La Presentación

El día de la presentación de modelaje y arte llegó como un torbellino. La universidad había organizado un evento para mostrar los talentos de sus estudiantes, un escaparate que prometía catapultar a algunos a la fama internacional. Valentina se sentía como si estuviera en el centro de un huracán, con la responsabilidad de dirigir todo el evento pesando sobre sus hombros.

Desde la mañana, su mente había estado en constante agitación, revisando listas, organizando horarios y asegurándose de que todo estuviera en su lugar. Mientras colocaba los últimos detalles en el escenario, sus pensamientos vagaban hacia Lucas. Aunque él había estado a su lado en los últimos días, había una distancia palpable entre ellos, como si un abismo invisible se hubiera abierto.

"Valentina, ¿estás lista para el gran momento?", le preguntó Ana, su mejor amiga y asistente, mientras ajustaba una diadema de flores en su cabello. Su sonrisa era contagiosa, pero Valentina sintió que su corazón se encogía al mirar hacia donde Lucas estaba exhibiendo su arte.

"Creo que sí... solo espero que todo salga bien", respondió Valentina, tratando de sonar más segura de lo que realmente se sentía. "¿Has visto a Lucas?"

Ana asintió, pero su expresión se tornó seria. "Sí, lo he visto. Está por ahí, pero parece... distante. Su arte es impresionante, pero hay algo en él que no encaja".

Valentina suspiró, sintiendo cómo la preocupación se apoderaba de ella. "Lo sé. Me duele verlo así. Sus obras son tan intensas... pero a veces siento que está perdiéndose en su propio caos".

Mientras hablaban, Valentina no pudo evitar mirar hacia Lucas. Se movía entre la multitud como un fantasma, su arte brillando en las paredes pero su esencia apagada. Las pinturas surrealistas y caóticas capturaban la atención de los asistentes, reflejando su lucha interna y su dependencia de las drogas. Cada trazo parecía gritar por ayuda, y Valentina deseaba poder llegar a él.

"Valentina", dijo Ana, interrumpiendo sus pensamientos. "Es tu momento. Tienes que salir ahí y brillar".

Con un último suspiro profundo, Valentina se dirigió al escenario. El sonido del murmullo del público se desvaneció mientras ella tomaba el micrófono. "Bienvenidos a nuestra presentación de modelaje y arte", comenzó con voz firme, aunque su corazón latía con fuerza. "Hoy celebramos el talento y la creatividad de nuestros estudiantes".

Los aplausos resonaron en la sala, pero su mirada buscaba a Lucas entre la multitud. Cuando finalmente lo encontró, su corazón se detuvo un momento. Él estaba observando desde la distancia, sus ojos oscuros reflejando una mezcla de orgullo y tristeza.

Después de dar la bienvenida a los modelos y presentar algunas obras de arte, Valentina decidió que era el momento adecuado para hablar sobre Lucas. "Quiero dedicar un momento especial a un artista cuyo trabajo ha dejado una huella profunda en todos nosotros", dijo, sintiendo cómo la emoción le llenaba la voz. "Lucas ha creado piezas que no solo son visualmente impactantes, sino que también cuentan una historia sobre lucha y redención".

Los murmullos en el público aumentaron mientras ella continuaba. "Su arte es un espejo de su alma, y hoy tenemos la oportunidad de ver esa belleza cruda y auténtica".

Cuando terminó de hablar, Valentina buscó nuevamente a Lucas. Él estaba mirando hacia abajo, como si intentara ocultarse detrás de su propia creación. Sin embargo, cuando sus miradas se encontraron, algo cambió en él; una chispa de reconocimiento brilló en sus ojos.

"¡Lucas!", exclamó Valentina desde el escenario. "¿Te gustaría decir unas palabras?"

El silencio se hizo presente en la sala mientras todos esperaban su respuesta. Lucas dudó un instante antes de avanzar hacia el escenario, su figura delgada proyectando una mezcla de inseguridad y determinación.
"Eh... gracias", comenzó él, su voz temblorosa pero sincera. "No estoy seguro de qué decir". Se detuvo un momento, buscando las palabras adecuadas. "He estado... luchando mucho últimamente". Su mirada se encontró con la de Valentina, y ella sintió cómo su corazón se llenaba de esperanza.

