Capítulo 17: "Espera"
CRÉDITOS A LA EDITORA: @Natalia_Ballesteros
Pov's Lía
—Sanz Lía. —Levanto la vista de mis manos para mirar hacia donde viene la voz viendo a la doctora.
Cierra la puerta después de decir mi nombre, me levanto para caminar rápido hacia esta, que tiene un pequeño cartelito que dice "Dra. Alice Thompson" ella fue la ginecóloga de mi madre en ambos partos. Le doy unos golpecitos a esta liego escuchando un "pase".
En cuanto entro mis nervios aumentan por mil millones, me siento pequeña, todo el consultorio es blanco. Cierro la puerta y camino hacia el escritorio de la doctora, está mirando unos papeles, levanta la vista cuando carraspeo.
—Oh, lo siento, no te escuché entrar.—Se disculpa levantándose y tendiéndome la mano, mientras acomoda sus anteojos con la otra. —Soy la doctora Alice o doctora Thompson, como prefieras llamarme. —Me da una sonrisa cariñosa que me saca un poco la incomodidad con la que vine.
—Soy Lía Sanz. —Nos damos un apretón de manos, de seguro no se acuerda de mi madre, con tantos pacientes quién lo haría, igualmente mejor que no lo haga
—Siéntate —Dice Alice señalando la silla negra frente a su escritorio —.Bueno ¿Qué te trae por aquí? —Pregunta poniendo sus brazos arriba del escritorio, me revuelvo en mi silla nerviosa.
—Em..., bueno, es que mi menstruación debería haberme llegado hace una o dos semanas —Ella escucha atenta.
—¿Cuándo fue tu última menstruación? — Pregunta.
—Em..., El doce del mes pasado. —Digo segura porque lo tenía anotado en el celular.
—¿Eres regular? —Pregunta.
—Si, todos los meses me llega en la misma fecha —Aclaro.
—Tienes dos semanas de atraso, Lía — anota algo en su libreta —¿Te cuidas? —Pregunta levantando su vista de la libreta.
—La mayoría de las veces. —Como las veces que tuvimos sexo en la oficina con Matt pero a los dos días me vino la regla.
—¿Tienes algún síntoma como vómitos, dolores de cabeza, mal estar general? — Pregunta.
—Si, últimamente estuve sintiéndome mal pero lo atribuyo a que quizá está por llegarme la regla. —Digo acomodando mi pelo detrás de la oreja.
—¿Te has hecho un test de embarazo? — Pregunta sentándose recta.
—Si, uno solo, salió negativo. —Ella asiente.
—Mira, vamos a hacer esto: —Junta sus manos arriba del escritorio — .Te voy a dar una orden para que te deriven al laboratorio, así te hacemos unos análisis de sangre, ¿Vale? —Asiento mientras ella rellena unos papeles —Más que nada para estar seguras. Mira te doy un consejo, cuando vayas a hacerte un test de embarazo no hagas uno solo, si dos salen negativos es un no definitivo pero hay veces en las que el primero sale negativo y el segundo positivo y hay posibilidades de estar embaraza, siempre hasta dos para confirmar. —Me guiña el ojo divertida y le doy una sonrisa de lado nerviosa.
—Gracias por el consejo—Digo y ella me entrega los papeles.
—No hay de qué, linda, en cuanto los tengas vienes a verme. —Asiento y nos despedimos, salgo y voy a hablar con su recepcionista para pagarle la consulta, mierda, vine a un lugar privado para hacer más rápido y ahora tengo que esperar hasta mañana para poder ir al laboratorio; hoy no podía ir ya que tenía que ir en ayunas y por cómo había comido hoy en la mañana no diría que estoy en ayunas, lo peor de todo es que en los laboratorios llegan a tardar una semana para darte los resultados.
Salgo del lugar y no puedo dejar de sentirme nerviosa, y todavía tengo que esperar. Cruzo la calle hasta la pequeña plaza que había enfrente mientras saco mi teléfono y marco a Alena para contarle.
Llamada
—Hola, Al —Digo llegando hasta un banco que está bajo la sombra de un árbol.
—Hola, Lí —Dice Alena —¿Qué te dijo? — Pregunta rápido.
—Dijo que debo hacerme un análisis de sangre. —Paso una mano por mi cabello — Que hubiera sido mejor si me hacía dos test para asegurarme de que ambos salgan negativos y así tener una respuesta válida. —Suspiro frustrada.
—Te lo dije —Reprocha Alena del otro lado de la línea —¿Por qué nunca me haces caso? —Ruedo los ojos.
—Eh, no me retes, ya lo hizo la doctora —Rio un poco— .Lo que más me molesta es que voy a tener que esperar como una semana para que el laboratorio me entregue los resultados. —Digo distrayéndome un poco cuando un hombre con un carrito de salchichas pasa delante de mí.
