Capítulo 25 : Elección del Corazón
« Todo error o estupidez cometidos por amor se convierten en hazañas del corazón » .
Rafa Ablls Lope
Elección del Corazón
La noche caía suavemente sobre la ciudad, y Valentina se encontraba frente al lago, el lugar que había sido testigo de sus sueños y anhelos. Las estrellas titilaban en el cielo, como si estuvieran susurrándole secretos antiguos. Sus pensamientos danzaban entre las memorias de Jake y Lucas, cada uno aportando un matiz distinto a su vida.
Mientras caminaba por la orilla, el murmullo del agua le recordaba la serenidad que había encontrado en su arte. “¿Qué es lo que realmente quiero?”, se preguntó en voz alta, sintiendo cómo la brisa fresca acariciaba su piel. “¿Es el pasado o el presente lo que me llama más?”
En ese instante, su mente se llenó de imágenes:Jake riendo a carcajadas, su mirada llena de complicidad; y Lucas, con esa intensidad que hacía que su corazón latiera más rápido, cada abrazo suyo era como un refugio cálido.
“Valentina”, murmuró una voz familiar detrás de ella. Era Lucas, quien había decidido seguirla. “Te estaba buscando”.
Ella se giró, sorprendida pero aliviada de verlo. “Hola, Lucas. No sabía que vendrías”.
“¿Te importa si me uno a ti?”, preguntó él, acercándose con una sonrisa que iluminaba la oscuridad.
“Para nada”, respondió ella, sintiendo un cosquilleo en el estómago. “Este lugar siempre ha tenido algo especial”.
Lucas se puso a su lado, mirando el reflejo de las estrellas en el agua. “Es hermoso aquí”, dijo, su voz suave y contemplativa. “Pero no tan hermoso como tú”.
Valentina sintió que sus mejillas se sonrojaban ante el cumplido. “Eres un maestro en hacer que me sienta especial”, respondió con una sonrisa tímida.
“Es fácil cuando hay tanto que admirar”, dijo él, girándose hacia ella con una mirada intensa. “A veces me pregunto cómo logras ser tan fuerte y vulnerable al mismo tiempo”.
Ella lo miró fijamente, sintiendo cómo las palabras resonaban en su interior. “Es un equilibrio complicado”, admitió. “He pasado por mucho, pero cada experiencia me ha enseñado algo valioso”.
“¿Y qué has aprendido sobre el amor?”, preguntó Lucas, acercándose un poco más.
Valentina se detuvo a pensar. “Que no siempre es blanco o negro”, confesó. “Que puede tomar muchas formas y colores. A veces es risa, otras es dolor. Pero siempre es real”.
Lucas asintió, su mirada fija en ella. “Eso es lo que me atrae de ti. Eres auténtica. No temes mostrarte tal como eres”.
“Gracias”, murmuró Valentina, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza. “Pero también me siento atrapada entre dos caminos”.
“¿Entre Jake y yo?” preguntó Lucas, su voz apenas un susurro.
Ella sintió una punzada de nerviosismo, pero decidió ser honesta. “Sí. Ambos aportan algo diferente a mi vida. Con Jake es la nostalgia y la conexión profunda; con tú es la pasión y la posibilidad de un futuro”.
Lucas tomó un respiro profundo, como si estuviera procesando sus palabras. “Entiendo”, dijo finalmente. “Pero no tienes que elegir ahora. A veces, las cosas se resuelven solas”.
Valentina lo miró con curiosidad. “¿Cómo puedes estar tan seguro?”
“Porque siento lo mismo por ti”, respondió él, acercándose aún más. “Y no quiero presionarte a tomar una decisión que no estás lista para hacer”.
Ella sintió cómo sus corazones latían al unísono en ese instante cargado de emoción. “Es difícil no sentirme presionada”, admitió ella con una sonrisa melancólica.
“Lo sé”, dijo Lucas, tomando su mano con delicadeza. “Pero quiero que sepas que estoy aquí para ti, sin importar lo que decidas”.
Valentina sintió un escalofrío recorrer su cuerpo ante el contacto de sus manos. “Eso significa mucho para mí”, respondió sinceramente.
“Entonces permíteme mostrarte lo que siento”, sugirió Lucas con un brillo travieso en sus ojos.
Antes de que pudiera responder, él se inclinó hacia ella y sus labios se encontraron en un beso suave pero electrizante. Valentina sintió cómo el mundo a su alrededor desaparecía; era solo ella y Lucas, envueltos en una burbuja de intimidad.
Cuando se separaron, ambos respiraban entrecortados. “Wow”, dijo Valentina, sintiendo cómo su corazón seguía acelerado.
“Eso fue solo un aperitivo”, bromeó Lucas con una sonrisa juguetona.
Ella rió suavemente, pero su mente seguía girando en torno a Jake. “¿Y si Jake aparece? ¿Qué le diré?”
“Esa es tu decisión”, respondió Lucas con sinceridad. “Pero recuerda: tú mereces ser feliz y explorar tus sentimientos sin restricciones”.
Valentina asintió lentamente, sintiendo cómo la claridad comenzaba a despejar su mente confusa. “Tienes razón”, dijo con determinación. “Debo permitirme sentir y experimentar sin miedo”.
Lucas sonrió ampliamente al escucharla. “Eso es todo lo que pido”.
Mientras continuaban hablando bajo el cielo estrellado, Valentina se dio cuenta de que estaba en un viaje de autodescubrimiento. La idea de abrirse a nuevas posibilidades la llenaba de emoción y esperanza.
Al final de la noche, mientras caminaban juntos hacia el coche de Lucas, Valentina sintió que había dado un paso importante hacia su propio corazón. Aunque las dudas aún acechaban en su mente, sabía que tenía el poder de decidir su propio destino.
“Gracias por esta noche”, dijo ella mientras se acomodaba en el asiento del coche.
“Gracias a ti por ser tan maravillosa”, respondió Lucas mientras arrancaba el motor.
Mientras conducían hacia la ciudad iluminada por las luces nocturnas, Valentina sintió una mezcla de emociones: la incertidumbre del futuro y la emoción del presente. Sabía que debía enfrentar a Jake pronto y aclarar sus sentimientos.
Al llegar a casa, Valentina miró a Lucas a los ojos y le dijo: “Quiero seguir explorando esto entre nosotros”.
Él sonrió ampliamente. “Me encantaría”.
Pero antes de cerrar la puerta del coche, ella añadió: “Sin presiones”.
“Sin presiones”, repitió Lucas con sinceridad.
Y así fue como Valentina decidió abrirse a nuevas posibilidades sin limitaciones ni expectativas impuestas por nadie más; un viaje hacia el autodescubrimiento donde el amor podría florecer en todas sus formas sin temor ni dudas.
Sin embargo, esa noche no terminó allí. Mientras Valentina se preparaba para dormir, su mente seguía dando vueltas sobre Jake y lo que significaba para ella. La conexión entre ellos era innegable y no podía ignorarla por más tiempo.
Con una determinación renovada, tomó su teléfono y decidió enviarle un mensaje a Jake: “¿Podemos hablar mañana? Hay algo importante que necesito decirte”.
Mientras pulsaba ‘enviar’, sintió una mezcla de nerviosismo y liberación. Había tomado la primera decisión hacia su propio futuro amoroso; ahora solo quedaba esperar la respuesta y enfrentarse a lo que vendría.
La noche continuó envolviendo a Valentina en un manto de incertidumbre y esperanza; sabía que cada elección la llevaría más cerca de descubrir quién era realmente y qué quería para su vida amorosa.
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