Capítulo 39-. La prueba
— ¡Esto es vida! —Momo estaba disfrutando de una hermosa tarde de sol tirada en una colchoneta inflable dentro de la piscina, con una copa de champagne en la mano— ¡NO!. Es mejor que la vida misma...esto es el cielo. Solo falta que aparezca Jennifer Aniston como mi mucama para llenarme la copa —Y porque no.
— A Moguri le encanta que yo me disfrace de mucama —Comentó al paso Jihyo. Estaban las cuatro tan relajadas que ninguna se esforzó en contestar el comentario de la bailarina.
Después del almuerzo y una herida, Tzuyu se había encargado de limpiar la piscina y ahora su novia y sus amigas estaban disfrutando el agua limpia, mientras ella y su pequeña estaban terminando con los cuatriciclos. Jeongyeon y Chaeyoung se habían cansado del sol así que estaban haciendo un buen uso del equipado salón de juegos de la casa.
— ¡Amo a tu novia Sanake!. En serio...es más brindo por la bienvenida del bomboncito a nuestras vidas —La japonesa mayor levantó su copa, el resto la imitó.
— Yo brindo por el señor y la señora Wilson que llenaron la heladera de alcohol —Nayeon ya iba por su tercera copita, menos mal que se había decidido por quedarse en una de las reposeras de afuera junto a Mina.
Esta última fue la siguiente en levantar su copa— Yo brindo porque esta noche cada una de nosotras tenga lo que merece —La cantante estaba ansiosa por probar los colchones de las habitaciones.
— Yo brindo por la paz mundial —Decía Jihyo al mejor estilo de Miss universo.
— ¿Puedes dejar de mirarla así?. Vas a hacer que nos vuelva a ensuciar el agua —Advertía Momo a Sana que desde una de las colchonetas de agua no dejaba de mirar cómo Tzuyu le enseñaba a manejar a su hija— Demasiado con que te convencimos que te cambiarás el bikini —Muy difícil había sido tranquilizar a la morena cuando vio que su novia se disponía a tomar el sol con sus amigas nuevamente en su bikini blanco. Si Jeongyeon y Chaeyoung no llegaban a tiempo por sostenerla todos sabían que iban a tener que sacar el botiquín de nuevo. Por lo tanto, sabiamente, y con varios ruegos de sus amigas, Sana se cambió su bikini y no se sacó el vestido hasta llegar al agua y asegurarse de que Yoon Ah y las motos tenían suficientemente ocupada a su novia.
— No puedo evitarlo —Se defendió la fotógrafa— Me tiene hipnotizada —Agregó mientras bebía un sorbo de su copa.
— ¿Ya podemos mirarla nosotras también? —Preguntó Jihyo.
— Ustedes se dan vuelta y yo convenzo a mi hija para que esta noche duerma con sus tías —Con eso no se juega Sana.
— Ni te atrevas a mirarla cariño —Nada iba a echarle a perder su noche a la japonesa.
— ¡MIRA MAMÁ! ¡PUEDO MANEJARLA! —Yoon Ah rodeaba la pileta con la moto y se frenaba justo a la vida de su madre— ¡YA SE FRENAR! —Menos mal.
— ¡Muy bien cariño!. Pero dile a tu madre que no quiero que manejes sin casco —Alguna de las dos tenia que ser la madre aguafiestas— Y dile que la amo —Volvían los mensajitos.
Al rato volvieron a sentir el ruido de la moto cerca de ellas. La pequeña se sacó el casco de la cabeza— Dice mami que ella te ama más que Cristiano Ronaldo a si mismo...Y también dice que te subas los tirantes del bikini —La pequeña no dio lugar a contestación y siguió probando si juguete nuevo.
— ¿Cómo demonios alcanzó a verlos desde allá? —Sana levantó la mano y la sacudió hacia su novia como diciendo "Ni pienses que voy a dejar que se me marquen los tirantes".
— ¡MINA! —La retaron sus amigas al ver como Tzuyu dejaba lo que estaba haciendo paga caminar con furia hacia la piscina.
— No pudiste verla tranquila...tenías que despertar a la bestia —Momo.odiana que la interrumpieran su bronceado— Díganle adiós al agua limpia y vayamos buscando un lugar para refugiarnos...¡JEONGYEON TRAE EL BOTIQUÍN! —Gritó indignada Momo.
La deportista llevaba a la orilla de la piscina— Ven aquí —Le ordenó a Sana.
