« Lo que se descubre tras el misterio , es el verdadero misterio de las sombras que desaparecen cuando se pone el Sol » .
  Rafa Ablls Lope

El nuevo estudiante

La llegada de Jake Smith cambió la dinámica en la Universidad de Arte Salvador Dalí. Su aura magnética y su talento natural lo hicieron destacar desde el primer día. Con su cabello desordenado y una sonrisa cautivadora, Jake no tardó en atraer la atención de todos, especialmente la de Valentina.

Jake Smith

En un taller de escultura, Jake se acercó a ella con un guiño travieso. "¿Te gustaría trabajar juntos? He oído que eres increíble con el barro", dijo, su voz suave como el terciopelo. Valentina sintió un cosquilleo en su estómago; había algo en él que la intrigaba y la llenaba de curiosidad.

Mientras moldeaban el barro, sus manos se encontraban a menudo, creando una conexión palpable en el aire. "El barro es como la vida", comentó Jake, sus ojos brillando con intensidad. "Puedes transformarlo en lo que desees, pero también puede moldearte a ti". Valentina lo miró, cautivada por la profundidad de su mirada. "Es cierto", respondió ella, "a veces somos un lienzo en blanco esperando ser pintados".

Las horas pasaban volando entre risas y conversaciones profundas sobre arte y vida. Jake compartía historias de su infancia, de cómo había descubierto su pasión por el arte en un viejo taller de su abuelo. "Para mí, el arte es una forma de conectar con lo más profundo del ser humano", dijo con fervor. Sus palabras resonaban en Valentina; ella también había encontrado consuelo en la creatividad.

Los días se convirtieron en semanas, y Valentina comenzó a sentir una conexión especial con Jake. Cada vez que sus manos se rozaban mientras trabajaban en sus esculturas, una chispa parecía iluminar el aire entre ellos. Sin embargo, Lucas no podía evitar sentirse celoso. Aunque confiaba en Valentina, no podía ignorar la química palpable entre ella y Jake.

Una tarde, mientras caminaban por los pasillos de la universidad, Lucas observó cómo Jake le susurraba algo al oído que hizo reír a Valentina. La risa de ella sonaba como música etérea, y Lucas sintió que su corazón se hundía. No sabía si debía confrontar a Valentina o esperar a que ella tomara la iniciativa.

Valentina se encontraba atrapada entre dos mundos: el amor seguro y conocido que ofrecía Lucas y la emoción vertiginosa que despertaba Jake. Sus días se llenaron de momentos confusos y noches insomnes mientras luchaba por entender sus sentimientos.

Una noche memorable fue cuando Jake organizó una salida nocturna para ver las estrellas junto al lago. "La noche está llena de posibilidades", dijo mientras señalaba hacia el cielo estrellado. Valentina sintió cómo las estrellas brillaban intensamente sobre ellos; era como si todo el universo conspirara para unirlos.

"¿Alguna vez has sentido que el destino juega contigo?", preguntó Jake, su mirada fija en Valentina. Ella sintió que su corazón latía más rápido. "A veces creo que sí... como si cada elección nos llevara a un lugar específico", respondió ella, sintiendo la cercanía entre ellos.

Mientras Jake hablaba sobre sus sueños y aspiraciones artísticas, Valentina no pudo evitar sentirse atraída por su pasión desbordante. "El arte es mi forma de ser libre", confesó él, acercándose un poco más. "¿Y tú? ¿Cuál es tu libertad?"

"Crear... es mi escape", murmuró Valentina, sintiendo cómo sus palabras danzaban en el aire cargado de tensión. Pero también pensaba en Lucas; él siempre había estado a su lado durante los momentos difíciles.

La tensión aumentaba entre los tres; Valentina podía sentir cómo sus corazones latían al unísono pero en direcciones opuestas. "¿Por qué me siento así?", se preguntaba constantemente mientras luchaba por comprender lo que realmente quería.

Las noches siguientes fueron difíciles para Valentina; cada vez que miraba a Lucas veía amor y apoyo incondicionales, pero cuando pensaba en Jake sentía emoción e intriga. Era como si estuviera atrapada entre dos mundos: uno seguro y conocido y otro lleno de posibilidades desconocidas.
Una tarde lluviosa decidió visitar el lago sola para aclarar sus pensamientos. Mientras contemplaba las aguas turbulentas bajo la lluvia, recordó los momentos felices junto a Lucas y cómo siempre había estado ahí para ella. Pero también pensó en las risas compartidas con Jake y cómo había despertado algo dentro de ella que creía perdido.

"¿Qué quieres realmente, Valentina?", se preguntó en voz alta, dejando que las gotas de lluvia borraran sus dudas momentáneamente. El sonido del agua resonaba como un eco en su corazón, y fue entonces cuando recordó las palabras de Jake: "La vida es un lienzo... tú decides qué pintar".

Mientras el viento acariciaba su rostro, sintió que una decisión estaba surgiendo dentro de ella, una verdad que estaba lista para ser revelada. En ese instante, comprendió que no podía huir de sus sentimientos; debía enfrentarlos con valentía.

El lago reflejaba el cielo gris, pero en su interior comenzaba a brillar una luz nueva. "Quizás sea hora de dejar de lado los miedos", susurró para sí misma, sintiendo que el nuevo comienzo estaba más cerca de lo que pensaba.