La boda

Cuando Momo y Jihyo caminaron por la extensa alfombra roja era difícil decidir cuál de las dos estaba más bonita, la única diferencia era que la bailarina se deslizaba con gracia por el pasillo, en cambio Momo estaba tan nerviosa que tropezaba a cada rato. Inclusive Sana, que venía detrás de ella, en más de una oportunidad tuvo que recogerle el ramo que las temblorosas manos de su amiga no podía agarrar— Menos mal que esto era pan comido para Hirai Momo —le dijo la rubia al oído a su amiga la segunda vez que le paso las flores. Ni un insulto pudo contestar la abogada, simplemente las palabras no le salían.

La ceremonia siguió su ritmo normal, Jihyo hizo reír a todos los invitados con sus votos, en cambio Momo tuvo que pedirle a Sana que le sostuviera el papel porque con sus manos transpiradas no lo podía ni agarrar, y como si fuera poco la mayor de las 3 tartamudeo varias veces y a la mitad del discurso ya estaba llorando. Y la cadena volvía a empezar, lloraba Momo, lloraba Sana, lloraba la fotógrafa y lloraba Yoon Ah, lloraba la niña y lloraban todas las invitadas y así sucesivamente. Tanta lagrimas vio Tzuyu caer que, al final de los votos de la abogada la morena pensaba que no alcanzaban todas las cebollas de la tienda de la señora Cho para equiparar semejante mar de llanto. No era que la deportista no lloraba porque era insensible o frívola o algo así, si no que, si alguien le preguntaba ¿Qué carajo dijeron las ahora ya casi nombradas esposas? Tzuyu no tenía la menor idea. Desde que vio entrar a su novia por la puerta del lugar, no pudo dejar de mirarla, no podía dejar de prestarle atención a cada gesto, no se perdió cuando madre e hija se agarraron de la mano y buscaron sus ojos marrones, ni tampoco la mueca casi sonrisa que hizo la artista cuando Tzuyu le soplo un beso desde su lugar. Y cuando Sana se puso al lado de Momo para sostenerle sus votos, la jugadora vio cómo su chica movía la boca leyendo los votos en silencio en su caso y Tzuyu no pudo evitar imaginar el día en que ella los iba a estar escuchando de la boca de su mujer, no pudo dejar de imaginar el día en que ella iba a estar deslizando el anillo en el dedo de Sana al igual que Jihyo lo estaba haciendo ahora con Momo.

Cuando la voz de Jeongyeon apareció en el salón con un fuerte "VIVAN LAS NOVIAS", Tzuyu salió de su encanto. Lo primero que hizo fue agarrar a su hija que corriendo y sin importarle un comino que tenía un vestido que cuidar, salto a los brazos de su mami Tzu.

— ¿Lo hice bien? —le preguntó la pequeña.

— Nadie pasa mejor los anillos que tu bichito —De hecho, madre e hija habían practicado varias veces la pequeña participación de Yoon Ah.

— ¡Tzuyu! ¡Yoon Ah! —Mina las llamaba— las están buscando para las fotos —anunció. Y hacia allí se dirigieron.

— ¡Queremos una foto con las piernas de Tzu!... Digo con Tzu —corrigió Jihyo al recibir una mirada asesina.

Tzuyu bajó a su hija de sus brazos y se puso entre medio de las novias— están hermosas —les dijo dejando un beso en la mejilla de cada una— Me hace muy feliz ser testigo todos los días del amor que se tienen —agregó mientras se disponían a posar para las cámaras.

— Sanake, por favor, piénsalo de nuevo, es nuestro regalo de bodas —Momo le rogaba a su amiga.

— Si Sana, préstanosla un ratito nada más. Momoring y yo también queremos probar a la bestia —la bailarina se unía a la petición de su actual esposa.

— Primero que quiero que ya mismo saquen las manos del trasero de mi novia y segundo que Tzuyu y yo les acabamos de regalar la luna de miel, se conforman con eso ¿oyeron?... Y no quiero más protestas —agregó.

Mientras Sana se encargaba de supervisar las fotos, la morena se le acerco por detrás— Disculpe señorita —le dijo en el oído— ¿Habrá alguna posibilidad de que hable con la encargada de la organización de la boda? Hay algo que me está molestando —Tzuyu pudo ver como la piel de gallina se formaba en los hombros de su novia— ¿Podemos charlarlo después de las fotos en el guardarropa? —le preguntó .

— ¿PUEDEN DEJAR DE DECIRSE COSAS COCHINAS EN MI BODA, PAR DE PERVERTIDAS Y TERMINAR CON LAS FOTOS DE UNA VEZ? NECESITO ALCOHOLIZARME —la abogada lo tenía que decir en voz alta.