— ¡Oblígame! —Le replicó.
— Estás jugando con fuego rubia...te lo advierto —Le dijo apuntándola con el dedo.
— ¿Quién necesitaba el botiquín? —Tarde, pero Jeongyeon aprecia con los materiales— ¿El oso atacó de nuevo? —Buscó respuesta
En ese momento el timbre de la casa sonaba— ¿Pero que demonios es ese ruido? —Momo pensaba que estaba escuchando cosas.
— El timbre. Mis padres instalaron bocinas por algún lado del jardín para que se escuchará también aquí —Explicó Tzuyu— Te salvó la campana —Le dijo a su novia mientras se disponía a entrar a la casa a ver quién llamaba a la puerta.
— ¡Aquí te espero morena! —Le gritó provocando una sonrisa de su chica. Cuando se dio cuenta de que tenía las miradas de sus amigas sobre ella dejó de mirar el caminar de Tzuyu y las enfrentó— ¿Qué? —Preguntó.
— ¿Quién eres y que has hecho con la presidenta del club del celibato? —Mina pensaba que le habían cambiado a su amiga.
— Y esperen a que Tzu le dé su sorpresa —Agregó Jihyo.
— ¿De qué hablas cariño? —La japonesa mayor se interesaba por la conversación.
— NADA , Jihyo no quiso decir nada —No se sabía si el rojo de Sana era por el sol o por la vergüenza.
— Pero Tzu dijo que tenía una sorpresa para ti —La fotógrafa ya podía ver la sonrisa maligna de Momo.
— ¡Momo! —Puff, la campana se había convertido en la mejor aliada de la fotógrafa. Tzuyu aparecía cerca de la piscina nuevamente pero esta vez se dirigía a la abogada— Es la organizadora de la fiesta. Tienes que explicarle que es lo que quieres. Sal de la piscina mientras, ya la voy a buscar —Le pidió amablemente— Puedes acercarte a la orilla— Esta vez si miró a su novia.
Sana no la contradijo y remó con sus propios brazos hasta quedar al borde de la piscina— ¿Necesita algo señorita Cho...? —La rubia no pudo terminar porque la boca de la morena no la dejó.
— Eso nada más. Puede continuar haciendo lo suyo —La deportista fue hasta el garaje y salió de el montada en un cuatriciclo con su hija siguiéndola en el de ella desde atrás.
— Esperen...¿A caso dijo organizadora? _Preguntó Nayeon al grupo— Pensé que era un tal señor Anderson —Recordaba bien. — Es cierto —Confirmó Mina.
— ¡DEMONIOS! —Sana salió como pudo de la piscina una mujer agarrada de su morena no era algo que ella pudiera permitir.
Apenas se terminó de secar y pudo ponerse el vestido vio como su novia volvió con una invitada detrás de ella. Más precisamente agarrada de ella— No digas nada —Le dijo la japonesa mayor que ya estaba mirándola— ¡Vamos! —Le dijo y ambas se acercaron a la recién llegada.
— Déjame ayudarte —La morena le extendía la mano a la mujer que si desaprovechar la oportunidad tomó la mano de Tzuyu y se bajó de la moto. Ese gesto no le gustó nada a la fotógrafa que ya tenía su traje de perra puesto.
— Sana, Momo ella es Florence Anderson, la hija del señor Anderson. Señorita Anderson...
— Tzuyu dime Florence por favor —Las porristas se miraron. Podían reconocer ese tono de voz a millones de kilómetros de distancia.
— Florence ella es Sana, mi novia y ella es Momo, una amiga y la anfitriona de la fiesta —Hizo las presentación necesaria.
La mujer miró de arriba abajo a las otras dos, pero sin intenciones de saludarlas— Pensé que era tu fiesta —Le hablo la morena agarrándola del brazo— Mi padre me había hablado mucho de las fiestas que se solían dar en esta casa —Contó ignorando la presencia del resto de la gente que se estaba acercando.
— ¿Entonces tú estás a cargo del negocio de tu padre ahora? —Siguió la conversación sin darse cuenta de las constantes miradas asesinas de su novia y amiga.
— ¡MAMI! —El cangurin la hizo más fácil, si quería atención de su madre solo tenía que saltar hacía ella y dejar que su madre la agarra. Sana hizo una nota mental al respecto: "saltar sobre Tzuyu".
— ¿Tienes una hija?. En las revistas no la mencionan —Parece que había hecho su investigación.
