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Capítulo 46.- Esta y en las otras vidas

Estadio de las Liberty - Dos semanas después

Tzuyu y Shuhua se habían quedado jugando uno contra uno al final del entrenamiento. Era la forma en que les gustaba charlar, en vez de juntarse a tomar café o a comer, ellas preferían hacerlo así, todas sudadas y agitadas.

— ¿Y por qué tu no vas a participar en el maratón de Victoria Secret? —le preguntaba Shuhua a la morena mientras picaba la pelota en su lugar.

— Si claro ¿Y quedarme para ver como mi novia se babea por Adriana Lima? — respondió tratando de sacarle la pelota. Cosa que logro con éxito, por algo era la estrella del equipo ¿no?— tienes que protegerla más con tu cuerpo Shu —le aconsejo.

— ¿Y qué vas a hacer durante las seis horas que dura la maratón? —le preguntó mientras se defendía del ataque de la morena.

Tzuyu se frenó de golpe— ¿COMO QUE SEIS HORAS? —Shuhua aprovechó para sacarle el balón.

— Deberías protegerla con tu cuerpo —Tzuyu se burló encestando el balón que le había rodado.

— ¡MAMI MIRAME! —Yoon Ah le gritaba desde un costado de la cancha donde practicaban las porristas. La niña tenía un pompón en cada mano y los agitaba formando varias letras. Su madre pudo formar la palabra Chou con las letras humanas que estaba haciendo su hija.

— ¿Abandonó el balón por los pompones? —le preguntó la otra jugadora a Tzuyu.

— Al parecer es algo que lleva en la sangre —la verdad era que desde ya varios entrenamientos de Tzuyu que Yoon Ah se la pasaba con las porristas. La mayor no sabía si era porque a su hija le gustaba ser el centro de atención de un montón de mujeres o porque realmente le interesaba el baile, los paso o lo que vaya a saber qué cosa hacían las porristas.

— ¿Cómo que seis horas Shuhua? Pensé que el desfile duraba dos nada más —y la morena tenía razón.

— De acuerdo con Momo —la mayor de las japonesas había sido la encargada de invitarla al gran evento— antes del desfile hay una emisión previa donde se muestra toda la organización previa, el backstage de la sesión de fotos de tu chica, entrevistas con gente de la marca y por sobre todas las cosas, según Momo, muchas modelos en ropa interior corriendo —la abogada estaba por de más entusiasmada con la maratón— Luego está el desfile claro —contó la suplente— Y después del desfile, mal que te pese estas fueron las palabras de tu rubia, viene la mejor parte, la entrevista a las modelos —y con eso finalizaba la maratón.

Tzuyu tiró al aro fallando nuevamente. La verdad es que ya estaba molesta desde la mañana cuando vio entrar a las Mohyo a su departamento luciendo remeras con la cara de la modelo. Al parecer el maratón de Victoria Secret era una "hermosa" costumbre que se desataba entre el grupo de amigas todos los años el día del desfile. Inclusive su amigo Eunwoo que vivía de la moda se unía al grupo para el evento. Evento del cual la morena no pensaba formar parte.

— Bueno pues no se entonces, algo haremos el cangurin y yo —le informó a su amiga mirando para el lado de las porristas donde la capitana le estaba enseñando a Yoon Ah a hacer una perfecta media luna.

— ¿No crees que te estás pasando con los celos Tzu? Tampoco es para tanto —al parecer el juego había terminado, ambas se sentaron en el banco a mirar a la pequeña haciendo sus piruetas normales.

— Detesto cuando Sana le presta atención a alguien que no sea yo —confesó la morena— El día después de la boda tuve que soportar como atendía a todo el mundo, inclusive a sus ex novios que babeaban por ella y a su cuñado que a cada rato le miraba el trasero...

— Ese tipo es un cerdo —opinó la otra chica.

— Totalmente —coincidió Tzuyu— Y para colmo Sana se enoja conmigo porque le niego mi gaseosa...MI GASEOSA... ¿puedes creerlo? —la morena estaba realmente afectada— Esa mujer me tiene loca, todo el tiempo necesito que me mire, que me sonría, necesito estar al lado de ella, no me reconozco — suspiró.

