Capítulo 52.- Paraíso gay
Casa Satzu - Día de las despedidas de soltera, una semana para la boda.
— Rosé ¿Qué haces acá? Faltan dos horas para la diversión —Sana recibía a su hermana en el departamento— ¿Por qué te tapas los ojos? —La fotógrafa pensaba que algo le su hermana.
— ¿Interrumpo algo? Mamá me dijo que con Tzuyu y tú nunca se sabe y que es mejor entrar a cualquier lugar donde están ustedes dos con los ojos tapados. Aunque Jihyo me aconsejó que no perdiera la oportunidad de mirar a Tzuyu así que creo que me voy a arriesgar —y se sacó la mano de la cara— Estás vestida —afirmó decepcionada.
— ¿Qué esperabas que te recibiera con una sábana alrededor nada más? —Sana vio su hermana levantaba una ceja al mejor estilo Minatozaki— ¿Papá te contó? —Rosé asintió — ¡vergüenza! —la fotógrafa se agarraba la cabeza.
La mayor de ellas aprovechó y entró al departamento— La próxima vez recuerda ponerte ropa hermanita —le dijo.
— En mi defensa papá no tocó la puerta y yo salía simplemente a buscar el diario —explicó.
— Lo que te sirva para convencerte Sanake... De todas maneras, me alegra que al menos una de nosotras dos tenga una vida sexual activa. ¿Tienes cerveza? ¿Dónde están Tzuyu y mi sobrina preferida? —Se ve que Sana no era la única curiosa de su familia.
La rubia ya venía con las bebidas— Toma —le pasó una botella a su hermana— Tzuyu llega enseguida de Los Ángeles, le tocó a ella ir a llevar a Yoon Ah a lo de Bangchan. Y lo de Tzuyu no es vida sexual, es un ritual... Dios, te puedo asegurar que sin sexo se muere. Es un animal, es una máquina de producir orgasmos, es...
— Tampoco es para que cuentes dinero delante de los pobres —le dijo Rosé.
— ¿Estás bien? —Sana se preocupó por su hermana.
— ¿Quieres la verdad? —Sana afirmó— Creo que Jimin me está engañando — soltó de repente.
— ¿Y lo dices, así como si nada? —la rubia casi escupe la cerveza cuando su hermana se lo dijo.
— ¿Qué quieres que haga? No es el fin del mundo tampoco —Seguía tomando su cerveza como si nada.
— Pero vas a hacer algo me imagino —La artista conocía a su hermana y tenía miedo de la decisión que tomara al respecto.
— Nada —simplemente dijo.
— ¿Cómo nada? —Sana la miró sorprendida
— Eso, nada. Y no quiero hablar más del tema, ya demasiado tengo con las preguntas de mamá —Le advirtió.
— Pero Rosé...
— Basta Sana, no vine acá para que me interrogaras —dijo.
— ¿Se puede saber a qué viniste entonces? Pensé que nos íbamos a encontrar en el bar, o eso fue lo que me dijo mamá —habló.
— Vine antes porque tenía ganas de verlas y porque si llegaba a escuchar una vez más a mamá y a Sakura leyendo las "chanchadas" que tienen preparadas para esta noche me doy un tiro —contó— Embriágate hermanita porque no sé si lo vas a soportar sobria —advirtió al mismo tiempo que se sintió la voz de Tzuyu a lo lejos, y como ya era costumbre, entra departamento cantando parece que Ricky Martin era el elegido para el repertorio de la morena esta vez.
Que bella eres me recuerdas las olas y el mar
Yo nunca olvido como aquel día los dos empezamos a amar
Entró a la sala y vio a las hermanas Minatozaki mirándola, eso lejos de inhibirla la inspiró aún más, llegó hasta donde estaba su novia y la señaló.
Si pudiera pedir un deseo quisiera que lo fuera así
Eres la que nunca olvido tan especial para mi
OH..... OH.....OH
La morena acompaño su canto con varios movimientos de baile. Cuando terminó de bailar agarró a su novia de las manos y la pegó a su cuerpo para después besarla sin piedad se quedó con la boca abierta mientras Tzuyu seguía cantando sin dejar de mirarla. Rosé observaba todo desde su lugar en el sillón.