— Si —Sana ya había aguantado bastante— Yoon Ah...es nuestro tesoro —Se acercó a su chica que ahora tenía alzada a la pequeña y le dejó un corto beso en los labios— ¿No debería comenzar a hacer su trabajo? —Le preguntó. Nadie puede con Minatozaki Sana.
— Que su padre haya sido un excelente organizador de fiestas no quiere decir que usted lo sea —Tampoco Momo iba a aguantar ser ignorada.
— Así que tenga en cuenta que esta será su prueba para futuras referencias —Cuando se juntan pueden ser terribles.
— Sígame que le vamos a dar las indicaciones de lo que queremos —Las dos japonesas se adentraron a la casa seguidas de Florence a quien Tzuyu le dedicó una sonrisa de disculpas.
— Mami...¿Te acuerdas cuando te conté que Yuri, Julie y Mari se peleaban por jugar conmigo y tú me dijiste que no me tenía que meter a las pelas de gatos? —A Yoon Ah no se le pasa una.
— Si bichito me acuerdo —Como no hacerlo.
— Pues tú tampoco deberías meterte —Concluyó haciendo reír a la morena.
— No te preocupes cangurin que yo tengo mi propio peso para jugar —De hecho, tenía marcas en su cuerpo, que todavía ardían, que se lo recordaban perfectamente.
En la sala - Una hora después.
Tzuyu que estaba sentada en una silla con Yoon Ah arriba ya se había cansado del maltrato que su novia y su amiga le estaban propinando a la organizadora.
— Mami creo que está a punto de llorar —Yoon Ah se había dado cuenta también y estaba sintiendo pena por la chica.
— Si yo digo que quiero tres putas barras...van a ser tres putas barras —Momo ya lo estaba haciendo a propósito.
— Pero es que eso es en vano, por la cantidad de invitados que usted tiene, con dos es suficiente. Además, van a haber mozos recorriendo el lugar —Explicó Florence con la poca calma que le quedaba.
Momo y Sana se miraron— ¿A caso tienes problemas para entender lo que Momo te está diciendo?. Esto funciona así...Nosotras pedimos y...
— Nosotras tenemos —La abogada terminó la frase de la rubia.
Tzuyu sintió como Yoon Ah ocultaba su cabeza en su pecho asustada por la forma de ser de su madre y su tía— ¡BUENO BASTA! —Las tres mujeres miraron a la morena que se había parado con su hija en los brazos.
— Pero... —Momo quería seguir.
— Dije basta —Repitió— Florence...¿Tienes todos los datos necesarios? —La organizadora asintió aliviada— Perfecto, yo te voy a mostrar la locación así te das una idea del lugar con el que cuentas para trabajar y luego te acompaño a la puerta —Tzuyu bajó a su hija y le abrió la puerta de la sala a la señorita Anderson para que saliera— Ustedes dos se quedan acá —Automáticamente frenó a las dos amigas que se disponían a ir con ellas.
— Pero es mi fiesta —Alegó la mayor.
— No me importa, ya hicieron suficiente, se quedan acá —Ordenó girando hacia la puerta.
— ¿No será que quieres quedarte sola con ella? —Sana la miraba cruzada de brazos.
Tzuyu se devolvió y se quedó a dos centímetros de su novia— No te pases Sana —Le dijo directamente.
— Me pasó todo lo que quiero —Afirmó.
— No sé como tú estás acostumbrada a tratar a la gente, pero en esta casa jamás se humilló a nadie, y va a seguir siendo así ¿Lo oyes? —Ambas miradas se enfrentaron como si fuera una pelea de hechizos al mejor estilo de Harry versus Voldemort— ¿Vienes conmigo cangurin? —La morena rompió el contacto ofreciéndole la mano a su hija, la niña no dudó en agarrar la mano de su madre y ambas salieron en busca de Florence.
— Oye... —Momo se acercaba a su amiga— ¿Está mal si me siento un poco excitada por el bomboncito en este momento? —No es el momento Momo.
— CÁLLATE —El orgullo de Sana no podía permitir que la morena osara a desautorizar la delante de la gente— JIHYO, NAYEON, MINA —Llamó.
En un abrir y cerrar de ojos sus amigas aparecieron. Habían estado escuchando todo y no pudieron creer como Tzuyu se les había plantado de esa forma. La última persona que lo hizo pasó tres años de la preparatoria reviviendo el trato especial de Mina y momo— ¿Qué pasa Sanake? —Preguntó con cuidado la bailarina.