La deportista dejó un beso en la comisura izquierda del labio de Sana y la dejo tranquila.

— DEJA DE MIRARLE EL TRASERO AL BOMBONCITO Y PRESTA ATENCION A LAS FOTOS —gritó nuevamente la señora Hirai-Park.

— Tal vez si hubieras estado así de picará cuando entraste, no tendrá que haberte recogido tantas veces el ramo japonesa idiota —la enfrento Sana— ¡Ultimas fotos! —anunció. El guarda ropas la esperaba.

— ¡Es peligroso! —le dijo separándose de ella como pudo.

— ¿Para quién? —Tzuyu volvía a buscar la boca de su novia

— Nos pueden encontrar —puso sus brazos parando a la jugadora.

— Que lo hagan ¿tú crees que aun así voy a parar? —si Tzuyu lo hubiera dicho solamente, tal vez Sana hubiera sido más fuerte, pero si en el momento que le pregunta eso, aprieta sus pechos como si fueran su juguete favorito, era imposible detenerla.

— ¿No que no te gustaba el vestido? Pues te estoy haciendo un favor —razonó la morena a medida que bajaba el cierre que le iba a permitir alcanzar los pezones de su novia con la boca.

— MIERDA TZUYU —Sana trataba de contenerse, trataba de cerrar su boca, sabía que sus gemidos lo único que iba a hacer era volver más loca aun a su novia

La morena la miro sonriendo— ¿Estás segura de que vas a poder aguantarlos por tanto tiempo? —le preguntó. La jugadora conocía esa cara de su novia— Eso lo vamos a ver —agarró una de las piernas de Sana y la levanto de manera que ahora le rodeaba su cintura— No sé cómo lo haces —su mano empezó a pasar las barreras del vestido— Pero consigues que quiera tenerte así todo el tiempo. Una mirada tuya y me tienes Sana ¿Lo oyes? Me tienes —los dedos de la morena ya jugaban con el centro de su chica— Vamos dímelo, sé que tienes ganas, dímelo —Tzuyu quería escuchar esa voz que la volvía loca.

— ENTRA DE UNA VEZ POR TODAS —y ahí estaba lo que quería, y de un solo impulso logró que su chica no pudiera seguir con su voto de silencio. Los gemidos de Sana no se hicieron esperar.

— ¿Se puede saber dónde estabas? —Sana llegaba a la silla que estaba reservada para ella al lado de Momo.

— Sexo con Tzuyu —simplemente dijo.

— ¡Lo sabía! Me debes veinte dólares Momo —Nayeon festejaba su victoria.

— ¿Y dónde está Tzuyu? —preguntó la bailarina mirando el espacio vacío en la silla de la morena.

— La deje encerrada en el guarda ropa. Denle quince minutos para que se calme y alguno le va a abrir...

— ¡YO VOY! —gritaron Nayeon, Momo y Jihyo al mismo tiempo.

— Ninguna de ustedes tres, que vaya Jeongyeon —la rubia dio una nueva orden.

— ¡Tilin! Tilin! ¡Tilin! —Yoon Ah golpeaba con su cubierto en la copa como le había enseñado su mami, para llamar la atención de la gente.

— Hola a todos —Saludó una vez que tenía la atención de los invitados— Soy Yoon Ah Chou Minatozaki. Hija de Sana y de esa señorita que está entrando al salón en este momento —señaló a Tzuyu— porque como dice mi tía Momo la encerraron por pervertida, aunque yo no sé a qué se refieren con eso —Tzuyu saludaba tipo reina de belleza orgullosa en cambio Sana estaba colorada— Pero bueno también soy una de las damas de honor de mi tía Momo. Y como mi tía Momo lleva más de una hora volviéndome loca para que habla así ella puede ponerse borrachita, voy a hablar ahora.

— ¡Tilin! Tilin! ¡Tilin! —Momo golpeaba las copas esta vez— Quiero aclarar que los hechos no fueron como la pequeña rata traicionera los está diciendo. Solo quiero que hable para que empiece la fiesta —se sentó.

— ¡Tilin! Tilin! ¡Tilin! —Sana se paró a defender a su hija—Además Momo lleva más de dos horas borracha —se sentó.

— ¡Tilin! Tilin! ¡Tilin! —Momo volvía a tocar su copa— Por lo menos yo no ando teniendo sexo en los guardarropas de las bodas —se sentó.

— ¡Tilin! Tilin! ¡Tilin! —Sana pedía la palabra— No, en cambio tú y Jihyo prefirieron hacerlo en el baño de la boda de Yeji —contestó la rubia.