Y te quiero confesar que
Le dijo
Con un beso es suficiente para enamorarme de ti
Mis promesas son las culpables si te enamoraste de mi
Ahora la agarraba y empezaba a bailar con ella
En lo más profundo de mi corazón hay un vacío te pido perdón
No quiero estar solo porque vivir solo si solo no existe el amor
Después de cantar esa parte volvió a besar a su novia y soltó una de sus manos para agarrar la de Rosé y tirarla a ella también de manera de tener a las dos hermanas entre brazos.
Que bella eres me recuerdas las olas y el mar
Yo nunca olvido como aquel día los dos empezamos a amar
Aprovechando su fuerza estiró ambos brazos haciendo que las chicas se alejaran de ella para luego volver a enroscarlas trayéndolas de nuevo hacia ella, típico movimiento de disco. Mientras hacía girar a las chicas siguió cantando...
Si pudiera pedir un deseo quisiera que lo fuera así
Eres la que nunca olvido tan especial para mí
Como gotas de lluvia que el viento se llevo
Y tú me....
Las tiró al sillón y les empezó a hacer cosquillas mientras terminaba la canción...
Calientas cuando siento....
Frio oh oh....
Frio oh oh...
— HA, YA, YA, PARA POR FAVOR — suplicaba la mayor— ME RINDO, ME RINDO —Tzuyu se alejó de ellas dejándolas hechas un ovillo humano.
— Me encanta que todas las Minatozaki tengan la misma debilidad con mis cosquillas —les dijo la morena— Solo me falta probar mi teoría con mis futuros suegros —aprovechó a sentarse en el sillón individual.
— Ya me encantaría a mi ver como tratas de hacerle cosquillas a papá —le dijo Sana sentándose arriba de ella— ¿Cómo te fue? —le preguntó por el viaje espontaneo que tuvo que hacer con su hija.
— Aparte de que tuve que soportar diez minutos con Lily y de que Yoon Ah se me colgó del cuello al mejor estilo koala porque no quería dejarme, el resto todo bien —le dijo— Excepto por algo —resaltó.
— ¿Qué pasó? —le preguntó preocupada.
— Te extrañé mucho —confesó mirando directo a los ojos de su prometida.
Sana no contestó solo beso a su novia haciéndoselo saber, Tzuyu no fue lenta y respondió.
— Bueno, bueno, bueno, será mejor que paren si no quieren que siga con los consejos que me dieron mamá y Momo acerca de cómo separarlas —Interrumpió Rosé.
— Prefiero el método Momo, tu mamá siempre elige tirarnos algo —dijo Tzuyu recordando el último zapato que se ligó por la cabeza cuando Maiko estaba cocinando y ella aprovechaba para delinear el trasero de Sana con sus manos.
— Yo prefiero a mamá —opinó Sana— Los comentarios de Momo me perturban —concluyó.
— O tal vez deberían dejar de tocarse en público —opinó Rosé ya sabiendo la respuesta.
Sana y Tzuyu se miraron inmediatamente— Antes muerta que dejar de tocarte —le dijo Sana acariciando el rostro de su novia
— Yo aún muerta, siendo un fantasma, voy a atravesarte con mi cuerpo de espectro —habló Tzuyu besando la mano que la acariciaba
Y así se quedaron mimándose por un rato largo hasta que...
— ¡AUCHH! —Se quejaron al unísono. Un peluche les había dado en la cabeza.
— Se los advertí —las señaló Rosé— Y mamá tenía razón cuando me dijo que era divertido tirarles cosas —rió.
— Te aprovechas porque Yoon Ah no está y puedes tirar sus pingüinos —aún así, Sana no tenía intenciones de separarse de su novia, al contrario, se hundía más en el sillón con ella
— Amor por más que quiera seguir así, necesito ir a bañarme antes de que lleguen mis damas de honor —trató de levantarse con su novia encima, pero Sana hizo fuerza para que la morena volviera a su lugar.
— No quiero que vayas a ese lugar —confesó enterrando su cabeza en el cuello de su chica.
— ¿A dónde van?— Preguntó curiosa la otra Minatozaki que se dio cuenta que no sabía que iban a hacer en la otra despedida.