— Quiero poner en marcha "la prueba de la poderosa JC-Line" —Dijo sin pestañear haciendo que las cinco chicas se mirarán.
— ¿Sana estas segura?. Mira que después no hay vuelta atrás —Mina sabía de lo que hablaba, después de la prueba tuvo que aceptar que su novia era una morena de primera.
— ¿Para cuando la quieres? —Nayeon era la suplente de Sana.
— Lo antes posible, ahora mismo cuando vuelva de dejar a la organizadora—Afirmó— Y quiero el nivel cinco —Informó.
— ¿ESTÁS LOCA SANA? —El nivel cinco era el peor de todos— No lo va a soportar —Nadie lo haría.
— Nunca antes lo hemos hecho ¿Cierto Momoring? —O al menos eso pensaba ella.
— Nunca —Aseguró la japonesa.
— ¿ESTÁN CONMIGO EN ESTA O NO? —Sana se había cansado de las protestas de sus amigas— ¿A caso yo no participe cuando ustedes lo pidieron? —El resto bajó la cabeza avergonzada.
— Tranquila Sana,estás dentro ¿Cierto? —Momo pudo una mano en el centro esperando el resto de las manos.
— Yo voy primera —Nayeon confirmó su participación agregando la mano.
— El juez ya lo tienen —Mina se unía.
— Tzu no va a poder con nosotras —Ni medio pelo de inocente tenía la bailarina.
— ¿ESTAMOS LISTAS? _Preguntó Sana poniendo la mano.
— ¡SIIIIII! —Fue el grito de guerra de las mujeres. Ahora si manos a la obra.
Luego de que Tzuyu dejará la moto en la que había llevado a Florence hasta la puerta, su hija la convenció de meterse a la piscina con ella. Y cómo la morena nunca se puede negar a las peticiones de su hija buscó su traje de baño y marchó al jardín. Vieron a Mina hablando por celular desde una de las reposeras y sin molestarla se metieron al agua.
— La coca light ya se mezcló con el agua. Está jugando con la leche de chocolate —Susurró Mina al teléfono usando al que parecía ser una especia de nombres clave.
En la sala desde la venta Momo confirmaba la señal— Tzuyu esta en la piscina, es ahora o nunca —Informó.
— Recuerda Nayeon —Sana repasaba los movimientos— Mucho movimiento de caderas y necesitas ser sensual —La rubia ya tenía listo los cubiertos para comerse cruda a su novia ante la primera mirada.
— Tranquila rubia...¿Tú de dónde crees que salieron las conejitas Playboy? —No era momento para referencias.
— SE PUEDEN CONCENTRAR POR FAVOR —Pidió Sana— Tú solo ve y corre alrededor de la piscina estoy segura de que de eso no pasa —La rubia parecía director técnico— Tiene algún fetiche con los pechos rebotando parece —La rubia contaba secretos de alcoba— preparada, lista...ya —Indicó.
Y Nayeon salió. Se había puesto un short, zapatillas de correr y arriba solo tenía el sujetador del bikini— ¡Que ganas de correr que tengo! —Evidentemente la actuación no era su fuerte. Aún así, apenas llegó al borde de la piscina y empezó a correr a su alrededor. Tzuyu y Yoon Ah, que en este momento jugaba a aguantar la respiración bajo el agua, ni se percataron del trote de la señora Yoo.
— Ni una mirada —Le susurró Mina al teléfono— Repito ni una mirada —Se pensaba que tenía un radio.
— ¿Ni una mirada dijo? —La japonesa mayor asintió ante la pregunta de la rubia. Sana se acercó al altavoz— Más potencia —Ordenó.
Del otro lado de la línea la cantante escuchaba la orden y se disponía a darla la señal a la corredora— ¡NECESITO UN TRAGO DOBLE! —Gritó.
Nayeon reconoció la señal y se frenó justo de frente a la deportista, dándole la espalda para hacer ejercicio de estiramientos. Abrió la piernas y poco a poco se fue estirando sobre una y sobre la otra. Luego se giró e hizo exactamente lo mismo de manera que sus pechos estaban a la vista de cualquiera, primero hacia una pierna y luego hacia la otra.
— Absolutamente nada... repito...nada de nada —Mina estaba asombrada.
— MÁS POTENCIA —Volvió a gritar.