—Oh, yo conozco un lugar. —Devuelvo mi atención a Alena —Pero hay que pagar, es un laboratorio privado, ahí los hice yo, te lo dan en el momento. —No me importa pagar si eso me quitaba una semana de estrés.
—Oh, si dime, mañana voy para allí. —Ella me pasa la dirección y me explica que tengo que ir en ayunas y todo lo que tengo que hacer—Gracias, Al me salvaste. —Vuelvo a mirar al hombre de las salchichas que está cerca mío cuando mi estomago gruñe con hambre, se me hace agua la boca cuando veo que le está sirviendo a unos niños. — Okey debo dejarte gracias, besos al porotito, te quiero. —Digo rápido y corto antes que me conteste.
—Em..., hola —Le digo al señor que debe rondar por los cincuenta —¿Me da una? —Él sonríe amable.
—Claro, señorita. —Empieza a servirme — ¿Quiere algún aderezo? —Miro a los susodichos, siempre me gustaron pero hoy no me aprecian, niego con la cabeza.
—¿Cuánto es? —Pregunto cuando me entrega la salchicha con pan y papas fritas chiquitas arriba.
Delicioso.
—Cuarenta. —Busco en mi billetera y se lo entrego justo, me despido para volver a sentarme en el banco de antes pero ahora disfrutando de esta cosa deliciosa, las salchichas nunca fueron mis preferidas pero estas se veían deliciosas. Trago rápido el último pedazo que tenía en la boca cuando escucho mi teléfono sonar. Miro la pantalla y mi corazón comienza a latir desesperado al ver su nombre.
Llamada
—Ey, hola, cielo —Dice Matt cuando atiendo.
—Ho... —Aclaro mi garganta nerviosa — hola, Hola Matt —Boba, boba eres boba, Lía.
—Lamento no haberte llamado ayer cuando llegué, es que no me dejaron ni acomodarme cuando ya tuve la primera junta. —Dice y no puedo evitar perderme en su voz, suave pero grabe voz.
—Oh, descuida no pasa nada. —Digo nerviosa.
—Si, en cuanto tuve un momento libre aproveché para llamarte, ya te extrañaba.— Siento mi corazón derretirse, sonrío como boba —¿Y qué estabas haciendo? —Mi sonrisa se borra totalmente, obvio no le podía contar qué estaba haciendo o en dónde estaba hace un momento.
—Em..., estoy en una plaza —Digo tratando de sonar tranquila —Quería tomar un poco de aire —.Como es domingo ayer y hoy tenia día libre —¿Y tú que haces? —Pregunto.
—Aprovechando este rato libre también, me bañé y ahora estoy acostado en mi cama, estoy tan cansado que no quiero ni ponerme ropa. —Y como siempre mi pervertida mente se lo imagina desnudo sobre una cama, con gotitas de agua sobre su cuerpo, aprieto un poco las piernas cuando siento un cosquilleo entre ellas.
Hace tanto de la última vez.
—Lía —Escucho decir a Matt.
—Em..., ¿Si? —Digo y siento mi cara roja.
—Te quedaste mucho tiempo callada, pequeña pervertida. —Mierda se había dado cuenta.
—Eh, qué dices, claro que no —Digo nerviosa, pero claramente a la defensiva.
—¿Qué pasa, cielo, quieres una foto para desahogarte? —Pregunta en tomo juguetón.
Si, si quiero.
—¿Qué tal el tiempo en valencia? —Hablo tratando de cambiar el tema nerviosamente.
—No sé, yo estoy en Florencia. —Porque me pongo tan estúpida.
—Oh, si claro. —Lo escucho reír del otro lado de la línea, su hermosa risa hace que unos pequeños cosquilleos en mi estómago nazcan y rio contagiada.
—¿Cielo? —Susurra después que nos dejamos de reír.
—¿Sí? —Digo cuando tiene toda mi atención.
—Te quiero. —Susurra bajo como si fuera un secreto.
—Te quiero. —Repito cerrando los ojos y suspirando sin poder evitarlo —¿Mañana me llamas? —Pregunto.
—Sin falta —Dice y sonrió —Adiós. —Escucho como me tira un beso.
—Adiós. —Hago lo mismo y cuelgo.
¿Cómo puede hacerme sentir como una adolescente enamorada sin hacer ningún esfuerzo?
Estoy jodida.
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N/A: Si ya se, es muy cortito el capítulo pero lo bueno se da en cantidades moderadas.
Espero que les haya gustado mucho acordarte de dejar tu voto, comentar y seguirme me ayudas mucho.
-Aldi🥀
CRÉDITOS A LA EDITORA: @Natalia_Ballesteros
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