— Entonces no lo hagas Ardilla —dijo— ¿Para qué quieres controlar algo tan lindo? Deja que Tzuyu te amé cada vez más y tu ámala cada vez más a ella — consejo de hermana interrumpido por los golpes en la puerta de casa.
Cuando Sana abrió la puerta se encontró con dos grupos bastantes diferentes. El primero liderado por Momo que seguida por Nayeon y Mina no traían muy buena cara y que apoyadas en la pared sólo se limitaban a mirar a Sana, Somi y Shuhua que entraron al departamento en trenecito. Cada una de ellas tenía puesta una peluca de juguete de distintos colores y agitando maracas y porras siguieron en fila mientras cantaban "pe pe pepepepe pe pe... pe pe pepepepe pe pe" claro cántico previo a una fiesta. Entraron a la sala y Jihyo aprovechó para agarrar a Yeji y seguir con el trenecito por alrededor del sofá "pe pe pepepepe pe pe... pe pe pepepepe pe" Shuhua iba tirando papel picado por toda la casa.
— SHUHUA PUEDES DEJAR DE ENSUCIAR MI CASA POR FAVOR —le pidió Sana.
— Yo que tu ni me hago problema —le dijo Mina— vienen así desde afuera — comunicó.
— Oye estoy segura que ya tengo dos Minatozaki que me mandan en mi vida no sé si una más puedo soportar —lo dijo con mucha sinceridad.
La mirada asesina también era algo hereditario parece, porque la que recibió Tzuyu era muy parecida a la de Sana— A bañarse se ha dicho entonces —La morena levantó a su dio un beso y se escabulló por el pasillo.
Sana se quedó mirando el pasillo por donde había desaparecido su chica— ¿Qué? —se dió cuenta de que su hermana la miraba intensamente.
— Estoy muy contenta por ti hermanita. Me encanta ver lo feliz que eres con Tzuyu —momento de sinceridad.
— La amo Rosé. La amo como nunca pensé que podía amar a alguien —confesó— A veces siento que este amor me excede y que no lo puedo controlar —siguió.
— Entonces no lo hagas Sana —dijo— ¿Para qué quieres controlar algo tan lindo? Deja que Tzuyu te amé cada vez más y tu ámala cada vez más a ella — consejo de hermana interrumpido por los golpes en la puerta de casa.
— Segurísima —murmuró la rubia mientras se agarraba fuerte de Tzuyu porque sabía lo que se venía.
— Bueno... entonces tendré que conseguirla yo misma —y con eso dicho empezó a castigar con cosquillas a su novia.
— JAJAJAJA... Está bien... está bien... Estoy sonriendo ¿ves? —Tzuyu había conseguido tirar al piso a la fotógrafa y ella estaba encima.
— No es suficiente —siguieron las cosquillas.
— JAJAJA.... JAJAJA... Listo por favor listo —Tzuyu no frenó las cosquillas, las que la freno fue Rosé que cansada de tanto arrumaco decidió terminarlo con una ducha de agua para las dos.
— ¡ROSÉ! ¿Qué haces? —Sana se quejaba, pero Tzuyu se había llevado la peor parte.
— En serio ya me cansaron, es asqueante verlas —les dijo— Ahora...Tzuyu a bañarse —ordenó.
— A Infierno, es un club de stripper. La dueña es amiga mía —contó la deportista. Acto seguido Sana murmuró algo que no se entendió— ¿Puedes repetir eso hermosa? —le pidió.
— No vayas por favor —le dijo— Seguro que Mary te rodea de chicas bonitas, con enormes pechos y colas exuberantes. Vengan con nosotras, mamá me prometió que esta vez lo van a ser divertidos —Tzuyu aún se acordaba de los regalos maternos de Momo.
Las dos giraron cuando Rosé soltó una sonora carcajada— ¿De qué te ríes? —le preguntó su hermana.
— De los regalos "divertidos" de mamá — al parecer ya los había visto. Sana volvió a esconderse en su novia.
— Cariño mírame —pidió con éxito— No tienes por qué preocuparte, ninguna mujer me provoca lo que tú y además Mary solo quiere saludarme nada más — Los ojitos de perro mojado que estaba haciendo Sana estaban derritiendo a su novia.
— ¿Y si yo voy contigo? —le preguntó.