— ¡ESTE CHAMPAGNE NECESITA MAS BURBUJAS! —Anunció Mina ganándose una mirada rara de su sobrina que estaba llevando en la mente la cuenta de cuánto su madre permanecía debajo del agua.
Cuando Tzuyu salió a la superficie, Nayeon aprovechó— Correr no es lo mío —Dijo dejando las zapatillas a un vistazo y para luego sacarse el short muy despacio, incluso agregó un pequeño grito de "ups" cuando se le enredó entre las piernas. Una vez que logró quedarse solo con su bikini puesta, se tiró de cabeza al agua y nadó hasta llegar a las escaleras. Cuando llegó, tiró su cabeza mojada hacia atrás y de la forma más sensual posible subió por ellas sin escatimar el movimiento de caderas.
— Lamento decirles que g,uyu acaba de superar el primer obstáculo _Mina le hablaba al celular— Nayeon deja la prueba con cero miradas en su haber —Fin de la prueba para Yoo Im Nayeon.
— ¡Mi turno! —Jihyo estaba entusiasmada. Era sabido que nadie podía con ella.
— ¿Llevas la botella? —Le preguntó una nerviosa Sana— Bien creo que las rubias son la debilidad de Tzuyu —Quien mejor que ella iara saberlo— Confío en ti Jihyo —Le dio una palmadita en la cola. La bailarina salía a la cancha lista para infartar a cualquiera. A su bikini negro, color que la fotógrafa le había dicho que se pusiera, me había agregado un par de tacones rojos. Sana parecía salida de cualquiera de las revistas que antes poseía la basquetbolista.
— Tranquila Sanake, nadie puede con mi rubia —La calmó Momo— Yo misma le hubiera saltado encima de no estar en medio de la prueba —Confesó.
— Esa no es ninguna seguridad Momo, tú tienes cero auto control —Dijo Sana como mucha razón.
— ¡SHHHHH! Está llegando —Anunció la japonesa mayor esquivando la acusación.
— ¿Cuál es la posición de Tzuyu? —Le preguntó al celular, no veía bien que estaba haciendo su novia.
— La coca light le está enseñando a la leche chocolatada a tirarse de clavado —Contestó Mina de una manera que no era muy sutil el tema que digamos.
— Mantén la cabeza entre los brazos —Yoon Ah estaba ya en posición de arrojarse al agua y Tzuyu a su lado repasaba las reglas principales de espaldas y mostrando las dos tiras sueltas.
Tzuyu agarró ambas tiras y sin quitarle la vista a su hija empezó a hacerles un nudo— ¿Lista cangurin? Bien...ahora flexiona las piernas para tomar impulso...listo Jihyo...y salta —La bailarina un tanto decepcionada poru la poca tención recibida caminó hasta las reposeras donde estaban Mina y Nayeon.
— No le prestó atención, espero nuevas órdenes —Informó Mina.
— ¿Ni siquiera le miró el trasero? —Preguntó Momo para estar segura.
— No miró nada. Sus ojos no salieron de Yoon Ah —Confirmó Nayeon apoderándose del celular— En otras noticias, la pequeña aprendió a tirarse de clavado —Anunció algo irrelevante.
— Procedan con la segunda parte —Indicó la fotógrafa.
— ¡ESTE TRAGO NECESITA UN POCO DE VUELO —Gritó Nayeon sacudiendo su caso y mirando a Jihyo.
La bailarina se agachó y susurró— No me la sé —Parece que se había olvidado lo que significaba esa clave.
— El truco de la botella Jihyo —Murmuró Mina para refrescarle la memoria.
— Ya agarró la botella —Momo no le perdía pisada— Esto tiene que ser una broma, nadie en su sano juicio le prestaría atención a una niña estando mi novia casi desnuda a su lado —La abogada no lo podía entender.
— Bueno en el truco de la botella han caído varias —Sana trababa de darse ánimos.
En la piscina Jihyo vestida ahora con una diminuta camiseta blanca, estaba volcando un litro de agua arriba de ella. Cualquier podría decir que estaba lista para competir en el torneo de camisetas mojadas que se hace en la mayoría de playas en verano— DIOS MÍOS MIS PEZONES ESTÁN DUROS POR EL AGUA —Eso no estaba en el libreto— ¡MIREN COMO REBOTAN! —Jihyo saltaba de arriba hacia abajo.
— Si no la mira juro que voy a empezar a dudar del lesbianismo de tu novia ardilla...DIOS MÍO ¿Qué hago perdiendo tiempo yo? —Se preguntó a si misma la abogada.
