Capítulo 13 : Juegos de Seducción
« Y en un día de esos de los que parecen de otro planeta no le mientas a tu corazón que él no sabe decir amor sin sentir que es verdaderamente amor » Rafa Ablls Lope .
Juegos de Seducción
Las interacciones entre Valentina y Jake se tornaron más intensas con cada encuentro , para ella era como cuando conoció a Lucas y aunque pensaba en cada momento en él , tampoco era un secreto que también en sus pensamientos estaba estaba aquel nuevo chico que nadie podría negar que era atractivo y al mismo tiempo algo deseoso de descubrir . Él tenía una forma única de ver el mundo; cada comentario que hacía parecía tocar una parte oculta de ella y hacer que sus sentimientos florecieron en medio de su pérdida . Una noche, Jake la invitó a una exposición de arte contemporáneo en la ciudad , prometiéndole que este sería un buen lugar para estar tranquilos y disfrutar de un buen café con aroma a libros llenos de historias , todos esperando a que alguien los descubra para cambiar su mundo .
— Irás conmigo Valentina , "Es un lugar donde los límites del arte se rompen", le dijo con una sonrisa desafiante, sus ojos brillando con una mezcla de misterio y atracción.
Al llegar al museo, Valentina se sintió abrumada por la energía creativa que llenaba el aire. Las luces tenues y los colores vibrantes de las obras parecían danzar al compás de su corazón acelerado.
Jake la llevó a través de cada sala, discutiendo las obras con pasión y entusiasmo. En un momento, sus manos se rozaron al señalar una pintura abstracta; el contacto envió una corriente eléctrica por su cuerpo, haciéndola temblar.
"Esta obra me habla de la lucha entre el deseo y la razón", comentó Jake, acercándose un poco más. "¿No es fascinante cómo el arte puede seducirnos de formas inesperadas?" Sus ojos se encontraron, y Valentina sintió que el aire se cargaba de una tensión palpable.
"Sí", respondió ella, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza. "El arte puede ser tan provocador... como un susurro en la oscuridad". La frase salió de sus labios como un eco de sus propios pensamientos; había algo en Jake que despertaba su deseo oculto.
Mientras caminaban entre las obras, Jake se inclinó hacia ella y dijo: "A veces me pregunto si el arte es solo una forma de seducción". Su voz era suave, casi un murmullo, mientras Valentina podía sentir su aliento cálido cerca de su piel. La mirada intensa de Jake la envolvía, y ella se sintió atrapada en su hechizo.
Lucas observaba desde lejos, sintiendo cómo la inseguridad lo consumía. Sabía que debía hacer algo antes de perderla por completo. Esa noche, tras la exposición, se enfrentó a Valentina en el lago donde habían compartido tantos momentos juntos.
"Valentina", comenzó Lucas con voz temblorosa, "necesito que sepas cuánto te amo". Las palabras salieron como un torrente; cada sílaba estaba cargada de emoción, pero Valentina se sintió dividida. Las palabras de Lucas resonaban en su corazón mientras los ojos de Jake aparecían en su mente.
"¿Qué está pasando aquí?", preguntó Lucas con frustración al ver cómo Valentina sonreía ante Jake. Su mirada destilaba celos y confusión.
"Solo estamos hablando sobre arte", respondió Valentina defensivamente, pero sabía que había algo más; había una chispa entre ella y Jake que no podía ignorar. "Es solo... una conversación".
"¿Una conversación? ¿Así es como llamas a lo que vi?", replicó Lucas, su voz cargada de tensión. "No puedes negar lo que hay entre ustedes dos".
Valentina sintió un nudo en el estómago. "Lucas, tú sabes que te quiero. Pero Jake... él despierta algo en mí que no puedo explicar". La sinceridad en sus palabras flotó en el aire como un perfume embriagador.
La tensión aumentaba entre los tres mientras Valentina intentaba encontrar las palabras adecuadas para expresar lo que sentía. Sabía que debía tomar una decisión pronto; no podía seguir viviendo entre dos mundos sin causar daño a nadie.
Esa noche fue larga para todos ellos; mientras Lucas regresaba a casa con un nudo en el estómago y dudas desgarradoras sobre lo que podría suceder entre ellos tres, Valentina permanecía despierta hasta altas horas reflexionando sobre lo ocurrido.
En los días siguientes había un aire tenso alrededor del grupo; aunque intentaron mantener las cosas ligeras durante las clases y actividades sociales, las miradas furtivas entre Lucas y Jake eran evidentes para todos. Valentina sentía cómo la atmósfera se volvía densa y cargada de emociones no expresadas.