— Me parece raro que hayas sobrevivido esos días sin agarrarte a trompadas con alguno, quiero decir, yo he tenido que intervenir varias veces para que Nancy y tú no se vayan a los golpes. Tienes que admitir que tienes un carácter fuerte amiga —le dió un pequeño codazo amistoso.

— Créeme que ganas no faltaron. el gimnasio y el box me ayudan a descargarme —omitió decir sexo también.

— ¿Y el dolor del pie que tuviste durante esos días? —su compañera ya lo sabía por otras fuentes, pero quería que Tzuyu lo confirmara. La morena murmuró algo muy bajito— no te oigo —la presionó Shuhua.

— Le pegue una patada a una silla ¿de acuerdo? —soltó. Y encima mintió porque les había pegado a varias sillas.

— ¿Y qué paso? —esto era lo que más gracia le causaba.

— Volví al sillón —contestó apenada pegando los codos a sus rodillas y tomando entre sy sus manos su cabeza— Además... ¡Deja de interrogarme! Si ya sé que mientras Sana me mandaba al sillón tú y Momo se mensajeaban —Shuhua sabía que a las otras dos les encantaba burlarse de la morena— ¡Oye! —el codazo de Shuhua esta vez no fue muy sutil.

— Esta niña tiene sangre de porrista sin duda alguna —Yoon Ah se acercaba al dúo de la mano de la capitana de las porristas, eso era lo que el codazo quería decir.

— Gracias Soojin —Tzuyu se levantó del banco y fue al encuentro de su hija y la porrista— Pude ver como la ayudabas con las piruetas —le agradeció a la chica.

— Tal vez pueda acompañarnos en la pista para el primer partido de Play off —ofreció Yooa sin dejar de mirar a la deportista.

— Pues ¿Tu qué crees cangurin? ¿Te gustaría? —la pequeña solo afirmó con su cabeza sin sacarle los ojos de encima a la porrista. Nadie la culparía, a simple vista la alta joven de ojos hermosos, y con cuerpo privilegiado era encantadora.

— ¡Perfecto! Yo me encargo de todo —le dijo la chica a la morena.

— Gracias nuevamente y gracias por cuidarla mientras yo le daba una paliza a Shuhua —le dijo Tzuyu a la otra jugadora que también estaba embobada mirando a la porrista.

— Cualquier cosa por nuestra jugadora estrella —Soojin se adelantó y le dejo un beso en la mejilla a la jugadora— Adiós Yoon Ah —se agachó y le dio otro beso a la pequeña.

— Mami creo que estoy mormonal —le dijo la pequeña apenas la otra chica se alejaba para seguir con sus practicas.

— ¿Qué es estar mormonal? —preguntó Shuhua.

— Es una palabra que usa Yoon Ah cuando le gusta alguien —explicó.

— Pues entonces yo también estoy mormonal —dijo la suplente.

— Si quieres que te preste atención vas a tener que hacer mucho más que quedarte como tonta mirándola cada vez que se acerca —le aconsejó mientras recogía sus cosas.

— Si, además de no estar contigo, ¿ya viste como te miraba? Te quería tragar como una condenada boa constrictora — Tzuyu giró los ojos— ¿O no Yoon Ah? — Shuhua quería sumar testigos.

— ¿Qué es una boba constructora? — preguntó la pequeña.

— Un tipo de serpiente bichito ¿Nos vamos? —insistió— ¡Dejen de mirarla mormonales! —las empujó a la salida.

— ¡ADIOS SOOJIN! —gritó Yoon Ah sacudiendo la mano.

— ¡HASTA LUEGO SOOJIN! —Shuhua trato de hacerse la interesante.

— ADIOS PRECIOSA —obviamente la porrista respondía al saludo de la pequeña.

— ¡Me dijo preciosa! —se entusiasmó Shuhua.

— ¡Me lo dijo a mí! —el cangurin tenía razón.

— ¡Dios mío! Llévame, llévame ahora por favor —suplicó Tzuyu mirando al cielo.

En el departamento de Sana y Tzuyu - sede elegida para el maratón de Victoria Secret

Sana abrió la puerta del departamento.

— ¡Me lo dijo a mí! Estoy segura que me estaba mirando —la suplente seguía peleando con una nena de ocho años.

— ¡Fue para mí! Siempre me dice así —refutó la pequeña.