— A pesar del buen intento de Jihyo, no recibió mirada alguna. La coca sube a la chocolatada a sus hombros y juega a tirarla, por cierto, Nayeon está a punto de cruzarse para su bando —Con lo de los pezones casi la tenían.
Jihyo miró para la ventana donde sabía que estaba su prometida y encogió sus hombros como diciendo ¿Y ahora?.
— Nada funciona —Sana pateo la mesa indignada— ¡ES MI HIJA! —De repente se le había ocurrido algo.
— Sanake me gustaría que dejaras de parecer una loca gritando cosas al azar —Pidió Momo.
— Quiero decir que mi hiva está actuando de bloqueador, hay que sacarla de ahí como sea ¿Oyeron? —Preguntó al altavoz— Saquen a la chocolatada del jardín como sea y luego procesan con la fase final de Jihyo —Ordenó.
— Sacar a la chocolatada. Copiado —Fuenla respuesta del otro lado— Hay un problema —Se volvió a dirigir al celular— No sabemos cómo —Informó.
— Déjenmelo a mi —Sana salió hasta la puerta— ¡YOON AH MINATOZAKI TIENES TRES SEGUNDOS PARA VENIR A ORDENAR TIU ROPA EN ESTE INSTANTE! —Se metió de vuelta a la sala.
— Está funcionando...la chocolatada dejo el agua —Anunció Mina— Fase final de Jihyo en proceso. ¡EL COLOR DE MI TRAGO ES OSCURO! —Comunicó la clave a la rubia, que le guiñó un ojo y fue derecho a agarrar el bronceador que estaba cerca de las reposeras.
Con el bronceador en mano le hablo a la morena que descansaba apoyada en una de las pareces de la piscina— Tzu...¿Me podrías poner bronceador en la espalda? —Usó el tono de voz más seductor que pudo encontrar.
— Claro Hyo —Tomó impulso y salió del agua.
— La coca está por caer —Comentó triunfante al intercomunicador Nayeon.
— Te dije que Jihyo no fallaba —Momo codeaba a una Sana a la cual no le caía nada bien que la morena tocara a la bailarina.
Pero nuevamente Tzuyu sorprendió a todas. Agarró una toalla y cuando Jihyo se puso de espaldas, se la colocó encima tapándole el trasero. Era un especie de aviso "Ni pienses que te pongo bronceador en esa parte". En segundos Tzuyu le había pasado la crema por la espalda a la bailarina— Listo Jihyo —Le dijo y se tiró en una de las reposeras a secarse.
— Tenemos un récord —Nadie había llegado hasta ac— Tocó solo la espalda...repito, solo la espalda. Segundo obstáculo superado. Momo todo está en tus manos —Nayeon y Mina se miraban entre ellas sorprendidas, mientras una abatida Jihyo se sentaba a su lado— No estés mal Jihyo —Nayeon la calmaba.
— Ni me miró —La bailarina se había sentido despeeciada— Momo no llega ni iara ponerme el bronceador —Confesó haciendo pucheros.
— ¿Y me lo dices a mí?. Si jeongyeon me veía sacándome el short de esa forma, si fuera hombre mañana aparezco embarazada —Un poco brusco el ejemplo de Nayeon ¿No?.
— ¿Cómo estoy? —Ahora si, Momo con un bikini blanco que era prácticamente un hilo en la parte de abajo y dos pequeños triangulitos en la parte superior, estaba lista para hacer su primera aparición en la historia de "La prueba de la poderosa JC-LINE".
— DIOS MÍO MOMO...¿Dónde conseguiste que te vendieran ese bikini?. Debería ser ilegal o debería venir con una leyenda que diga "no apto para menores de 21" —Era imposible que Tzuyu no mirara a la japonesa.
— Solo para estar segura Sanake...¿Seguro que quieres nivel cinco? —Por más que bromeaba todo el tiempo quería seguir teniendo la amistad de la rubia.
— Sí Tzuyu llega a ser necesario quiero que lo hagas Momo...pero dudo que tengas que hacerlo —Sana sabía que apenas la japonesa mayor saliera de la casa hasta los pájaros la iban a mirar.
— OK...Quiero la posición de la coca light —Dijo al comunicador.
— La coca light está leyendo en una de las reposeras —Le contestaron— Esperamos indicaciones —Fue lo siguiente.
— Salgo en tres...dos...uno —Y Momo ya caminaba hacia la pileta. Fue directo a ponerse en el otro extremo de la mirada de la deportista. Se frenó, miró derecho hacia las sillas y se soltó el pecho para después agitar su cabeza de arriba hacia abajo varias veces.
La fotógrafa que miraba desde la ventana recibió la confirmación de lo que ella misma estaba viendo— Increíble, pero Tzuyu no levantó los ojos del libro. Nayeon se volvió a hacer gay...repito...Nayeon ya es gay de nuevo y en mi opinión ese bikini debería estar prohibido —Era algo en lo que todas coincidían.
— ¡MIERDA! —los sentimientos de Sana eran encontrados, por una parte quería que su novia fallara para no sentirse tal culpable por lo de la organizadora y por otra parte los celos de ver a sus amigas tratando de conquistarla eran cada vez más grandes— Dile a Momo que salga —Anunció.
— UN POCO DE AGUA NO VENDRÍA NADA MAL —Comunicó en voz alta.
Momo entendió perfecto. Se tiró al agua hasta llegar al borde justo debajo de donde estaba la basquetbolista. Tomó impulso y logro salir. Cuando estaba parada en frente de ella prácticamente bloqueándole el sol se dio cuenta y se agachó para sacudirse vaya a saber qué dejando todo su trasero a merced de la morena..
— Quieta Jihyo —La cantante tuvo que agarrar a Jihyo antes de que cual perro cazador fuera por su presa.
— DEMONIOS...¿Cómo hace Momo para tener esa cola con todas las hamburguesas que se come? —A más de una se le hacía agua la boca.
— ¿Me pueden decir que está pasando?. Desde acá no veo nada —Sana necesitaba noticias.
— Sana —Era la voz de Nayeon— El segundo intento también fracaso ¿Estás segura de que quieres el próximo? —Nunca antes visto.
La rubia tragó saliva y miró hacia las habitaciones para asegurarse de que su hija siguiera limpiando su cuarto— Pro...procedan —Afirmó titubeando.
— A MI ME GUSTA SIN HIELO —Nayeon pasaba la señal.
La abogada miró a la ventana donde estaba su amiga y luego al grupo ¿A caso Momo se estaba acobardando?.
— A MI ME GUSTA SIN HIELO —Repitió Nayeon más fuerte.
La mayor de las japonesas tomo aire y llevo sus manos a las tiras de su bikini para soltarlas , si Sana quería el máximo nivel, lo iba a tener. En cinco segundos los pechos de Momo estaban libres de cualquier prenda. Si, en topless en frente de Tzuyu, que seguía metida en su libro.
— Lo hizo —Murmuró Mina.
— Te admiro Jihyo —Esta fue Nayeon que como mínimo a esta altura ya era más gay que nada.
— No se dan una idea de lo bien que se siente tocarlos —Agregó la bailarina.
Momo sorprendida por la falta de atención no se iba a dar por vencida, se recostó en la reposera de al lado y estaba dispuesta a todo— ¡Qué calor! —Chilló.
— Mmhhm —Fue lo único que sintió murmura de Tzuyu.
— ¿Me das de tu agua? —La abogada se inclinaba sobre uno de sus costados apoyando su cabeza sobre su brazo. Sus pechos desnudos apuntaban a la deportista.
— Claro —La morena agarró la botella y sin dejar de mirar su libro se la pasó— Aquí tienes —Dijo.
Momo bebió el agua para después hacer que bostezaba levantando los brazos...¿Será otra clave?.
— Prueba superada...Repito...prueba superada —Fue lo último que oyó Sana antes de apagar el celular.
A los diez minutos Yoon ah volvía para seguir jugando con su madre en la piscina y el grupo se reunía en la sala nuevamente— ¿Qué haces? —Le preguntaron a la fotógrafa cuando vieron que se disponía a salir.
— Quiero sacarme la duda —Dicho esto camino hasta la piscina, apenas llegó tuvo la mirada de la morena encima de ella— Quiero hablar contigo —Le dijo secamente para volver a irse no sin ser seguida por los ojos de su novia.
Las chicas desde adentro vieron como Tzuyu en un segundo sacaba a su hija de la piscina y seguía el camino que había hecho su chica.
— Al parecer la única debilidad del bomboncito tiene nombre y apellido —Concluyó Momo.
— Minatozaki Sana... —Dijeron al unísono las demás.
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