— No digas pavadas Sana —Rosé intervenía— Es la despedida de soltera de Tzuyu, déjala que mire otras mujeres y que se divierta, que luego tendrá que soportar a una Minatozaki toda su vida y créeme que eso para alguien que no toma ni una gota de alcohol no es nada fácil, sino pregúntale a mamá —la mujer se paró y se fue a buscar otra cerveza.
— Una sonrisita para mí por favor —le pidió la deportista a la fotógrafa.
— No —se negó haciendo pucheros.
— ¿Ni una chiquita? —Tzuyu empezaba despacito a meter sus manos por debajo de la remera de su chica.
— No —Sana se volvía a negar, mientras las manos de su novia apenas rozaban su estómago.
Tzuyu seguía dibujando formas en la piel de la rubia— Dale —insistió— Una sonrisa muy chiquitita para mí —La deportista sintió como la rubia sacudía su cabeza en negativa— ¿definitivo? —Las manos morenas estaban listas para atacar, Mina volvió a negarse— ¿Segura? —preguntó.
— ¿Por qué Sana está disfrazada de caperucita roja? —preguntó despacio a las demás
— Porque por alguna razón cree que las despedidas de soltera tienen que ver con disfraces —contó Nayeon.
— ¿Dónde está Tzu? Quiero mostrarle mi bincha, pásamela Momoring —Momo le pasó una bolsa de mal humor.
Jihyo sacó varias tiras gruesas de tela rosadas que decían "Jazmín" en letras grandes. La bailarina llevaba bastante tiempo fantaseando con conocer a la stripper. Repartió las binchas inclusive le puso una a Rosé que le estaba agarrando gustito a la fiesta de su cuñada— Le traje un disfraz de lobo a ella —antes de que la bailarina pudiera sacar algo Sana le quito bolsa.
— Escuchen bien lo que les voy a decir —usó toda su artillería de miradas para tratar de intimidar a las tres fiesteras— No quiero una bailarina cerca de mi mujer ¿me oyen? —apenas dijo las tres se miraron y se echaron a reír.
— Sana —Somi fue la que habló vamos a un bar de stripper donde las mujeres desnudas abundan— ¿Qué crees que va a mirar Tzuyu, los movimientos de baile? —preguntó dando más risas
— ROSÉ NO TE RÍAS —su hermana se unía a las burlas.
— Jihyo prométeme que me vas a mandar fotos —Le recordó Momo.
— Ya te dije Momoring que cuando tenga mis manos desocupadas lo voy a hacer — repitió la rubia.
— ¡Esto es tu culpa! —acusó Momo a Sana.
— ¿Mi culpa? ¿Por qué es mi culpa idiota? —se defendió.
— ¿Por qué te tenías que llamar Minatozaki Sana y no Sana Minatozaki? —Momo hacía alusión al juego que había perdido para ser la dama de honor de Tzuyu.
— Hola mamá —Rosé hablaba con Maiko— SI, no te preocupes que enseguida van para allá —Sana miró a su hermana apenas la palabra "enseguida" salió de su boca— Cambie de opinión, voy a ir a la despedida de Tzuyu —las miradas estaban sobre ella— Porque me da pena, ella no tiene a nadie y Sanake te tiene a ti y a Sakura y a las primas... —apelaba tristeza— Lo se mamá, sé que soy una buena persona. Nos vemos luego. Adiós —cortó la llamada— ¡SIIIIIII! ¡FIESTA! ¡FIESTA! —festejaba.
— ¡BIENNN! —Shuhua tiró más papelitos y Sana aprovechó para iniciar un nuevo trencito liderado por la hermana de Sana "pe pe pepepepe pe pe... pe pe pepepepe pe".
— Espera un momento Rosé —Sana frenaba el trencito— No puedes hacer eso, no puedes cambiarte de despedida —dijo muy segura.
— ¿A caso hay un reglamento de despedidas de solteras o qué? Yo voy a donde quiera —le dijo.
— Pero hay mujeres desnudas y a ti no te gustan las mujeres —tenía un buen punto.
— A mí tampoco —saltó Somi— Pero no por eso no reconozco un par de buenos pechos cuando los veo —dijo.
— ¡MOMO DEJA DE LLORIQUEAR! —Mina se había cansado del chillido de su amiga.
— ¡CALLATE! YO TAMBIÉN QUIERO VER PECHOS —siguió llorando.