— A las nenas de ocho años no se les dice "preciosa" —ambas entraban en el departamento captando la atención de todos los presentes.

— Pues Soojin siempre me... "Hola preciosa" y "Adiós preciosa" pregúntale a mi mami —la pequeña no iba a aflojar la pelea.

— ¡SILENCIO! —Sana ya estaba mareada— ¿Dónde está Tzuyu? —preguntó.

— Dijo algo así como que necesitaba manzanas y nombro a un tal viejo Cho... lo importante es que... ¡SOOJIN ME DIJO PRECIOSA! —cada cual se queda con lo que le conviene.

— ¡ES MENTIRA! —la pequeña se sentaba en el sillón y cruzaba los brazos.

— Ya pequeña no te enojes —la adulta seguía molestando a la niña— cuando seas más grande la tía Shuhua te va a enseñar sus técnicas de conquista.

— ¿Quién es Soojin? —preguntó Momo que ya estaba cómoda en el sillón, con cerveza en mano lista para empezar con la maratón.

— La capitana de las porristas —contestó.

— ¿La chica con cuerpo infartante? — pregunto Momo. Shuhua asintió— ¿No me digas que tu —señaló a la jugadora— probaste sus pompones? —poco sutil, pero al menos lo intentó.

— Estoy cerca créeme —se agrandó— hoy me dijo preciosa —ya se lo había adjudicado totalmente.

— Mamá —la llamó la pequeña— ¿Por qué en el zoológico nunca hemos visto una boba constructora? —al parecer la niña había estado repasando los hechos sucedidos en la cancha.

— ¿Qué? —Sana no había captado la pregunta.

— Jajajaja —Shuhua se empezó a reír— pregunta porque yo dije que Soojin miraba a Tzu como si fuera una boa constrictora y quisiera tragársela... por un momento pensé que le iba a comer la boca, pero después se desvió y le dio justo en la mejilla... ¡AUCH! ¿Por qué me pegas? —Mina fue la que la había parado con un coscorrón en la cabeza.

— ¿Qué dijiste Shuhua? —presionó. La suplente pudo ver como la sonrisa maliciosa de Yoon Ah se desplegaba de oreja a oreja.

— No te preocupes Shuhua, hay varias porristas detrás de ella, pero Tzuyu no le sigue el juego a ninguna. Con Soojin se llevaba bien porque ella le está enseñando a Yoon Ah los pasos de porristas y de paso la cuida... ¿Cuánto falta para que empiece la emisión? — cambió de tema. La mirada de Sana la estaba poniendo incomoda.

— Todavía tienes que ponerte tu remera —le indicó Jihyo— ¿Equipo Adriana o equipo Alessandra? —le mostró dos remeras con las caras de las modelos para elegir.

En el momento que Shuhua se estaba cambiando Tzuyu entraba por la puerta con una bolsa de manzanas en la mano. Yoon Ah salió corriendo a colgarse de ella y le dijo algo al oído.

— Por supuesto que te lo dijo a ti bichito —le aseguró. Después le dijo algo en secreto a su niña y ambas empezaron a reír.

— ¿Se están riendo de mí? —les preguntó la suplente. Las otras dos seguían cuchicheando y riéndose.

— Me voy a bañar —anunció la morena dejando a su pequeña en el piso. No quiso mirar a ninguno de sus amigos y menos a su novia. Los celos la estaban matando y la hacían comportarse de esa forma. Quería que Sana la extrañara, la deseara, quería que fuera solo para ella— ¿Podrías ayudar a Yoon Ah a cambiarse? Quiero salir con ella a pasear por ahí —fue lo único que le dijo a la rubia. A su vez la fotógrafa asintió enojada sin decir una palabra. Todavía seguía afectada por lo de la tal Soojin.

Shuhua notó como Yoon Ah volvía al sillón mirándola sin parar de reírse— ¿Qué? —le preguntó.

— Mami dice que con la cara de boba que le pusiste a Soojin es imposible que te haya dicho preciosa a ti —se volvió a reír— y dice que tu deberías empezar a tomar clases de conquistas de mi —agregó.

— Claro porque para ella es fácil, total se saca la remera en los entrenamientos y en dos segundos las tiene a todas a sus pi... ¡AUCH! ¿QUIEN FUE LA QUE ME TIRO UNA MANZANA? —esta vez fue Jeongyeon la que le cerró la boca.

