estamos sentados, él parecía estar hablándome con su cabeza recargada en una de sus manos mientras yo le sonreía, era una foto muy bonita, recordaba perfectamente ese día pero no sabía que existía. 

Esas vacaciones fueron muy especiales para mí, cometí muchas locuras y Matt me demostró muchas cosas que, en ese momento, no podía verlo pero me hacía enamorarme cada vez más de él.  
 
 

Flashback  

 
Podía sentir como mi corazón comenzaba a acelerarse en cuanto vi el auto en donde venían los Villar. Estacionan a uno o dos autos del nuestro en la entrada del camping, me sentía nerviosa no solo porque eran las primeras vacaciones que pasaríamos juntos desde empezamos lo nuestro y debíamos guardar la apariencias durante quince días y eso me inquietaba, lo iba a tener tan cerca y no podría hacer nada al respecto, pero por lo que me sentía verdaderamente nerviosa era que hoy se cumplía un año de la primera vez que estuvimos juntos, no sé por qué me emocionaba si no éramos pareja, supongo que era todo nuevo para mí y aun que no pareciera me importaba mucho, igual de seguro Matt ni lo recuerda. 
 
—Lía —Llama mi atención mi madre, cuando ve que estoy perdida en mis pensamientos en vez de saludae a la familia Villar. 
 
—Lo siento.—Digo poniéndome roja y saludando a los señores Villar un poco avergonzada. 
 
Luego de que todos nos saludáramos comenzamos a caminar hacia la recepción del camping, los grandes iban más adelante para pedir indicaciones y pagar la estadía, mientras los hermanitos de Matt, él y yo íbamos más atrás, me sobresalto cuando siento que hablan muy cerca de mi iodo. 
 
—Hola, cielo —Susurra muy cerca, lo que hace que mire rápidamente para todos lados asegurándome de que nadie mire, quedándome tranquila cuando veo a sus hermanos correteando por el lugar y a nuestros padres dentro de la recepción. 
 
—Hola —Digo tímidamente dándome la vuelta para mirarlo un poco antes de bajar la cabeza evitando su mirada, lo escucho reírse un poco. 
 
—No sabes las ganas que tengo de comerme esa linda boquita, cielo. —Dice no tan alto para que solo yo escuche, siento mis piernas derretirse al mismo tiempo que da un paso hacia mi, pero manteniendo una distancia. 
 
Yo también quiero. 
 
Miro sus labios tan rosados y apetecibles y agradezco tenerlo a una distancia prudencial porque si no ya me estaría lanzando a su boca y eso no es lo preferible, teniendo en cuenta que nuestros padres se encuentran cerca. 
 
Reí un poco al escuchar que me dijo cielo, hace un tiempo me puso ese apodo y ahora no dejaba de decírmelo, por lo menos era bonito. 
 
—Matt, Lía vamos. —Pego un salto en mi lugar cuando escucho hablar a Lilian, mamá de Matt, cerca de nosotros. 
 
Estás muy sospechosa. 
 
—Bueno ¿Qué quieren hacer? —Habla Federico padre de Matt cuando terminamos de armar las carpas. 
 
—Yo quiero ir al rio.—Dice el pequeño Liam dando saltitos —Emma también quiere. — Dice mientras la señala ella solo se encoje de hombros. Su padre les da permiso y luego se van corriendo supongo que al rio. 
 
—¿Quieren ir a conocer el lugar mientras nosotros preparamos el almuerzo? — Pregunta mi madre —.Quizás conozcan algunos amiguitos para jugar —Pasa su mirada de mi hacia el individuó a mi lado, creo que nos seguía viendo como niños. 
 
—Claro —Hablo claramente emocionada, carraspeo tratando de sonar desinteresada .—Em...Si ¿Por qué no? —Ruedo los ojos cuando escucho la risita de Matt a mi lado.  
 
Es que en realidad si quería estar un rato a solas con él, pero no sabía si podíamos darnos ese lujo. También me daba vergüenza decirle a Matt "Oye por que no cumples tu deber como buen amigo y me follas ya, que tengo ganitas" definitivamente mi perversa mente quería decir eso, pero gracias a dios, tenía un filtro en mi cerebro que evitaba que diga idioteces en voz alta. 
 
