Los dos jóvenes buscaban desesperadamente entre la información de Gideon, bueno la que tenía en la escuela.

El joven movía sus ojos rápidamente tratando de encontrar una pequeña pista, le tomó una foto a la información y salió de la oficina silenciosamente.

Gideon estaba leyendo la información lentamente, y en un momento a otro sus ojos estaban muy abiertos.

Habían encontrado la primera pista, quizás una no muy clara. Pero ninguna pieza de rompecabezas no es precisa si no la juntas con las otras.

― Mi fecha de cumpleaños no es la misma de la que celebró ―murmuró confundido el pelirrojo.

― ¿Qué? Vaya... Así que si hay algo que se esconde tras quedarte en la tierra...

―O quizás alguien con poco cerebro se equivocó ―trato de justificar el fantasma nerviosamente.

―Una pista es una pista, Gideon. Aunque sea una borrosa en estos momentos. ―susurro el joven.