— Yoon Ah vamos a cambiarte —le ordenó Sana. La pequeña le saco la lengua a la suplente y siguió a su madre.

— Momoring tendríamos que empezar a visitar a Tzu en los entrenamientos — le dijo Jihyo a su esposa.

— No te preocupes cariño, conociendo a Sana estoy segura de que vamos a tener que usar los binoculares de nuevo —dejó un beso en la frente de su novia— ¡VAMOS EQUIPO ADRIANA! —alentó.

Para cuando Tzuyu volvía a la sala, el show ya había empezado y todos sus amigos miraban atentos las pantallas.

— ¿Nos vamos cangurin? —le tendió la mano que la pequeña muy gustosa agarro. Tzuyu buscó los ojos de su novia sin éxito alguno. La rubia tenía los ojos pegados a la televisión. Los celos de Tzuyu estaban haciendo estragos en el cuerpo de la morena.

— Acuérdate de traer la cena bomboncito —sin sacar los ojos de la pantalla Momo se lo recordaba.

— Mándame un mensaje cuando termine esta cosa —y con esto dicho salió del departamento con su hija sin darse cuenta que unos ojos siguieron su recorrido hasta la puerta. Sana pudo oler el perfume de Tzuyu desde donde estaba y más bronca le dio que lo hubiera usado para salir sin ella. Esto había sido una contienda de celos versus celos que al parecer aun no terminaba.

En el mismo departamento - Recién terminado el desfile.

— Wow ¿Vieron la última pasada de Adriana? —pregunto Eunwoo— desplego las alas y saludo como si este fuera su último año —comentó.

— Yo no estaba mirando las alas —dijo Jeongyeon.

— Yo menos —acordó Momo.

— Yo todavía no me recuperaba de la anterior pasada con el conjuntito rosa —comentó Shuhua.

— Mi preferido fue la pasada de la ropa interior blanca —opinó Nayeon— ¿Sana crees que puedes conseguirlas antes de que llegue a las tiendas? —la fotógrafa era su conexión con la marca. Lo que los chicos no sabían es que la rubia no pensaba compartir los conjuntos blancos con ninguna, debido a la facilidad que tenía su novia para arrancárselos era mejor tener varios de repuesto.

— Voy a hacer lo posible —se limitó a contestar para luego volver a mirar su celular vacío de mensaje de Tzuyu. La rubia se mordía el labio de la bronca. Tzuyu debería estar inundándola de mensajes.

— Mi parte preferida fue cuando Sooyoung casi se cae de la pasarela —Mina aportaba a la charla.

— No creo que Sooyoung siga por mucho tiempo en la marca —contó Sana sacando sus ojos del celular.

— Es verdad —la apoyó Eunwoo— me llegaron rumores de que su comportamiento no es el adecuado, si se puede decir así —todos asintieron.

— ¡SHHHH! —alguien pedía silencio— ¡Están entrando! —por la pantalla se podía ver como una por una las cuatro modelos más conocidas se ubicaban en banquetas donde iban a ser entrevistadas. Por fortuna Sooyoung no era una de ellas.

En el bar de Somi.

— ¡POR DIOS! —Somi veía entrar a Tzuyu y a la pequeña llena de bolsas— ¿Están huyendo? Porque si así es exijo que me lleven con ustedes, me acabo de pelear con Taeyong y lo quiero lejos mío por un tiempo.

— Hola Somi —la pequeña se subía a la barra para darle un beso a la cantinera— Mami Tzu dice que cuando una está mormonal, las compras lo solucionan por un rato —explicó.

— Sí que están mormonales entonces —acotó cuando vio la cantidad de cosas que se habían comprado— ¿Qué número de pingüino de peluche es este? — preguntó cuando saco un peluche de un paquete.

— El diez —contestó la pequeña.

— ¿Van a cenar acá? —le preguntó a la morena después de saludarla.

— Sí, y me tienes que preparar lo de siempre para llevar para el grupo —pidió— porque no te vas a lavar las manos bichito —la pequeña salió para el baño.

— ¿Estas bien? —le preguntó la empleada a la morena.

— Hice una locura —confesó sacando algo de su campera para mostrárselo a su amiga.