Sana no dijo nada y se fue derecho para la habitación de ella y de Tzuyu. Llegó justo cuando su novia se estaba por vestir. Tzuyu la vio y le dedicó una sonrisa— ¿Necesita algo señorita Minatozaki? —preguntó jugando.
— No... ¿Qué te vas a poner? —Sana se sentó en la cama a observar los movimientos de su chica.
— No lo sé... ¿Quieres elegírmelo tú? —La deportista quería saciar la curiosidad de su chica.
Ni lerda ni perezosa Sana se levantó y sacó un conjunto deportivo de buzo para que Tzuyu usara— Toma —se lo entregó.
— ¿Quieres que me ponga ropa deportiva? —encima era la más suelta que tenía.
— ¿Y porque no? Tú la luces muy bien —trató de convencerla, aunque la cara de Tzuyu lo decía todo— Esto no entonces —le sacó la ropa de la mano y se dirigió al vestuario de nuevo— ¿Y esto? —Sana sacaba una falda gris que seguramente le llegaba a los tobillos a su novia.
— Cariño ese es el disfraz que usas cuando jugamos a que eres monjita —apuntó la morena.
Sana volvió a meterse al armario— Esto te va a quedar bien...
— ¿Una polera con cuello? Sabes que me sofocan esas cosas cariño —Tzuyu había adivinado la intención de su novia.
— No te gusta nada —Sana ofuscada se metió otra vez al vestidor, pero esta vez Tzuyu la siguió.
— Déjame a mi amor —frenó el nuevo intento de la rubia de vestirla— Me pongo un Jean... —estiró su brazo para agarrar la prenda.
— ¡NO ESE NO! —La frenó— Te marca mucho la cola.
Tzuyu corrió la mano a uno negro— ¡ESE TAMPOCO! —la volvió a frenar— es mi preferido —le dijo.
La morena suspiró y estiró su brazo hacia uno de sus Jeans rotos— ¡ESE MENOS TZUYU! ¿QUIERES IR DESNUDA ACASO? —Sana se estaba indagando
En la sala.
El ambiente festivo seguía mientras Shuhua les mostraba a las demás sus movimientos para atraer chicas.
Somi vio entrar a Sana a la sala con los brazos cruzados— ¿Ya está lista Tzuyu? —le preguntó.
— No lo sé... Me hecho de mi propio cuarto ¿pueden creerlo? —Yo también lo hubiera hecho.
— ¡Estoy lista! —Tzuyu aparecía con uno de los Jeans y una remera negra encima— ¿Salimos todas juntas? —Quiso caminar, pero Momo se le trepó arriba.
— ¡LLEVAME CONTIGO BONBOMCITO! NO ME DEJES IR CON LAS VIEJAS ABURRIDAS POR FAVOR —Momo no la dejaba moverse.
— Momo te prometo que apenas nazca mi sobrino o sobrina —a la japonesa mayor se le estaba empezando a notar un poco la pancita— te llevo y te pago todos los bailes que quieras —le dijo acariciando su cabeza.
— ¿Lo prometes? —quería asegurarse.
— Te lo prometo por lo que más amo en este mundo... Sana y Yoon Ah—besó sus dedos mientras la japonesa mayor se alejaba con la cabeza agachada rumbo a la puerta.
Todas habían salido por la puerta ya cuando Tzuyu tiró de Sana y cerró— Ven aquí rubia —la atrapó entre la puerta y su cuerpo y se quedó desafiándola con la mirada.
— No quiero hablar contigo —le dijo Sana tratando de zafarse. Pero Tzuyu agarró sus brazos y se los llevó detrás de la espalda para luego atraparle las muñecas.
— No hablemos entonces —Tzuyu arrastró la punta de su nariz sobre el labio superior y el mentó de la rubia logrando impregnarse del perfume de su mujer. Luego no fue un beso lo que le dio, sino más bien se dedicó a lamerla. Le chupó la boca como si estuviera comiéndose un helado que se está por derretir. Al principió el orgullo de Sana no la dejó responder entonces Tzuyu se vio obligada a dejar que su lengua hiciera todo el trabajo. La lengua blanda de la morena se arrastraba por los labios de la artista, se los separaba, rozaba sus dientes, las encías, mientras la miraba profundamente. Cuando la sintió ceder le soltó los brazos y los sintió alrededor de su cuello.