— ¡Tilin! Tilin! ¡Tilin! —Esta vez era Jihyo la que golpeaba su copa— ¡Y fueron varias veces! —agregó.

— ¡Tilin! Tilin! ¡Tilin! ¿PUEDO SEGUIR? —el carácter del bichito salía a la luz. Las otras tres mujeres se sentaron— gracias —la pequeña tomó aire— Tía Momo y tía Jihyo, cuando un día yo le pregunte a mi mama que era el amor, ella intento explicármelo de varias formas. Me leyó lo que decía el diccionario —la cara que puso la pequeña hizo reír a varios— Googleo la palabra e intentó leerme varios poemas que al día de hoy no me acuerdo y por ultimo hizo que llamara a la abuela Maiko para ver si entre ella y el abuelo Toshio se les ocurría una mejor forma de explicármelo —de nuevo risas— Después de no haber logrado nada, aparecieron ustedes agarradas de la mano en casa —señaló a sus tías— y mi mamá me miró y me dijo "Eso es amor. La forma en que tus tías se miran es amor" y desde ese momento supe lo que era. Bueno, como mi mami Tzu en su lección 41 me enseño que si una mujer habla mucho tiempo se le deja de prestar atención para mirarle los pechos y como yo no quiero que miren nada voy a dejar de hablar. ¡FELICITACIONES! —levantó su vaso de gaseosa para después sentarse.

— ¡Tilin! Tilin! ¡Tilin! —Tzuyu desde su mesa se levantaba— cangurin recuérdame que la próxima lección sea para que aprendas cuando decir las cosas y cuando no —se sentó.

— ¡Tilin! Tilin! ¡Tilin!. Bueno mami contestó.

— ¡Tilin! Tilin! ¡Tilin! —Esa vez las intenciones de Sana eran las de hablar sinceramente— Hola, yo soy Sana, la otra dama de honor de Momo —el silbido de Tzuyu hizo reír a todos y puso a Sana más colorada aun— conozco a Momo y a Jihyo desde pre jardín y puedo asegurar que esas dos se aman desde que Momo empujo del tobogán a uno de nuestros compañeritos solo porque le saco su lugar en la cola a Jihyo. He compartido con ella muchos momentos tristes, como cuando estuvieron un año entero separadas porque Momo se vino a New York y Jihyo se quedó terminando la preparatoria. Pero también he sido testigo de sus mejores días, uno de ellos cuando por fin Sana se pudo unir a nosotras en esta ciudad. Sé que han trabajado mucho para llegar juntas a este momento y doy gracias a Dios por poder compartirlo junto a ustedes. No solo le enseñaron a mi hija el significado del amor, sino que también me lo enseñaron a mí —Sana encontró los ojos de su chica— Las adoro ¡SALUD POR LAS SEÑORA HIRAI-PARK —levantó su copa.

— SALUD —respondieron todos.

— Tú se lo tiras a Sanake y yo a Tzuyu —decía la bailarina

— Que fácil, a ti te toca la basquetbolista, mientras yo me tengo que quedar con la rubia oxidada —respondía Momo.

— Momo, tus primas están desaforadas por los ramos ¡Míralas! —cuando la mayor miro a la mesa de sus primas se dio cuenta que las mujeres estaban estirando y entrando en calor para saltar.

— Va a ser imposible que ellas agarren los dos ramos —acotó Nayeon.

— Primero que nada, habría que tratar de superarlas —las chicas miraron al centro de la pista donde Sana y Tzuyu bailaban cada vez más pegadas.

— Hay que hacerlo ya antes de que se encierren en el guarda ropas de nuevo —Chaeyoung fue la elegida para ir a sacar a la morena por segunda vez en la noche.

— ¡LOS RAMOS! —gritó Momo ocasionando un gran revuelo entre las mujeres que cuerpo a cuerpo luchaban mejor por obtener la posición.

Mientras tanto una pareja bailaba como si nada estuviera pasando a su alrededor

— Te amo —le dijo Tzuyu mirando directo a sus ojos preferidos ¡ZUM! Un ramo pasaba por al lado de ellas y varias Hirai se peleaban por el.

— Te amo —contestó Sana para después atrapar la boca de su novia con la suya ¡ZUM! Las flores de Jihyo pasaban cerca del hombro de la rubia.

— ¡ES MIO! —una de las primas de Momo salía rengueando con el ramo en la mano.

— ¿Saben que creo? —Momo le preguntaba a su grupo de amigas que se habían quedado mirando a la pareja.

— Creo que esas dos ya no necesitan el ramo —todas sus amigas asintieron.