— ¿Es lo que yo creo que es? —el tamaño pequeño de la caja lo decía todo para camarera. Por más que la morena había apoyado la frente en la barra, Somi alcanzó a ver como asentía.

— ¡DIOS MIO! —la mitad de la clientela se dio vuelta por el grito de la camarera— ESTAS...ESTAS... ¿ESTAS SEGURA? —preguntó para luego bajar la voz— Quiero decir... es un gran paso Tzu... ¿Sabes a lo que te comprometes no? — presionó en busca de respuestas.

— Lo se Somi, lo sé —tuvieron que callarse porque el cangurin que no sabe cerrar la boca volvía lista para ser alimentada. Y Tzuyu no podía dejar de mirar el celular, ni un mensaje, ni una llamada de su chica. Se ve que mirar a Adriana Lima era más importante que ella.

En el departamento

"Recientemente tuvieron una sesión de fotos con la prestigiosa fotógrafa Minatozaki Sana para la campaña publicitaria en New York ¿cierto? —las modelos asentían ante la pregunta del entrevistador— ¿Qué tal fue la experiencia? Quiero decir, todo el ambiente sabe la clase de exigencia que pide la señorita Minatozaki de sus modelos"

Sana no pudo evitar sonreír con orgullo ante la pregunta. Le gustaba tener ese tipo de fama

Chantal tomo la iniciativa y hablo— Para mí fue todo un logro profesional, Sana maneja las cámaras como nadie —la cámara de programa tomo por un momento a Alessandra y a Adriana que hablaban entre si y reían en complicidad mientras Chantal hablaba— Nos supo manejar y exploto cada uno de nuestros ángulos a la perfección. Cuando me enteré de que ella se iba a encargar de la próxima temporada me puse muy contenta —comentó la modelo.

— Los conquistaste Sana —Momo y sus amigos la felicitaban

— ¿Nos van a contar de que se reían? —le pregunto el entrevistador a las dos brasileras.

De vuelta las dos se miraron pícaramente — Yo creo que Adriana te tendría que contestar como la paso en esa sesión de fotos —contestó Alessandra mientras Adriana se cubría la cara con la mano.

O lo cuentas tu o lo hacemos nosotras —la cuarta modelo presionaba a su compañera.

— Espero que no hable del acoso que surgió por parte de Momo —comentó Jeongyeon.

— ¡Cállate avestruz! —se defendió la japonesa.

— ¡Shhhh! —Sana las tranquilizó.

— Resulta que, así como la ve a nuestra sexy TOP model le gusta el básquet y... —Alessandra empezaba el relato, pero Adriana la interrumpió.

Está bien. Cuento yo —respiró— cuando iba a la preparatoria jugaba baloncesto, siempre me gustó mucho ese deporte y bueno obviamente sigo la WNBA todo el tiempo —la modelo se ponía nerviosa— Soy fanática de las Liberty y por ende adoro a Chou Tzuyu —confesó.

En la sala del departamento no volaba una mosca

Pues te vas a tener que sumar a miles de fanáticos más parece, Chou no es la sensación de la ciudad —aclaró el periodista.

No es solo eso —lo interrumpió Chantal— Adriana tiene un GRAN enamoramiento de esa jugadora. Cuando la vimos en el set, casi se muere —contó.

No paro de hablar de ella en toda la semana —contó otra de ellas.

¡Bueno ya! —Lima quería parecer enojada, pero en realidad se reía más que sus compañeras— Además ya la conocía desde antes, nos cruzamos trotando varios días en el !parque. Es muy simpática —dijo.

Menos mal que dejas la marca —dijo Alessandra— porque no sé cómo ibas a enfrentar a su novia después —todas rieron.

Tengo entendido que hay varias marcas atrás de la jugadora —comentó el conductor— ¿te gustaría hacer una sesión de fotos con ella o algún tipo de comercial? —la pregunta iba dirigida a Adriana.

Me gustaría hacer cualquier cosa con ella —respondió.

Eso sonó muy mal —acotó Alessandra haciendo reír hasta al entrevistador.

De pronto el televisor quedo negro. Extrañamente todos los chicos giraron su cabeza para dar con Sana. La rubia estaba por explotar

— Momoring ¿crees que tendríamos que hacer algo? —le preguntó despacio Jihyo a su esposa.