"Pero este evento significa más para mí de lo que puedo expresar", continuó Lucas. "Ver a todos ustedes aquí... me recuerda por qué empecé a crear arte en primer lugar". Su voz se hizo más fuerte mientras hablaba. "A veces me pierdo en mi propia mente, pero cada trazo que hago es un intento de encontrarme nuevamente".

Los aplausos comenzaron a resonar en la sala, y Valentina sintió lágrimas de orgullo asomarse a sus ojos. Ella sabía que ese momento era crucial para Lucas; era una oportunidad para que él se abriera y mostrara su vulnerabilidad.

"Gracias por estar aquí", concluyó Lucas con una sonrisa tímida, antes de bajar del escenario. Valentina sintió que una parte de él había regresado; había compartido su verdad con el mundo.

Cuando el evento avanzó con desfiles y más presentaciones artísticas, Valentina no podía dejar de pensar en las palabras de Lucas. Se acercó a él después del espectáculo, donde estaba rodeado de admiradores admirando sus obras.

"Lucas", dijo ella suavemente mientras se acercaba. "Estuviste increíble allá arriba".

Él sonrió débilmente, pero sus ojos aún mostraban una sombra de tristeza. "Gracias... no sé si lo merezco".

"Claro que lo mereces", respondió Valentina con firmeza. "Tu arte es poderoso y auténtico; habla por ti".

Lucas bajó la mirada, como si las palabras fueran demasiado para él. "A veces siento que mi arte es lo único que tengo... y eso me asusta".

Valentina tomó su mano suavemente. "No estás solo en esto, Lucas. Estoy aquí contigo".

Él levantó la vista, sus ojos encontrándose con los de ella. "¿Y si me caigo otra vez?".

"Entonces te ayudaré a levantarte", prometió ella sinceramente. "No voy a dejarte caer sin luchar por ti".

Un silencio cómodo se instaló entre ellos mientras el bullicio del evento continuaba a su alrededor. En ese momento compartido, Valentina sintió cómo los muros que Lucas había construido comenzaban a desmoronarse.

"¿Te gustaría salir a tomar aire fresco?", sugirió ella después de unos momentos.

Lucas asintió lentamente. "Sí... eso suena bien".

Salieron al patio trasero del edificio donde el aire fresco les dio la bienvenida como un abrazo reconfortante. Las luces parpadeantes del evento iluminaban el cielo estrellado.

"Me alegra que hayas hablado hoy", dijo Valentina mientras se apoyaban contra la barandilla. "Eras tú mismo".

"Me siento más ligero", admitió Lucas con una sonrisa genuina esta vez. "Es extraño... pero liberador".

Valentina sonrió también, sintiendo cómo la conexión entre ellos se intensificaba nuevamente. "Lo eres siempre, solo necesitas recordarlo".

"Y tú me recuerdas", respondió él con sinceridad. "No sé qué haría sin ti".

Ella sintió una oleada de calidez al escuchar esas palabras; era un recordatorio del vínculo especial que compartían. "Siempre estaré aquí para ti", prometió.

Ambos permanecieron en silencio durante un momento, disfrutando de la compañía del otro bajo las estrellas brillantes. La noche había sido un éxito rotundo, pero más allá del evento mismo, Valentina sabía que lo más importante era lo que estaba sucediendo entre ellos: una lucha por la verdad y la conexión.

"Lucas", dijo finalmente ella, rompiendo el silencio suave que los envolvía. "¿Qué te parece si hacemos esto juntos? No solo el arte... sino todo lo demás también".

Él giró hacia ella, sus ojos llenos de sorpresa y emoción. "¿Te refieres a...?"

"A enfrentar nuestras luchas juntos", explicó Valentina con sinceridad. "No quiero perderte en el camino".

Lucas sonrió ampliamente esta vez, como si una chispa hubiera encendido algo dentro de él. "Me encantaría eso".
Y así, bajo el manto estrellado de aquella noche mágica, Valentina y Lucas dieron un paso más hacia adelante; juntos enfrentarían los desafíos que les esperaban.