— ¿Existe algo más lindo que tu boca? —le preguntó la morena.
— Si... tu cola —contestó la rubia apretando el trasero de Tzuyu sin piedad, Sana trataba de hacerla doler así que Tzuyu respondió mordiendo su labio en venganza.
— TZUYU TIENES DOS SEGUNDOS PARA SACAR LA LENGUA DE LA BOCA DE MI HERMANA Y SALIR A DISFRUTAR DE TU FIESTA —Rosé golpeaba la puerta con fuerza.
Las chicas se separaron— No tienes puesto tu perfume —notó Sana.
— No... Nunca me lo pongo cuando salgo sin ti —contó Tzuyu agarrando la mano de su novia para que saliera juntas— Sé que es tu preferido —esta última confesión dejó a Sana embobada hasta que se separaron cada una para su despedida.
En un sitio reservado para la fiesta de Sana.
— Ahora cada una tiene que escribir una frase para leerle a la homenajeada —Mina leía su "brillante" idea— Nayeon va a pasar con la bolsita para que pongan sus papelitos —anunció.
Pensé que mi madre y la tuya eran peor, pero Mina está ganando por lejos —le dijo Momo mientras escribía algo en su papel— ¿Por qué escribes si son para ti los mensajes —la japonesa mayor veía como su amiga doblaba su papelito.
— No voy a perder la oportunidad de hacerle saber a Jihyo que esta despedida apesta —dijo la artista.
— Comparada con la que me organizaste tú, esto es un fiestón —acusó Momo.
— ¡OYE!... Es cierto. Eso fue hasta que mi novia me enseño el verdadero significado de la palabra fiesta... DIOS como extraño a mi Chewy —justo pasaba Nayeon.
— Papeles adentró señaló la bola... ¿Cómo la estás pasando Sana? —de pasó preguntaba.
— ¡FANTASTICO! —mintió al mismo tiempo que sonaba el celular de Momo.
— ¿Qué dice? Pregúntale por Tzuyu...Dile que le diga que la amo por favor...
— TE QUIERES CALMAR RUBIA HUECA POR FAVOR —el grito de la abogada alertó a las demás participantes.
— Es una foto —le informó— ¡Vaya! Pensar que Rosé era la heterosexual de tu casa —le mostró a Sana la foto en la que salía su hermana babeando por una bailarina...Al rato llegaba otro mensaje y Sana volvía a abrir sus ojos— "Momoring esto es el paraíso de las lesbianas" —Leyó solo para que Sana escuchara. Mientras le mostraba la foto en la que Shuhua y Jihyo salían rodeadas de Pechos desnudos.
— Odio tu nombre —le dijo.
— ATENCIÓN... ATENCIÓN... vamos a leer los mensajitos —anunció Mina— ¿Maiko quieres leer el primero por favor? —Le pasó la bolsa a la mujer.
Maiko sacó un papelito— El primero dice... "que viva Sanake que viva cogollito de lija... que lastima que no te guste la pi... "¡Epa! ¡Epa! Son subiditos de tono parece —Momo se reía y Sana giraba los ojos.
— ¡Mi turno! —Nayeon sacaba un papel— "Sana menos mal que te casas con alguien como la gente y que te ama, y que no terminas con alguien más puta que Momo" —leyó la coneja. se hizo silencio y todas miraron a la japonesa mayor, Sana aguantaba la risa como podía.
— ¿QUIEN FUE LA QUE ESCRIBIÓ ESO? ¿SE CREEN GRACIOSAS? DEN LA CARA — Momo no podía creer quien osaba a escribir cosas de ella. Por suerte el celular de Mina sonó tranquilizarla— ¿Otra foto? Dime que es de Jazmín por favor —Se inclinó para leer el mensaje que Rosé le mandaba a su hermana.
— Es un mensaje "Imposible no ser gay en este lugar... y pensar que mi marido me está engañando con alguna por ahí... si me viera se muere" —En la foto Rosé salía siendo acosada por una morocha con una parte trasera interesante.