— Si amor, llamar a la división explosivos porque en esta casa algo explota seguro.

Tzuyy llegaba a la puerta de su departamento con un bichito dormida colgada de ella como si hubiera dejado de ser cangurin para ser koala y haciendo malabares con la cena de sus amigos con su mano libre. Los paquetes habían quedado en el auto para la próxima bajada.

Mientras cenaban con Yoon Ah en el bar de Somi había recibido varios por no decir cientos de mensajes raros "la tienes muerta" decía un mensaje de parte de una de sus compañeras de equipo "¿Qué estas esperando para comerte ese bomboncito?" decía otro de los mensajes. Y más o menos en el mismo tono se repetía la mayoría. Inclusive Shuhua le había mandado un desconcertante "¿Cuándo empezamos las clases genia?" decía. Hasta que llego al de Momo que era algo así como "Mejor que vengas para acá", el cual hizo preocupar a Tzuyu y más aún la preocupo el de Jihyo que decía "Nuestra cama te sigue esperando". Lo primero que se le ocurrió a Tzuyu es pensar que algún villano malvado salido de algún comic había rociado la ciudad con un gas toxico que hacia delirar a la gente y había tenido éxito, pero el mensaje de Sana le borro ese pensamiento "Te quiero en cinco minutos acá" leyó. Lo que le dio la pauta de que algo había pasado.

Cuando giro la llave de la cerradura, pudo sentir millones de pasos acercándose, "OH DIOS JUMANJI... UNA ESTAMPIDA" pensó, pero cuando vio a todos sus amigos acercándose a ella se tranquilizo.

— Adiós Tzuyu —saludaron las Yoo para luego agarrar su cenar e irse.

— Nos vemos mañana en el entrenamiento... si sigues viva —esto último lo murmuró.

— No la mires directo a los ojos —le aconsejo Chaeyoung que salía de la mano de Mina.

Eunwoo le dedicó una sonrisa y Jihyo le dio un fuerte abrazo— Te vamos a extrañar Tzu —le dijo tristemente.

La ultima en irse fue Momo— Yo me llevo esto —terminó de sacarle la comida de las manos— una cosa menos para tirarte —le dijo— Y no te preocupes que ya alejé lo que más duele, sobre todo los cuadros con fotos. Créeme que si te pegan con la punta duelen bastante. Te lo digo por experiencia —Momo recordaba la última vez que sana se había enojado con ella cuando llego borracha del alter Office— chau bomboncito —se fue dejando a Tzuyu con la boca abierta. La morena cada vez pensaba más en la posibilidad del gas toxico.

Apenas entró a la sala vio a Sana sentaba en el sillón mirando fijamente a la pantalla negra del televisor. Fue hasta la habitación de la pequeña, le puso el pijama y la acostó. Finalmente volvió a la sala y en una no muy buena decisión se paró tapando la pantalla, justo enfrente de la mirada asesina. Sana estaba lista para jugar a tiro al blanco con Tzuyu— ¿Te sientes bien? —preguntó la morena, tenía que descartar la opción del villano primero.

— ¿Por qué no me dijiste que corrías con Adriana Lima? —primer disparo, punto para Sana.

— ¿Qué? ¿De que estas hablando? —la jugadora está totalmente perdida.

— No te hagas la tonta Tzuyu —cargando escopeta— Primero no me dices que coqueteas con la porrista esa, segundo que dejas que le de clases a mi hija sin consultarme y tercero que te ves con la modelo idiota esa sin que yo lo sepa —los tres dispararos formaron un triángulo alrededor del centro del tablero.

— ¿Estás hablando de Soojin? —la deportista necesitaba orientarse.

— Claro, para ti es Soojin ¿Cierto? ¿Cómo le dices Soo o preciosa? —la rubia no se quedaba sin balas.

Tzuyu empezaba a ver la mano de Shuhua en esto— Sana, Soojin solo mira a Yoon Ah mientras yo entreno, nada más. Además, el cangurin está entusiasmada con eso de las porristas, entonces le está enseñando eso es todo —le restó importancia.

— ¿Eso es todo? ¿eso es todo? Ahora resulta que me tengo que enterar por tu amiga que la mujer esta quiere tragarte como víbora y para ti nada pasa —Antes de que Tzuyu pudiera contestar, la fotógrafa siguió— Y no solo eso, si no que también todo el puto mundo se entera que mi novia anda coqueteando con Adriana Lima a mis espaldas...