Decidida a aliviar la tensión acumulada entre ellos, Valentina organizó una reunión informal junto al lago. Preparó bocadillos y decoraciones simples para crear un ambiente relajado donde todos pudieran sentirse cómodos. "Quizás esto ayude a romper el hielo", pensó mientras arreglaba todo.
Cuando llegó el día del encuentro, los amigos comenzaron a llegar uno por uno; aunque todos sonreían e intentaban disfrutar del momento, Valentina podía sentir cómo las tensiones subyacentes estaban presentes. El murmullo del agua y el canto lejano de las aves creaban un telón de fondo perfecto, pero la incomodidad era palpable.
"Esto es hermoso", dijo Jake mientras contemplaba el paisaje. "El lago tiene su propia forma de seducirnos". Se volvió hacia Valentina con una mirada profunda. "¿No lo sientes?"
"Lo siento", respondió ella, sintiendo cómo su piel se erizaba bajo su mirada intensa. "Es como si la naturaleza estuviera invitándonos a descubrir algo más profundo".
Mientras todos compartían historias divertidas sobre sus experiencias universitarias y disfrutaban del aire fresco del lago al atardecer, Valentina tomó un momento para observar a Lucas y Jake interactuar entre sí. Ambos eran importantes para ella pero representaban caminos diferentes en su vida.
"¿Qué piensas sobre esta obra?", preguntó Lucas mientras señalaba un cuadro improvisado hecho por uno de sus amigos. Su tono era ligero, pero había un trasfondo de seriedad en su mirada.
"Es interesante", respondió Jake con una sonrisa provocadora. "Me recuerda a la lucha interna que todos enfrentamos... ¿no crees, Valentina?" Sus ojos se posaron en ella, como si buscara una respuesta más allá del arte.
"Sí", dijo ella lentamente, sintiendo cómo el ambiente se volvía más íntimo. "A veces es difícil elegir entre lo que queremos y lo que creemos que debemos querer". Sus palabras resonaban en el aire como un mantra.
Lucas frunció el ceño al escucharla, sintiendo que la conversación tomaba un giro inesperado. "¿Por qué siempre parece que hay más en juego cuando hablas con él?", preguntó con un tono de desafío.
Valentina sintió que la tensión aumentaba. "Porque hay cosas que no puedo explicar", respondió con sinceridad. "Jake me hace sentir cosas que nunca pensé que experimentaría".
Jake sonrió, satisfecho con su respuesta. "A veces, Valentina, es necesario dejarse llevar por lo desconocido". Su mirada era intensa, casi hipnótica.
El sol comenzaba a ocultarse detrás del horizonte, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y púrpuras. La atmósfera se volvía cada vez más cargada; Valentina podía sentir cómo sus corazones latían al unísono, pero en direcciones opuestas.
"¿Y si nos dejamos llevar?", sugirió Jake con un guiño juguetón. "La vida es demasiado corta para vivir con miedo". Su voz era suave como un susurro seductor.
Lucas miró a Valentina con desesperación. "No puedes estar pensando en eso", dijo con firmeza, pero su voz temblaba ligeramente. "Tienes que considerar lo que realmente quieres".
Valentina sintió cómo la presión aumentaba; estaba atrapada entre dos mundos, dos deseos ardientes que competían por su atención. "No sé qué quiero", confesó finalmente, sintiéndose vulnerable ante ambos hombres.
"Quizás deberías explorar tus deseos sin miedo", propuso Jake suavemente, acercándose aún más a ella. Su presencia era abrumadora; Valentina podía sentir su calor cerca de ella, como una llama ardiente que la atraía irresistiblemente.
"Valentina", interrumpió Lucas con urgencia, "no olvides lo que hemos construido juntos". Su voz estaba llena de emociones crudas; el amor y el miedo chocaban dentro de él.
"Lo sé", respondió ella, sintiendo cómo las lágrimas amenazaban con brotar. "Pero también sé que hay algo especial aquí". Miró a Jake y luego a Lucas, sintiendo cómo sus corazones latían desbocados.
La noche caía lentamente sobre ellos; las estrellas comenzaban a brillar en el cielo oscuro mientras Valentina tomaba una decisión silenciosa en su interior. "Quizás sea hora de dejarme llevar", murmuró para sí misma mientras contemplaba las posibilidades infinitas que se extendían ante ella.
El lago reflejaba el cielo estrellado, pero en su interior comenzaba a brillar una luz nueva; una luz llena de deseo y libertad. "Tal vez sea hora de explorar lo desconocido", pensó mientras se preparaba para desatar los juegos de seducción que estaban por venir.
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