- ¿Cómo que el esposo está con otra? ¿Qué le vas a contestar? - La abogaba veía como Mina respondía con velocidad
— Rosé cree que Jimin la engaña y le estoy preguntando por Tzuyu porque no se ve en ninguna foto — contestó a ambas preguntas.
— El próximo mensaje dice —Mina era la encargada de leerlo— "Esta fiesta de despedida apesta" —claramente el mensaje de Momo había sido elegido— Gracias Momo por tu colaboración — todas la miraron.
— ¿Cómo saben que fui yo? —le susurró a Sana.
Pero la rubia no pudo contestar porque Jihyo leyó el próximo mensaje— Este dice "Que viva Mina que viva cogollito de mariposa, menos mal que te casas con alguien que no es tu amiga la abogada apestosa" —todas rieron menos Momo claro.
— MUY GRACIOSO MUY GRACIOSO. ¿QUIEN ES LA LISTA QUE LOS ESCRIBE? ¡NO SEAN COBARDES! —Momo se defendía mientras Sana leía la respuesta de su hermana "Tzuyu se fue con su amiga Mary a la sala VIP porque le tenía una sorpresa".
— MOMO DEJA DE PELEAR Y ACOMPAÑAME AL BAÑO —le dijo.
— ¿A caso necesitas que te limpie el trasero que no puedes ir sola? —estaba enojada.
— QUE ME ACOMPAÑES TE DIGO —la tiró del brazo.
Momo la siguió— Estoy segura de que por aquí no quedan los baños —le dijo.
— No vamos a los baños —informó— Vamos a Infierno —le dijo saliendo a escondidas por la puerta de atrás.
— ¡Gracias Dios! —a la abogada se le hizo agua a la boca.
En la puerta de "El infierno".
— ¿Quieres que le avise a Jihyo que estamos acá? —Momo no tenía idea como iban a entrar.
— No... déjame a mí —Sana se acercó al hombre que custodiaba la puerta— Buenas noches —saludó.
El hombre de color la miró por un rato— Tu eres la novia de Tzuyu —buena memoria la del señor.
— Minatozaki Sana. Mucho gusto —sacudió la mano del hombre— Necesito hablar un momento con Tzuyu —le dijo.
— Por supuesto... adelante, adelante —Les abrió la puerta.
— No puedo creer que esté trayendo a mi bebe a un club de stripper —se dijo a si misma mientras que veía como dos mujeres se trepaban a los caños que estaban en el escenario— ¿Las ves por algún lado? —la mayor de las japonesas inspeccionaba el lugar.
— Ya las vi, pero no sé si tú vas a querer verlas —le dijo Sana y acto seguido Momo siguió su línea de visión para encontrase con que SU esposa estaba recibiendo un baile de mujer que tenía los pechos prácticamente en la cara de la bailarina.
— ¡JIHYO! ¡JIHYO! ¡DEJA DE MIRAR! — Momo corrió hasta la mesa.
— ¡MOMORING! SON MÁS GRANDES QUE LOS TUYOS —solo ella podía hacer esa comparación.
— NO ME IMPOR... Oye es cierto.... —La mayor de las japonesas miró a la bailarina— ¿No te molesta la espalda? Porque a mí entre estas —se tocó sus pechos— y el embarazo, la espalda me está matando.
Mientras Momo conversaba con la stripper que le bailaba a Jihyo, Sana buscaba a su novia.
— SANA ¿QUE HACES ACÁ? —Shuhua llegaba con varias bebidas bajo el brazo. En una silla más lejos Somi conversaba con un tipo y Rosé estaba muy entretenida mirando a las del caño.
— ¿DÓNDE ESTÁ TZUYU? —le preguntó
— NI IDEA —contestó la suplente— La perdí de vista cuando su amiga, la señora Mary se la llevó por allá —le señaló una puerta custodiada por otros hombres.
— Momo me tienes que ayudar a...
— Ahora estoy ocupada Sana —La rubia miró a su amiga que compartía el baile de su esposa.
— Vaya damas de honor que tengo —fue hasta su hermana— Rosé puedes dejar tu lado gay de lado y ayudarme a entrar allí —le señaló el lugar.
— ¿Qué haces aquí? ¿Y tú fiesta? No vas a creer la cantidad de números que me llevo... Y de todo tipo...
— Ahora no... ahora quiero que me ayudes... por favor... —le suplicó.