— ¿DE QUE ESTAS HABLANDO? ¿Y POR QUE DE REPENTE ESTA TIPA SE METE TANTO EN MI VIDA? —a esta altura la morena no podía mantenerse calmada.

— Esa tipa como tú dices, declaro en la entrevista ante millones de espectadores que tiene un gran enamoramiento en ti, que desde que te vio en mi estudio no deja de hablar de ti y que se cruza contigo corriendo —tuvo que respirar hondo después de tantas palabras juntas.

— ¿En una entrevista? ¿enamoramiento? —Tzuyu empezaba a caer— ¡AHORA ENTIENDO LOS MENSAJES! —dijo agarrando su celular. Pero Sana fue más rápida y se lo sacó de la mano.

— ¡AAAAA! PERO QUE BIEN. Ahora resulta que eres un ídolo —Tzuyu giró los ojos— Pues ¿Qué haces perdiendo el tiempo conmigo? —preguntó en tono irónico— ¿Qué estas esperando para "entrarte a ese bomboncito"? —copió el mensaje que había recibido la morena.

— Sana cálmate y no digas nada de lo que te vayas a arrepentir —la deportista sabia lo filosa que podía ser su novia cuando quería— Primero que nada, que yo corro sola, lo hago con música muy fuerte y la mayor parte del tiempo voy pensando en ti —contó— así que no tengo ni idea quien pasa cerca mío o quien no —explicó calmadamente.

Sana se paró del sillón preparo su munición pesada y disparo— Siempre es lo mismo contigo Tzuyu. Siempre pasa lo mismo. Aparecen mujeres desde debajo de las piedras diciendo tu nombre o mirándote y tu como si nada, siempre tienes una respuesta para todo —las balas iban directo al blanco— ¿Qué soy yo para ti Tzuyu? Dímelo, ¿Soy tu lugar seguro? ¿Soy la madre de Yoon Ah? ¿Es por eso que me tienes cerca? ¿A caso me amas siquiera? ¿Acaso...

— ¡BASTA! —la rubia no se dio cuenta de lo que estaba diciendo hasta que vio los ojos de su novia, jamás los había visto tan furiosos. No sabía en qué momento Tzuyu se había movido y la tenía agarrada de los hombros— No te voy a permitir que sigas diciendo tonterías, que sigas haciéndome sentir culpable, cuando fui yo la que se tuvo que ir de acá porque ya no soportaba como mi novia babeaba por una estúpida modelo, ¿O no recuerdas que ramera tenia puesta? Yo tendría que estar preguntándote si me amas o si soy suficiente para ti —Sana escuchaba palabra por palabra, pero sus ojos estaban clavados en el marrón oscuro de su novia— Tú me tienes como quieres y no lo soporto que mires a nadie más que no sea yo, no soporto que de tus labios salga otro nombre que no sea el mío, no aguanto ver como tus ojos se desvía hacia otra persona —con esto dicho la soltó y se alejó hacia la puerta.

— ¿Dónde vas? —pregunta que se contestó sola cuando la vio agarrar las llaves de su moto. Un portazo fue lo último que escucho.

A la mañana siguiente

Sana se despertó solo para mirar por vigésimo tercera vez el otro lado de la cama que aún seguía vacío. Decir que no había podido pegar un ojo en toda la noche era lo acertado, cada vez que trataba de cerrarlos la discusión con Tzuyu pasaba en frente de ella. Al parecer finalmente el sueño la había vencido porque ya eran las 9 de la mañana. Y aunque su hija aún estuviera de vacaciones ella tenía que volver a trabajar, así que se levantó y lo primero que hizo fue buscar rastros de su novia por algún rincón de la casa.

Cuando fue el turno de la habitación de Yoon Ah se sorprendió al no encontrarla dormida aun, y otra sorpresa se llevó porque no la encontró por ningún lugar de la casa. Cuando iba a agarrar su celular para llamar a Tzuyu preocupada, el aparato empezó a sonar "Yoon Ah llamando", Sana se preocupó.

— Hola —atendió nerviosa.

— Mami necesito que vengas a la esquina donde se cruzan la calle 21 con la Washington, ya mismo —y cortó.