Su familia se había ido de vacaciones hace tres semanas y luego cuando volvieron planearon estas mini vacaciones con nosotros, entonces como es obvio hace tres semanas que no podía sentirlo y sabe mi mano cuanto lo extrañé.
 
Ambos nos levantamos en silencio para encaminarnos por un sendero rodeado de muchos árboles y naturaleza, también habían muchas colinas y grandes rocas que eran la atracción principal del camping. Caminamos por un rato en silencio, trataba de buscar un tema de conversación en mi cabeza, uno que no nos llevara a hablar de sexo, no, no podíamos hablar de eso menos cuando yo me encontraba así. 
 
—¿Y... Qué que tal Italia? —Pregunto sin saber qué más decir mirándolo de reojo, él voltea a verme y sonríe de lado. 
 
—Bien, fue divertido, pero la hubiese pasado mejor contigo ahí.—Dice y siento mi corazón derretirse ¿Por qué tiene que ser tan perfecto? Es amoroso, comprensivo, amistoso y encima sabe follar como los dioses —Te extrañamos.—Agrega y lo miro confundida a lo que él se ríe. 
 
Mierda. 
 
—¿Eh? —Pregunto y siento mis latidos más rápidos cuando el agarra mi mano pero no contesta, lo veo mirar para todos lados y me guía hasta un lugar en donde no había nadie, un lugar perfecto para que me folle. 
 
Lía, bájale a la calentura. 
 
Necesito una ducha, estar cerca de Matt me altera las hormonas.  
 
—No entendí.—Digo una vez que él se queda parado para después darse vuelta, estábamos detrás de una roca gigante, mejor dicho estamos escondidos detrás de una roca que es lo suficientemente firme como para que me tome contra ella.  
 
Me incomodo por mis pensamientos, Matt me mira riendo de lado, siento mi cuerpo palpitar cuando él se acerca tanto que siento su respiración sobre la mía, sus manos toman mi cintura. 
 
—¿Qué no entiendes? —Pregunta haciendo que su aliento mentolado llegue a mí, nuestros labios se rozan.  
 
—Por qué dijiste te extrañábamos, hablaste en plural —Aclaré con el poco de aire que me quedaba, podría parecer idiota que me siga poniendo tan nerviosa si él se me acerca cuando conocíamos nuestros cuerpos a la perfección, pero de igual manera no puedo dejar de sentirme nerviosa, me intimida su belleza, por más que muera porque me bese muy pocas veces hago algo al respecto. 
 
—Porque es cierto, no sabes cuánto lo hicimos.—Dice y deja un pequeño beso en mis labios —Yo y tu amigo —Habla mirando para abajo dándome a entender lo obvio, nos reímos, él deja otro pequeño beso en mis labios haciendo que yo mire para todos lados una vez que nos separamos —Tranquila no hay nadie y solo quero saludarte como corresponde, sin segundas intenciones.— Dice dándome una sonrisa sincera "Pero yo quería que me folles" dice mi mente a lo que yo la ignoro, él vuelve a dejar un beso tierno sobre mis labios, envuelvo mis brazos en su cuello cuando siento que el beso me marea de gusto —Ahora sí, hola, cielo —Dice cuando nos separamos apenas unos centímetros. 
 
—Hola.—Susurro todavía muy cerca de él y si quiero más, sin poder evitarlo saco un poco de valentía, ese que tenía gracias a la excitación y lo atraigo hacia mí para unir nuestros labios tomándolo desprevenido por mi repentina pasión. 
 
Siento como su agarre se aprieta al igual que el mío mientras nuestros labios aumentan la intensidad del beso despertando cada uno de mis sentidos, no era un beso para nada delicado como el anterior, devorábamos nuestras bocas con ansiedad y hambre pero tomando mi tiempo también para disfrutar de sus deliciosos labios. Caminamos dos pasos hasta que siento que quedamos recargados en la roca, mi excitación aumentar por mil cuando su boca abandona mis labios para empezar a besar mi cuello sacándome un gemido de excitación, meto mis manos por dentro de su camisa para poder acariciar su delicioso abdomen. 
 
—¿Estás segura de que quieres hacerlo aquí? —Pregunta todavía repartiendo besos por mi cuello con la respiración acelerada, me importa una mierda si nos podía ver alguien.  
 