— Esta bien... Tu espera mi señal que yo voy a emplear el efecto Minatozaki —la mayor de ellas caminó seductoramente hasta la puerta.
Unos quince minutos le costó a Rosé distraer al hombre hasta que por fin Sana pudo atravesar esa puerta. Cuando entró pudo escuchar música de fondo y temió lo peor. Poco a poco se acercaba al final del pasillo. El lugar VIP era como el anterior con varias mesas y un escenario con chicas, pero este era más chico. Cuando la rubia sintió la voz de su novia el corazón se le detuvo.
— ¿Y cómo fue? —preguntó otra voz que Sana no reconoció hasta que llegó al final del pasillo y vio un círculo de sillas en las cuales estaban sentadas varias bailarinas y todas miraban Tzuyu. Al lado de Tzuyu estaba Mary.
— Estaba muy nerviosa. Habíamos peleado la noche anterior por lo orgullosa y celosa que somos las dos así que no sabía cómo iba a reaccionar. Esa noche no dormí, me dediqué preparar todo... llamé a un amigo para que me prestara la alfombra roja... compre las rosas y les pagué para que las desmenuzaran y repasé lo que le iba a decir mil veces en mi cabeza ¿Todo para qué? —les preguntó— Para que cuando la vi llegar hermosa como es ella... me olvidara de todo —contó.
— ¿Es bonita? —preguntó una de las bailarinas.
— Sana es... es... No sé cómo decirlo porque siento que ninguna palabra le hace justicia ¿Cierto Mary? —la mujer asintió
— Cuando la conocí pensé que era modelo —Dijo la mujer
— Sana es mucho más que cualquier modelo —agregó Tzuyu— Es inteligente, dulce, me deja cuidarla, me cuida, me mima y me deja mimarla —Desde su posición la fotógrafa como varias bailarinas se secaban las lágrimas— Cuando me levantó todas las mañanas y la veo dormir a mi lado, no lo puedo creer. Tengo que pellizcarme para saber que no estoy soñando. Todavía no sé cómo aceptó casarse conmigo —les contó.
— ¿Te arrodillaste? —preguntó una de las bailarinas que Sana reconoció como Jazmín.
— Si... Y les puedo asegurar que desde abajo y con esos hermosos ojos sobre mí me sentía tan insignificante... sentía que no la merecía. Me sentía poca cosa para ella —confesó— cuando la tuve entre mis brazos, porque casi se desmaya... Cuando la abracé y escuché que dijo que si me prometí a mí misma que voy a pasar cada minuto de mi vida haciéndole saber cuánto la amo —A esta altura Tzuyu tenía a toda la audiencia hipnotizada.
— ¿Qué crees que pensó en ese momento ella? —le preguntaron.
— Pues no se... creo que...
— Cuando Tzuyu se puso de rodillas —Sana hacía acto de presencia en el lugar y a Tzuyu se le iluminaba la cara— Yo fui la que se sintió insignificante mirando esos ojos marrones que me enloquecen día a día. No encontraba explicación alguna de porque una mujer común como yo tenía el privilegio de ser amada por alguien tan especial como ella —las bailarinas abrieron el circulo para dejar pasar a la rubia que se frenó justo enfrente de su chica.
— Sana... —Tzuyu se paró
— Me temblaron las piernas y sentí como el cuerpo no me respondía... pensé que me iba a estrellar contra el piso hasta que sentí sus brazos alrededor mío. Cuando le dije que si... hubo un instante que nuestras miradas se quedaron luchando para ver cuál de las dos decía más fuerte que nos amábamos y en ese momento sentí que no quería estar en ningún otro lado que no sea en tus brazos —finalizó. Y otra vez las miradas luchaban.
— Te amo —de Tzuyu hacía Sana.
— Te amo —De Sana hacía Tzuyu.
Y el beso vino seguido de muchos "aaaaaaaa" y luego las dos se vieron apretadas por un abrazo grupal de todas las bailarinas.
— Ahora se sientan —anunció Mary agarrándolas de las manos y obligándolas a tomar una silla— Y dejan que mis chicas les den la despedida —Todas las bailarinas se ubicaron en posición
— Momo se muere cuando le cuente —y empezaron a desfilar cuerpos desnudos para las futuras esposas.
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