— Hola... hola... Yoon Ah cariño háblame —trató de llamar de nuevo, pero iba directo al contestador, también trato de ubicar a Tzuyu pero tuvo la misma suerte. No perdió más tiempo, se puso algo de ropa encima y salió hacia la dirección citada pensando los peores desenlaces.

El corazón le latía de una manera inexplicable y cuando vio un circulo de gente en esa misma esquina le empezaron a fallar los músculos. Sintió como unos brazos la rodearon— Tranquila Sanake, ya estamos llegando —Momo le servía de apoyo.

— ¿Qué le paso a Tzuyu, Momo? Es mi culpa lo se... estaba loca por los celos y le dije de todo, ella salió en la moto. Si le pasa algo te juro que me muero... —el circulo de gente se abrió y Sana se quedó paralizada por la imagen que estaba viendo.

Una alfombra roja rodeada de lo que parecía ser millones de pétalos rojos, se desplegaba a lo largo de toda la vereda. Alfombra que terminaba justo en la esquina citada y debajo de los carteles que indicaban el nombre de las calles estaba esperándola Tzuyu.

— ¿Puedes caminar sola? —le preguntó Momo. Sana se negó, sentía que si hacia un paso más se desvanecía— Yo te ayudo —se ofreció la mayor de las dos.

Mientras se iban acercando Sana pudo distinguir la gente que las rodeaba, el equipo de Tzuyu, el entrenador, sus amigos, los señores Cho, vio como Jeongyeon sostenía una computadora a través de la cual la rubia pudo ver a sus padres y finalmente vio a su hija de la mano de Jihyo. Cuando llegaron al final del recorrido la rubia sintió como la abogada se alejaba para agarrar la otra mano de su pequeña. Sus ojos por fin se centraron en los marrones de su novia. Sana podía sentir sus lágrimas cayendo por sus mejillas— Tzuyu yo...

La morena posó suavemente un dedo en los labios de su chica— Déjame hablar por favor —pidió amablemente. Le agarró ambas manos, respiro hondo y empezó— Sana ¿Sabes dónde estamos? - le pregunto

— En la esquina que nos conocimos, donde nos chocamos por primera vez — como olvidarlo. Justo en frente estaba la tienda donde Tzuyu le compro la camisa.

— Exacto —aprobó— Quería que vinieras aquí porque necesitaba mostrarte el lugar donde mi vida cambio para siempre. Necesitaba que vieras el lugar donde me enamore por primera y última vez —las lágrimas de Sana caían como cascada— Me acuerdo ese día como si fuera ayer, de hecho, recuerdo que tus palabras fueron "¿SE PUEDE SABER QUE HACES? MIRA, PERO MIRA COMO ME HAS DEJADO INUTIL" —Tzuyu la imito y la gente de alrededor rió.

— Fue la primera vez que me dijiste reina también —agregó Sana.

Tzuyu sonrió recordándolo— Sana yo no sé qué hiciste conmigo, muchas veces me pregunto si no me has hechizado o algo así porque desde ese día que ya no soy la misma —La rubia frunció el entrecejo— desde ese día soy feliz, desde el día que te cruzaste en mi camino que no puedo imaginarme sin ti a mi lado. Te amo tanto amor mío que anoche, cuando dudaste de mi amor supe que algo estaba faltando, que algo estaba haciendo mal...

— Tzuyu yo fui una tonta...

— Déjame seguir por favor —volvió a pedir. Sana se calló— creo que lo que hace falta es algo que te haga entender de una vez por todas, que no hay mujer en el mundo que me vuelva loca como me vuelves tú. Que solo tú, con tus seis perfectas sonrisas, con tu mirada asesina, con esa ceja que me hace hacer cosas inesperadas, con tu cuerpo perfecto, con esa voz que me seduce y con esos hermosos lunares, solo tú has logrado enamorarme. Y es junto a ti con quien quiero pasar el resto de mi vida, y si de verdad hay otra vida después de esta, también la quiero pasar contigo... Y por eso —Tzuyu agarró una de las manos de su novia y se arrodillo, Momo le paso una cajita. Silbidos y gritos se escucharon de varios lugares— Minatozaki Sana ¿Quieres casarte conmigo? —la morena abrió la cajita revelando un hermoso anillo...

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