—Si... —Suspiro de gusto tirando un poco del cabello de su nuca para que no se eche para atrás, sabía que eso le ponía.  
 
Sube hasta mi boca para volver atacarla, pude sentir todo tipo de cosquilleos en mi entrepierna y en mi estómago cuando sus labios me besan expertos. Suelto un gemido bajo cuando sus manos abandonan mi cintura para posicionarse en mi trasero dejando un apretón 
 
¡Ay, mi tanga!  
 
—Eres tan hermosa.—Dice con su voz un poco ronca, sus besos volvieron a dejar mi boca para acercarse a mi iodo —Esto tiene que ser rápido, Lía.—Asiento un poco perdida en el placer.  Él toma mis muslos llevándome hasta su altura para estar más cómodos mientras me besa, enrollo mis piernas en su cadera, jadeo cuando su evidente erección choca contra mi sexo. Aprovecho que él se separa para comenzar a dejar besos en su cuello, qué rico aroma que tenía. 
 
—Ahg —Gruñe cuando muerdo su cuello. Sus manos sujetan fuerte mi trasero para acomodarme haciendo presión en ese lugar en el que tanto lo necesitaba —El condón.— Dice para luego dejarme en el piso, aprovecho para sacarme rápidamente mis shorts de tela junto a mi tanga por debajo del vestido. Me quedo viéndolo impaciente mientras él se desabrocha el pantalón para luego romper el sobrecito plateado se pone el condón súper rápido. Vuelve a besarme y toma mi trasero entre sus grandes manos para levantarme —¿Estás segura? — Pregunta  y me siento desfallecer cuando puedo sentir su pene muy cerca de mí. 
 
—Hazlo ya. —Jadeo —Fóllame —Apenas termino de hablar lo siento deslizarse dentro de mi tan fácilmente, tiro mi cabeza hacia atrás de puro placer. —Ah..., mierda — Susurro enterrando mis uñas en sus hombros sin poder medir si le hago daño. Me quejo del gusto cuando comienza a embestirme rápidamente contra la roca, el tiempo estaba en nuestra contra pero no podíamos parar. —Matt —Suspiro cuando la fricción de su piel contra mi punto sencible es deliciosa. Una de sus manos desliza una de las tiras de mi vestido permitiéndole sacar mi seno y jugar con él a gusto ya que no llevaba sostén, una de mis manos sostiene su cabeza para mantenerlo ahí, erisandome la piel al lamer justo como me gustaba. Tomo con una mano su trasero apretandolo un poco provocando que aumente la velocidad de las embestidas sacándome gemidos por lo cerca que estaba —Estoy..., estoy —No pude ni completar la frase cuando un cosquilleo ya conocido pero no menos delicioso se apodero de mi cuerpo. 
 
—Ah... —Lo escucho gemir una vez que él también se vino, me sentía en el cielo, los espasmos seguían y podía sentir mis paredes apretándose alrededor de él. — Feliz primer año, cielo —Dice con la respiración acelerada a lo que yo lo miro sorprendida. 
 
—No pensé que lo recordarías.—Susurro sorprendida sintiendo mi pecho calidoa. Él se encoje de hombros y me da una sonrisa de lado.  
 
 
Fin del flashback  
 
 
Limpio las lágrimas que comenzaron a caer desde hace ya un rato. Todo era perfecto en ese momento y no lo notaba, ahora estaba metida en un lio grande. 
 
Me sobresalto cuando escucho mi teléfono sonar, era la alarma, ¡mierda! Ya casi es la hora, vuelvo a acomodar todo en su lugar y salgo disparada hacia mi habitación en busca de la ropa que había preparado ayer, me coloqué rápidamente mi short de tela pegado al cuerpo, un vestido lila suelto y mis fieles chatitas en este caso negras.  
En cuanto cepillé mi cabello agarré los análisis para guardarlos en mi bolso y salí corriendo para el consultorio  
 

Ash, debía comprar un auto. 
 
 

 
_____________________  
 
N/A: Espero que les guste mucho el capítulo de hoy, vamos que este es largo, si te gusto deja tu voto, comentario y seguime. 
 
-Aldi🥀 

CRÉDITOS A LA EDITORA: @Natalia_Ballesteros