Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 19 : La Decisión

La Decisión

La noche posterior al evento, Valentina se sentó en su habitación, las luces tenues creando un ambiente acogedor, pero su corazón estaba lejos de sentirse en paz. Miraba por la ventana, observando cómo las sombras se alargaban en la calle vacía. La risa y el bullicio del evento aún resonaban en su mente, pero lo que predominaba era la imagen de Lucas, solo y perdido en sus pensamientos. Sabía que no podía quedarse de brazos cruzados; debía actuar antes de que se hundiera aún más en su propio abismo.

Decidida, organizó una reunión con sus amigos más cercanos. La sala estaba llena de una tensión palpable cuando todos se reunieron en su casa. Mateo fue el primero en romper el silencio.

"Debemos intervenir", dijo con determinación, su voz firme como un ancla en medio de la tormenta. "No podemos dejar que siga así".

Sofía, que siempre había sido la voz de la razón, asintió con preocupación. "Lo sé, pero... ¿y si Lucas reacciona mal? No quiero que se aleje aún más".

Valentina sintió cómo su estómago se retorcía ante la idea de perderlo. "Entiendo tus miedos, Sofía. Pero no podemos quedarnos de brazos cruzados mientras él se autodestruye. Necesitamos mostrarle que no está solo en esto".

Mateo cruzó los brazos, mirándola con seriedad. "¿Y cómo piensas hacerlo? No es fácil hablar con alguien que está tan cerrado".

"Lo sé", respondió Valentina, su voz temblando ligeramente. "Pero tengo que intentarlo. Lucas necesita saber que hay personas que se preocupan por él, que hay esperanza más allá del dolor".

Javi, siempre el más optimista del grupo, intervino: "Podríamos organizar un encuentro casual, algo que no parezca una intervención directa. Tal vez así se sienta menos amenazado".

"Eso podría funcionar", dijo Sofía, su expresión suavizándose un poco. "Si logramos que se relaje, tal vez podamos abrir un espacio para hablar".

Valentina sonrió levemente, sintiendo cómo la determinación comenzaba a reemplazar su ansiedad. "Entonces es un plan. Necesitamos hacerle saber que estamos aquí para él".

La noche avanzó entre risas nerviosas y planes estratégicos, pero Valentina no podía quitarse de la cabeza la imagen de Lucas. Sabía que la verdadera batalla comenzaría cuando lo confrontara.

Cuando finalmente llegó el día de la reunión, Valentina respiró hondo mientras se preparaba. Su corazón latía con fuerza; cada palpitar era un recordatorio de lo mucho que significaba Lucas para ella. Se vistió con cuidado, eligiendo una blusa azul que resaltaba sus ojos y unos jeans desgastados que le daban un aire despreocupado. Quería estar lista para todo.

Al llegar al pequeño café donde habían acordado encontrarse, sus amigos ya estaban allí, conversando animadamente. Pero Valentina no podía concentrarse en las risas; su mente estaba fija en Lucas.

Finalmente, lo vio entrar. Su cabello desordenado y su mirada ausente le rompieron el corazón. Se sentó en una esquina, como si fuera un espectador de su propia vida. Valentina sintió cómo su determinación se intensificaba; era ahora o nunca.

"Lucas", dijo con suavidad mientras se acercaba a él, el resto del grupo observando desde la distancia.

Él levantó la mirada, sorprendido al verla ahí. "Valentina", murmuró, como si su nombre fuera un eco lejano.

"¿Te gustaría unirte a nosotros?", preguntó ella, intentando sonar casual.

Lucas dudó por un momento antes de asentir lentamente. "Claro". Se levantó y caminó hacia la mesa donde todos estaban reunidos.

La conversación fluyó al principio con temas triviales: música, películas y anécdotas del pasado. Pero Valentina sabía que no podía dejar pasar mucho tiempo sin abordar el verdadero motivo de su reunión.

"Lucas", comenzó finalmente, sintiendo cómo todos los ojos se volvían hacia él. "Quiero hablarte de algo importante".

Él frunció el ceño, sus defensas levantándose al instante. "¿De qué se trata?".
"Sobre ti", respondió Valentina con sinceridad. "Sobre cómo te he visto luchar últimamente".

Mateo intervino: "Nos preocupamos por ti, amigo. No queremos verte caer en un lugar oscuro del que no puedas salir".

Lucas miró a cada uno de ellos, su expresión mezcla de sorpresa y desconfianza. "No estoy cayendo", dijo con una risa forzada. "Solo estoy... explorando mi arte".

"Eso es lo que te dices a ti mismo", replicó Sofía suavemente. "Pero sabemos que hay algo más profundo ahí. No puedes seguir ignorándolo".

El silencio llenó el espacio mientras Lucas luchaba por encontrar las palabras adecuadas. Finalmente, dijo: "No necesito ayuda. Estoy bien".

Valentina sintió una punzada en el pecho ante su negación. "No tienes que estar bien todo el tiempo", insistió ella con ternura. "Es humano sentir dolor y confusión. Todos hemos estado allí".

"¿Y qué saben ustedes realmente sobre mí?", preguntó Lucas, su voz cargada de frustración.

"Sabemos lo suficiente para preocuparnos", contestó Mateo con firmeza. "Eres nuestro amigo y queremos verte feliz".

Lucas miró a Valentina, buscando respuestas en sus ojos. Ella le devolvió la mirada con un brillo de esperanza y amor incondicional.

"Lucas", dijo ella suavemente, "no estás solo en esto. Estamos aquí para apoyarte, no para juzgarte".

Él tragó saliva, sus defensas comenzando a desmoronarse ante el peso de sus palabras. "Es solo... a veces siento que estoy perdiendo el control".

"Y eso está bien", dijo Sofía rápidamente. "No tienes que tener todas las respuestas ahora mismo".

Valentina se inclinó hacia él, su voz un susurro lleno de sinceridad. "Te necesitamos en nuestras vidas, Lucas. El chico increíble que conocimos sigue ahí dentro; solo necesita encontrar su camino de regreso".

Las palabras parecieron resonar dentro de él; Lucas cerró los ojos por un momento, como si estuviera procesando todo lo que había escuchado.

"¿Y si no puedo volver?", preguntó finalmente, su voz quebrada.

"Entonces te ayudaremos a encontrar tu camino", respondió Javi con una sonrisa alentadora. "No tienes que hacerlo solo".

Lucas respiró hondo, sintiendo cómo las lágrimas amenazaban con brotar de sus ojos. En ese instante, comprendió que podía confiar en ellos; que quizás había esperanza después de todo.

"Está bien", dijo finalmente, su voz apenas un susurro. "Quizás necesito ayuda después de todo".

Valentina sintió cómo una oleada de alivio la envolvía; ese era el primer paso hacia la sanación. Se acercó y tomó su mano con suavidad, transmitiéndole todo el amor y apoyo que sentía por él.

"Estamos contigo", le aseguró ella con una sonrisa cálida.

Y así, rodeados por el calor de la amistad y el amor incondicional, comenzaron a construir un camino hacia adelante; uno lleno de esperanza y posibilidades.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro